por Enrique Rios
Guión: Ryan North
Dibujo: Shelli Paroline y Braden Lamb
Editorial: BOOM! Studios
Edición original: Adventure Time #1-14 USA
Formato: Comic book 32 páginas
Precio: $3,99
Valoración:
Por una vez y sin que sirva de precedentes voy a (intentar) hablar de esta colección de una madera adulta y sensata. La verdad es que Hora de Aventuras nos llamó la atención a los encargados de Mundo Independiente más que nada porque las ventas del primer ejemplar fueron correctas, pero se doblaron en los números siguientes, a medida que el debut de Hora de Aventuras disfrutaba de una y otra reedición. ¿Cómo era eso posible? ¿Qué tenían Finn y Jake para convertirse en toda una sensación tebeística? Tras visionar la serie de televisión (más bien «engancharnos a», porque en realidad habíamos visto episodios sueltos anteriormente pero no nos habíamos percatado del encanto inherente en Hora de Aventuras), nos dimos cuenta de dónde radicaba todo el encanto de las creaciones de Pendleton Ward: Hora de Aventuras no es una serie para niños, sino para todos los públicos con un especial énfasis en los lectores/televidentes adultos. La Tierra de Ooo está llena de personajes y situaciones maravillosas (de esas que encandilan a los menores), pero también goza de ese toque irreverente que a los adultos (gamberretes) nos encanta. Entrar a formar parte del fenómeno Hora de Aventuras implica aumentar de manera inmediata el grado cool de una persona. Así que reconozcámoslo… Ser seguidor de Hora de Aventuras mola. He dicho. (No, no es nada fácil insuflar seriedad a la reseña…)
Sea como fuere, en esta reseña no os voy a hablar de la serie de televisión sino del cómic (aunque son mucho más similares de lo que parece). Más adelante, los excelsos Jordi T. Pardo y Daniel Gavilán os explicarán los pormenores de otras colecciones derivadas/relacionadas con Hora de Aventuras. Para mi reseña en particular, dado que abarca todo lo publicado hasta la fecha, voy a seguir el siguiente esquema:
1. Recuperaré parte de la excelente reseña de Jordi T. Pardo (en la que también llegamos a opinar Daniel Gavilán y un servidor) que podéis leer aquí. La cuestión es que Jordi ya os dibujó perfectamente el contexto de Hora de Aventuras (que a partir de ahora denominaré HdA), así que no tiene sentido rehacer su trabajo.
2. Os daré unas rápidas pinceladas de lo que se puede decir que sea aplicable a toda la serie.
3. Trataré el segundo arco argumental.
4. Os introduciré al tercer arco argumental.
5. Finalmente os daré unas pinceladas del número 10 (imprescindible para cualquier persona, fan o no de HdA. Si te gustan los cómics, tienes que leerlo) y del número 5, que son dos ejemplares de transición entre saga y saga.
Y con eso más o menos daré concluida mi parte de nuestro especial “HdA, las reseñas”. Empecemos…
«La serie de cómics de Hora de Aventuras se estrenó en el mes de febrero del pasado año con la primera parte de una saga de cuatro números centrada en el nuevo enfrentamiento de Finn y Jake contra su archienemigo El Lich. El autor de la historia sería el canadiense Ryan North, guionista, escritor, programador informático y creador del popular y sorprendentemente reconocido webcómic Dinosaur Comics. Del apartado gráfico se encargaría el matrimonio de artistas formado por Shelli Paroline y Braden Lamb que ya habían trabajado anteriormente para BOOM! Studios en franquicias como The Muppets y Duck Tales, así que eran una elección de la casa, y también forman parte del colectivo de artistas y guionistas estadounidenses Boston Comics Roundtable. Pero, vayamos a lo importante, ¿cumplen esta panda con las expectativas? ¿Mantiene el cómic el entrañable espíritu de la serie de televisión? ¿Mola o no mola ver a Finn y Jake patearle el culo al Rey Hielo? ¡Sí, sí y SÍ ! ¡Algebraico, tío! Este grupo de autores prácticamente desconocido demuestran no haber sido elegidos a la ligera y abordan la difícil tarea de la adaptación al cómic de Hora Aventuras manteniendo en sus historias, cronológicamente separadas de la serie de televisión, su peculiar y característico sentido de la fantasía, la aventura, el buen rollo y diversión de gran zancada.
