Perfil psicológico de un personaje. Batman (y 4): Muerte

8
915

Hace muchos años que Bruce Wayne asumió que no viviría para envejecer. Es algo que sabe, ha asimilado y aceptado, porque ha dirigido toda su vida hacia un propósito que forzosamente le privará de infinitas experiencias que todos los demás sentimos imprescindibles.

La ausencia de un ambiente familiar no sólo le arrebató a sus padres o las habilidades sociales para tratar con los demás, fuesen sus iguales o adultos, sino del deseo de recrear lo que perdió. Cuando ya adulto alguna mujer se acercó peligrosamente a su interior, amenazando con quebrar su espíritu sacrificado a una sagrada misión autoimpuesta, él, consciente o inconscientemente, consiguió alejarla, celebrando su soledad como la mejor decisión posible. Las razones son múltiples, desde luego, y no puede achacársele la culpa por entero. Incluso, como confesaría en su momento, quizás sí hubiera sido capaz de olvidarlo todo por el amor de una mujer, como sucedió con Greta Caspian, pero el destino, dirían algunos, quiso forzar las cosas e impedirle seguir con ella, que renunció a una vida junto al hombre que amaba en la búsqueda de lograr el perdón por los actos que no cometió.

Aunque ha logrado tener un amago de relación amorosa, quizás el caso más claro –y más doloroso, por tanto– fue lo que sucedería con Vesper Fairchild. Pero aquí, a diferencia con Greta, el que tomaría la decisión fue él. Bruce era más maduro y su carrera contra el crimen resultaba una losa mucho más pesada. Cuando era niño la seguridad quedaba relegada a los muros de su mansión –una prisión con barrotes de oro–, seguridad que como adulto la encontraría bajo el terrible manto del murciélago. Sin alguien a quien amar se elimina el riesgo de perderlo.

Todo ello concuerda con numerosos actos siempre destinados a eliminar toda posibilidad de crear una familia en cualquier sentido, ya que él no desea tal. No está preparado para una vida así como lo refleja su comportamiento: se repliega ante las posibilidades de amar o ser amado; insiste en tratar a Alfred como un mero mayordomo en lugar del padre adoptivo que es verdaderamente; prácticamente carece de íntimas amistades, mostrándose siempre hosco y arisco; el mismo comisario Gordon es un aliado más que amigo; los ahijados que ha adoptado, Dick, Jason o Tim no son tales, sino extensiones de sí mismo empleados con un firme propósito: impedirle abocarse directamente a la oscuridad de un modo suicida sin tener una razón para protegerse imposible de desoír y, quizás, sucederle algún día.

Ahondando aún más en éste último punto, es admirable el exhaustivo trabajo que ha empleado Bruce en buscar el modo en el que se pueda desligar de la figura de Batman de forma que, tras su asumida muerte, el Hombre Murciélago siga vivo. Para ello ha convertido su icono, el murciélago, en un símbolo que todo lo impregna y posee: su Batcueva, su Batmovil, su Batarang, su Batplane. Así, Bruce se desvanecerá de la escena, como un hombre que habrá cumplido su misión el fatídico día en el que sea asesinado, y otro, empleando los cánones y reglas creados por él mismo, tendrá allanado el camino hacia la eterna guerra contra el crimen. Al menos ese es su plan.

Porque, como dije en un principio de este apartado, Bruce Wayne morirá pronto. Sólo sus formidables habilidades, tanto físicas como psicológicas, como el apoyo de los que le rodean, por más que a él le pese, le han permitido vivir tanto. Dudo mucho que haya pensado en ello más allá de considerarlo un mero problema tomado con la frialdad detectivesca y analítica con la que desenreda cada ovillo que llega a su vida.

Sin embargo, ni Dick Grayson ni Jason Todd fueron los adecuados para sucederle. El primero porque, sin duda alguna, se convirtió en su hijo de facto, con el que mantendría una relación puramente de padre a hijo: Dick buscaba por un lado la aprobación, cariño y respeto de su padre, Bruce, pero a la vez sin querer convertirse en una sombra suya, luchando denonadadamente por ganarse su propia identidad más allá de la sombra arrolladora que reflejaba Batman. Todo ello convergería en algunos enfrentamientos característicos de toda relación paterno–filial, de cuyas crisis emergió una relación más sólida y madura para ambos.

Jason Todd pronto demostraría que no estaba capacitado para ser Batman. Su carácter intempestuoso, arrogante, descuidado y desafiante carecía de la compensación de un amor sincero por alguien a quien no consideraba su padre o padrastro. De no haber sido asesinado por el Joker, hubiera tenido un final semejante a manos de otro villano o, si no, forzado a dejar el traje de Robin por imperativo de Bruce. Dado los caracteres de ambos, aquello distaría mucho de asemejar un enfrentamiento al vivido con Dick, por lo que el odio nacido de ello, el rechazo explicito de Bruce por su pupilo Jason, se habría cobrado un precio muy elevado tanto en uno como en otro concluyendo en una lucha fraticida al modo de los dramas mitológicos griegos en los que el hijo necesitaba matar al padre para encontrar un su lugar, destino e identidad.

