Esta es una obra que no necesita introducción. No sólo porque sea conocida, sino especialmente porque ya tiene una guía introductoria.
Entraremos de lleno entonces en la reseña de la obra completa de Garth Ennis (y varios dibujantes), The Boys. En primer lugar reseñaremos todos los arcos argumentales y miniseries de la historia, priorizando un enfoque descriptivo, con ciertos comentarios valorativos, además de puntualizaciones de las parodias de superhéroes que lo merezcan.
Aunque no es nuestra intención contarles nada, corresponde un…
… por si acaso. Ahora sí, vamos a ello.
The Name of the Game (#1-2)
Edición original: The Boys #1-6.
Edición nacional/ España: The Boys 01.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Darick Robertson.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original), Prestigio (edición española).
Y antes de comenzar, me refiero a una ya antigua reseña, realizada por nuestro compañero Alberto Benavente en ocasión de la publicación del primer volumen en España:
“Bestia. Es una de las calificaciones que se pueden aplicar a este comic. Muy bestia. No es que no estemos acostumbrados a que Ennis y Robertson hagan comics bestias y que se salen del establishment. Es que , simplemente, este comic es bestia, bruto, muy burro, animal, salvaje, grosero, gore, pornográfico y no apto para todos los públicos.
(…)The Boys se aparta de convencionalismos. Es decir, coge lo que todos conocemos y lo “adapta” al mundo real y las consecuencias reales de lo que sucedería si viviéramos todos en un mundo habitado de estos seres. No so confundáis No es Supreme Power o Astro City. Es algo completamente diferente. Y lo es porque desde la primera página ya estamos viendo “chafamientos” de cráneo, insultos, sexo violento sin concesiones, mutilaciones, daño colateral brutal de batallas super-heroicas y todo eso adornado con una manera de narrar y una manera de explicarse que se hace difícil no conectar con todo ello. Es el día a día de todos nosotros como humanidad llevado al nivel superheroico con muy buen tino.”
Dicho eso, ya tenemos suficiente como para saber dónde estamos parados.
Aquí es donde comienza todo, plantándose los fundamentos básicos de la serie para todo el camino hasta el final, presentando todo lo necesario: los personajes principales, el mundo con superhéroes que poco bien hacen, la misión que tendrá el equipo en formación (o en reformación, mejor dicho) que será la de controlar (aunque el jefe del grupo pretenda hacer mucho más que eso), así como el tono extremadamente violento de la historia, sin resguardarse mucho en cuanto al contenido que presenta, incluyendo escenas de sexo (también violento).
Visto en perspectiva, luego de haber leído toda la historia, se vislumbra levemente que habrá una trama política detrás de estos superhéroes paródicos, mediante una conversación sobre quién maneja el mundo, y el peligro que implican los superhéroes para ello, lo cual en verdad anticipa mucho de lo que vendrá.
En medio de la presentación de los Boys, personajes tan propios de mundos de ficción alejados de nuestra realidad como el Francés y la Hembra, desde el comienzo ya tenemos a Hughie para aportar una dosis de humanidad con la cual nos podemos sentir identificados de inmediato. Él, sufrido hombre normal, que hasta que comienza esta historia llevaba su vida normal y feliz, pero que un superhéroe y un supervillano asesinaron a su novia en el fragor de una batalla, captando la atención de Billy Butcher, el líder de los Boys. Él, también desde el comienzo, es manipulado para involucrarlo en todo este mundo extraño para el hombre común.
Sin que suceda demasiado, estos dos números son un buen comienzo ya que logra dar un pantallazo general y presentar a los primeros personajes rápida y correctamente, sin tomarse más tiempo y espacio del suficiente.
Cherry (#3-6)
Con el terreno preparado en el breve primer arco argumental, en este segundo ya comienza a meterse directamente con los superhéroes, provocando lo que sería su partida del sello Wildstorm propiedad de DC Comics.
Esto tiene que ver con la primera aparición de Los Siete, en el #3, al momento que está sumando a su nueva integrante, Starlight. Este grupo, claramente, son una versión de la Justice League of America, integrada por Homelander, Queen Maeve, Black Noir, The Deep, Jack from Jupiter y A-Train, que serían Superman, Wonder Woman, Batman, Aquaman, Martian Manhunter y The Flash. Por su parte, Starlight es similar a Stargirl aunque también podría asemejarse a Wonder Girl. En otros momentos de la historia se mencionan otros ex integrantes de Los Siete: Lamplighter (quien es reemplazado por la nueva chica), una analogía de Green Lantern, y Mister Marathon, otra versión de Flash.
La prueba a la que es sometida la nueva chica para ser parte del equipo es una declaración muy explícita de cómo son los superhéroes de este mundo.
Pocas páginas después de ese suceso, se nos muestra la otra carta de presentación del mundo de The Boys: el puente de Brooklyn derrumbado, mientras vemos las Torres Gemelas del World Trade Center perfectamente en pie, y así se muestra una de las claves de la historia que se empieza a desarrollar.
Luego de eso vemos al equipo de los Boys reunido por primera vez, preparando su primera misión que consistirá en una declaración concreta para que el mundo de los superhéroes sepa que están de vuelta. Para conseguir ese objetivo, se proponen atacar a un grupo de superhéroes menor, que incluso a muchos de los mayores les molesta un poco su presencia y no les molestaría que sean atacados. Ellos son Teenage Kix, formado por adolescentes con pose de chicos malos y rebeldes; una especie de Outsiders (cuyo líder es un personaje similar a Nightwing llamado Big Game) pero también con similitudes con grupos como Gen 13. Tomar un equipo como estos para parodiar, demuestra que la intención del autor es ir más allá de la superficie en lo que respecta a los superhéroes, dando la sensación de que quiere abarcarlo todo.
Habiendo conocido dos equipos, ya parece que fueron suficientes presentaciones de personajes, y empieza la acción, aunque no con un enfrentamiento directo sino con una investigación y un trabajo de espía, obteniendo imágenes de este grupo de superhéroes celebrando luego de “vencer a los malos”.
No obstante, este arco argumental cumple con la función de profundizar en las cuestiones introductorias del mundo y de toda la historia que aquí se contará, por lo cual en el curso de estas páginas veremos la presentación de varios elementos clave.
Uno de ellos es el Compuesto V. Primero, como droga consumida para “levantar” a quienes tienen que soportar a los superhéroes celebrando; pero enseguida es revelada como la causa verdadera de que los superhéroes tengan poderes y habilidades especiales. Esta causa, en parte, le da una base realista a la existencia de este tipo de personas especiales, pero rápidamente se lleva ese realismo a extremos de parodia (volveremos sobre esto más adelante).