No sólo eso, podemos afirmar y afirmamos que Hora de Aventuras es uno de los mejores cómics publicados en la actualidad; sus guiones y el dibujo de Shelli Paroline y Braden Lamb, milímetro al atractivo tono cartoon de la serie de Cartoon Network, sus ingeniosos juegos metarreferenciales, sus divertidos diálogos, sus chanantes personajes, su apuesta por la fantasía inteligente y, en resumen y finito, su desbordante imaginación, repito DESBORDANTE IMAGINACIÓN, hacen que no sea para nada exagerado hablar en dichos términos. En sus primeros números incluso cuesta pensar en Hora de Aventuras como algo más que un cómic pues este parece haber nacido para ser trasladado a las viñetas y eso viene a simbolizar el éxito de sus autores que consiguen que no se resientan los tejidos del espacio-tiempo del la Tierra de Ooo con el cambio de medio y formato».
Ayer os ofrecimos una completa guía de lectura (para todos los públicos) en la que os facilitamos unas cuantas herramientas para que supieseis cómo enfrentaros a HdA. La verdad es que tiramos la casa por la ventana e incluimos fichas con 3 imágenes ampliables por cada número, de manera que al final os regalamos una excepcional galería con la que podéis pasar un rato bien divertido. Lo malo de la galería es que igual no prestasteis suficiente atención a los datos técnicos de al lado e igual no sabéis ni de qué trata cada número (y eso que nos curramos resúmenes libres de spoiler para contentar a todo el mundo) o que entre las historias cortas hay una de un tipo llamado Paul Pope. Sí, ESE Paul Pope… Así que vayamos un poco a lo que realmente importa de los datos técnicos:
1. Ryan North se ha mantenido como guionista en todos los capítulos de HdA. El matrimonio Paroline-Lamb, por el contario, descansó un número (y ni siquiera se notó). Eso significa que la historia base de Hora de Aventuras es muy homogénea. Si te gusta un ejemplar, te gustarán todos. North siempre mantiene impertérrito su nivel de locura. Siempre incluye frases ingeniosas, situaciones asombrosas, un impecable tratamiento de los personajes, etc. Y el matrimonio de ilustradores dibuja a Finn y compañía de una manera que nos recuerda al 100% a la serie de televisión. En los 14 números de HdA siempre encontramos originalidad y calidad. No hablamos de una serie cualquiera.
2. Como mucho, la contradicción a lo que digo la encontramos en las temáticas. Cada una de las sagas que componen HdA está enfocada a un tema muy particular. En la primera hallamos magia y destrucción gracias a la aparición del Lich. En la segunda disfrutamos como locos con unas paradojas temporales capaces de poner en evidencia a Regreso al futuro. Y en la tercera gran saga visitamos el mundo de los juegos de consola y la realidad virtual. Si por el motivo que sea tenéis tirria a una de estas temáticas, huid de esa saga (pero leed las otras) como si os fuese la vida en ello. Cuando North se mete en un tema, se METE en un tema. Repito, se METE de maneta literal (bueno, sus personajes lo hacen).
3. Además de la historia principal, cada ejemplar de HdA incluye una o dos historias cortas la mayoría escritas y/o dibujadas por autores indies muy importantes (y si no lo son ya lo serán, tiempo al tiempo). La más representativa quizá sea la de Pope, incluida en el núm. 5, aunque la verdad es que encontramos de todo y nunca sabemos qué nos va a sorprender más. Estas historias sí son el contrario de las historias de North. Los complementos nos ofrecen heterogeneidad y diversidad. En vez de centrarse en un personaje, cualquier habitante de Ooo puede ser el protagonista. De hecho, todo vale. Cualquier cosa puede suceder en las historias de complemento.
