Especial Superman 75º Aniversario – Un superhéroe de cine

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Después del estupendo Especial Superman 75º Aniversario – El Hombre de Acero y los cómics, hilado por los compañeros Javier Agrafojo y Enrique Ríos, continuamos la historia de El Hombre de Acero haciendo hincapié en su faceta cinematográfica, desde los seriales de los años cuarenta hasta los tiempos presentes con la última producción de Zack Snyder, en la que conoceremos o nos reencontraremos con figuras clave, o no tanto, en la andadura del primer superhéroe como George Reeves, Richard Donner y Christopher Reeve, el productor Jon Peters o incluso Jerry Seinfeld. Por otro lado, resulta difícil centrar nuestro discurso exclusivamente en el cine, sobre todo para un personaje cuya creación bebió tanto de otros medios como la radio, las tiras de prensa y, posteriormente, la televisión y la animación. Por ello, en este especial también hablaremos de ello, aunque la verdadera importancia de las interpretaciones del kriptoniano que nos ha ofrecido la televisión o la animación la podréis descubrir en futuros artículos de Zona Negativa a cargo de los compañeros Sergio Robla y Luis Javier Capote Pérez. Hoy, ahora, seguimos nuestro vuelo, para adentrarnos en la magia del cine y descubrir cómo Superman se acabó convirtiendo en el padre de todo un género cinematográfico.


Superman. Un superhéroe de cine. Primera parte:
¿Es un serial? ¿Es una película? ¡Es Superman!


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1938 – 1978

El icono universal representado hoy en día por Superman, «el abuelo de todos los superhéroes» como lo califica el guionista Mark Waid en un ensayo suyo publicado en la obra Los superhéroes y la filosofía de Tom Morris y Matt Morris, se ha forjado a lo largo de las décadas perdurando aferrado, contra toda tendencia y moda, a las entrañas de nuestra cultura popular. La inmortal e imperecedera creación de Jerry Siegel y Joe Schuster, alumbrada en 1938 en las páginas de Action Comics #1, ha sido siempre una pionera, marcando propiamente la génesis del género superheroico, el cual a su vez definiría el futuro y devenir del mismo cómic como medio. Por lo tanto, parece lógico fuese también Superman, cuarenta años después de su creación, el elegido para marcar “el kilometro 0 del género superheroico” en el mundo del celuloide, como lo califican Iñigo de Prada y Sara G. Rodríguez en su libro El Viaje del Superhéroe, con el director Richard Donner como maestro de ceremonias y con Christopher Reeve encarnando al increíble e invulnerable Hombre de Acero. Pero la relación de Superman con el cine es mucho más antigua, directa e intima de lo que se podría pensar, se encuentra en su misma esencia, y Jerry Siegel y Joe Schuster reconocerían la gran influencia de un también prematuro lenguaje cinematográfico en la definición y gestación de su personaje. «Éramos grandes fanáticos del cine y nos inspiramos mucho en los actores y actrices que veíamos», comentaba al respecto Joe Schuster en 1983, «Jerry creó todos los nombres […] En cuanto a Clark Kent, combinó los nombres de Clark Gable y Kent Taylor. Y Metrópolis, la ciudad que era su base de operaciones, viene de la película de Fritz Lang«.

Por otro lado, como nos descubría el compañero Javier Agrafojo en el ya citado Especial Superman 75º Aniversario – El Hombre de Acero y los cómics, «el ágil actor Douglas Fairbanks, popular por sus protagonistas en La marca del Zorro (F. Niblo, 1920), Robin de los Bosques (A. Dwan, 1922) o El ladrón de Bagdad (R. Walsh, 1924), prestó su apostura al nuevo héroe, mientras que su tímido alter ego -la doble personalidad fue incorporada rápidamente- recordaría a Harold Lloyd, por quien Joe Shuster sentía afinidad» siendo este una auténtica inspiración estilística para el autor a la hora de dibujar y retratar al personaje. En definitiva, la misma narrativa de las primeras historias del personaje estaba fuertemente por la magia del cine, intentando trasladar y replicar la cadencia cinematográfica en sus viñetas. Es imposible saber hasta que punto esta simbiosis primigenia entre cine y cómic repercutió de una manera u otra en el posterior éxito de Superman, un personaje, por otro lado, cuya longeva vitalidad y capacidad de supervivencia han servido para transformarlo en un «paradigma multimedia» protagonista de tiras de prensa, cómics, libros, seriales radiofónicos y televisivos, series y películas de animación, largometrajes y videojuegos. En el presente artículo, como ya hemos explicado en la introducción, intentaremos hacer una aproximación a todos estos mundos pero centrándonos, no obstante, en la relación de Superman con el cine, para dejar campos como la animación o la televisión para esas otras futuras publicaciones ya comentadas.

Es importante por ello comenzar hablando de las primeras tiras de prensa del personaje, las cuales serían el primer motor de la popularidad de Superman y las que permitirían el venidero e inmediato interés de otros medios por conocer y narrar sus aventuras. En estas tiras de prensa, publicadas por McClure Syndicate desde 1939, Jerry Siegel y Joe Shuster citaron por primera vez el planeta natal de Superman, el misterioso y asombroso Krypton, y sirvieron para hacer debutar a personajes como Lex Luthor y Mr Mxyzptlk. La publicación de las tiras de prensa se haría de forma intermitente hasta 1966 participando en ella artistas como Wayne Boring o el mítico Curt Swan. Entrados los años cuarenta, la fama de Superman llegaría a las ondas de radio con el serial The Adventures of Superman, una dramatización y adaptación de la cadena Mutual Network que se mantendría con sorprendente éxito en antena durante más de diez años hasta que finalmente la televisión, por entonces aún más una curiosidad que una alternativa real, empezaba a tomar muchas más fuerza e importancia en los hogares medios estadounidenses. El show radiofónico de Mutual Network, el cual contaba con la impresionante voz del actor Bud Collyer para encarnar al Hombre de Acero, ayudaría a ampliar sustancialmente la mitología de los cómics incorporando a ella elementos clave como la kriptonita o personajes como Perry White y Jimmy Olsen.

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El actor y radiodifusor Bud Collyer documentándose sobre Superman

La popularidad de este serial sería aprovechada por George Lowther, guionista del programa, para publicar en 1942 la novela The Adventures of Superman, apareciendo en ella por primera, por ejemplo, el nombre kriptoniano de Kal-El asociado al pasado y origen de Superman. Por otro lado, Bud Collyer colaboraría también con su voz en la producción de una serie de hasta diecisiete cortos animados para cine, entre 1941 y 1943, distribuidos por Paramount Pictures y realizados por los Estudios Fleischer, propiedad de Max Fleischer, el creador de Betty Boop, y posteriormente, después de la quiebra de estos, por los Estudios Famous, en mano de directores como Seymour Kneitel, Dan Gordon e Isidore Sparber y compartiendo Superman estrellato con Popeye el Marino, Casper o La Pequeña Lulú. El primer capítulo de esta serie llegaría a estar nominado en 1941 al Premio Oscar al Mejor Corto de Animación y, en conjunto, el trabajo de los precursores Estudios Fleischer resultaría una influencia reconocida por importantes autores posteriores como Frank Miller o Bruce Timm.