Otro, es la mezcla de ficción y realidad en el trato de los superhéroes, tanto hacia adentro de su mundo como hacia afuera, hacia el nuestro. Es decir, todos tienen sus cómics, y con ellos contratos por merchandising, porcentajes de ingresos y demás. Con esto, se nos da la pauta que la crítica y la parodia no irá sólo por el lado de lo que pasa en las páginas de los cómics de superhéroes, sino también por fuera de ellas, pero ya tendremos otros momentos para hablar de esto.
Y, por último, muy al pasar se presenta el comienzo de la relación entre Hughie y Annie, que será muy importante a lo largo de toda la serie, siendo una de las tramas principales de The Boys.
Volviendo a lo que sucede en este arco argumental, para no contar demasiado podríamos decir que se cumple la misión de atacar indirectamente a los súpers para enviar un mensaje, que es bien entendido, pero luego algo sale mal y termina con un superhéroe muerto, lo cual también asienta la base de cuál será el intercambio entre estos y The Boys, de aquí hasta el final, búsquese o no la confrontación.
Con esto se despide la serie de Wildstorm, y termina la introducción básica del mundo, no sin antes arrojar algunas revelaciones más, como ser la motivación de Butcher para dedicar su vida a esto, o la función última que cumplen los Boys en la relación superhéroes-política-corporaciones, que también conoceremos y entenderemos mejor más adelante.
De esta manera, se redondea un primer tomo recopilatorio sólido, que equilibra lo introductorio con la lectura entretenida que deja con ganas de mucho más.
Get Some (#7-10)
Edición original: The Boys #7-14.
Edición nacional/ España: The Boys 02.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Darick Robertson.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original), Rústica (edición española).
En cierta forma, este arco argumental fue como un empezar de nuevo para The Boys. No en lo que respecta a introducir todo, sino en el sentido de introducirse a sí misma a los nuevos lectores atraídos por la polémica generada por su cancelación de parte de DC Comics.
Asimismo, da la sensación de que aquí comienza verdaderamente la historia, en parte porque los primeros seis números fueron una introducción general, pero especialmente porque desde este cómic el autor tiene la certeza de que tendrá el tiempo y el espacio necesario para desarrollar su historia como desea, lo cual le permite detenerse más en los personajes, las relaciones, las personalidades, así como imprimirle a la narración otro ritmo más pausado, más conversado, que paulatinamente le dará cierta profundidad.
Pero, volviendo al primer párrafo, hay que sentar las bases del tono de la historia nuevamente, para los nuevos. De esta forma, se presenta la segunda misión de los Boys: investigar la muerte de un joven en la que muy probablemente estarían implicados superhéroes. Ninguno de los que aparecieron anteriormente, así que detengámonos brevemente en ellos.
El primero, Tek Knight, una mezcla de Batman con Iron Man, ya que es un millonario que no tiene poderes pero cuenta con una armadura de poderosa tecnología y es parte de un equipo llamado Payback (especie de Avengers, que conoceremos mejor después); pero vive en una mansión, tiene un mayordomo, y una obsesión con la incorporación de niños compañeros que llevan el nombre de Laddio (es decir, Robin). El segundo, precisamente, es el primero que llevó el nombre Laddio y se independizó para actuar bajo el nombre de Swinging (ni falta hace que diga que es Nightwing). Y, como añadido, también aparece una mujer asociada de cierta manera a ellos dos, muy parecida a Catwoman. Con todo el conjunto, Ennis se dedica a hacer muchos chistes poco sutiles y muy directos sobre Batman, los Robins y demás.
La historia que se cuenta en este arco, creo que no podría haber sido de otra manera, toca el tema de la homosexualidad, desde al menos dos aspectos: la homofobia encubierta bajo una postura gay-friendly y la homosexualidad reprimida que se descubre de una manera muy traumática. Justamente, el joven cuya muerte deben investigar es gay, y todo el caso es atravesado por este tema.
Entremedio de esta breve historia, se realiza la importante presentación de The Legend / La Leyenda; como dijimos en la guía introductoria, un ex editor y escritor de la empresa cómics de la corporación Vought-American (dueña de los principales superhéroes), llamada Victory Comics, la cual es utilizada como elemento publicitario de las supuestas grandes acciones de los superhéroes y tapadera de las verdaderas acciones. Mientras aporta un muy buen elemento cómic, al ser una parodia de los viejos escritores y editores, con rasgos que recuerdan a Stan Lee y Julius Schwartz, también es un personaje trascendental para toda la trama de The Boys ya que sirve de informante para este equipo, gracias a su experiencia y a su desprecio por los cómics de superhéroes. De esta manera, él es quien les cuenta de la muerte del joven que investigan en este arco argumental, así como de la muy probable implicancia de superhéroes en ella.
A la vez, y retomando el primer rasgo señalado de este personaje, sirve como medio para meterse directamente con la industria del cómic y la historia del comic de superhéroes, con lo que decíamos antes de los cómics de superhéroes por fuera de sus páginas. De todos modos, no deja pasar la oportunidad de opinar sobre el contenido de esas páginas:
En conclusión, si el objetivo de este arco argumental era volver a situar el tono de la serie, lo cumple con creces, ofreciendo muchos momentos graciosos y divertidos a costa de los superhéroes, sin olvidar que también en varias escenas se ocupa de ir profundizando en los personajes que de verdad le interesan en esta historia, que son los Boys, en especial Hughie y Butcher.
Glorious Five Year Plan (#11-14)
El título de este arco es el nombre de un ex grupo de superhéroes de la Rusia comunista (dicho más precisamente, de la Unión Soviética), país al que se trasladan los Boys para investigar una situación sobre supervillanos que surgió allí.
Como es evidente, en estos números conocemos sobre la situación de los súpers en este lado del mundo, en particular a uno llamado Love Sausage, que fue parte del mencionado grupo en su momento, y vive nostálgico de aquella época. No es menor el detalle de que este es uno de los pocos superhéroes que se relacionan amistosamente con los Boys, si no el único.
Es igualmente obvio que lo que se narra en este arco no trata tanto de parodiar superhéroes sino de la trama política que se desarrolla a lo largo de esta historia. Por ello, si bien tiene súpers, y ofrece un entretenimiento por esa vía, en especial por el carismático ruso, aquí lo relevante es como se empieza a explicitar y develar la conspiración de la corporación Vought-American y los superhéroes, con los Seven y Homelander a la cabeza, e implicando al gobierno de los Estados Unidos directamente. Por esta razón, en estos números comenzamos a ver al hombre que maneja la relación entre V-A y los Siete, el ejecutivo de la corporación James Stillwell (aunque no se dice muchas veces su nombre en los 90 cómics de The Boys). De manera similar, se plantea la relación de la CIA y los Boys, con agendas y propósitos muy diferentes.
Más allá de lo divertido y relevante de este arco argumental, tiene un gran punto bajo que es que aquí comienzan los problemas con los artistas, contando en dos números con otro dibujante, que tiene por resultado una inconsistencia visual que le resta unos cuantos puntos.
