Clásicos en Grapa: Ídolos

 

100 Balas #27
«Ídolos»
(«Idol Chatter«)
Edición original: Octubre 2001.
Editorial: DC Comics.
Guión: Brian Azzarello.
Dibujo: Eduardo Risso.
Entintado: Eduardo Risso.
Color: Patricia Mulvihill.
Formato: comic-book 24 pags.

 

Este mes, ECC Ediciones publica la primera entrega de la miniserie de dos números dedicada a Moloch El Místico, como parte de la iniciativa Antes de Watchmen. A cargo de los guiones de Joseph Michael Straczynski y los lápices de Eduardo Risso, el cómic compartirá escaparate con el penúltimo número de la miniserie centrada en El Comediante, de Brian Azzarello y J.G. Jones, entre otros artistas. Va a ser difícil sin embargo tener los nombres del dibujante de la primera y el guionista de la segunda compartiendo espacio en la misma estantería sin acordarnos de la alambicada trama de serie negra que juntos compusieron en una de las más recordadas series de la línea Vértigo.

100 Balas se convirtió en uno de los últimos grandes clásicos de la línea editorial para adultos creada por Karen Berger en el corazón de DC Comics. ¿El secreto de su éxito? Un punto de partida tan sencillo como sugerente, unido a una magistral puesta de escena, más un compleja madeja de conspiraciones criminales, traiciones y manejos turbios que iba cobrando forma capítulo tras capítulo. En la saga inicial, el enigmático Agente Graves hacía entrega de un maletín con una pistola y 100 balas imposibles de rastrear a una ciudadana cualquiera, junto a un dosier que guardaba información clasificada sugeririéndole que hacer con estas herramientas. Esta pauta se repetiría en sucesivas historias, en ocasiones de forma idéntica, y en otras con variaciones de este esquema inicial mediante las que nos adentraríamos en las vidas de varios individuos que -por una razón u otra- habían sido marcados por la vida y ahora tenían la oportunidad de resarcirse.

El maletín fue el McGuffin con el que Azzarello entretejió los relatos de carácter noir con los que fue dando forma a una compleja trama. En ocasiones tanto que acabaría pecando de enrevesada. Pero como suele decirse, a veces es más importante el viaje que el destino al que nos lleva y -por el camino- el tandem formado por el guionista y Eduardo Risso nos dejaron un buen puñado de historias para el recuerdo.

Ídolos fue la cómic autoconclusiva mediante el que un amigo consiguió que me enganchara irrevocablemente a la serie. La trama nos llevaba hasta un hospital de Santa Monica, en el que Graves hacía entrega de uno de sus maletines a un paciente con el rostro envuelto en vendas. Sin embargo, el misterioso paciente no era el protagonista de la historia, sino un anciano que tuvo la desdicha de contemplar la escena, reabriendo la herida de cuando conoció a Graves mucho tiempo atrás. El relato nos permite conocer algo del pasado de Graves y aportar cierta perspectiva en torno al tiempo que lleva en el negocio, pero lo más destacable es como consigue quee en unas pocas páginas acabemos haciéndonos cómplices del trágico relato del anciano.

«Eso es lo bonito de la Historia. Le damos forma según nos interesa«

Sin revelar nunca su nombre, Azzarello nos va desvelando detalles sobre su vida de este personaje mientras él y Graves hablan de su pasado común a través de los pasillos del hospital. Su historia es la de un cuento de hadas convertido en tragedia, en el que el amor por una mujer fascinada por la pompa de la fama y los focos le proveyó con los días más felices de su vida hasta que la vida se lo arrebató todo. Es un relato melancólico y trágico que nos mete de lleno en un episodio trascendental de la Historia de América haciéndonoslo vivir como nunca hubiéramos imaginado, y que consigue hacérnosla vivir más allá de la frialdad de los datos. Destripar la magia del número revelando más detalles de la cuenta sería prácticamente un crimen, así que será mejor que me limite a decir que es un número tan emotivo como demoledor, en el que Azzarello saca a relucir su habilidad en los diálogos para hacernos conectar con el drama de la historia del viejo conocido de Graves, ofreciendo la información necesaria para tener la imagen completa del relato justo cuando es necesario.

Ídolos es un cómic que se presta a las relecturas, en el que Risso hace su parte dando vida al entorno del hospital con un juego de luces y sombras tan oportuno para la soleada California como para el relato que se nos narra. La muerte y el sexo están constantemente flotando alrededor de la conversación de Graves y su compañero, ya sea a través de unos explícitos carteles para la prevención contra el SIDA, unos enfermeros demasiado animados a darle al mambo entre los rincones del Hospital, y escenas tan naifs como la de esos doctores operando a un paciente de urgencias con las puertas abiertas a medio metro de la sala de recepción. Incluido en el primer integral de la serie, Ídolo es un relato perfecto para sumergirse en 100 Balas de Brian Azzarello y Eduardo Risso, probando las mieles del talento de su obra para crear sofisticadas tramas de carácter noir, en las que la que sus personajes nos atrapan sin remedio en una red de muerte, tragedia y un maletín que cambiará nuestras vidas.