El siguiente paso importante en la historia de Superman lo daría en 1948 el productor y director Sam Katzman en colaboración con Columbia Pictures produciendo un serial cinematográfico de imagen real de quince episodios de nombre homónimo al de su protagonista, dirigidos por Spencer Bennet y Thomas Carry y protagonizados por el estadounidense Kirk Alyn. Este actor y cantante de Broadway comenta en sus memorias A Job for Superman como cuando le ofrecieron el papel creyó que todo se trataba de un truco publicitario porque le parecía imposible e inviable trasladar al personaje en una producción de ese tipo. Pero el serial sería un nuevo éxito, Superman seguía siendo por entonces un buen reclamo y se acabaría incluso rodando en 1951 una secuela titulada Atom Man Vs. Superman con los mismos responsables e incorporándose al reparto Lyle Talbot en el rol del villano Lex Luthor. No obstante, la fama de Kirk Alyn, el primer actor en interpretar íntegramente a Superman, no sería en nada comparable a la que alcanzaría el tristemente malogrado George Reeves, el heredero de la capa en la película de 1951 Superman and the Mole Men, producida por Barney A. Sarecky, distribuida por Lippert Pictures Inc. y dirigida por Lee Sholem conocido por trabajos previos en Tarzan’s Magic Fountain (1949) y Tarzan and the Slave Girl (1950) o en la televisiva The Adventures of Long John Silver (1956).

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Los seriales Superman (1948) y Atom Man Vs. Superman (1951) protagonizados por Kirk Alyn

Este film serviría como plataforma y piloto para la primera serie de televisión del personaje, con el original título The Adventures of Superman, la cual se mantendría en pantalla durante seis temporadas y ciento cuatro entregas, cincuenta y dos de ellas a color, y con un sponsor de la talla de Kellogg´s. Los episodios de The Adventures of Superman serían dirigidos por Tommas Carr o George Blair pero también repetiría Lee Sholem e incluso se animaría el mismo George Reeves en algunas entregas de la última temporada. Por otro lado, Fredric Whitney Ellsworth, dibujante, escritor y editor de National Comics, llegaría en la segunda temporada de la serie para sustituir en la producción a Robert J. Maxwell y Bernard Luber con el objetivo de lograr una mayor fidelidad y sintonía respecto a los cómics originales. De esta manera, The Adventures of Superman, emtitada entre 1952 y 1958, acabaría sellando el destino de George Reeves, un actor que ya no podría desprenderse del personaje en vida y lo encumbraría en la muerte, nunca volvió a conseguir un papel en un Hollywood que lo había encasillado fatalmente, provocando en última instancia su depresión y aparente suicidio. No obstante, hay bastantes voces discordantes sobre esto último, las cuales consideran la muerte de George Reeves un posible asesinato, el primer sospechoso del cual sería Eddie Mannix, un alto cargo de la Metro Goldwyn Mayer con cuya mujer George Reeves había tenido una relación. Teorías fundamentadas o no George Reeves ya era leyenda.

En los siguientes años, Superman desaparecería de la escena, coincidiendo con la caída de interés del público por las publicaciones superheroicas, aunque Fredric Whitney Ellsworth volvería a intentar reflotar el barco en 1961 con una nueva serie de televisión, The Adventures of Superboy, con Johnny Rockwell como protagonista, pero sólo se llegó a rodar un piloto de la misma y el proyecto quedaría definitivamente aparcado. El personaje había debutado en 1945 en More Fun Comics #101 y había conseguido su propia serie en 1949 pero en los años setenta pero no era su momento, el cómic de superhéroes se encontraba justo en un importante bypass, Marvel Comics apadrinaría la llamada Edad de Plata del cómic superheroico, haciéndose la editorial de Martin Goodman con una cuota de mercado cada vez mayor, y la reacción de DC Comics no se produciría hasta la llegada a sus filas de nuevos talentos como Neal Adams o Dennis O´Neill. No obstante, independientemente de su trayectoria en el mundo del cómic, Superman mantuvo intacta su enorme popularidad, se había convertido en un símbolo más de las bonanzas del american way of life, resurgido con fuerza después de la Segunda Guerra Mundial, y esto podría explicar como el personaje pudo en 1966 convertirse en el protagonista y reclamo de un musical de Broadway. Esta inesperada adaptación dirigida por Harold Princes llevaba por título It’s a Bird… It’s a Plane… It’s Superman, había sido escrita por David Nowman y Robert Benton, la música compuesta por Charles Strouse -más conocido por otra adaptación musical de cómic como sería Annie-, con Lee Ada ayudando en las letras y mientras los principales roles principales recaían en Bob Holiday y Patricia Marand.

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Escena del musical It’s a Bird… It’s a Plane… It’s Superman (1966) con Bob Holiday

El éxito de este musical sería esquivo, pese a las buenas críticas recibidas, aunque en décadas posteriores sería revivido en varias ocasiones y versionado, como en 1975 siendo adaptado en un especial de televisión por la cadena ABC con David Wilson y Lesley Ann Warren en los papeles principales. Pero, volviendo a 1966, ese mismo año también comenzaría a emitirse una nueva serie animada de televisión producida por Filmation para la cadena CBS, bajo el ya recurrente título de The New Adventures of Superman, y sometida a la dirección de Hal Sutherland, director de producción de He-man and the Masters of the Universe, la producción contaría de nuevo con el ya veterano Bud Collyer para poner la voz al Hombre de Acero. El proyecto sería asesorado por el editor Mort Weisinger, contando en un principio también con un espacio dedicado a The Adventures of Superboy, finalmente cancelado por su «excesiva violencia», y se mantendría en el aire durante cuatro temporadas, hasta 1970, para tomar el relevo en 1973 la cadena ABC con la serie Super Friends animada por Hanna-Barbera.

En esta adaptación de La Liga de la Justicia la voz de Superman sería interpretada por Danny Dark debido al fallecimiento de Bud Collyer en 1969, el que había convertido a lo largo de los años en una de las grandes figuras asociadas a la historia del personaje como reconocería DC Comics en 1985, durante su 50º Aniversario, incluyendo famoso actor y radiodifusor en un especial como una de las cincuenta personalidades que habían ayudado a hacer grande a la editorial. Por supuesto, en esa lista privilegiada también figuraba por méritos propios el actor Christopher Reeve, el mítico Superman de Richard Donner de 1978, el Hombre de Acero hecho carne y hueso, la persona que nos hizo creer que un hombre podía verdaderamente volar y la película que marcaría en los setenta un antes y después para el personaje, para el cine y para el género superheroico.