Luego tenemos a Tim Drake que distaba mucho de los dos anteriores. Para empezar, Tim creció en el seno de una familia que le quería, lo cual marcó una tendencia marcadamente distinta tanto en Dick o Jason como en el propio Bruce. ¿Quiere Tim ser Batman? Al carecer de esa falta de amor paterno, es difícil creer que pueda sentirse atacado por asumir la identidad de otra persona, puesto que ha tenido oportunidad de desarrollarse por sí mismo. Además, todo aquel que siquiera se plantee esa posibilidad está, forzosamente, asumiendo la muerte de Bruce, hecho que tanto en Tim como en Dick, sobre todo en este último, es algo impensable, casi blasfemo y terrible. Ante ello Dick se rebeló con inusitada rabia, tal como todo hijo lo haría ante tal pensamiento (lo cual, por otra parte, le diferencia de forma marcada con Jason: éste buscaría su muerte para encontrar su identidad; Dick querría sobreprotegerle por amor hacia el que siente que es su verdadero padre).

Así, Tim vive más alejado de Bruce en su faceta de padre, al tener uno biológico, por lo que es capaz de aceptarlo de una forma más calmada, pero igualmente ha de ser una responsabilidad máxima siquiera planteárselo, como ya fue el tomar el traje de Robin en su momento. Asumir el traje de Batman además de implicar la muerte de Bruce, supone la idea de que él nunca será el mismo Batman que todos los demás conocen. Tim no teme pedir ayuda, ni tener amigos, ni confiar. De ser Batman sería un Batman menos independiente pero más fuerte en otros sentidos.

Bruce Wayne morirá. Tarde o temprano caerá en alguna reyerta ante la que su audacia, su talento o su inteligencia se verán sobrepasadas por mil circunstancias que escapará a su doctrina de control férreo que siempre se exige y exige en sus allegados. Morirá. Es inevitable y es lo que sucederá. Lo sabe, lo asume y lo entiende, pero su terquedad transciende su previsible fallecimiento y es por ello que se explica el deseo de crear quien le suceda. No en vano, como muchas veces lo ha afirmado, Bruce no es sino la máscara prescindible de Batman. Bruce Wayne morirá, pero no Batman. Ya no puede morir, porque el crimen le exige su presencia permanente. Esa guerra que transciende las posibilidades de todo humano demanda un alto precio, y para enfrentarse a la misma, Batman ha creado una legión de leales y eficaces soldados que harán frente al crimen: Robin, Nightwing, Batgirl, Batwoman, Catwoman o la Cazadora. Todos ellos, unos más cerca de él, otros más lejos, han adelantado un paso entre las filas de los seres humanos anónimos hasta posicionarse a su lado creando un frente común que, bajo la luz reflejada por la vela con la cual Batman fue creado ante las tumbas del matrimonio Wayne, se han comprometido a luchar por la Justicia, por el Bien, porque debe ser así. Puede que ni siquiera algunos lo entiendan, pero no lo necesitan. Tienen a su mentor, al iniciador de sus pasos y están dispuestos a seguirle hasta el final.

Bruce Wayne sabe que no será para siempre y algún día caerá, pero tiene la convicción de que no será el crimen el último vencedor ni su caída marcará el final de la guerra. Los demás lo desconocen o no tienen lazos afectivos que les hace ciegos ante las evidencias, pero sucederá. Mas será un revulsivo cuya onda expansiva les impulse a luchar con más ahínco contra el Mal. Bruce nunca llegará a anciano. Nunca envejecerá. Puede que algunos estén tentados a creer que es porque ya murió la noche en que los Wayne fueran asesinados, pero más allá de esta poética metáfora, es porque no se puede salir victorioso siempre y, algún día u otro, todo el esfuerzo del mundo no será suficiente. Pero no importará, porque conoce la naturaleza de su legado y el fruto del mismo, y eso le reporta la tranquilidad suficiente como para que, cuando llegue ese fatídico día, descanse, por fin, en paz.

Enlaces relacionados en Zn:

Perfil psicológico de un personaje. Batman (1): Infancia
Perfil psicológico de un personaje: Batman (2): Adolescencia
Perfil psicológico de un personaje. Batman (3): Madurez

Subscribe
Notifícame
8 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Themurci
Themurci
12 septiembre, 2008 18:12

Interesante, bastante interesante.

Si bien es cierto, Dick ya tomó su puesto en Prodigal Son, no es el apropiado para seguir el manto del murciélago.

Y como recientemente vimos en Teen Titans, aparece un Tim Drake como un Batman mas despiadado, que solamente es un posible futuro alterno.

