A lo largo de las últimas décadas, los cómics han sido un medio que ha servido para adaptar infinidad de géneros y modas pasajeras que han causado furor en distintos momentos. En cien años ha habido hueco para comics románticos, westerns, bélicos, de monstruos, de series del espacio, de zombis, de superhéroes, detectives, eróticos, piratas, cartoon, vampiros y un largo etcetera. Y, por supuesto, de Kung Fu. Este género ya tuvo su época dorada (los ya lejanos años setenta) pero, recientemente, se ha publicado una nueva novela gráfica arrojando una nueva visión completamente nueva a las artes marciales. El protagonista de esta obra no es otro que el canadiense Kagan McLeod. Semidesonocido en el medio, también es un valorado ilustrador de periódicos y revistas para prestigiosas publicaciones como Entertainment Weekly, Glamour, GQ, Newsweek, People, Sports Illustrated o Time, Kagan es un confeso admirador del género y se puso, hace diez años, manos a la obra para escribir y dibujar su canto de amor al Kung Fu. El resultado de esta admiración ha sido la obra Kung Fu Infinito, publicada en nuestro país por Norma Editorial, que reseñamos recientemente en Zona Negativa. Sin duda, una obra que ha pasado un tanto desapercibida del radar para algunos de nosotros (ante la falta de credenciales previas de Kagan McLeod) pero que ha resultado ser un auténtico sleeper de la temporada y una lectura de lo más disfurtable y recomendable. Así que si todavía no habéis elegido vuestro regalo para Los Reyes Magos, todavía estáis a tiempo. Para hablar largo y tendido sobre esta obra, hemos contactado con el autor quien nos ha concedido gustosamente una entrevista en medio de estos días tan festivos. A continuación, os dejamos con la entrevista sobre Kung Fu Infinito. Esperamos que os guste.
Entrevista a Kagan McLeod
Pedro Monje (P.M.): Hola Kagan. Empecemos hablando sobre Kung Fu Infinito. Para todos aquellos que no lo han podido leer todavía, ¿de qué va esta novela gráfica?
Kagan McLeod: Maestros de las artes marciales luchando para restaurar el “gran equilibrio” causado por el hecho de que la reencarnación budista haya roto su ciclo y todo hay ido mal, pero todo ello contado desde la épica y reflejando en tono las películas de Kung Fu de los años setenta.
P.M.: Kung Fu Infinito está repleto de zombis, periodos de entrenamiento, inmortales, tesoros secretos, resurrecciones, cambio de cuerpos, cámaras con peligrosas bestias, apocalipsis, magia, espadas gigantes, miembros voladores, robots, traiciones, lagartos, mucha adrenalina y, por supuesto, un montón de Kung Fu. ¿Fue divertido e interesante mezclar todos estos conceptos en una misma obra pero sin olvidarse de la voz protagonista de la historia?
Kagan McLeod: Creo que todo esto tiene que ver con el hecho de que yo era/soy joven e inexperimentado. Mezclé en una gran historia todo lo que me gustaría leer y, aparentemente, parece que funcionó. Sería muy cínico por mi parte el volver a intentar algo mezclando tantos elementos. Sin duda, lo que me gusta de Kung Fu Infinito es que refleja a la perfección mis intereses e inquietudes de un periodo concreto de mi vida.
P.M.: Antes de leer de esta obra, personalmente yo era reacio a comprobar cómo las secuencias de artes marciales iban a ser dibujadas en un medio tan estático como los comics. Sin embargo, todas las peleas y, sobre todo, la última son impresionantes. Y teniendo en cuenta el alto número de personajes involucrados, me imagino que fue una ardua tarea.
Kagan McLeod: ¡Gracias! Me gusta un reto como este, trasladar algo familiar en un medio a otro. Creo que mi idea principal para las peleas y batallas de este libro era tratar de hacer que el lector no sintiera que se estaba perdiendo cosas entre viñetas. Quería que sintiesen que estaban presenciando cada movimiento, uno por uno, en sucesión. Y sobre todo en el climax.
P.M.: Yo estaba encantado de la cantidad de gore, violencia y baños de sangre enseñados en las peleas (un esqueleto usado como arma, por favor!!). Sin embargo, esta violencia nunca es excesiva y el hecho de que sea en blanco y negro lo hace más digestible para las mentes débiles. ¿Querías usar esta cantidad de violencia expresamente o fue algo inconsciente?