Superman. Un superhéroe de cine. Segunda parte:
¡Este es un trabajo… para Christopher Reeve!


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1978 – 1988

El Superman de Richard Donner y Christopher Reeve, un proyecto largamente esperado, vendría a conmemorar de la mejor manera posible los primeros cuarenta años de vida del Hombre de Acero. La película se convertiría inmedidamente en un clásico y en un éxito sin paliativos de la época, 55 millones de presupuesto invertidos se traducirían en una recaudación en taquilla de 300 millones de dólares, desatando todo un fenómeno respaldado por crítica y público. La interpretación superheroica de Richard Donner, condecorada con el Premio Oscar a los Mejores Efectos Especiales, narraba los orígenes de Superman, la destrucción de Kripton, la llegada de Kal-El a la Tierra siendo acogido por sus padres adoptivos, su faceta como reportero del Daily Planet y su primer enfrentamiento con el malvado y maquiavélico Lex Luthor. En el reparto, brillando con luz propia, Christopher Reeve, encarnando al timorato y torpe Clark Kent y a su superpoderoso álter ego Superman, papel para el que se habían barajado anteriormente sorprendentes nombres como Muhammad Ali, Dustin Hoffman, Al Pacino, James Caan, Clint Eastwood o Steve McQueen. Pero Richard Donner confió en un joven y casi desconocido Christopher Reeve y la jugada le salió perfecta. “Nadie podí­a haber interpretado el papel de la manera en la que lo hizo», comentaba el director en una entrevista fechada en 2011 y concedida al portal virtual Hero Complex de Los Angeles Times, «creo que a estas alturas es imposible encontrar a alguien que lo haga de la misma forma que él. Sea quien sea, quien venga tendrá que hacerlo de una forma distinta».

El reparto lo completaban Margot Kidder, como el interés romántico del héroe Lois Lane, Marlon Brando como Jor-El, Gene Hackman como Lex Luthor, Jackie Cooper como Perry White y Marc McClure como Jimmy Olsen a los que habría que añadir el cameo de Kirk Alyn y Noel Neiil que habían interpretado a Superman y Lois Lane de los seriales de los años cuarenta. En términos generales, la adaptación resultaba bastante fiel a los cómics originales, rescata la misma esencia del personaje para el cine, Christopher Reeve comentaría al respecto, como se hacen eco en la web Fortaleza de la Soledad recuperando el extracto de unas declaraciones del actor al diario Lewiston Evening Journal, como la película se había hecho con mucho cariño y como eran conscientes de que las producciones de la época debían «tener emoción, sorpresas y ambiente para sacar a la gente del entretenimiento blando de la televisión». En parte, el éxito de la película debe su mérito a un guión en el que había colaborado Mario Puzo y también un Tom Mankiewicz que tenía claro que la clave era la verosimilitud porque debían “convencer a la audiencia de que un tipo puede volar”. No obstante, la mirada de Richard Donner, un auténtico aficionado al personaje haría la parte más importante, demostrando lo acertada que había sido su contratación por encima de la de cineastas como Guy Hamilton, director de algunas películas de James Bond, o Steven Spielberg que finalmente preferiría filmar Encuentros en la Tercera Fase (1977).

Pero pese al buen sabor de boca, la revista Variety la calificaría como «una maravillosa, divertida y absurdamente apasionante fantasía», el camino no había sido nada fácil, la visión de Richard Donner y su obsesión meticulosa demostrada en el rodaje provocaría no pocos conflictos con sus productores Ilya Salkind y su padre Alexander Salkind. Estos habían adquirido los derechos de Superman a Time Warner/DC Comics en 1973 con la intención de convertirlo en una saga parecida a la de James Bond y siguiendo la estela marcada en 1977 por La Guerra de las Galaxias de George Lucas cuyos avances en los efectos especiales les habían acabado por convencer de la viabilidad y futuro de su proyecto. Las secuelas de Superman, con Christopher Reeve pero sin Richard Donner, se sucederían en los siguientes años, Superman II (1980), Superman III (1983) y la catastrófica Superman IV: En busca de la paz (1987). Los directores asociados a estas, Richard Lester y Sidney J. Furie, serían incapaces de superar la calidad y expectativas de la película original, aún manteniendo en ellas idéntico reparto, exceptuando casos como el de Marlon Brando, y con la misma fanfarria superheroica compuesta por John Williams, una melodía inconfundible y mítica convertida en un elemento indisoluble del mito de Superman.


Superman de Richard Donner revisionada por Raúl Silvestre


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Todo el mundo tiene recuerdos de su primera vez en el cine. O al menos, de aquella primera vez que fuera consciente de estar en una sala. Mi primer recuerdo sin embargo, no es mío, sino la idealización de algo contado por un familiar, ese tío que me llevó a ver Superman II (1980) siendo yo un infante precoz, pero lo suficientemente pequeño como para no recordar semejante hazaña. Debía tener unos tres años. Aún así, me porté bien. La pantalla, según me contaron, me mantuvo absorto. Y lo que allí se contaba tuvo que tener un efecto inmediato y perenne en aquella cabecita que aún se estaba formando. Tanto es así, que según mi tío, que en paz descanse por cierto, tras la proyección, me pasé dos horas con los brazos levantados, simulando la posición de vuelo de Superman, recorriendo las calles de La Laguna como si flotara sobre ellas. Y de seguro que en mi pensamiento así era. El efecto, por tanto, fue fulminante. El hechizo había cuajado. Mi tío no sabía la caja de Pandora que acababa de abrir. O sí lo sabía y quizá lo hizo adrede. Lo cierto es que aquella película creó la necesidad de continuar las aventuras de aquel tipo de la capa roja de la manera que fuese.

Esa es la razón por la que no recuerdo cual fue el primer tebeo que tuve en mis manos, pues aprendí a leer con ellos. Superman II tuvo la culpa. Fue la raíz de una pasión por dos medios –el cine y el cómic- que marcan a fuego la vida de millones de personas y que en mi caso tuvo un mismo origen. Con el tiempo, ambas pasiones fueron convirtiéndose en obsesiones, llegándome a gastar toda la paga primero y el sueldo después en novelas gráficas, cintas de VHS, bandas sonoras, entradas de cine y más tebeos. Y fue Superman II también el origen de un amor por un personaje con el que, como los amores más longevos, he pasado por rachas y picos en función de la edad. Tanto es así, que durante la adolescencia mis gustos torcieron más hacia el de Gotham –eran los 80, la explosión de Frank Miller y Alan Moore, ¡los cómics parecía que maduraban a la vez que uno mismo!- y Superman sería disfrutado de uvas a peras, con San John Byrne por delante. Pero ha sido entrar en la madurez –si a esta vida de asalariado que cae y salta de paro en paro se le puede llamar edad adulta-, cuando mi interés por Superman ha aumentado en detrimento del de Batman. De pronto, las historias más oscuras han ido perdiendo el brillo para mí frente a la imaginativa parafernalia de ciencia ficción que evoca el de Krypton. Y es que con Superman siempre tengo la impresión de que las mejores historias están aún por contar, lo que me llena de una esperanza irracional, máxime cuando a pesar de llevar setenta y cinco años en los kioscos, el porcentaje de malas historias de Superman es muy superior al de las mediocres de Batman, por continuar con la comparativa.