Good For The Soul (#15-18)
Edición original: The Boys #15-22.
Edición nacional/ España: The Boys 03.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Darick Robertson.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original), Rústica (edición española).
Este arco argumental en gran medida deja de lado la violencia usada como comedia, introduciendo una perspectiva narrativa más humana, tocando otras fibras emocionales tratando de cerca cuestiones más profundas de algunos de los principales personajes. Por un lado, Annie January / Starlight reflexionando sobre su presente con los Siete, buscando reencontrarse con su pasado con los Young Americans (una especie de Teen Titans), pero hallando más contención en el muchacho que acaba de conocer Hughie. En efecto, estos números son la base de la relación luego de haberse conocido en los primeros números de la serie.
Por su parte, Hughie tiene sus propios problemas, intentando averiguar más de la historia de los Boys y acudiendo a la Leyenda para ello, quien le indica que antes debe cumplir una pequeña tarea, que en verdad es una misión para ponerlo a prueba.
Además, entre estas páginas también se trabaja más de cerca con la relación peculiar entre el Francés y la Hembra, dos personajes que en todo momento de la serie ofrecen buenos momentos para leer, tanto de acción y entretenimiento como emotivos. Asimismo, se nos presenta aunque con misterio, algo del trasfondo de Leche Materna; de todos modos, es fácil de adivinar este interrogante, que igualmente se mantiene implícito.
Por lo tanto, este arco es diferente a los anteriores, siendo mucho más reflexivo y dialogado y enfocado como nunca hasta el momento en los protagonistas, con el fin de profundizar en ellos, generando empatía en los lectores para atraparlos en su historia.
Sin embargo, no todo queda ahí, ya que en estas páginas también se trata muy de cerca la relación de Vought-American con Homelander y el Vicepresidente de los Estados Unidos, planteando directamente su plan conspirativo.
En conclusión, este es el arco argumental en el cual Ennis demuestra que The Boys no es solamente una parodia bestial de los superhéroes, sino que hay mucho más: una historia de los personajes a nivel personal y una trama mayor de gran escala que los involucra.
I Tell You No Lie G.I. (#19-22)
Si el anterior nos capturaba por el costado emotivo, este arco argumental lo hace porque nos arroja montones de datos de la historia de este mundo (aunque dejando algunos espacios en blanco a rellenar más adelante, claro) y quienes se vean atrapados tendrán la necesidad de saber cómo va a terminar la historia, aunque quede mucho camino por recorrer.
Lo que Hughie buscaba en los números anteriores con The Legend, lo consigue en este número, aunque tangencialmente; deseando conocer la historia de los Boys, la Leyenda le cuenta la de los Siete, y junto con ella la de los superhéroes en rasgos generales.
Comenzamos en la Segunda Guerra Mundial, no casualmente, cuando empiezan también las historias de superhéroes en nuestro mundo. Situándose en ese momento histórico, Ennis juega con hechos reales: el Vought F7U, un avión que existió pero mencionando un modelo previo que no existió, y utilizando el nombre de Vought, de una compañía aérea real, para dar asiento real a su narración; siguiendo con una batalla de la guerra de Vietnam, e introduciendo a políticos como Bobby Kennedy, Clinton y Bush en el relato, implicados de una y otra manera en los sucesos de este mundo. Con estas menciones, la historia se mete con otro asunto problemático del mundo real, el negocio de las armas y la guerra, y con ello en la historia política norteamericana y mundial, para llegar al punto que nos interesa y que venimos adivinando: la conspiración de Vought-American, su plan y su objetivo; en verdad, lo que se esbozaba en números pasados, pero mucho más detalladamente.
En medio de toda esta narración de la Leyenda, que bien vale ser leída, se señala un momento clave en la historia, en la cual se diferencia de nuestra historia real por la interferencia de los superhéroes y de la corporación, mediante el Vicepresidente. Estamos hablando, claro, del 9/11; lo que se vislumbró con el puente de Brooklyn derrumbado, aquí se relata en bastante detalle. Y no es para menos, ya que es el momento que lo cambió todo y los Siete dejaron de ser intocables para los Boys, derivando en sucesos trágicos que, a la larga, derivaron en el pasado reciente y en el presente del equipo, retornando a la actividad.
Hughie (y nosotros con él), entonces, nos quedamos con las ganas de conocer la historia de los Boys, aunque aquí se plantan algunas imágenes a las que volveremos más adelante; hay que esperar, ya que el camino es largo y Ennis se reserva aún unos cuantos secretos y misterios.
Paralelamente al relato de la Leyenda, este arco tiene otros momentos importantes, que tienen que ver con esos momentos pasados mentados que luego entenderemos mejor, a partir del primer encuentro cara a cara de los Boys y los Siete que vemos.
Como decía al principio, este es el arco que nos debe cautivar, o en el que se van los lectores si no les interesa lo que están leyendo y lo mucho que aún queda por conocer.
We Gotta Go Now (#23-30)
Edición original: The Boys #23-30.
Edición nacional/ España: The Boys 04 Nos damos el piro.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Darick Robertson, John Higgins.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original), Rústica (edición española).
Luego de dedicar muchos números a aspectos emocionales de los personajes o históricos del mundo de ficción, en este arco volvemos a la tónica inicial de The Boys, vuelve a la acción, a lo crudo, a reírse de los superhéroes presentando una enorme parodia de un grupo de superhéroes revestida como caso de investigación para el grupo de protagonistas.
En este caso se trata de los G-Men, clarísima referencia a los X-Men. Al igual que en la historia de Tek Knight, Ennis se dedica a hacer constantes chistes paródicos del grupo más popular de Marvel Comics.
Por fortuna, no se trata sólo de eso, ya que al ser uno de los arcos más largos de toda la serie, si se dedicaba exclusivamente a la burla se tornaría repetitivo y aburrido. Mediante esta parodia de los X-Men, lo que se consigue en este arco es confrontar a la corporación con la CIA, y a Boys con ambas, aunque de una manera un tanto indirecta.
A partir de la situación de la muerte de una integrante de los G-Men, narrada por momentos en un interesante género policial, se decide infiltrar a Hughie en un grupo subsidiario de estos para poder espiar desde adentro. Esto tiene múltiples consecuencias que derivan en el mencionado enfrentamiento indirecto, como una especie de guerra fría entre ambas partes.
Una de las cuestiones más interesantes de este arco por fuera de la narración principal, es la caracterización de Hughie como el único personaje con rasgos de humanidad hacia los superhéroes, logrando ver a las personas en ellos más allá del odio que pueda tenerles. En conjunto con esto, en varios de estos números, pero también en general, otro aspecto al que se le debe prestar atención es a las conversaciones entre Hughie y Butcher, en las cuales se dicen y se dejan de decir muchas cosas, sirviendo además como uno de los principales medios para caracterizar a ambos personajes.