La segunda saga de HdA se centra en una paradoja temporal generada por Jake que sirve de excusa para visitar presente, pasado y futuro; y de paso para poner en peligro toda la Tierra de Ooo. Se trata de una historia de épicas proporciones en la que, además del regusto de los viajes temporales, vemos versiones adultas de Finn y Jake y todo tipo de armamento futurista Made in Ooo.
North utiliza unos cuantos recursos, aunque dos destacan por encima de todos: la perfecta partición de los episodios y la emoción in crescendo. Y es que si observamos con atención los diferentes capítulos que conforman esta saga veremos que el tratamiento y las temáticas son bastante diferentes. La historia se inicia en el núm. 6 con la Princesa Chicle en el laboratorio y con Jake y Finn trasteando una máquina del tiempo. En principio no sucede nada excepcional… Es un ejemplar entretenido y gamberro, encantador hasta cierto punto… pero para nada nos permite imaginar lo que vendrá después… Y es que en los dos episodios siguientes se tratan temas futuros y se descubren cosas a cada cual más sorpendente. De ahí que os hable del in crescendo. Lo que parecía una historia normal al final se acaba convirtiendo en una aventura asombrosa hasta tal punto que es posible que la última página del núm. 8 se os quede grabada en vuestras retinas. Y ya en el núm. 9 se vuelve al presente, y la narración da una vuelta entera: se recupera la calma perdida.
En definitiva, inicialmente la saga temporal de HdA parece poca cosa (sobre todo si la comparamos a la anterior gran aventura en la que el Lich casi destruye Ooo desde el primer número) pero enseguida coge un ritmo trepidante y deja a los lectores casi sin respiración.
Lo que he dicho para la saga temporal también es en gran medida aplicable para la saga virtual. Al menos, el apartado de la delimitación de episodios. En el núm. 11, Jake, Finn y Marceline se adentran en un juego de BMO tal cual vemos en televisión (aunque en este caso el resultado es diferente ya que BMO está afectado por un virus). En el siguiente ejemplar, los chicos (y vampiresa) emulan a Batman y se convierten en detectives por un día para descubrir quién está detrás del virus de BMO. Y ya en los siguientes ejemplares llega la acción in crescendo porque el trío se debe meter de lleno dentro del mundo virtual para detener al malvado de turno.
Es muy loable que en un universo tan rico de seres y situaciones aún se sigan creando más mundos y personajes. Quizá el resultado no sea tan redondo como en anteriores situaciones (el mundo virtual no es tan matemático como cabía esperar) pero aun así el factor sorpresa siempre está presente en las historias de North. Y la gente lo sabe. Por eso, HdA, en vez de bajar en ventas de una manera lenta pero continuada, incrementa los ejemplares vendidos mes a mes. Algo estará haciendo bien el señor North.
El número 5 es otro ejemplo de la magnífica mitología de los mundos de Pendleton, con las versiones alternativas de Finn y el Rey Hielo. La historia trata sobre una carrera entre Jake y Finn y, claro, eso supone que a cada paso que dan nos encontraremos con algo molón. Jamás una carrera dio tanto de sí. A decir verdad, las historias cortas (tanto esta como la otra) son puntos fuertes de North. En vez de ser unos simples ejemplares de transición… son tebeos realmente buenos, como éste…
… o completamente imprescindibles, como el núm. 10. Y es que en ese episodio el Rey Hielo roba a Jake y Finn la habilidad de decidir y son los lectores los que mandan sobre la historia. ¿Cómo? Pues se recupera un sistema similar al de los libros de Elige tu propia aventura,es decir, a cada situación podemos decidir entre hacer A o B. Eso nos llevará a una u otra viñeta. Sí, no es la primera vez que vemos algo similar (en The Unwritten, por ejemplo, probaron algo parecido pero en vez de hacerlo a nivel viñeta lo hicieron saltando de página a página) pero sí es la primera vez que alguien consigue llevar este sistema al límite. En serio, quien quiera leerse este tebeo de manera convencional se volverá loco (no hay manera). Y eso que no son muchas páginas… (y encima saben a poco).