Pero vuelvo, que me voy por las ramas. Superman. 1977. 1981. Richard Donner. El segundo recuerdo vívido de esta versión canónica del personaje –la que más ha calado en el imaginario colectivo en toda su trayectoria, no cabe duda, y con permiso de George Reeves-, fue la emisión en TVE de la primera película, momento que me pilló más mayorcito y con el que pude disfrutar al fin del film predecesor. Y aquello fue otro shock. Un shock que a día de hoy –han pasado más de treinta años, señores- sigue surtiendo efecto en según qué secuencias. Sobretodo en aquellas relativas a Krypton o esas donde el excelente reparto da lo mejor de sí mismo, transformando unos personajes de dos dimensiones en personalidades de carne y hueso, donde la química entre Lois y Clark es tan palpable como trágica supone la muerte de Pa Kent. El Superman de Richard Donner fue una revolución, eso es de todos sabido, ya no sólo por la calidad de sus efectos visuales, sino fundamentalmente por tratar un tema infantil –los tebeos norteamericanos eran para niños, o aquello era la norma en la opinión pública- con un respeto y una seriedad adulta, siempre dentro de un concepto válido para todos los públicos. Aquello era el albor del cine de los ochenta, el cine familiar que invadió las multisalas y que hizo recuperar económicamente las arcas hollywoodienses después de una década de obras maestras que apenas dejaban dividendos.

Trailer de Superman (1978) de Richard Donner

Superman arrasó por tanto, pero lo hizo con gusto y elegancia, con estrellas de primer orden en su reparto. Si impensable nos parecía en los 2000 que se hiciera un trilogía seria sobre Batman, más loco era pensar en los setenta que Marlon Brando o Gene Hackman actuasen en una cinta sobre un personaje en mallas y que lo iban a hacer con la perspectiva interpretativa de quien afronta un clásico shakesperiano, con un cheque abundante como aliciente, eso sí. El diseño de producción de John Barry, la poderosa paleta del director de fotografía Geoffrey Unsworth y por supuesto la sempiterna banda sonora de John Williams fueron pilares para crear un edificio cuya enjundia fue orquestada por un Richard Donner en estado de gracia. Pero los iconos se crean con personas que prestan su cuerpo. Así que el acierto tremendo llegó con el nombre de Christopher Reeve, cuya silueta quedará vinculada con el personaje hasta que éste desaparezca del imaginario colectivo. Christopher Reeve encarnó a Superman de una manera tan efectiva que influyó en la visión global del héroe, al representar de manera ensoñadora las cualidades más bondadosas del personaje, sin convertirlo en una parodia.

Por primera vez, ser un caballero y tratar de hacer lo correcto, sin resquicios morales o egoísmos supuestamente realistas, resultó atractivo. El Superman de Christopher Reeve fue inmenso, no por sus poderes, de innegable capacidad para maravillar, desde luego, si no por su porte y prestancia, que más que tratar de identificarlo con el público, trataba de mostrarlo como un icono al que intentar asemejarse, como un ideal hecho carne. Para humanidades, ya estaba el tímido y torpe Kent, cuya representación bajo la piel de Christopher Reeve supuso otro gran acierto. Por primera vez, el juego del álter ego resultaba verosímil, gracias a las cualidades interpretativas de un tipo que con arquear la espalda y tartamudear lograba hacernos creer que Kent y Kal-El no eran la misma persona. Un triunfo en toda regla. Ojalá que no sea irrepetible. Esta dualidad adquirió mayor importancia incluso en la secuela, donde al despojar al héroe de sus poderes, la debilidad física subsiguiente era retratada desde un punto de vista algo exagerado, pero igualmente efectivo. Lástima que la película no esté a la altura a nivel visual de su predecesora.

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«Creerás que un hombre puede volar»

Luego llegaron la tercera y la cuarta parte, sendas decepciones, que se sumieron en el olvido bajo la implacable y arrogante capa del caballero oscuro. Un jovencísimo Tim Burton tuvo la fortuna de rodar el primer Batman, cuyo paso por las retinas del público creó una impresión que perduró hasta que Christopher Nolan se lo merendó, para bien o para mal, que sus detractores también tiene. Diez años más tarde, el de superhéroes se convirtió en un subgénero por derecho propio con la proyección del primer X-Men de Bryan Singer hasta la culminación de Los Vengadores de Joss Whedon, trece años después. Superman regresó a su vez durante ese tiempo, como todos saben, pero ese retorno fue tan torpe que la película ha sido olvidada. Y esperemos que El Hombre de Acero de Zack Snyder la borre del recuerdo por completo. Papeletas no le faltan.

Pero volvamos al Superman de Richard Donner. ¿Cómo se crea entonces una película que esté a la altura del mito? Pues optando por cimentar las bases del personaje. Veamos, unas dosis de ciencia ficción, gramos de épica, savoir faire técnico a la altura del personaje, interpretaciones estudiadas, aventura familiar y una sintonía pegadiza. Parece sencillo, pero no lo es, pues el noventa por ciento de los blockbusters tratan de encontrar la seguridad de esta fórmula tan esquiva. ¿Por qué sigue funcionando el Superman de Richard Donner a día de hoy? Y es que aún lo hace, a pesar de la evolución estética y visual que de manera natural ha sufrido el cine comercial desde su estreno hasta hoy. Lo hace, a pesar de su ingenuidad narrativa, donde los villanos no dan miedo y las amenazas pocas veces llegan a ser verosímiles. Mario Puzo tuvo algo que ver con aquello, desde luego. Pero es en el tono narrativo, en el pulso del relato, donde Superman triunfa. Eso es debido al talento de Donner, quien se dejó la salud, literalmente, en llevar a buen término la película. Además, hicieron brillar la cinta a través de la diferenciación sutil del sabor de cada acto.

