Reseñas DC: Justice League of America #1

 

Guión: Geoff Johns
Dibujo: David Finch
Color: Sonia Oback
Portada: David Finch
Editorial: DC Comics
Contiene: Justice League of America, vol. 3 #1
Formato: Grapa, 40 páginas
Precio: 3,99 $
Valoración:

 

Este año supondrá para Geoff Johns un cambio de estatus muy importante dentro de DC Comics. No en cuanto a su innegable influencia en la editorial, la cual es tan debida a sus guiones como a su puesto de Jefe Creativo, sino a las series de las que se encargará durante este 2013. Tras muchos años en los que su carrera se ha centrado principalmente en series de personajes como Hawkman, Flash, Green Lantern y Aquaman, ahora se centrará principalmente en series grupales. Casi como volviendo a sus inicios, en los que realizó junto a David S. Goyer ésa maravilla del cómic de superhéroes que es JSA. Tras haber anunciado su marcha de Green Lantern, seguirá por el momento al frente de las aventuras en solitario de Arthur Curry pero será en el universo liguero (no, no el de Pajares y Esteso, el otro) donde parece que centrará sus energías. Y más si tenemos en cuenta que supuestamente este año debería salir Trinity War si todo va bien.  Así pues, tras el soplo de aire fresco que ha supuesto la llegada de Ivan Reis a la Liga de la Justicia, ayer empezó para Johns un reto aún mayor: el de la Liga de la Justica de América. El reto será atraer a muchos miles de lectores dispuestos a seguir las aventuras de un equipo muy extenso pero sin ningún cabeza de cartel realmente importante. Y aparte de los miembros que los forman… ¿qué diferencias habrá entre ambos equipos? Pues por lo que contaba previamente el guionista, el equipo de los pesos pesados no depende de nadie y elige sus propias misiones, mientras que ésta nueva JLA trabajará directamente al servicio del gobierno de los EE.UU. O eso intentarán sus responsables.

Personalmente, que fuera David Finch el dibujante de esta serie me producía sentimientos encontrados. Por un lado me alegré de que dejara Batman: The Dark Knight en las capaces manos de Ethan Van Sciver, pero su llegada a Justice League of America no me resultaba gratificante. No negaré que haya comprado cómics como su Caballero Luna por su mera presencia y que hay planchas suyas que me encantan,  pero observando la tendencia de muchas series en las que se involucra uno acaba viendo una tendencia negativa. Y es que, por mucho gancho que tenga un dibujante, sigo pensando que su trabajo debería estar supeditado en primera instancia al del guionista y no al revés. Y a partir de ahí, si es capaz de aportar su visión y hacer que ese guión luzca más, bienvenido será. Es decir, quiero más gente como Ivan Reis o Greg Capullo y menos como David Finch o Jim Lee. Pero bueno, esto es número uno, así que trataré de borrar todo el pasado y juzgar a guionista y dibujante únicamente por el trabajo realizado en estas páginas, sin prejuicios y con la mente abierta. Pero mejor empecemos por lo más importante: ¿Qué puede aportar este título al Nuevo Universo DC?

Pues lo primero que podemos observar es que está intrincado desde el principio en ese Universo tanto o más que muchos de los títulos con más bagaje. No es nada nuevo, y es que desde que nacieron los Nuevos 52, el planeta Tierra que nos muestra DC Comics parece mucho más pequeño. Los crossovers se han ido sucediendo y la presencia de la organización A.R.G.U.S. y de su directora Amanda Waller ha ido creciendo con el tiempo. Al respecto se han oído tanto críticas positivas como negativas. La parte más positiva sin duda es la de tener un universo más cohesionado que nunca, donde los acontecimientos de algunas series repercuten en otras tantas y suceden al mismo tiempo. Si Flash se encuentra en plena batalla contra Gorilla Grodd, no aparece por la Liga de la Justicia y podemos enterarnos hasta en colecciones como Animal Man. La parte negativa, en mi opinión, es más a nivel interno, ya que para mantener hilados todos estos asuntos las injerencias editoriales se multiplican, algo por lo que (según algunos rumores) se disculpó Dan DiDio en el último cónclave deceíta. Pero a lo que iba, lo bueno de Justice League of America es que su nacimiento parece – según nos argumenta Geoff Johns en boca de Amanda Waller – consecuencia directa de algunos acontecimientos ocurridos en Justice League. El gobierno de los EE.UU., que empieza a verse indefenso ante el poco control que tiene sobre un equipo formado por seres tan poderosos como Superman decide montar el suyo propio. Cada uno de los miembros de este nuevo grupo, como explica Waller, están escogidos con mucho cuidado para contrarrestar uno a uno a los miembros de la Liga de la Justicia. Así los vamos conociendo uno a uno, en una narración clásica pero muy bien orquestada. Pese a que la mayor parte del capítulo transcurre en una conversación entre Amanda Waller y Steve  Trevor, vamos viendo cómo héroe de desenvuelve en su entorno…la brutalidad de Hawkman, la poca experiencia de Vibe, el sigilo de Catwoman o el estrellato (nunca mejor dicho) de Stargirl.