Y dicho esto, dejamos la reseña por ahora… Ya hablaremos más de HdA en otro momento…
por Jordi T. Pardo
Guión: Natasha Allegri
Dibujo: Natasha Allegri
Editorial: BOOM! Studios
Edición original: Adventure Time 1-3 USA
Formato: Comic Book 32 páginas
Precio: $3,99
Valoración:
Después de la buena aceptación de los cómics de Hora de Aventuras de Ryan North, Shelli Paroline y Braden Lamb, siguiendo y expandiendo el mundo de la Tierra de Ooo en la que Finn el Humano y Jake el Perro viven sus aventuras en la serie de televisión, en BOOM! Studios llegaron a la conclusión de que tenían todo un filón entre manos por explotar y la mejor manera de sacarle provecho era arriesgar con la publicación de nuevas series, miniseries y spin-offs relacionados con los personajes creados por Pendleton Ward y compañía. La primera secuela en materializarse según esta política sería Marceline y las Reinas del Grito, cuya responsabilidad recaería totalmente en Meredith Gran, una autora procedente del mundo del webcómic en el que destaca su trabajo en Octopus Pie. Este un medio, el del webcómic, del que como podremos comprobar proceden, o con el cual están familiarizados, muchos artistas y autores asociados al mundo de Hora de Aventuras tanto de la serie de televisión como en los cómics ahora editados por BOOM! Studios. La tercera serie en discordia, la cual ha visto la luz más recientemente, sería una miniserie de la que sólo se han publicado tres capítulos hasta la fecha, la presente Hora de Aventuras con Fionna y Cake. Esta, al contrario que sus compañeras, se ambientaría en realidad alternativa de la Tierra de Aaa siendo la ilustradora y responsable creativa Natasha Allegri la encargada de llevarla a buen puerto.
La elección de Natasha Allegri se podría catalogar de conservadora y natural, teniendo en cuenta que ella ha sido la creadora de la mayoría de personajes alternativos de la designada erróneamente por el equipo de marketing y los aficionados como Tierra de Aaa. Esta joven creativa ha venido realizando una tarea parecida a lo largo de las dos primeras temporadas de la serie de televisión emitida por Cartoon Network y ejerciendo como revisora de los storyboards de la misma. Por lo tanto, a la hora de profundizar en estos personajes, los cuales han tenido una gran aceptación entre los aficionados, Natasha Allegri parecía la única opción posible al ser junto a los creativos Adan Muto y Andy Ristaino la única realmente familiarizada con este otro lado del espejo del universo de Hora de Aventuras. Mientras tanto, esta inquieta autora, también ha tenido también tiempo para dedicar a proyectos más personales desarrollando su propia serie de animación Been & PuppyCat que se puede seguir a través del canal de youtube Cartoon Hangover propiedad de la productora independiente Frederator Studios de Fred Seibert ligada a su vez a Hora de Aventuras y al canal Cartoon Network. El fenómeno de Hora de Aventuras, pues, está ligado a un perfil de autor muy definido y también a un tipo de producción muy concreto, de corte independiente, y eso ha posibilitado una libertad creativa que ha determinado el espíritu del mismo producto y que se ha trasmitido también a los cómics.