El prólogo en Krypton, perturbador, con una estética y un ritmo deudores incluso de Stanley Kubrick, pero fascinantes en su particularidad, pues no ha habido una representación tan original de un planeta alienígena desde ese momento. El primer acto en sí, la infancia de Clark, es una épica norteamericana en toda regla, con esos maizales en atardecer, con sus vastísimos planos generales, donde se fragua el carácter del héroe y se presenta su peculiaridad, convirtiéndolo en el hombre más solo del mundo, como solo y único se siente el espectador en su butaca. El segundo acto cambia de rumbo y lo hace de manera salvaje. Pero eso no supone un problema, más bien al contrario. Clark Kent llega a Metropolis y con él, todo brilla, la película arde con la esperanza del caballero andante por antonomasia, del Hércules definitivo, de ese ángel guardián que sobrevuela la ciudad pendiente de nuestro bienestar. Y es aquí donde el film es más fiel que nunca al espíritu del personaje, pues ese candor, esa ingenuidad que desprende Christopher Reeve bajo el atuendo de la gran S, es un compendio de los rasgos definitorios del personaje a lo largo de su vida en viñetas.

La pureza, la sencillez, la algarabía de hacer lo correcto, con educación. Sí, aunque parezca un boy scout. Pero es que bajo la piel del malogrado actor, todo eso funciona. Y cuando lo vemos aparecer, queremos que lo haga. Bravo a Christopher Reeve y Richard Donner por ello, pues supieron ver al icono como un individuo cuya mera presencia implica una mejora frente al entorno, el bienhechor por antonomasia y sin vergüenza por serlo. Aplausos. Es entonces cuando entiendes que cualquiera pueda enamorarse de semejante individuo. Y más si Richard Donner tiene la visión de contarnos la maravilla que supone el kryptoniano para el ciudadano de a pie desde la perspectiva alucinada de una Lois Lane que cae rendida ante él. El tema de amor de John Williams, una de los más hermosas melodías románticas jamás escritas para una película, tiene mucho que ver para que la magia cinematográfica funcione. A pesar de que a veces, Margot Kidder no esté a la altura, excediéndose en ese toque excéntrico en el que envuelve a su personaje.

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El actor Christopher Reeve en una escena de Superman (1978) de Richard Donner

Lo que nos lleva a destacar los desaciertos de la cinta, que no todo es oro bajo la capa de Richard Donner y Mario Puzo. Los villanos están descoloridos, poco definidos. Son aún demasiado hijos del papel que los vio nacer. Y si bien dentro de la lógica del film resultan coherentes, hacen cojear a la trama de un mcguffin potente, de un antagonista a la altura, a pesar de la graciosa interpretación de Gene Hackman. La resolución, en exceso grandilocuente y ausente de lógica –qué lógica le puedes pedir a un tipo que vuela, habrán pensado al escribirla-, diluye la eficacia de un guión que fue reescrito durante el rodaje y previo al estreno a petición de los productores. Que Richard Donner fue despedido después de haber rodado gran cantidad de metraje para la secuela es conocido por todos. Y este final impuesto, pensado para su secuela, tuvo que ver en este desagradable proceso.

Como el lector atento puede atisbar, esta reseña está preñada de nostalgia, enemiga acérrima de una mirada imparcial para analizar un filme. Pero, como soy espectador, de gustos vehementes, antes que crítico, mis filias están por encima de mis aptitudes para la fría lógica. Así que disculpen si les parece poco profesional, pero a esta cabecita le resulta casi imposible hablar de una película, que como puede verse, me ha marcado de manera tan poderosa. Una obra maestra en toda regla, en definitiva, pues marcó un antes y un después y que sirvió como guía para crear un género específico dentro del fantástico. Pero como cualquier filme comercial, no deja de ser deudora de su época. Una mirada moderna y poco dada a la nostalgia podría dejarla en peor lugar. En el cine, treinta y cinco años son demasiados para una imagen canónica. Es hora de un cambio de rumbo cinematográfico, de modo que Zack Snyder y Christopher Nolan son unos valientes por atreverse a contar de nuevo lo mismo, desde una perspectiva actual. Más con semejante mastodonte popular con quién se le va a comparar. Tan sólo espero que El Hombre de Acero esté a la altura del mito. Si crea nuevos lectores, si el hechizo funciona en los chavales como lo hizo conmigo, tendremos Superman para rato. ¡Que las tiendas de cómics no pueden vivir sólo de treintañeros, señores!


En 1980 se estrenaría Superman II, un periodo de tiempo breve se podría pensar si no fuese porque Richard Donner había rodado la mayoría del metraje simultáneamente a su trabajo en la primera película, pero entre medias las comentadas diferencias creativas entre el director estadounidense y los productores de la saga se acrecentarían hasta forzar el despido y la salida del proyecto del primero. El sustituto elegido sería el mencionado Richard Lester, hombre de confianza de Ilya Salkind y Alexander Salkind con los que ya había trabajado en Los cuatro mosqueteros (1974), el cual descartaría finalmente la mayoría de material que Richard Donner había filmado y preparado de cara a la secuela aprovechando sólo un 30% del mismo. En Superman II se incrementaría el tono de comedia de la película original enhebrando una historia que trataba el conflicto de Superman con el General Zod, un personaje de creado por Robert Bernstein y George Papp en 1961 en las páginas de Adventure Comics #283, aunque de escasa repercusión en la mitología del personaje hasta la interpretación de Terence Stamp en esta película la cual, con un presupuesto muy parecido a su primera parte, sólo recaudaría 108 millones de dólares aunque Ilya Salkind y Alexander Salkind seguirían confiando en su valiosa franquicia.

El metraje perdido de Richard Donner sería recuperado por Warner Bros. veintiocho años después, una decisión en la que tendría mucho que ver la presión realizada por los aficionados en internet y las redes sociales, y coincidiría con el estreno en 2006 de la malograda Superman Returns de Bryan Singer, película a su vez que devolvía al personaje a la gran pantalla después de veinte años de ausencia y en plena revolución del género superheroico a nivel cinematográfico. El resultado sería una nueva versión de Superman II, conocida como Superman II: The Richard Donner Cut, para la que se recuperó el guión original planteado por Richard Donner y Tom Mankiewickz a finales de los años setenta y se realizó un nuevo montaje de la película con el material conservado. En esos precisos momentos Richard Donner, prácticamente retirado de su faceta como director de cine, aunque como productor había sido partícipe del éxito de los X-Men de Bryan Singer, se encontraba guionizando junto a su discípulo Geoff Johns y el dibujante Adam Kubert algunos números de la mítica cabecera Action Comics dedicada al Hombre de Acero al que el mismo director reconoce deber su carrera.