Herogasm
Edición original: Herogasm #1-6.
Edición nacional/ España: The Boys 05 Herogasm.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: John McCrea, Keith Burns.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original), Rústica (edición española).
La primera miniserie spin-off de The Boys es una que se asemeja a las miniseries de los cómics de superhéroes, siendo Herogasm el nombre del evento de la comunidad superheroica de este mundo. Aunque, en lugar de ir a salvar al planeta de una amenaza cósmica, se retiran todos a una isla a dedicarse a la vida bacanal sin ningún tipo de tapujos; o dicho de otra forma, una orgía inconmensurable.
No obstante, para el público sí afirman que van a salvar al mundo de una gran amenaza, burlándose así de una sola vez de todos los eventos que producen sin parar, en especial Marvel y DC en sus universos ficcionales. Y, como es de esperarse, además de la enorme cantidad de escenas de sexo, también se incluyen en esta miniserie constantes chistes sobre los mentados grandes eventos de los superhéroes.
De todos modos, al mismo tiempo que se ocupa de hacer todo eso, esta miniserie es importante para la historia mayor de The Boys, incluyendo importantes momentos en lo que refiere al plan de Vought-American, así como a nuevos detalles sobre lo que sucedió en el 9/11, y una determinante derivación en cuanto a Homelander, que traerá consecuencias en el resto de la historia.
Herogasm, entonces, por un lado es como una versión contenida de lo que es la serie regular de The Boys (parodias, sexo, violencia, y una trama política conspirativa), por la que podrían acceder lectores que no estaban siguiendo dicha colección, o que quieren probarla sin comenzar desde el principio. Pero, por otro lado, también presenta cuestiones que son trascendentales para la narrativa mayor de la serie, por lo cual los lectores regulares no pueden evitarla (ni deberían querer, en todo caso).
Una de las cuestiones a notar, es que el dibujante no es Darick Robertson sino John McCrea con Keith Burns, quienes tienen un estilo muy diferente al del artista principal, y puede ser un punto negativo para aquellos que asociaban hasta aquí a The Boys con la manera de dibujar de Robertson.
The Self-Preservation Society (#31-34)
Edición original: The Boys #31-38.
Edición nacional/ España: The Boys 06.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Darick Robertson, Carlos Ezquerra, John McCrea, Keith Burns.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original), Rústica (edición española).
Durante Herogasm, además, se envió a un grupo de superhéroes desde la miniserie al otro cómic, el principal (algo que también suele suceder durante crossovers de Marvel o DC). Este grupo es Payback, el segundo en importancia de este mundo, que es una versión paródica de los Avengers, con Soldier Boy (Captain America) a la cabeza, y Swatto, Mind Droid, Crimson Countess y Eagle the Archer, parodiando a Hank Pym, Vision, Scarlet Witch y Hawkeye. Una importante diferencia con los Avengers, es que también entre sus integrantes se cuenta a Stormfront, una versión del Superman de los Nazi.
Decíamos, Payback fue enviado, por orden de Vought-American para eliminar a los Boys. Por lo tanto, este arco argumental no se trata de un “caso” que investiga el equipo, sino una confrontación directa.
Mientras somos entretenidos con los sucesos de la batalla de los Boys vs. Payback, lo verdaderamente importante que sucede en este arco argumental tiene que ver con Vougth-American, avanzando en la historia de esta corporación así como en el asunto de la relación cambiante de esta con Homelander.
Respecto a esto, es de notar las referencias críticas al trabajo editorial que suele aplicarse en los cómics mainstream, en lo que respecta a relanzar a los personajes para generar más ventas, cambiando de trajes y de orígenes, dándole una tónica pretendidamente más oscura y adulta.
Cabe destacar, además, que este es el arco con menor consistencia visual, contando con la participación de Carlos Ezquerra en dos números, y John McCrea y Keith Burns en otros dos.
Orígenes de los Boys (#35-38)
Como se acostumbra ya a esta altura de la serie, luego de tantas escenas de violencia es necesario detener ese ritmo narrativo, lo cual en este caso realiza con la narración de las historias de todos los Boys, menos Butcher, que es un caso especial, desde luego.
En estos cuatro cómics conocemos en detalle las historias de Mother’s Milk (en dos partes), The Frenchman y The Female.
Para esta ocasión se estaba reservando su tiempo Darick Robertson, quien dibuja los cuatro, logrando muy buenos cómics en verdad, de total interés y atractivo para quienes ya llegaron leyendo hasta aquí, seguramente muy involucrados en la historia y en los personajes.
What I Know (#39)
Al ser un número independiente de todo arco argumental, este es utilizado por Ennis como una forma de poner en orden todos los sucesos recientes, que fueron muchos y a un ritmo muy intenso, así como para preparar el terreno para próximos eventos (con mención especial a la aparición de una importante mujer de Vought-American, relevante de aquí al final de la historia, Jessica Bradley); una especie de intervalo en la obra.
The Innocents (#40-43)
Saliendo directamente de los eventos del número anterior, Butcher necesita poner a prueba la lealtad de Hughie. Para ello lo envía a infiltrarse a un grupo llamado Superduper, que es una burla insultante y graciosa de la Legión de Super-Héroes, al menos en su versión clásica de la Silver-Age, con versiones de, por ejemplo, Phantom Lady y Bouncing Boy.
En este arco argumental llegamos a un punto en que se empiezan a manifestar los conflictos en las distintas tramas; por un lado entre los miembros de los Boys, por otro entre Vought-American y Homelander, y por otro en la relación entre Annie y Hughie. Se utiliza, entonces, como sucedió con Payback, al grupo de superhéroes como una distracción entretenida mientras se desarrollan las líneas argumentales, que para este punto de la narración ya son claramente lo que más importa en The Boys.
Believe (#44-47)
Edición original: The Boys #39-47.
Edición nacional/ España: The Boys 07.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Darick Robertson, Richard P. Clark, John McCrea, Keith Burns, Russ Braun.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original), Rústica (edición española).
En este breve arco argumental, Ennis revisita un poco un tema que conoce mucho y que ya ha abordado en otras oportunidades: la religión. Aunque, desde luego, el abordaje es diferente, ya que combina este tema con los superhéroes, presentando al grupo de Oh Father y sus 12 Sidekicks.
De todos modos, esto es poco más que un chiste, en el marco de un evento presentado como religioso pero con fines recaudatorios llamado Believe (que, no casualmente, mucho tiene que ver con las convenciones de cómics).
