Lucifer #24
«Escrito en la Pared»
(«The Writing on the Wall«)
Edición original: Mayo 2002.
Editorial: DC Comics.
Guión: Mike Carey.
Dibujo: Dean Ormston.
Entintado: Dean Ormston.
Color: Daniel Vozzo.
Formato: comic-book 24 pags.
Continuamos con la recuperación de secciones que habíamos tenido que posponer temporalmente, terminando la semana con un relato autoconclusivo de los que invitan a ser releídos una y otra vez. En pleno Domingo de Ramos, es muy probable que a más de uno encontréis de mal gusto elegir un cómic de la serie dedicada a Lucifer. Pero más allá del hecho de tener como protagonista al ángel caído de las religiones monoteístas indoeuropeas, su temática y el gusto con el que Mike Carey aborda la constante búsqueda de los grandes principios universales que -desde sus orígenes- han perseguido a la humanidad.
Indiferentemente de cual sea la religión a la que perteneces, o si eres creyente o no creyente, todos nos enfrentamos a una serie de cuestiones a lo largo de nuestra vida sobre quiénes somos, de dónde venimos o cuales nuestro lugar en el mundo. Estos son los temas que aborda Carey a lo largo de la colección sin la pomposidad o soberbia de querer darles respuesta, sino desde una cercanía consciente que acerca los mitos y las abstracciones que nos han acompañado a lo largo de nuestra Historia hasta la perspectiva del hombre contemporáneo. Tras emanciparse de la creación de su padre y librar una guerra contra el cielo para crear su propio cosmos, un determinado Lucifer con los rasgos de David Bowie se aproximaba a una dramática encrucijada de la que ni siquiera era consciente.
Ubicado antes de los catastróficos acontecimientos de Paraíso, el número deja de lado a los personajes principales de la serie para centrarse en una tribu de centauros que ha conseguido dar forma a una prospera civilización basada en el uso de la magia, allí en el mundo de Lucifer. El dejar de lado las tramas centrales para deambular por las zonas limítrofes de su universo de ficción, explorando elementos que más tarde colisionarían con la trama principal o que -simplemente- arrojaban una nueva perspectiva a la historia, ha sido una de las grandes especialidades de Carey desde el comienzo de su carrera.
Este número incluido dentro del tomo recopilatorio que ECC Ediciones publica este mes demuestra bien porqué, poniéndonos en la piel de Esa-Kira, una centauro que ha heredado de su madre el don de la clarividencia. Viéndose invadida por una terrible visión de lo que le espera a su mundo, Esa-Kira emprenderá una ardua odisea para avisar a su creador de la amenaza que pende sobre él. Sin embargo, la centauro no es consciente del peaje que requiere viajar de un universo hasta otro.
«Supe enseguida que aquello era un presagio terrorífico. Pero soy una mujer mayor y ya estoy harta de presagios. Mis sueños pertenecen al pasado. Al menos, quizás allí encuentren un buen recibimiento«
Una insignificancia para los seres inmortales como Lucifer, como es un simple desfase horario, se convertirá en una broma cruel que obligará a Esa-Kira a sacrificar todo lo que le importa en una inútil búsqueda que no le traerá otra cosa que dolor, desgracia y decepción. Escrito en la Pared es un amargo relato que nos habla de nuestra insignificancia, de lo invisibles que somos ante los «poderes mayores» -terrenales o extra-terrenales- que deciden nuestro destino y del desencanto y la muerte del fuego idealista de la juventud al enfrentarnos a la materia sobre la que giran nuestros sueños. Un cuento melancólico y triste que sugiere que quizás no hay gran plan ni un destino que nos recompense por nuestra empeño, y que el azar se carcajea de nosotros conforme trazamos planes que se desmoronan como un castillo de naipes.
El dibujo no corre a cargo del dibujante regular de la serie Peter Gross, sino de su sustituto habitual Dean Ormston, quien se encargo de ilustrar la mayoría de estos números autoconclusivos con su estilo nervioso y esbozado (acabando por convertirse en una debilidad personal del que aquí suscribe). «Escrito en la Pared» no es sino una de las muchas historias que invitan a ser releídas una y otra vez que podemos encontrar en este clásico moderno de la línea Vertigo, del que probablemente volveremos a hablar en entregas posteriores de nuestra sección. Para saber más del Lucifer de Mike Carey, no dudéis en acudir al magnífico ensayo que le dedicó nuestro compañero José Torralba.
Una historia cruel pero magnífica. A mi personalmente me encanta este Lucifer salido de Sandman. Si bien Gaiman ya definió el personaje, Carey lo desarrolló de forma genial demostrando que hay vida más allá de Sandman. Y también constatando lo rico que es el universo y el elenco de personajes que creó Gaiman. Yo desde luego lo recomiendo mucho a los que les guste Sandman y este tipo de temática.
¡Gracias por la parte que me toca, Daniel! Y me encanta esta sección. Mi número favorito de Lucifer, no obstante, es el #46. El de Thole, el tejedor de cristal de sentimientos. Precioso.
Gracias por vuestros comentarios. Y buena elección Jose (de hecho, ese cómic lo he usado un par de veces para intentar enganchar a conocidos a la serie). Una de las virtudes de Lucifer es que tienes un buen puñado de grandes números autoconclusivos para elegir. Así por ejemplo, he elegido ‘Escrito en la Pared’ porque -aparte de parecerme una gran historia- esta de cierta actualidad por publicarse el tomo en la que se contiene en nuestro país. Pero si tuviera que elegir mis favoritos, creo que -ahora mismo- la cosa andaría entre ‘Nacida con los Muertos’ y el número del tendero
Gran serie, recomendable 100%.
Efectivamente, este número en concreto es tremendo. Y el arte de Ormston, tanto en este como en los otros números auto-conclusivos con los que participa en la serie, es sensacional.
No puedo añadir a lo ya indicado por Cassidy. He leído muy poco y tengo pendientes los tomos de ECC. Pero comparto esa idea de vida mas alla de Sandman.