La historia podría haber sido otra pero Superman seguiría en 1983 su vuelo cinematográfico con Richard Lester en Superman III, en una historia en la que Richard Pryor se uniría al reparto para acabar de definir la parodia en la que se había transformado y degenerado la saga. El malestar de Margot Kidder con los productores a raíz del despido de Richard Donner se tradujo en su casi ausencia de la trama de la película y las amenazas en un principio pensadas para hacer frente a Superman, Brainiac y Mr. Mxyzptlk, se acabaron cayendo del guión, el público, por su parte, respondió con una recaudación menguante y muy alejada de las anteriores cifras de la antaño prometedora franquicia. Mientras, Supergirl intentó tomar el relevo, la película de Kara Zor-El se estrenaría en 1984, con Helen Slater como protagonista, secundada por Faye Dunaway, Peter O’Toole, Hart Bochner, Mia Farrow y Marc McClure. El personaje debería haber sido presentado en Superman III pero al final, como en otras cuestiones, la producción acabó tomando otro rumbo, y las aventuras de Supergirl, en las que Christopher Reeve finalmente no apareció con su cameo previamente acordado, pillaron al público desprevenido y poco receptivo. Este spin-off dirigido por Jeannot Szwarc, distribuido en este caso por Tri Star Pictures, sería un fracaso absoluto, con un presupuesto de 35 millones de dólares apenas recaudaría 14, lo cual hizo descartar de inmediato cualquier tipo de secuela o continuación posible sobre la prima de Superman.

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Escena de Supergirl (1984) de Jeannot Szwarc

Parecía que la saga de Superman había llegado a un callejón sin salida, Christopher Reeve se negaría a participar en ninguna otra secuela, aunque el cambio de productores, pasando los derechos a manos de Menahem Golan y Yoram Globus, resultando en una asociación entre la productora de serie B Cannon Films y Warner Bros., y una correspondiente propuesta de aumento de sueldo para el actor sirvieron para tantearle para este nuevo proyecto al que volverían Gene Hackman, Marc McClure y Margot Kidder. Finalmente, Christopher Reeve volvería a vestir la capa, convencido después de acceder los productores a darle derecho a voto en el guión de la película y recibir financiación para su proyecto personal Street Smart (1987) que llevaría a cabo junto al cineasta Jerry Schatzberg y el actor Morgan Freeman. La silla de director para esta nueva secuela sería ofrecida a Richard Donner, pero este rechazó la oferta con buen criterio en favor de Arma Letal (1897), por lo tanto, el honor acabó recayendo en el canadiense Sidney J. Furie. La película resultante, estrenada en 1987, sería una cinta de escaso presupuesto, involutiva en cuanto a efectos especiales, la vapuleada Superman IV: La búsqueda de la paz, la debacle cinematográfica final del personaje que habría de suponer un auténtico e ineludible final de era. Las pretensiones de rodar una quinta entrega, la cual habría sido dirigida por Albert Pyun, se convirtieron en una verdadera quimera ante la posterior quiebra de Cannon Films y el regreso de los derechos del personaje a las manos de Ilya Salkind y Alexander Salkind los cuales escarmentados de experiencias anteriores centrarían a partir de entonces sus esfuerzos en la pequeña pantalla.



Superman. Un superhéroe de cine. Tercera Parte:
¿Qué le sucedió al Hombre del Mañana?


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1988 – 2013

Los tiempos se habían vuelto más oscuros a finales de los ochenta, no había lugar para la fantasía superheroica pura y dura, era el momento de héroes como Batman de Tim Burton cuyo estrenó en 1989 sería el comienzo de un fenómeno comparable en éxito y repersución al que había protaginizado hacía más de una década el Superman de Richard Donner. Por desgracia, Superman desaparecería del panorama cinematográfico durante los años noventa, pese a verse asociado en un sinfín rumores y proyectos, con multitud de nombres asociados a ellos, incluso algunos en una fase de trabajo y pre-producción bastante avanzada, pero reiteradamente cancelados o aparcados por sus productores. Mientras tanto, en televisión se estrenaría en 1988 la serie de imagen real Superboy, renombrado en su tercera temporada como The Adventures of Superboy, una producción de Ilya Salkind y Alexander Salkind para la cadena CBS en la cual colaborarían autores como Mike Carlin, Andrew Helfer, Denny O’Neil o J. M. DeMatteis. En la primera temporada el rol de Superboy sería interpretado por el actor John Haymes Newton y a partir de ahí, hasta el final de la serie en 1992, este sería sustituido por Gerard Christopher más del agrado y beneplácito de los responsables de la serie. Curiosamente, The Adventures of Superboy se empezó a producir durante el 50º Aniversario de la creación de Superman por parte de Jerry Siegel y Joe Schuster pero también, paradójicamente, después de haber borrado DC Comics a Superboy de la continuidad del Hombre de Acero con el reinicio de la destacada etapa de John Byrne.

La misma cadena CBS en 1988 había estrenado, paralelamente, una nueva serie animada de Superman, siendo sus responsables Warner Bros. y Ruby-Spears Productions, creadores de Scooby-Doo y Alvin y las Ardillas. El resultado sería una serie de una única temporada de trece episodios, inspirada en los cómics del mencionado relanzamiento de John Byrne, y en la cual colaborarían autores como Marv Wolfman y Gil Kane. Por otro lado, en 1993 Warner Bros. no descartaban el futuro del personaje en el cine, su objetivo era aprovechar el éxito y controversia que había generado un año antes en los cómics La Muerte de Superman llevada a cabo por el equipo creativo formado por Dan Jurgens, Roger Stern, Louise Simonson, Jerry Ordway y Karl Kesel, por lo que los directivos del estudio confiaron en el productor Jon Peters, responsable del Batman de Tim Burton, para llevar a cabo un proyecto capaz de relanzar al personaje y adaptar su mitología a los nuevos tiempos. El experimento sería conocido como Superman Reborn, un guión en el que trabajarían Jonathan Lemkin y Gregory Poirier, tomando a Brainiac y Doomsday como villanos principales, pero Warner Bros. no quedó contenta con él y siguiendo el consejo del director y guionista Kevin Smith decidieron partir de cero.

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Fotograma de la serie animada de Superman (1988) de Ruby-Spears

Mientras tanto, en televisión, la cadena ABC tomaba el relevo en 1993 con Lois y Clark: Las nuevas aventuras de Superman, una serie de cuatro temporadas protagonizada por Dean Cain y Teri Hatcher y desarrollada por Deborah Joy LeVine, la cual sería conocida como «la mujer que revivió a Superman» por conseguir volver a generar interés en el público por el personaje, con una historia en la que el romance y el drama se impondrían definitivamente a la ficción superheroica. El personaje volvía a llamar la atención del gran público pero su regreso cinematográfico continuaba paralizado, Kevin Smith trabajaría en el guión de la conocida como Superman Lives mientras intentaba complacer las absurdas demandas del productor Jon Peters, el cual había ordenado cambiar el tradicional traje de Superman por uno negro y plateado o prescindir de su habilidad de vuelo. El guión de Kevin Smith pasó el filtro de Jon Peters pero con la asignación de Tim Burton como director, y con la fecha de estreno fijada por Warner Bros. para 1998, el cineasta mandó reescribir y cambiar el libreto a Wesley Strick. El proyecto, con el siempre entregado Nicolas Cage asociado para interpretar el rol de Superman, con la pre-producción en un estado muy avanzado, sería finalmente cancelado debido a las diferencias creativas y disputas entre Tim Burton y el conflictivo Jon Peters. Por lo tanto, los plazos no se cumplieron, tanto Tim Burton como Nicolas Cage se desvincularon del proyecto y la lista de propuestas fallidas para las películas de Superman seguía creciendo.