En medio de este evento, prosigue la trama de Homelander y Vought-American, pero los sucesos más importantes aquí conciernen a Hughie y su relación con Annie. A partir de este momento, Ennis deja de dilatar los secretos y evitar las explicaciones, abordando directamente los nudos de las tramas para empezar a preparar los desenlaces. Por lo tanto, este se convierte en un arco en el que cambia todo para la serie, acelerando el ritmo narrativo e introduciéndonos en una extensa y vertiginosa recta final.
Para ello, es que aquí se incorpora definitivamente un dibujante regular que pueda mantener el ritmo mensual que a Robertson se le hacía imposible cumplir, sin perder calidad y manteniendo un estilo similar; él es Russ Braun.
Highland Laddie
Edición original: Highland Laddie #1-6.
Edición nacional/ España: The Boys 08 El Afable escocés.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: John McCrea, Keith Burns.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original), Rústica (edición española).
Paralelamente a la serie regular, se lanzó otra miniserie spin-off centrada en Hughie, que cronológicamente se ubicada después del arco anterior, aunque en aquella continúa la historia sin él, de manera simultánea.
En este spin-off, vemos a Hughie regresar a su ciudad de origen en Escocia, por la necesidad de alejarse de todo lo que sucedía en los Estados Unidos con los Boys, los superhéroes y su relación con Annie.
La miniserie comienza, por ende, con un tono más reflexivo e introspectivo, aprovechándose además para narrar la historia del protagonista hasta ahora desconocida. En ello conocemos a sus amigos de la infancia, a sus padres, y su pasado como una especie de niño investigador privado, aportando al desarrollo del personaje.
Asimismo, en la segunda mitad de la mini, se introduce también a Annie, contando de manera similar toda su historia, a modo de origen secreto.
De esta manera, Highland Laddie funciona como un complemento de The Boys, que es inútil leer sin ella y que a su vez puede no leerse ya que tampoco es realmente trascendental para la narración mayor, aunque sí tiene relaciones directas con un próximo arco argumental de la serie principal.
En cuanto al dibujo, aquí volvemos a ver a John McCrea y Keith Burns, quienes al trabajar como primera opción y no como reemplazo, así como realizando algo muy diferente a lo superheroico que se muestra en The Boys, se desempeñan mucho mejor que en los números anteriores.
Proper Preparation and Planning (#48-51)
En la ausencia de Hughie, los Boys deben enfrentarse con problemas internos entre ellos, así como con cuestiones externas por cambios en la CIA, reflexionando sobre la inminencia de un enfrentamiento directo con los Siete.
De manera similar, Vought-American y Homelander también contemplan este caso, según sus planes en mente y en preparación desde hace tiempo.
Entremedio de eso, Ennis prosigue con su postura reveladora de misterios y secretos guardados desde el principio de la historia, narrando completamente, mediante un flashback de Butcher, lo que sucedió entre los Boys y los Siete luego de los eventos del 9/11, en lo que fue el primer y único enfrentamiento cara a cara de ambos grupos, con resultados trágicos.
Con esta narración, crece aún más la adrenalina de recta final que va tomando la serie, preparando al lector para el desenlace.
Barbary Coast (#52-55)
Edición original: The Boys #48-59.
Edición nacional/ España: The Boys 09 El Tiovivo.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Russ Braun, John McCrea, Keith Burns.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original), Rústica (edición española).
Una finalidad similar al arco argumental anterior tiene este, pero desde una perspectiva completamente diferente, casi opuesta. Sucede que el #52 continúa directamente de la miniserie Highland Laddie, presentando a Mallory, el ex integrante de los Boys que se fue después del enfrentamiento con los Siete, desintegrándose el equipo luego reformado por Butcher.
Mediante la narrativa de Mallory, tenemos otra visión de los superhéroes y este mundo, en total detalle y con mayor comprensión que la anterior efectuada por The Legend (aunque comparten ambos relatos muchas características), comenzando una vez más en la Segunda Guerra Mundial, pero esta vez en el campo de batalla donde se desempeñó aquel, presentando a los primeros súpers que actuaron allí. La narración continúa con lo que hizo después de la Guerra, en la época de la Guerra Fría, trabajando para la CIA y en última instancia formando a los Boys. Es así que, finalmente, conocemos el origen del grupo y parte de la historia de Butcher, siendo esto último verdaderamente importante, pero volveremos a ello en poco tiempo. Además, lo que narra este personaje también comprende hasta el momento del 9/11 y lo que sucedió después, complementándose con lo que ya sabíamos y añadiendo nueva información.
Esta historia es narrada por Mallory a Hughie, por lo cual está matizada por sus reflexiones y comentarios (como con la de la Leyenda, pero ahora con más sentido por tener mayor conocimiento de las cosas). Es por esto que resulta trascendental para los arcos finales de la serie, siendo otro paso más en la recta final de la historia. Luego de este arco argumental tenemos la sensación de que ya entendemos todo y conocemos todos los secretos de las tramas de The Boys, y por ende creemos saber cómo terminará la historia, pero aún Ennis se reserva secretos.
Por si no bastara todo lo ya mencionado, también en estas páginas se resuelve en gran medida la subtrama de Annie y Hughie, básicamente haciendo este tema a un lado para dedicarse de lleno a lo que más importa ahora: el desenlace de la historia mayor.
Cabe notar, por último respecto a este arco, que a modo de continuidad con la miniserie Highland Laddie este también está dibujado por McCrea y Burns.
The Big Ride (#56-59)
La tensión cada vez más alta, en este arco argumental encuentra un foco de mayor tensión para luego tener algo de liberación, antes de volver a acumularse y liberarse totalmente en el desenlace.
Con las tramas internas de los Boys y Vought y los Siete aún irresueltas, este arco implica otro “caso” de los Boys, pero en esta oportunidad es justamente uno que involucra al más importante grupo de superhéroes. Es evidente la cercanía con el final de la historia, como es igual de inminente entre ambos bandos.
Mientras tanto, Hughie consigue enterarse de algunos secretos de los Siete que explican algunos detalles de la historia, y al mismo tiempo tienen una importancia vital para el próximo final.
Con esto, cuando todo parecía estar muy claro en el arco anterior, Ennis plantea nuevos interrogantes que no nos dejan certezas para el final, haciendo aún más atractivo el camino hacia el desenlace.
Una mención especial merece el número final de este arco, perfectamente tratado en ¿Qué está pasando con el cómic americano? (Season Four).
Butcher, Baker, Candlestick Maker
Edición original: Butcher, Baker, Candlestick Maker #1-6.
Edición nacional/ España: The Boys 10 Carnicero.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Darick Robertson.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original), Rústica (edición española).
Pero, antes de esto, debemos detenernos en la historia completa de Butcher, algo que quisimos saber desde el principio de la serie y finalmente llega, y además, el cómic para el cual se reservó Robertson su tiempo.
No vamos a entrar en detalles aquí, ya que es un cómic muy bien logrado por Ennis y Robertson, narrando una historia plagada de emociones, completamente dramática.