En Hora de Aventuras con Fionna y Cake seguimos teniendo un buen ejemplo de todo ello, una propuesta en la cual en su primer número Natasha Allegri se sirve de esta libertad única para pillarnos ya desprevenidos a las primeras de cambio con un experimental y emotivo cuento, una muestra del talento de esta autora, que sirve para abrir su participación en la serie. Posteriormente, nos reencontramos con el tono habitual de las aventuras de estos ya populares personajes, en una historia cuyo mayor atractivo son las versiones alternativas de Finn el Humano, Jake el Perro y compañía, las cuales presentan sutiles e interesantes diferentes no sólo a nivel visual sino también en función de su caracterización psicológica. El resto es aplicar la fórmula aprendida, aventuras en estado puro, repletas de imaginación e ingeniosos diálogos, en este caso con una heroína con la que Natasha Allegri parece sentirse especialmente cómoda. No obstante, Natacha Allegri no consigue dotar a la obra de la fuerza e intensidad con la que, por ejemplo, Ryan North ha logrado dotar su Hora de Aventuras, ni su dibujo y propuesta gráfica resulta tan embaucador y atractivo como el realizado por Shelli Paroline y Braden Lamb en el citado título. No quiere decir esto que los resultados sean malos, como decimos siguen los cánones propios del estilo Hora de Aventuras, y todavía es pronto para valorar en conjunto la obra con sólo tres capítulos publicados hasta la fecha, pero sí a priori se esperaba un primer golpe más contundente teniendo en cuenta que este cómic partía con la ventaja de unos personajes e historia con un recorrido escaso respecto a sus compañeras.
En todo caso, una lectura agradable, amena y entretenida, la cual consigue picar nuestra curiosidad por las relaciones que establece entre sus personajes y más teniendo en cuenta como esta lectura, supuestamente, está destinada a un público más menudo, aunque los más mayores seamos los primeros en apropiarnos de su historia y mitología para nosotros mismos. Esa sigue siendo una de las grandes virtudes de Hora de Aventuras, esta vez con Fionna y Cake, su capacidad para llegar a todo tipo de público apostando por unas historias sencillas pero con un trasfondo ligeramente más complejo del que se pueden desprender segundas lecturas, conexiones y guiños, tanto originales como autorreferenciales, los cuales nos obligan a esbozar en alguna que otra ocasión una cómplice sonrisa. Por otro lado, en la línea del resto de publicaciones de BOOM! Studios relacionadas con Hora de Aventuras, la tendencia a la portada variante también esta arraigada en esta miniserie con la participación de una larga lista de autores, muchas de ellas jóvenes artistas como la misma Natasha Allegri, como, por ejemplo, Vera Brosgol, Sina Grace, Rebecca Mock, Stephanie Buscema, Maris Wicks, Stephanie Gonzaga, Lea Hernandez, Abby Boeh o Kel McDonald. Esto es una prueba más del banco de artistas, autores y creativos independientes ligados a la marca Hora de Aventuras y que podrían darnos más de una sorpresa en un futuro.
De esto último tenemos una prueba más en estos primeros números de Hora de Aventuras con Fionna y Cake dónde también podemos disfrutar, como en la serie de Ryan North y en Marceline y las Reinas del Grito de Meredith Gran, de una serie de relatos cortos e historias de complemento adscritas al cómic principal en las que colaboran algunas autoras invitadas. De esta manera, en el primer número tenemos la historia titulada The Sweater Bandit, escrita y dibujada por Noelle Stevenson, autora conocida por su trabajo en el webcómic de fantasía Nimona, y que en este relato sigue las desventuras y correrías de Fionna y Cake para atrapar a un malvado ladrón de jerseys. En el segundo número tenemos la primera parte del relato Cootie Power de Lucy Knisley, en el cual el Príncipe Chicle quiere poner a prueba a Fionna y sus amigos en su nuevo y matemático laboratorio mientras nuestra protagonista tiene que lidiar con un cierto problema de higiene personal. Y, por último, en el número publicado hace unos días, la artista Kate Leth, creadora del webcómic Kate or Die, nos ofrece en Sour Candy una pequeña historia con Lady Limoncia como protagonista. En definitiva, en Hora de Aventuras con Fionna y Cake no sorprende ya toparnos con mecanismo aprendido y casi interiorizado, sin muestra o síntomas de agotamiento aparentes, por lo que sigue siendo una propuesta estimulante, especialmente indicada para los seguidores de la serie, sean de la edad que sean.