El único estreno relacionado con el personaje que podría verse en 1998 serían una serie de sketches publicitarios de American Express presentados en la Super Bowl de ese mismo año, protagonizados por el Hombre de Acero, animado para la ocasión al estilo Curt Swan, y un declarado fanático de Superman, el actor y humorista Jerry Seinfeld. En lo sucesivo, cinematográficamente hablando, se asociarían al relanzamiento del Superman directores tan dispares, aunque siempre con un perfil destinado al cine de evasión, como Brett Ratner, Martin Campbell o Michael Bay pero ninguno de ellos acabaría por cuajar, a lo que había que añadir la facilidad con la cual Jon Peters fulminaba libretos y quemaba guionistas rechazando dispares propuestas realizadas por William Wisher Jr. o el escritor Alex Ford. Pero una nueva circunstancia habría de llevar Warner Bros. a reinterpretar el regreso de Superman a la gran pantalla: el fracaso comercial y artístico en 1997 del Batman & Robin de Joel Schumacher. La saga iniciada por el Batman de Tim Burton se había ido desinflando en manos del director de Jóvenes Ocultos (1987) y Un día de furia (1993), la fórmula estaba totalmente agotada, ni siquiera el público se sentiría atraido por un mediático reparto encabezado por George Clooney, Chris O’Donnell y el veterano Arnold Schwarzenegger.

Uno de los spots publicitarios de Jerry Seinfeld y Superman

De esta manera, se pensó en la posibilidad de matar dos pájaros de un tiro, Batman Vs. Superman parecía ser una posibilidad, el guionista Paul Attanasio y Andrew Kevin Walker realizaron los primeros borradores del guión y el director McG sería contratado para filmarla. Posteriormente, se hablaría de una película rodada por Wolfgang Petersen y escrita por el guionista Akiva Goldsman, pero nunca más se volvió a saber de ella y Warner Bros. en adelante se centraría en el reinicio de la franquicia de Batman relegando nuevamente a Superman al olvido por una larga temporada. En realidad la mejor versión de Superman en los años noventa se vería en la serie animada Superman: The Animated Series, emitida entre 1996 y 2000 en The WB Television Network, un total de cuatro temporadas desarrolladas por el equipo creativo formado por Alan Burnett, Paul Dini y Bruce Timm. Esta producción era la heredera de Batman: The Animated Series, creada a principios de los noventa por el mismo Bruce Timm y Eric Radomski, y resultaba también un homenaje a los míticos cortos animados de los años cuarenta de los Estudios Fleischer. El éxito de Superman: The Animated Series se trasladaría a los cómics, DC Comics comenzaría a publicar la cabecera Superman Adventures, la cual sobrevivía al final de la serie de televisión, siguiendo el estilo y espíritu de las animaciones de Bruce Timm y compañía y con autores como Paul Dini, Mark Evanier, Devin Grayson, Mark Millar o Ty Templeton implicados en ella.

El cambio de siglo se presentaría con una nueva serie de imagen real, Smallville, en la tradición iniciada en los noventa con el Superboy de Cannon Films y Lois y Clark: Las nuevas aventuras de Superman de Deborah Joy LeVine. En el caso de Smallville, como su propio nombre anticipa, encontramos la historia de los orígenes extendidos de Clark Kent, Superman se encuentra en casi todo momento fuera de la ecuación aún jugando con su mitología, personajes y referencias. La acción superheroica de Smallville pasaba a un segundo plano, centrándose la trama en las relaciones entre personajes, el romance, el drama y la comedia. Esto no sería impedimento para que Smallville se convirtiese en la serie de imagen real más longeva asociada al mito de Superman hasta la fecha, con un total de diez temporadas emitidas entre 2001 y 2011 en The WB Television Network, el show estaba protagonizado por Tom Welling al que le acompañaba un reparto lleno de caras jóvenes como Erica Durance, Allison Mack, Aaron Ashmon, Kristin Kreuk y Michael Rosenbaum.

El éxito de Smallville seguramente sería un acicate para Warner Bros. a la hora de intentar devolver al Hombre de Acero a la gran pantalla, descartando Batman Vs. Superman y propuestas anteriores, por lo que los estudios se pusieron en contacto con el director y guionista J.J. Abrams para plantear el reinicio de la saga. La propuesta original resultante sería una trilogía que tendría por título Superman FlyBy y cuyos esbozos de guión planteaban un cambio radical en los mismos orígenes del personaje. El proyecto volvió a estar asociado a Brett Ratner y McG aunque finalmente el elegido para desarrollarlo sería Bryan Singer que ya había demostrando su solvencia al encargarse de las películas de los X-Men. Respaldado por Warner Bros. Bryan Singer optaría por un nuevo planteamiento alejado de Superman FlyBy y, posiblemente, más ambicioso e inabarcable, con un guión escrito por Michael Dougherty y Dan Harris el director de Sospechosos Habituales (1995) tenía como objetivo retomar la continuidad original de las películas de Richard Donner y Christopher Reeve. De esta manera, Superman Returns se estrenaba en 2006, continuando allí dónde había quedado la historia de Superman II, descartando las secuelas posteriores, y sirviendo de homenaje póstumo a Christopher Reeve tristemente fallecido en 2004 a la temprana edad de cincuenta y dos años. En el reparto, Brandon Routh se hacía con el mítico doble papel de Clark Kent y Superman, mientras Kate Bosworth encarnaría a Lois Lane y Kevin Spacey hacía lo propio con Lex Luthor intentando mimetizarse con la interpretación de Gene Hackman al mismo tiempo que se recuperaban imágenes de archivo del Jor-El de Marlon Brando.