Conociendo su vida entera, desde su difícil infancia, pasando por su participación en la Guerra de Malvinas y su duro regreso, hasta conocer a la mujer que le cambió la vida, y como la pierde a ella, comprendemos completamente de la personalidad de este personaje, desde su forma hasta sus motivaciones para odiar a muerte a todos los superhéroes.
Y ahora sí, todo está listo para el final de esta historia.
Over the Hill with the Swords of a Thousand Men (#60-65)
Edición original: The Boys #60-65.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Russ Braun.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original).
Dicho final consiste de dos arcos argumentales, siendo este el primero. En este, se llevan a cabo los planes de Homelander derivando en una batalla final entre los Boys y los Siete.
Y, si bien ya parecía todo revelado, en estos números se nos revelan verdaderamente todos los enigmas que pensábamos ya resueltos. Como lo explican mis compañeros en ¿Qué está pasando en el cómic americano? (Season Ten), “si piensas que ya lo sospechabas, vuelve a replanteártelo, porque esta es una revelación de esas que le ponen a uno la cabeza patas arriba”.
Efectivamente, Ennis consigue sorprender por completo a todos sus lectores, lo cual desde luego es bienvenido en esta época donde muchas obras de ficción intentan hacerlo pero sólo caen en la repetitividad. Claro está que esto no es algo del último número, ni un deus ex machina, sino que es un trabajo minucioso y detallado que se extiende desde los primeros números de la serie, para arrojarnos la respuesta por la cara en este final.
The Bloody Doors Off (#66-71)
Aunque, como dijimos, el desenlace consiste de dos partes. En el anterior se resuelve mucho de lo que tiene que ver con los superhéroes, pero todavía queda mucho por resolver para The Boys internamente.
En este arco también Ennis reúne detalles depositados como pistas en diversos momentos de la narración, atrapándonos en una narrativa que tiene mucho de suspenso, thriller, y por qué no, también de terror.
Es así que el autor entrega un impresionante final para The Boys, con un #71 verdaderamente magistral.
Y no diré más de estos arcos; la gracia está en leerlos.
You Found Me (#72)
Edición original: The Boys #66-72.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Darick Robertson, Russ Braun.
Color: Tony Aviña.
Formato: Grapa, TPB (tomo recopilatorio original).
Por último, Ennis con Robertson regresando para el final, ofrecen un epílogo atando algunos cabos sueltos y planteando como seguiría el mundo de The Boys después de The Boys, ofreciendo, además, una reflexión final sobre los superhéroes, citado en ¿Qué está pasando en el cómic americano? (Season 17)
Análisis y crítica
Ahora sí vamos a intentar brindar un análisis reflexivo sobre la totalidad de la serie, puntualizando en los aspectos principales.
A primera vista, The Boys es un cómic que satiriza a los superhéroes llevándolos a extremos demasiado políticamente incorrectos, exhibiendo violencia extrema, sexo perverso, consumo de drogas, y comportamientos que muy lejos están del heroico. De hecho lo es, pero sólo a primera vista, y sería un error quedarse allí en su descripción.
Como dijimos ayer, comienza en eso pero a partir de eso se elabora una trama política que implica una conspiración de gran alcance, implicando a los superhéroes como elemento clave, y desde allí crece en un análisis y crítica que se extiende más allá del cómic de superhéroes, hacia la industria que lo produce, el país en que mayormente se desarrolla y el mundo actual que lo contiene.
Desde ya que se critica, parodia y satiriza a los superhéroes y los cómics de su género, y es una parte importante de la serie; sin ello, The Boys no sería lo que es. Pero lo hace en una estructura que se extiende por la casi totalidad de la publicación de la obra, en la que se alterna un “caso” de los Boys investigando y enfrentando a un grupo de superhéroes, que es un remedo burlesco de un grupo de alguna de las principales editoriales del género, y luego sigue con un arco argumental que se dedica de lleno la elaboración del mundo y al desarrollo de los personajes principales. Incluso, a medida que se avanzó en la publicación esto disminuyó considerablemente dedicándose por completo a lo que compete a este universo ficcional, en especial a desentrañar misterios y secretos plantados desde el comienzo (algunos que el propio autor no tenía resueltos al comenzar), y a contar la historia de los superhéroes de este mundo desde el comienzo allá en la Segunda Guerra Mundial hasta el momento en que se forman los Boys, completando los muchos espacios en blanco que habían quedado.
Según cuenta en una entrevista Ennis, esto lo hizo también porque pensaba que sentía que necesitaba plantar una base narrativa sólida antes de poner en marcha la historia que llevaría a su desenlace.
En añadidura, la crítica y los comentarios no se quedan en los superhéroes y sus cómics, ofreciendo también una clara opinión sobre los manejos editoriales de estos, así como de las enormes empresas que las manejan, y los intereses con que lo hacen. De ahí, puede concluirse, el resultado que se obtiene, tantas veces criticable.
Además de esa metáfora, las corporaciones en The Boys tienen un planteo directo sobre el lugar de estas en el mundo. Pero en su afán de realismo traspasa las líneas admisibles de realismo y se convierte en una versión grotesca y exagerada de esa posible realidad, en muchos de los aspectos de su historia. En su exageración, además, cae en simplismos de cómo se maneja el mundo político-corporativo, aunque para ser un cómic cuya primer y principal función es contar una historia y entretener en ello, bastante de cerca toca un tema muy intrincado y complejo de la vida real, que nos afecta cotidiana y constantemente, aunque muchas veces no nos demos cuenta (o no nos querramos dar cuenta) de que las corporaciones manejan mucho más del mundo que los gobiernos de los estados, y ni hablar de lo que puede controlar y decidir el pueblo mediante los canales democráticos que pueda tener. Lo que se lee en The Boys sería como una foto de lejos de los entretejidos del poder que deciden los destinos por los que discurre la vida de la gente en todo el planeta.
El intento de abordaje realista que resulta excesivo, desde luego, también se traduce de la misma manera a los superhéroes en sí. Tratándolos como un producto corporativo, implica en ello precisamente a una gran corporación que no sólo los posee, sino que los maneja para su mayor y mejor interés económico, teniendo al lucro (cuanto más, mejor) como su principal objetivo y no a proteger, cuidar y salvar al mundo.
Los superhéroes, o mejor dicho la mayoría de ellos, en ese contexto se comportan como celebridades que lo tienen todo, algo así como hijos de millonarios; personas que se dedican a la vida bacanal, totalmente improductivos para su sociedad. Alguno que otro intenta hacer buenas acciones, que no pasan en última instancia de beneficencia intrascendente. Y el que no hace ni una ni otra, elabora un plan maquiavélico para tomar el poder político, básicamente porque puede.