Desde mi punto de vista, cuando Batman se Retire/Muera, Tim deberá tomar su lugar, ya que en sus propias palabras «Batman necesita a Robin, no importa si Batman lo quiere o no», bueno yo diría, pues «Ciudad Gótica necesita a Batman, no importa si Robin lo quiere o no».

solanix
solanix
12 septiembre, 2008 19:44

Pues yo creo que la necesidad de formar una família sí que la siente. De hecho, la batfamília sería un reflejo de ello. Sabe que sería injusto para su esposa y prole seguir con su obsesión-cruzada, y además peligroso, y por eso no la forma, pero la necesidad ha encontrado desahogp en sus aliados. Empezó con robin, al que veo más como un hermano pequeño (al menos a Dick), le cogió gustillo y prosiguió (aunque ahora la familia es demasiado numerosa para mi gusto). También es valido lo de tener sustitutos, no veo ambas posturas excluyentes. Y Gordon se ha ganado su amistad, no hay más que recordar que batman se puso como una moto en agente herido. Han tenido sus más y sus menos, pero eso es como todos los colegas. y un aspecto que siempre me ha escamado,mucho caballero oscuro y tal, pero junto con Tony Stark, debe ser el super que más tías se ha pasado por la piedra. Y no hablo de las novias oficiales, hablo de las titis con las que aparece en las fiestas como Bruce. ¡Menudo lagarto!

rn44
rn44
13 septiembre, 2008 2:39

Batman es un simbolo de algo que no debe repetirse de lo que no debe pasarle a nadie sobrevivir a sus padres y no tener un final que darle a su tragedia.

Bruce murió y quedó esa necesidad de busqueda de un por que, impotencia por no poder hacer nada, una catarsis.

Creo que Batman deberia morir en el Callejon del Crimen en similares circunstancias en las que el vivo de pequeño, interponiendose entre una familia y una bala porque Bruce murio en ese callejon sin poder hacer nada y es Bruce y no Batman quien necesita esa redención.

En cuanto a la sucesión pues cualquiera que tenga sus ideales puede ser Batman. Cada ciudadano que diga no a la injusticia como solo se hace en los comics aunque solo sera un fragmento pues Batman es unico tales como lo son sus circunstancias. Porque nunca figura tan oscura dio tanta luz. Suerte Bruce! Larga vida al murcielago.

José Torralba
13 septiembre, 2008 11:01

Ehm… rn44… si todo va bien en la vida, lo suyo es que todos sobrevivamos a nuestros padres. La gran tragedia en nuestra existencia cotidiana suele ser lo contrario.

Outsider_77
Outsider_77
13 septiembre, 2008 15:05

No coincido en que Bruce trate a Alfred como un mayordomo y a Jim Gordon como a un aliado y no un amigo. Además tiene un verdadero aprecio por sus «hijos» Tim y Dick.
Bruce manifiesta siempre que Alfred lo crió y que Gordon ES su amigo.

rn44
rn44
13 septiembre, 2008 15:31

Tienes razón José Torralba fue un lapsus por la hora XD

RONIN
RONIN
Lector
13 septiembre, 2008 16:26

Estaría totalmente de acuerdo con este perfil pscológico para Batman,si habláramos del Batman pre-infinite-crisis.El Batman actual esta más humanizado.La personalidad de Bruce vuelve a salir a la superficie.Creo que ya alguien lo comentó antes(creo que fué David Hernando en su libro Batman: el resto es Silencio):todo el tiempo hasta ahora nos han hecho creer que Bruce es la máscara y Batman la persona real, pero ahora vemos lo contrario:toda esa rabia por la muerte de sus padres pertenece a bruce y batman es un instrumento, su forma de canalizar ese dolor, hasta que llego un punto que se comió a la persona…

Pero tras las crisis vemos a Bruce más unido a su familia a la que al fín reconoce como tal, buscándose a si mismo, intentando tener una vida real junto junto a

Aviso de Spoiler

Jezabel mas alla de su faceta de vengador.Como le dice ella ,tiene ya mas de treinta años es el momento de superar sus traumas infantiles y mirar mas allá

Eso abre una vía esperanza para el personaje, alejándolo de la locura en que se había convertido su vida.Puede que depues de todo Bruce Wayne si sobreviva a Batman y que el futuro visto por

Aviso de Spoiler

Damian Wayne

nunca se haga realidad

Alexandertg
Alexandertg
14 septiembre, 2008 4:19

Se insiste mucho en lo de la «muerte joven». A mi en lo personal me gusta mucho más la opción «Beyond», creo que es una opción bastante creíble, digna y entretenida.

Aparte que más que hablar de un perfil psicológico «en» o «de» la muerte de Batman, parece más bien un homenaje y un repaso de proyecciones de continuidad. De todas formas, felicitaciones por los artículos.