Stumptown vol. 2: The case of the baby in the velvet case
Guión: Greg Rucka
Dibujo: Matthew Southworth
Color: Rico Renzi
Portadas: Matthew Southworth
Editorial: Oni Press
Numeración: Stumptown, vol. 2 #1-5
Fecha de publicación: septiembre 2012 – enero 2013
Formato: Grapa, 32 páginas
Precio: 3,99 $
Valoración:
Pese a lo extendido que ha estado durante décadas el «género» de los detectives privados, concentrado mayoritariamente en Estados Unidos, son pocos los ejemplos que podemos en encontrar en los últimos años. Y más difícil aún es encontrar historias contemporáneas de detectives, que resultan siempre en una curiosa mezcla de los recursos vistos en desde los años 50 con el mundo tal cual lo conocemos hoy día. Precisamente fue un antiguo colaborador de Greg Rucka quién creó uno de las últimos cómics destacados en este sentido: La Escena del crimen. Y es ahora Rucka quién por fin se adentra en un género del que siempre se ha declarado admirador, después de pasarse años en otros de su devoción como el policial (Gotham Central) o el de espías (Queen & Country). «El caso del bebé en la funda de terciopelo» es la segunda incursión del guionista en la vida de Dexter Parios, una joven detective ex marine de los EE.UU. La primera, contada en una miniserie de cuatro números en 2010, llevaba por título «El caso de la chica que cogió su champú pero dejó su Mini» seguía los pasos de Dex intentando encontrar a una chica desaparecida. Aquí, la historia comienza de forma más modesta, cuando nuestra detective debe localizar una guitarra robada a una famosa cantante de rock. La cantante la llama su «bebé», de ahí el título. Y aunque luego, como es normal, la trama se complicará con la presencia de una banda de skinheads y una investigación federal, Stumptown no es para nada ambiciosa. Ni lo busca ni lo pretende. Es un divertimento rápido que se lee de forma tan agradable como, seguramente, olvidable.
No ayuda demasiado el dibujo de Matthew Southworth, con el que no termino de comulgar. Si un dibujante busca realismo, creo que debería serlo en todos los sentidos. No puedes dibujar un ambiente urbano cuidado con mimo y a la viñeta siguiente ofrecer un rostro desdibujado en el que apenas se notan las facciones del personaje. Y el caso es que Southworth es capaz de ofrecer bastante más, y así lo demuestra en los números cuarto y quinto, en los que su estilo muta hacia unas planchas más pintadas y más cuidadas. No sólo eso, sino que ofrece composiciones de páginas harto interesantes. Sirva como ejemplo la previa del número cuatro que aquí, donde el dibujante acapara todo el espacio posible volteando las imágenes noventa grados. Así, la escena de la persecución y el resto de este cuarto número, son sin duda el mejor recuerdo que me llevo de este segundo volumen.
Entrevista a Greg Rucka en Zona Negativa
Hard Time
Guión: Steve Gerber
Dibujo: Brian Hurtt
Color: Brian Haberlin
Portadas: Brian Hurtt y
Editorial: DC Comics
Numeración: Hard Time #1-12
Fecha de publicación: abril 2004 – marzo 2005
Formato: 2 tomos en rústica de 144 pags. cada uno
Precio: 9,95 $ / 14,99 $
Valoración:
Así me imagino yo la escena. Un veterano editor de DC Comics empieza a recoger su despacho el día de su jubilación. Al fondo de un cajón encuentra un post-it arrugado en el que, con mayúsculas y entre admiraciones pone «¡Publicar Hard Time vol.2!«. De otra manera, me resulta difícil entender como el el segundo tomo de esta serie limitada haya tardado en aparecer casi 8 años. Hard Time fue el mayor éxito de un sello de DC Comics que tuvo muy poco recorrido: DC focus. El sello trataría de mostrar gente con poderes pero en ámbitos muy alejados del de los superhéroes queriendo así, quizá, emular el Demo de Brian Wood. En el caso que nos atañe la propuesta resultaría muy valiente, y es que como protagonista tendremos a uno de los culpables de la masacre en un instituto. Y aunque él no asesinara a nadie directamente, ya resulta revolucionario dentro de una sociedad que tiende a demonizar a estos adolescentes sin pararse a pensar cuales son las causas de estas masacres a las que tan acostumbrados nos tienen. El cómic, por tanto, pasa pronto a convertirse en un drama carcelario con secundarios realmente interesantes. En este ambiente tan hostil, Ethan Harrow, nuestro quinceañero juzgado como adulto, tendrá que ir aprendiendo en secreto a dominar un poder que hasta entonces desconocía. Mientras duerme, es capaz de «escapar» de su cuerpo en forma de una especie de espíritu invisible y muy poderoso. Este poder le ayudará a ir lidiando (al principio de manera inconsciente) con los enemigos que irá granjeándose en la cárcel gracias a su irreverencia. Pero no era la intención de Steve Gerber hacer de este hecho el único hilo conductor de la serie, ya que los secundarios irán ganando en protagonismo y profundidad según avanza la historia hasta ser parte fundamental de la misma. El trabajo de Brian Hurtt está en su línea, destacando la expresividad por encima de todo. Los colores pastel ayudan a no diluir demasiado su dibujo, aunque sigo pensando que éste dibujante cómo realmente destaca es con su blanco y negro, como demostró en los números que realizó en Queen & Country y en el Three Strikes de Oni Press.
Sirva de paso esta breve reseña para homenajear a Steve Gerber, que murió en 2008 a la edad de 60 años por una fibrosis pulmonar. Gerber fue el co-creador de Howard el Pato y trabajo en numerosas series como Man-Thing, Daredevil (donde creó a Silver Samurai), Son of Satan o Defenders.
-Por la alusión, Demo V2 es, probablemente, uno de los mejores cómics de Vertigo inéditos en España. Si no el mejor (tampoco los conozco todos 😉
-«Precisamente fue un antiguo colaborador de Greg Rucka…»
Bueno, la mayor diferencia entre Grucka y Brubaker debe de ser en que el segundo es mucho menos irregular y es considerablemente mejor guionista. De Rucka he leído muchos tebeos malos (también alguno bueno). De Brubaker, que yo recuerde, ni uno que dijera «vaya desperdicio de tiempo».