por Daniel Gavilán
Guión: Mederith Gran
Dibujo: Mederith Gran
Editorial: BOOM! Studios
Edición original: Adventure Time presents… Marceline & The Scream Queens
Formato: Comic Book 32 páginas
Precio: $3,99
Valoración:
Contando no solo con un ingente núcleo de fans de sexo femenino, sino que además, muchos de los talentos creativos que han convertido a la serie en el éxito superventas que es hoy son mujeres, Hora de Aventuras ha mostrado un fuerte interés a la hora de dar vida a personajes complejos y de carácter indistintamente del sexo al que perteneciesen. Mucho se ha escrito respecto a su virtud al crear un mundo al estilo de Juego de Tronos, gobernado con mano de hierro por una sociedad ginecocrática encabezada por princesas y reinas vampiro. Finn y Jake pueden vivir sus aventuras al libre albedrío, pero al final las que cortan el bacalao son las mujeres, imponiendo leyes y recaudando impuestos con la única oposición del obsoleto y senil Rey Hielo.
Bromas aparte, la serie de Pendlenton Ward se ha preocupado de ir más allá de los clásicos roles asignados por el imaginario colectivo, haciendo de sus Princesas algo más que un mero mcguffin que servir como interés romántico o ser rescatadas del villano dispuesto a encadenarlas en la servitud del matrimonio (el crimen más execrable) de turno. Desde su reintroducción en la serie de animación, la Princesa Bubblegum ha tenido tanto de Zelda o Daisy como de Dra. Frankenstein, Galadriel, matrona o monarca totalitaria. Lejos de ser un personaje creado para satisfacer la necesidad de Finn o los aficionados que puedan empatizar con él de una figura en la que depositar sus inquietudes sentimentales, la gobernante de Chuchelandia es una mujer hecha a sí misma que tiene muy claros sus propios intereses y responsabilidades (algo trasladable a otros personajes femeninos de la serie).
Sin embargo, estaremos todos de acuerdo en que la habitante de Oooo que consiguió conquistar el corazón de los aficionados fue la enigmática vampiresa Marceline. Creada por Pendleton Ward en base a una amiga de la infancia, esta rockera y desprejuiciada criatura de la noche sobrevivió al holocausto nuclear que sustituyó a nuestra civilización por un psicotrópico reino de colores y fantasía, para convertirse en un alma hambrienta de aventuras con un pasado trágico que prefiere dejar atrás, y el bajo-hacha más molón de la historia de la humanidad. Hija del señor de la Nochesfera -el infernal ”padre enrollado”, la pesadilla de toda eterna post-adolescente-, las apariciones de Marceline suelen limitarse a un puñado de apariciones por temporada, pero siempre episodios muy selectos (a cargo de Rebecca Sugar en la mayoría de las ocasiones).
Marceline y Bubblegum también tienen una relación bastante peculiar. Tanto que cuando a raíz del episodio Lo Que Fallaba se sugirió que esta relación podía ser más estrecha de lo que nadie hubiera imaginado, Internet casi explota. Pero como los responsables de la serie prefieren no concretar nada al respecto y no es el tema que nos ocupa, será mejor centrarnos en la mini-serie protagonizada por ambas.
Tras el éxito de la traslación a viñetas de Hora de Aventuras, la editorial Boom! Studios no tardó en aventurarse con un spin off en forma de miniserie con el que explorar el que explorar las posibilidades del mundo de Oooo. Guiándose por la lógica, eligieron como protagonista a la Vampiresa Marceline a causa de su popularidad entre los aficionados, manteniendo en un rol como segunda de abordo a la Princesa Chicle (más un nutrido elenco de secundarios que incluye a personajes ya establecidos como BMO, la Princesa del Espacio Bultos o el padre de Marceline, más otros de nuevo cuño, con la banda de Marceline a la cabeza).