Kagan McLeod: Quería, quería. Creo que el tono de la obra es divertido, así que la violencia es más loca y absurda que perturbadora. Las películas del Estudio The Shaw Brothers de los años setenta y ochenta sí que eran violentas, y sobre todo para aquellos tiempos: desde gente mutilada (en Crippled Avengers) a puñetazos atravesando el cuerpo (Kid with the Golden Arm) pasando por cabezas arrancadas (Flying Guillotine). Ese es el espíritu que perseguía a la hora de escribir las secuencias violentas de Kung Fu Infinito.
P.M.: De la misma forma que los zombis están de moda ahora mismo, Kung Fu también fue trending topic en su época dorada, aunque para ello debamos irnos hasta los setenta. Curiosamente, tú no naciste hasta un poco más tarde. ¿Cómo descubriste y te enamoraste de este género?
Kagan McLeod: Estoy prácticamente seguro que tuvo mucho que ver con el primer álbum de Wu-Tang Clan (nota: Wu-Tang Clan es un grupo de rap de New York). Tras eso, comencé a comprar películas en VHS de contrabando a través de mi tienda local de videos. La emoción de la caza y captura de las películas me marco. El hecho de encontrar algo muy oscuro y que prácticamente nadie conocía era la bomba. Ahora es muy fácil conseguir cualquier antojo y capricho online y de forma inmediata, pero no os podéis imaginar lo que es estar esperando durante ocho semanas una destartalada cinta VHS con tan solo unas cuantas escenas molonas dentro.
Siempre he tenido una predilección por el material es-tan-malo-que-es-buenísimo, y hay muchísimo de ese material en lo que a las artes marciales se refiere. En lo que a películas de alto presupuesto hay obviamente excelentes coreografías que impresionan, pero lo que a mí me atrae realmente son las ideas detrás de esas peleas. Los personajes son superhéroes, no mutantes o aliens, tan solo gente normal que se convierte en extremadamente poderosa gracias al trabajo duro. Muchas veces, el entrenamiento es tan divertido y emocionante como la pelea final.
P.M.: Una pregunta, que estoy seguro habrás tenido que responder miles de veces, que nos gustaría hacerte tiene que ver con tus influencias del Kung Fu. ¿Cuáles son tus favoritas en géneros como películas, comics, videojuegos, series de tv..?
Kagan McLeod: Gordon Liu es mi favorito, así que no os podéis imaginar lo que supuso para mí que escribiera la introducción a Kung Fu Infinito. Me encantan sus películas de “monje” (The 36 Chambers of Shaolin, Eight Diagram Pole Fighter, etc.). Master of the Flying Guillotine es brutal, y también Shaolin Executioner. También me gustan mucho las seis películas de Lobo Solitario y su Cachorro y todo el subgenero de kung fu de las películas de horror Black Magic, como Boxer’s Omen, Black Magic (1 y 2) y Black Magic with Buddha. Los comics de Lobo Solitario y su Cachorro son algunos de mis favoritos y un autor llamado Louis Cha escribió algunas novelas de artes marciales que disfruté enormemente.
P.M.: En cualquier caso, desde que empezaste a publicar Kung Fu Infinito, ha habido varios conatos de reavivar el género. Los más conocidos son Kung Fu Panda (a pesar de ser una peli de niños) y, por supuestísimo, Kill Bill. Incluso Matrix tiene su aquel. En los comics hemos visto el Inmortal Iron Fist de Brubaker/Fraction/aja. ¿Qué opinas de todos estos intentos de recuperar el kung fu?
Kagan McLeod: Es perfecto. Todo lo que sirva para abrir el género a una audiencia mayor es perfecto. La gente se implica y todo lo que conlleve volver a las raíces, investigar e interesarse por el material de origen es bueno para todos. Así se pillarán más referencias y más bromas del tema.
P.M.: Por curiosidad, tu documentación fue más allá que todo eso? Por ejemplo, manuales de kung fu, clases prácticas…
Kagan McLeod: No, no, nada de eso. Aunque hubiera sido muy interesante para contar anécdotas en las entrevistas, jeje.
P.M.: Nuestros lectores deben saber que empezaste a publicar Kung Fu Infinito en el año 2000 y que acabaste de publicarla (con Top Shelf Productions) en 2011, añadiendo más de 200 hojas a la historia de lo previsto inicialmente. Eso han sido 12 años de tu vida. ¿Cómo has visto la evolución del proyecto estos años? ¿Qué se siente al observar desde la treintena algo que hiciste con veinte años? ¿Cambiaron tus ideas del principio al final?
