No hay Puño sin Hierro, cómic sin superhéroes ni Aja sin Brubaker

La publicación del primer recopilatorio de El Inmortal Puño de Hierro en nuestro país, fue saludada casi con total regocijo por parte de la blogosfera tebeistica. No obstante, dos personas cuya opinión siempre he tenido muy en cuenta, el Tío Berni y José Torralba, fueron algo más críticos, elogiando la labor de David Aja pero relativizando la calidad del apartado argumental de la obra.

Sin duda, el guión de este cómic no es tan ambicioso como los de trabajos más personales de Ed Brubaker. Sin duda también, la labor de David Aja es soberbia y, en su contribución, es donde primero se manifiestan los logros principales de esta creación. Pero soy de la firme opinión de que, junto con la indiscutiblemente calidad de David Aja como ilustrador, si algo hace posible esos logros es precisamente el guión que sirve a este dibujante como punto de partida y final de camino.

Por supuesto es David Aja quien sabe sacarle partido, quien sabe encontrar la forma de multiplicar su potencia, quien da el gran salto sin red hacia la celebridad o el olvido. Pero son Brubaker y Fraction quienes disponen “el trampolín”. Un trampolín, sin el cual, el salto habría sido distinto.

Las virtudes del trabajo de Aja han sido enumeradas infinidad de veces, destacándose sobre todo su manera de componer la página y la viñeta, explotando las posibilidades expresivas de la iconicidad propia del cómic y las de la página como marco unitario de otras unidades menores capaz de generar a un mismo tiempo impacto y secuencia.

Aja sabe encontrar recursos gráficos que multiplican la capacidad comunicativa de sus ilustraciones. Sabe también construir conjuntos secuenciales que resultan atractivos en su globalidad y profundamente discursivos en su concatenación interna. Pero es en un género como éste y en una historia como ésta donde esos recursos y esa secuenciación encuentran justificación y sentido.

Si este dibujante, por ejemplo, tuviera que ilustrar el argumento de Ventiladores Clyde o de cualquier otra obra de ritmo reposado y tendencia introspectiva, no destacarían tanto sus capacidades ni sus dibujos resultarían tan impactantes. Podemos comprobarlo en aquellas escenas de Puño de Hierro que desprenden mayor cotidianidad; escenas que, sin dejar de ser atractivas, carecen como es lógico de cualquier espectacularidad.

Donde David Aja deslumbra y brilla y nos recuerda al Jim Steranko de Capitán América, es allí donde el guión se lo permite, donde el argumento lo hace posible, donde Fraction y Brubaker disponen momentos repletos de vértigo, frenesí i adrenalina… instantes impregnados de desconcierto, dolor, acción y violencia.

Es en momentos así cuando Aja puede presentarnos una propuesta gráfica que, aplicada a un tipo de historieta distinta, devendría totalmente discordante y absolutamente fallida. Por suerte el guión de Brubaker y Fraction es el que es, uno que entretiene y divierte, el que juntamente hace posible que David Aja cuente – con sus dibujos- aquello que cuenta.

Web de David Aja

Visita guiada por la exposición dedicada a David Aja en Viñetas desde o Atlántico 2008

Reseña de El Inmortal Puño de Hierro por Juanjo Palacios

Reseña en Entrecomics

Reseña en Culpable y perdedor

Reseña en El Cuarto Mundo