Superman/Shazam: Primer Trueno

 

Edición U.S.A.: Superman/Shazam: First Thunder TPB.
Edición España: junio de 2008; Planeta DeAgostini.
Guión: Judd Winick.
Dibujo: Joshua Middleton.
Formato: tomo en rústica de 128 págs.
Precio: 9,95 €.

 

Descripción editorial:

¡Sé testigo del primer encuentro entre el Último Hijo de Krypton y el Mortal más poderoso de la Tierra en este volumen autoconclusivo realizado por Judd Winick y Joshua Middleton! Mientras Superman debe detener a los miembros de un culto misterioso que intenta robar un artefacto místico del Museo de Historia Natural de Metropolis, Shazam defiende Fawcett City de unos monstruos gigantes. Cuando ambos héroes se encuentran, que teman los criminales porque dos de las personas más poderosas de DC lucharán codo con codo. Después de haber vivido el origen de Shazam gracias a La monstruosa sociedad del mal de Jeff Smith publicado el mes pasado, llega el momento ahora de descubrir su primer encuentro con Superman. Y no os perdáis este mes la edición de El poder de Shazam, la novela gráfica de Jerry Ordway que consolidó al personaje en los años 90.

Ya no podemos llamarle Capitán Marvel porque La Casa de las Ideas ganó el litigio que les otorga la exclusividad del nombre, así que nos conformaremos con referirnos a él con el nombre de su maestro, Shazam.
No ha gozado ni de lejos de la popularidad del Hombre de Acero pero a efectos prácticos dentro del marco del Universo DC, Shazam es el equivalente místico de Superman.

Si lo único que teoricamente es capaz de dañar a Kal-El es la kriptonita y la magia, el héroe anteriormente conocido como Capitán Marvel resultaría ser una versión mejorada al no padecer penurias ante la verdosa roca espacial y al ser naturalmente más resistente a conjuros mágicos. Aún así el apodado Gran Queso Rojo ha permanecido en un segundo plano de popularidad, que no de poder, del que dudo mucho que salga en algún momento. El halo de pureza e inocencia que le rodea es todavía más intenso que el que envuelve al Super, no es vano Clark Kent es un adulto pero Billy Batson es en el fondo un adolescente, por mucho que al pronunciar la famosa palabra se transforme en la encarnación de las virtudes divinas.

Ya sabemos que los héroes bienintencionados y bonachones ya no son rivales comerciales para los que son más duros y cínicos, pro eso decía antes que si Superman lo tiene complicado para sobrevivir hoy en día sin subvertir sus valores y en definitiva la esencia de lo que simboliza, más complicado aún lo tiene Shazam dada su naturaleza más infantil y sí, mágica. No hay más que ver el oscurecimiento al que están atando a Mary Marvel para sacarle más jugo al personaje.

Dejando a un lado el dudoso destino de Shazam, cuyo afianzamiento futuro dependerá indudablemente de que le hagan más chulo y moderno, Primer Trueno apunta en dirección opuesta al narrar el primer encuentro entre el Hombre de Acero y el gran Queso Rojo.
Es una gran idea reunir en una serie limitada autoconclusiva a esta pareja de superseres porque ofrece una buena posibilidad de conocer a Shazam de la mano del personaje más popular de la editorial, sin complicaciones de crossovers ni de continuaciones posteriores.
Por supuesto la aparición de los dos enemigos por antonomasia de ambos héroes es la que marca la villanía a combatir. Si los protagonistas son pesos pesados de la actividad superheroica, Lex Luthor y el Doctor Sivana lo son pero dle ámbito contrario, la supervillanía.

La circunstancia de mezclarles a los cuatro en una misma coctelera (ambientada lógicamente en el pasado de los personajes por tratarse de un primer encuentro) proporciona un predominio de las escenas de acción, que ayudan a hacer fluir la narración y aprovecha la belleza plástica del dibujante Joshua Middleton. A este artista no le hemos visto trabajar demasiado, algo en Crossgen,otro poco en la fallida serie mutante NYX y algunas portadas varias. Está claro que a pesar de ser un dibujante de gran talento no vamos a verle en series mensuales sino en proyectos especiales como Primer Trueno que permitan dilatar las fechas de entrega sin mermar la fuerza de su delicado trazo. Merece la pena por lo tanto no perderle de vista en aquellas escasas obras en las que se implique, sobre todo si tenemos la dicha de que en ellas también cumple con agrado el guionista, como sucede con Judd Winick en este bonito remake.

Un saludo a todos.