Kagan McLeod: Si, sin duda. Al principio de la historia reinaba el caos en todas las direcciones en el mundo que yo mismo había creado. Todo explotaba hacia todos los lados. Con las 200 páginas extra traté de encauzar y simplificar el enfoque de la historia en el kung fu y no en otros géneros. Mantuve todo lo que ya había escrito en mis primeros años, pero reescribí algunas cosillas que no me gustaban. Por ejemplo, el poder de regeneración de miembros de Moog es molón, pero quería rebajar un poco el tono porque no quería que todos los poderes de los personajes tuvieran una base fantástica. Así que creé el flashback en la que él se bebe un elixir y aprende la técnica de los lagartos. Definitivamente, a lo largo de esos doce años estuve distraído en muchos momentos, pero siempre disfruté escribiendo el libro.
P.M.: Nos gustaría hablar también de tu estilo de dibujo, muy dinámico y energético, cambiando las tintas en los dibujos de las secuencias de flashback. Sabemos que te entintas tu mismo pero, ¿cuál es el proceso que sigues para acabar una página?
Kagan McLeod: ¡Gracias! Admito que me gusta mucho el estilo de dibujo tradicional chino y en este caso la influencia era apropiada dada la trama de la historia. Siempre me pongo contento (sobre todo al hablar de esta obra de kung fu) cuando la gente describe mi dibujo como dinámico y fluido, porque realmente aspiro a esas cualidades. Me gusta hacer que mis lápices funcionen sueltos para no quitarle toda la gracia a la hora de entintar. Muchas veces lo que hago es hacer los dibujos iniciales muy por encima porque es cuando hay más posibilidades de cometer algún error y solo si me gusta como ha quedado entonces paso a hacer los detalles finales. El proceso a tinta fue para mí mucho más divertido que hacerlo en digital, y encima creo que funcionó para esta obra en concreto.
P.M.: Me llamó poderosamente la atención que en una obra de 464 páginas apenas decidiste usar grandes splash-pages. Las splash-pages son un mal mayor de este medio, pero tu decidiste reducirlas al mínimo, lo cual es muy de agradecer, y hacer las páginas con más paneles y viñetas. ¿Eres consciente de este estilo?
Kagan McLeod: Si, es algo deseado. Así, cuando haces una splash-page tiene muchísimo más sentido e impacto. Creo que aprendí esta estrategia de Watchmen.
P.M.: Otra pregunta obligada es cómo conseguiste al gran Gordion Liu (conocido por ejemplo por su papel en Kill Bill) para que escribiera una introducción al libro.
Kagan McLeod: Colin Geddes, un amigo mío que trabaja en el Festival de Cine Internacional de Toronto tiene buenos contactos en la industria. En algún punto, Gordon estaba en Toronto para algunas proyecciones pero Colin no pudo asistir en ese momento por lo que, muy amablemente, me cedió su asiento para la reunión. Y, a pesar de ser el único no-cantonés parlante de la habitación, conseguí sentarme al lado de Mr. Liu. Es un gran tipo y le pude hablar de mi proyecto. Otro amigo mio, King Wei Chu, del Festival de Fantasía de Montreal, me ayudo a ponerme más adelante en contacto de nuevo con Liu.
P.M.: Dado el mundo y el medio en el que nos movemos actualmente, debemos hacerte la siguiente pregunta. ¿Hay algún plan en marcha para llevar Kung Fu Infinito a la gran pantalla? Moog Joogular lanzando su propia cabeza a zombis-ninja tiene que ser algo digno de verse.
Kagan McLeod: Ha habido algunos intentos aquí y allí durante los últimos años, pero no ha llegado a materializarse nada en firme todavía. Quizás podrían hacerlo en España como una secuela de [Rec]!
P.M.: Antes de concluir, nos gustaría aprovechar la oportunidad de que preguntarte por tus próximos proyectos. ¿En qué estás trabajando ahora mismo?
Kagan McLeod: Bueno, esto quizás sea de interés para vuestros lectores. El próximo libro en el que estoy trabajando es sobre la conquista de Méjico por parte de España. Simliar a Kung Fu Infinito en el sentido de que tendrá mucha acción, aventura (y sangre, por supuesto), pero será un poco más seria en el enfoque y en el tono. Será otro mega-proyecto. Prometo que os mantendré informados.
P.M.: Muchas gracias por tu amabilidad, Kagan. Te deseamos lo mejor en tus futuros proyectos y desde Zona Negativa no tengas duda de que estaremos siguiendo tu trabajo muy de cerca. Oh! Y por supuesto, ¡Feliz Año Nuevo!
Pedazo de entrevista Pedro, enhorabuena, te he leído un par de veces recomendar esta obra y después de devorar la entrevista me han entrado mas ganas todavía, a por ella!!!
Excelente entrevista, Pedro. No tenía ni idea de esta obra pero parece perfecta para disfrutar con algo de música de RZA y compañía de fondo antes de ir a ver El Hombre de los Puños de Hierro. Pintaza. Vamos a tener que echarle un ojo 🙂