Geoff Johns mejora así de largo lo que nos ofreció con Justice League #1, haciendo un aprovechamiento exquisito de cada página y dando su espacio a la mayoría de los miembros de esta nueva Liga. Obviamente juega a su favor que la mayor parte de ellos ya tengan un recorrido previo en este Universo DC. Primero, porque no necesita dar demasiados datos de cada uno. Y segundo, porque puede aprovechar tramas de sus respectivas series. Sólo la aparición de Courtney Whitmore alias Stargirl es totalmente novedosa (dado que Vibe estrenaba serie también ayer mismo) y el guionista lo aprovecha para lanzar un guiño al antiguo Universo DC cuando Waller hace referencia a lo que “le ocurrió al antiguo portador del cetro cósmico”. Un cetro, por cierto, que en manos de David Finch más bien parece una guadaña, pero ya hablaremos más adelante del dibujante. Pero lo que hace valedor a este número del notable no es sólo esta correlación de historias cortas de cada héroe, sino cómo se las apaña Johns entre medias para presentar las que vendrán a ser las primeras amenazas del equipo. Y conociendo como conocemos a Geoff Johns, gran erudito de toda la Historia de la editorial, no es de extrañar que esa amenaza sea Sociedad Secreta, cuyos soldados resultarán muy familiares.

En cuanto al dibujo, podemos extraer varias conclusiones. La primera es que, independientemente de cómo avances los guiones de las dos Ligas de Geoff Johns, el nivel de los dibujantes de ambas series variará en exceso. Si en una tenemos al que se considera mejor dibujante de DC Comics (Ivan Reis) en otra tendremos a uno que atesora pocas buenas críticas. Eso sí, lo que a David Finch le falta entre la crítica, lo gana entre el público. Y es son indudablemente las buenas cifras de Batman: The Dark Knight la que le consiguieron este ascenso. Pese a que el entorno en el que se moverá la Liga de La Justicia de América parece que será muy distinto a Gotham City, Finch muestra un estilo muy similar, haciendo especial énfasis en las sombras y “ensuciando” las siluetas. Curiosamente, todas las escenas que vemos fuera del despacho de Amanda Waller son nocturnas, y si bien aquí puede ser casual, habrá que ver cómo encaja ese juega de sombras más adelante con un equipo que se supone dará la cara ante el gran público. Como decíamos, antes, Johns invierte mucho más tiempo dando forma a la personalidad de sus protagonistas que en grandes escenas de acción, así que eso deja a Finch con la tarea que peor se le da. Y es que es en las conversaciones donde el dibujante flojea sobremanera, cuando deja a sus personajes o bien inexpresivos o bien con expresiones faciales que no sabemos muy bien que quiere decir. Tampoco sabe muy bien donde colocar la “cámara”, y así nos encontramos con planos y posiciones tan forzadas como la que vemos en la previa de Steve Trevor. A cambio, Finch sí que nos deja a un Martian Manhunter imponente del que queremos ver más. Pero Finch empieza a mostrar un problema artístico del que no sé si sabrá salir, y es que su dibujo estaba muy basado en el ultra detallismo, y cuando pierde nivel de detalle, no ofrece nada a cambio (cómo si lo hace, por ejemplo, Greg Capullo).

En definitiva, aunque todavía no hemos visto a sus miembros reunidos, Johns ha planteado un inicio lo suficientemente sólido cómo para que el lector quiera saber cómo va a funcionar esta liga y cómo serán los inevitables roces entre sus miembros, dada la naturaleza de cada uno. Buen número. Sobrio, pero bien narrado.