Así que, fuera los chicos, y hola a Marceline y Bubblegum. La responsable de esta miniserie de seis números es la creadora del webcomic Octopus Pie, Meredith Gran, quien prefirió alejarse del tono más disparatado de la serie regular, para -sin dejar de lado el humor- aproximarse a temas más introspectivos y humanos. La mini-serie sigue el patrón de las clásicas road movies centradas en grupos musicales y las historias de auto-descubrimiento a través de las experiencias compartidas por un grupo reducido de personas como son las circunstancias proveídas por una gira a través de los escenarios más extravagantes del mundo de Oooo.
Desde Chuchelandia hasta la Nochesfera, pasando por una extraña ciudad submarina, Marceline y su banda se enfrentan a los problemas habituales de las giras musicales, desde la búsqueda de un manager que les ayude a buscar nuevas metas, enfrentarse a un público demasiado exigente, la problemática derivada de las relaciones dentro del grupo, las sesiones de fotos, olvidarse de una letra sobre el escenario o las críticas destructivas por parte de la prensa especializada. Cada número funciona como un número autoconclusivo en el que las Reinas del Grito ofrecen un concierto en una ciudad distinta, debiendo lidiar con diferentes dificultades según el entorno en el que se encuentran, para acabar dando forma a una historia conjunta.
Brillando especialmente por el desarrollo de las protagonistas y su interrelación con el resto de personajes de su entorno (siendo especialmente reseñable el affair que Gran desarrolla entre el teclista de la banda y una de las protagonistas, una ingeniosa sátira a costa de los tipos que basan su encanto en su aire misterioso), Marceline y las Reinas del Grito es un cómic complicado de valorar. Cuando lo recuerdas en retrospectiva no dejas de tener la imagen de lo bien que están desarrollados los personajes y sus relaciones, lo lúcidos que son los planteamientos de cada número, lo genialmente captado que esta captada esa ambigüedad rockera al más puro estilo The Runaways, lo bien traídos que están los guiños musicales, lo divertida que es la escueta subtrama de Jake como rey sustituto y lo guay que resulta todo. Sin embargo, mientras lo lees da la sensación de que falta algo.
Quizás sea la dificultad a la hora de captar el aspecto musical de este tipo de historias en un medio tan mudo como el cómics, dando la sensación de que la miniserie se podría haber visto notablemente beneficiada si la hubieran acompañado con una lista de canciones recomendadas. Aun así, no deja de ser una lectura agradable, que sin ser imprescindible, si que podría suponer un interesante divertimento como complemento para los seguidores de la serie. Conforme la devoras, no puedes quitarte de la cabeza la idea de que es un plato que no acaba de llenarte, pero cuando pasa el tiempo el regusto nostálgico de esa camisa vieja del concierto de aquella banda chillona a la que fuiste cuando tenías catorce años.
Al igual que ocurre con la serie principal, la miniserie incluye varios relatos cortos entre los que destaca un inspiradísimo relato sobre las dificultades de la comunicación firmado por Polly Guo (artista que -no se como- todavía no están rifándosela las grandes) así como la emotiva Resurrection Song de Jen Wang (Koko be Good). Otras como la inclasificable Coffin Break de Rick Tomasso (autor de la serie de novelas gráficas The Cavallier Mr. Thompson) o la aportación de los creadores de Johnny Wander Yuko Ota y Ananth Panagariya ayudan a crear un espíritu coral presente en todas las producciones relativas a la serie.
Mención especial merecen las fantásticas portadas que incluye la mini-serie. La mayoría de ellas versionan portadas de vinilos de los 80 o giran en torno al aspecto musical de la serie, consiguiendo algunas de las más brillantes que han salido de la franquicia comiquera de Hora de Aventuras. Solo por ellas, ya merecería la pena tener dos o tres copias de cada uno de los números de Marceline y Las Reinas del Grito.
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Menudo articulazo, muchisimas gracias y espero que esté a la altura de la serie y no me decepcione (aunque es complicaete).
Esperando estoy al articulo de Regular Show 😉