En resumen, en gran medida, la historia de The Boys es la de un grupo de gente que quiere evitar que una corporación imponga su decisión para los destinos del planeta, y ni siquiera es un grupo de héroes, sino que es un grupo reducido de 5 personas un tanto desequilibradas, impulsados por venganzas personales, que tienen métodos de cuestionable moral, quizá tanto como la de los superhéroes, o un poco menos tal vez, y justificados porque los otros son peores.
En este sentido juega un rol clave Hughie, el representante de los hombres normales, comunes y corrientes, en toda esta historia; Hughie es aquel que podría ser cualquiera de nosotros, quien sigue este camino expuesto a una situación extrema, sin estar preparado en absoluto, y se entierra cada vez más en esa vida que no es para él y de la que no puede salir aunque piense en hacerlo, que lo absorbe y lo lleva a hacer uno más en el conflicto, igual al resto al menos por momentos, con deseos de reivindicación.
Esto lleva a otro importante aspecto de The Boys, determinante para que muchos lectores llegaran hasta el final, y es la empatía por los personajes, lo que trae aparejado el deseo de ver cómo seguirá y culminará su historia. Las parodias cómicas se agotan, y en el número 30 o 40 ya no es tan divertido como en los primeros, los secretos y misterios se resuelven, y la conspiración la entendimos y desentrañamos en gran medida también hacia el comienzo de la segunda mitad de la narración, pero el querer saber hasta dónde llegará Butcher, o el propio Homelander, con sus planes, si sobrevivirá Hughie a esta vida, cómo terminará su relación complicada con Annie, y cuál será el destino de Frenchie, la Hembra, y Mother’s Milk.
Por lo tanto, en orden de importancia, los personajes están por encima de la parodia, de las críticas, de las reflexiones sobre el mundo contemporáneo. Esto, y la sumatoria de todos los aspectos que conviven simultáneamente, es lo que hace que The Boys sea un cómic destacable.
Gran resumen de la historia.
No pongo Spoiler (Despúes de todo lo que hemos leido, como que no tiene mucho sentido ponerlos,) Pero si el moderardor lo considera necesario, pues me disculpa y los pone..
Al lio.
Ahora sí que se puede decir que el fondo hay una lucha entre dos poderes: La Cia (El gobierno político) y la corporación Vought-American (el poder económico-empresarial.)
Ambos dos dirigidos por humanos no superheroicos. En ambos se dan sablazos y puñaladas traperas por dentro y por fuera. (La imagen de la ejecutiva de la corporación arrancándose los pelos no se me borra fácilmente) Y en ambos el fin último es la lucha por el poder y control de la sociedad.
Al estar Ennis detrás, esto no parece casual.
Sin duda, la sátira/destrucción del concepto de superhéroe es el primer y más importante motor de la narración.
Pero también refleja todo el ideario de este guionista:
– Odio hacia el concepto de superhéroes clásico
– Amor hacia los personajes sencillos, normales
– Odio a los poderes establecidos
– Amor a los personajes secundarios desechados por la sociedad.
– Odio hacia la religión
– Amor hacia las historias bélicas de militares
Creo que es una serie crítica con la sociedad (especialmente con la era Bush en USA), bruta en la forma de expresarse (pero mucho) y con gran cantidad de dobles lecturas y trasfondos que no son casuales.
Alfeizar, ningún problema de spoilers, 😉
Y una buena forma de sintentizarlo también.
Respecto a lo último que señalas, no lo dije, aunque está un tanto implícito en todo el texto, The Boys me parece el comic de la sociedad (especilamente la de USA) post-9/11 por excelencia, por cómo lo sitúa en el meollo de la cuestión (aún modificado), analiza a partir de ahí varios aspectos de la sociedad y la política, y cuenta una historia original con base en ese suceso.
Joe con tanta reseña vais a conseguir que le da otra oportunidad, aunque recuerdo que en su día la dejé por los motivos que dijeron en el otro post. A mi Ennis me gusta, pero cuando se pasa de rosca y tira más por la parodia y lo escatológico que por la historia … no se, si consigo psar de los tres primeros tomos intentaré llegar hasta el final si no descartda para siempre, por muy bien que la vendais 😛
El tercer tomo es una buena medida Aruso. El tema es que empieza muy bien, después se queda un poco a la mitad, y los últimos tres tomos (sin contar Butcher, gran cómic aparte) son un no parar.
Es más, así lo leí yo. Al principio muy enganchado, en el medio estuve un tiempo sin leerla, y cuando me decidí y alcancé los últimos 15-20 números directamente la leí sin parar.
Yo también me reenganché con los 15-20 últimos números
Gran Trabajo, Mariano….
Después de mi post de ayer, en el que ya indiqué que no me había enganchado la serie, viendo tu trabajo realmente me dan ganas de pedirlos de nuevo y leerlos con más detenimiento… aunque me salté la reseña de los arcos que aún no leí, para ver si consigo leer el final sin habermelo spoileado…
reconozco que toda la casqueria de los primeros tomo de sacó de la lectura… pero intentaré darle una nueva oportunidad…
Saludos !!
pd. en cualquier caso, lo siento, pero no creo que llegue al nivel de Punisher Max a mi entender…
Igual creo que no revelo nada, pero yo tampoco lo leería 😛
Gracias por el elogio, y creo que voy a tener que dedicarme a publicista si tengo esta capacidad de convencimiento, y sin que sea un objetivo jaja
Muy buen resumen. Yo creo que das en el clavo cuando dices que Ennis hace que nos importen los personajes. Yo, desde luego, estoy espectante a ver si Norma publica los dos tomos que quedan para saber cómo acabará la historia (evidentemente, esa parte me la he saltado).
Como ya dije en el post anterior, lo malo de la serie es la irregularidad que tiene; premisa muy potente, arcos muy buenos, un Robinson en buena forma…junto con agotamiento de la premisa y estiramiento excesivo de algunos arcos, más dibujantes irregulares. Pero aún así una buena serie y un genial Ennis.
En general muy buena, salvo el asunto este del herogasm (encima dibujado por Mcrea) y la miniserie de cuendo Hugie vuelve a su pueblo natal.
Por cierto, vendo mis tomitos, por si a alguien le interesan.
Mmmmm realmente, debo decir que no me ha gustado el articulo. Las reseñas son gaseosas y dicen poco, no se por que no limitarse a detallar las acciones en lugar de llenarlo todo de opiniones personales. Perfectamente pudo evitarse el cartel de «spoiler», no dice casi nada.
Franz, precisamente, desde el comienzo declaro que mi intención no es contar nada, porque para ello existe el cómic, y yo personalmente no encuentro sentido a contar con palabras lo que ya cuenta el cómic.
Creo que la función de la reseña no es detallar las acciones sino explicar más o menos de qué va cada arco y señalando aspectos que sirvan de referencia para que cada uno resuelva si le interesa o no leer el cómic.
Saludos
A mi lo que me gusta es la nueva política editorial de Norma de lanzar integrales tirados de precio de series regulares o que aún no han terminado de editar como esta «The Boys»
Respeto al cliente que ha comprado los tomos unitarios a precio oro premiando así al que no ha apoyado la serie y quedándonos los demás consumidores con cara de ¿Pero qué cojones?
Y Aleta se une al festín.
No sé como acabará The Boys ya que todavía no lo han editado pero va a ser que el tomo o tomos que queden por sacar, los va a comprar su abuela a dieciséis-veintitantos eures existiendo otra edición mucho más barata y lujosa.
Igual con la AIDP. Hellboy, Invencible…… Titulos estos que ya he dejado de comprar.
Sirva esta reflexión a modo de oof-topic para demostrar el desagrado mio y de unos cuantos conocidos más pertencientes a la plataforma «Disfrutaba de mis tebeos en papel hasta que las editoriales nos tocaron los cojones»
Pues a mí la reseña me parece más que correcta, como dice Mariano, no tiene sentido destripar los acontecimientos del cómic sino dar una visión general del mismo.
Es cierto que una vez leido The Boys no vuelves a ver las cosas de la misma manera, a mi, por ejemplo, cuando leo un comic de los 90, con sus poses y su moralina de postal…no puedo evitar pensar en «estos son los 7…despues de salvar a la chica la van a obligar hacelees un bukake y tirar su cabeza a un parque infantil…», en parte porque hay que reconocer que el comic de supers tiene agujeros enormes en sus tramas y su parodia esta justificada. No obstante no hay que tomarselo en serio, puesto que tanto esto como lo que parodia son comics, y por tanto, un vehiculo de entretenimiento, nada más. Se seguirá leyendo Marvel y (la antigua) DC por mucho que los chicos de Ennis se hayan dedicado a mearse encima de sus pesonajes.
En cuanto a las tramas politico/corporativas creo que es lo mejor del comic pues Ennis deja la parodia para pasar a la critica social, deja los cristes escatologicos y la casqueria gratuita por la denuncia a un sistema hipocrita en el que priman los beneficios por encima de las personas.
Creo que The Boys tenia que haber evolucionado por encima de la parodia de superheroes, de hecho tendria que haberlos finiquitado desde el principio, y haber ido por ese camino, que es lo que se nota que le apetece hablar al irlandés.
Ennis se queja mucho de que el mercado del comic está completamente tomado por los tios en pijama (y es cierto) pero si no se ofrece un producto alternativo ¿como se pretende cambiar las cosas?.
Y ahora el comentario polémico: La miniserie del Carnicero es un timo (y la Huggie ni te digo), lo que te cuentan a lo largo de esos 5 números te lo podrian haber dicho en uno solo…y tampoco revelan nada que no se supiera desde el principio….
Un saludo a todos.
«Creo que The Boys tenia que haber evolucionado por encima de la parodia
de superheroes, de hecho tendria que haberlos finiquitado desde el
principio, y haber ido por ese camino, que es lo que se nota que le
apetece hablar al irlandés»
Habría sido interesante leer eso, Bluntman, la verdad, me hubiera gustado leer eso.
En cuando a productos alternativos, en toda la sección de mundo independiente estamos demostrando que sí se ofrece 😛 Pero igual, el superheroico es el predominante, y está demostrado mes a mes que es lo que quiere leer y comprar la gente, por gusto, costumbre, o lo que sea.
De las minis, de acuerdo en la de Hughie, de hecho digo que puede evitarse la lectura y no te perdés de nada, pero la de Butcher sí me parece buena y muy nteresante, para el lector seguidor de The Boys claro, porque todo el tiempo refieren con cierto misterio a su historia, y finalmente se puede leer en detalle. Lo que sí, las tres miniseries podrían haber sido arcos argumentales de la serie regular y funcionaba igual, o mejor.
Saludos
BLUNTMAN
ha comentado
«Ennis se queja mucho de que el mercado del comic está completamente tomado por los tios en pijama (y es cierto) pero si no se ofrece un producto alternativo ¿como se pretende cambiar las cosas?. «
Pues es difícil que el comic alternativo tenga el impacto de los pijameros si no tiene «PERSONAJES». Crear personajes, mantenerlos y actualizarlos a lo largo del tiempo es lo realmente dificil de hacer, y ahí tienen mucho ganado los pijameros.
Sin ir más lejos, después de crear y formar un personaje como Hughie, ¿Por qué no lanzarlo más allá de The Boys? Después de setenta y tantos números, series limitadas y demás, ¿Por qué no una serie propia?
Habría que reinventarlo, vale, pero ¿No es eso mismo lo que se hace con todos los personajes pijameros? Ya tienes un personaje creado y desarrollado. ¿Cómo se enfrentaría ahora a otras situaciones nuevas?
Vale, hay que ser muy audaz, no es fácil después de todo lo pasado en The Boys, pero en ese marco, hay cientos de historias posibles que contar.
Para mí, ese es el problema (después del de las ventas, no nos engañemos). Coger un personaje, ponerlo en manos de otros autores distintos a sus creadores, desarrollarlo, darles giros adecuados al paso del tiempo, ponerle un trasfondo llamativo, crearle secundarios interesantes…
En España, antes de los pijameros, funcionó el comic de los héroes al estilo Capìtán Trueno o Jabato. Si hubieran sido reinventados con los giros de los tiempos, si hubiera habido una gran editorial detrás que fuera más importante que los autores, tal vez hoy seguirían escribiéndose nuevas historias.
Mariano, felicidades por la reseña!
Yo me enganché tarde a The Boys, fui uno de los damnificados de la política tocheril de las editoriales, básicamente porque entré tarde en la serie y en cuestión de 3 meses he comprado los 10 volumenes.
Es innegable que no es perfecta, que tiene altibajos, con cambios de dibujantes y demás cosas que hacen que se aleje de ser una obra redonda.Pero todas estas cosas no desmerecen la historia y su manera de contarla. Empiezas a leerla pensando en reírte de los surpers y acabas implicándote con los personajes y atrapado en los trapicheos de la multinacional hasta el punto que te da absolutamente igual si tal super ha violado a X o ha asesinado a Y.
Personalmente y después de leerla casi del tirón me parece una obra que merece la pena gastarse la pasta y es más que recomendable.
The Boys es para mi uno de los mejores trabajos de Garth Ennis.
Tiene algunos momentos que pueden aburrir y parecer innecesarios, pero a mi me ha parecido una historia muy bien llevada.
Garth Ennis se toma su tiempo con cada personaje y le dedica a cada uno lo que necesita.
Eso permite saborear bien cada momento, sin prisas y hace que el desenlace sea más intenso ya que es algo que se espera desde muchos números atrás.