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Fotograma de Superman Returns (2006) de Bryan Singer

La película fue un éxito de taquilla recaudando más de 391 millones de dólares, la octava película más taquilla de 2006, por debajo de X-Men 3: La Decisión Final de Brett Ratner, pero con un presupuesto por encima de los 270 millones apenas generó beneficios y la Warner Bros. la considero un fracaso cancelando su secuela. Las críticas de Superman Returns tampoco fueron muy entusiastas, resaltando como Bryan Singer se había recreado demasiado en su metáfora cristiana y en su excesivo apego a la fidelidad del Superman de Richard Donner pero sin conseguir encontrar el camino para su Hombre de Acero. El golpe haría caer de nuevo al personaje en el ostracismo cinematográfico, desapareciendo de la pantalla grande durante otros trece años, hasta el presente año 2013 en el cual Warner Bros. conmemora el 75º Aniversario de Superman con el estreno de El Hombre de Acero de Zack Snyder. Previamente, en 2011, se habló de incluir a Superman en una película a mayor gloria de La Liga de la Justicia, el experimento se llamaría Justice League: Mortal y estaría dirigido por George Miller, con un casting formado por Superman (D.J. Cotrona), Batman (Armie Hammer), Wonder Woman (Megan Gale), Aquaman (Santiago Cabrera) y Flash (Adam Brody).

Pero, finalmente, Warner Bros. se desentendió del proyecto y volvió a mirar hacía el final de la trilogía de Christopher Nolan con Batman y más de reojo al futuro de el Hombre del Mañana. Precisamente, Christopher Nolan ejerce como asesor y productor de la nueva película de Superman, El Hombre de Acero cuenta con guión de David S. Goyer y con Zack Snyder en la dirección. La apuesta vuelve a ser arriesgada, posiblemente más que nunca, porque El Hombre de Acero supone no ya una nueva oportunidad para Superman en el cine sino también para el futuro y devenir de los personajes de Warner Bros./DC Comics en el medio. No se puede obviar como las reglas del género superheroico han cambiado desde el éxito de Los Vengadores de Joss Whedon y esta nueva encarnación del primer superhéroe de la historia está destinada a hacer frente y lidiar con todo ello. Este Superman, actualizado a los tiempos y sensibilidades modernas, con el rostro de Henry Cavill, al que secunda un reparto de lujo, Amy Adams, Michael Shannon, Kevin Costner, Laurence Fishburne, Diane Lane y Russell Crowe, promete mucha introspección y épica, una fórmula que esperemos haga creer a las nuevas generaciones que un hombre puede volar.


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 Todos nuestros artículos y reseñas del Especial Superman 75º Aniversario

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Reverend Dust
Lector
19 junio, 2013 14:03

El hombre de acero, como su más reciente predecesora, no va a estar a la altura del personaje.
Christopher Reeve: 1’93
Henry Cavill: 1’85

Creo que está claro.

P.D. ¡Soy más alto que el nuevo Superman! WTF???

Ocioso
Ocioso
Lector
19 junio, 2013 14:10

Reverend Dust ha comentado: ¡Soy más alto que el nuevo Superman! WTF???

Siiiii, y además estás haciendo la tesina. Creo que el cliché sobre tu ego está a punto de desbancar al de tu precalvicie.

Reverend Dust
Lector
19 junio, 2013 14:20

El comentario iba porque se supone que cogieron al tipo porque, aparte de actuar mejor que una almeja, daba el físico. Si Superman existiese se me haría raro poder verle el cartón sin esfuerzo.

Ocioso
Ocioso
Lector
19 junio, 2013 14:31

Reverend Dust ha comentado: Si Superman existiese se me haría raro poder verle el cartón sin esfuerzo.

¡De cartón nada, que Harry Canvill tiene pelazo!
Por cierto ¿visteis a Russell Crowe en El Hormiguero hace unos días? Contó la historia de un chaval que se le acercaba a darle el coñazo hace quince años en un rodaje, de como le cayó en gracia por el entusiasmo que ponía en llegar a ser actor, y como se lo encontró muchos años después cuando ya había conseguido meter cabeza en el negocio. Mira que me cae mal Crowe y que me dejaba indiferente Canvill, pero la historia (bien contada) era tan maravillosa que después de oirla empezaron a caerme bien los dos.

Pero si hay alguien que me ha impresionado en este artículo es el actor y radiodifusor Bud Collyer. ¡Que hombre!

Reverend Dust
Lector
19 junio, 2013 14:53

Esas mismas declaraciones sobre el Cavill infante (y el «Cavill gordo») las hicieron el otro día en la BBC USA. Se ve que las anécdotas son también reciclables aunque las hayas contado 20 veces en cuestión de días…

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
19 junio, 2013 14:57

Me pregunto cuantos aficionados a los comics lo somos gracias al Superman de Richard Donner y Christopher Reeve…

Por cierto, acabo de leer que a Bendis no le ha gustado El hombre de acero.

Ocioso
Ocioso
Lector
19 junio, 2013 15:11

ultron_ilimitado ha comentado: acabo de leer que a Bendis no le ha gustado El hombre de acero.

No solo eso. Rememorando la guerra Forum-Zinco ha desvelado que El hombre de acero se llama en realidad Clark Kent.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
19 junio, 2013 15:33

Bueno, en su comentario también se anticipa a los que le acusarán de corporativismo por su opinión

http://brianmichaelbendis.tumblr.com/page/13

Sputnik
Sputnik
Lector
19 junio, 2013 15:46

Me ha molado el artículo, aunque he echado de menos una referencia al que posiblemente sea el subproducto más sórdido e inframental jamás asociado a Superman: Superpup, conceptazo tróspido creado para intentar mantener el éxito del malogrado Superman de George Reeves, y que se puede ver en un piloto nunca emitido protagonizado por enanos disfrazados de animales antropomorfos especialmente casposos y grimosos:
http://www.youtube.com/watch?v=vJnsZrVn0vc

Sputnik
Sputnik
Lector
19 junio, 2013 15:58

«Me pregunto cuantos aficionados a los comics lo somos gracias al Superman de Richard Donner y Christopher Reeve…»

Pues no sé. A mí me pasa que no recuerdo no haber visto pelis de aventuras jamás (Superman, Batman y Excalibur eran cosas que me veía semana sí semana también desde que tengo memoria) como tampoco recuerdo no haber leído cómics (Astérix, Lucky Luke, Yakari o Super López son cosas con las que aprendí a leer). Con lo cual, no diría que la peli de Superman me inició en nada, pero sí que forma parte de los pilares culturales básicos que me han hecho ser como soy.

«(…) Superman, un personaje, por otro lado, cuya longeva vitalidad y capacidad de supervivencia han servido para transformarlo en un “paradigma multimedia” protagonista de tiras de prensa, cómics, libros, seriales radiofónicos y televisivos, series y películas de animación, largometrajes y videojuegos.»

Paradigma multimedia es. Pero, por el bien de nuestra salud mental: ignoremos sus videojuegos. No solo son malos, es que algunos están entre lo peor jamás creado para una consola.
A menos que cuentes el DCU Online, que ni sé cómo es, pero que no es un «juego de Superman».

Ocioso
Ocioso
Lector
19 junio, 2013 16:20

Salvo la primera peli de Reeve y Las aventuras de Lois y Clark nunca he conseguido conectar con este material. En cambio sí he conectado, y de qué forma, con Margot Kidder, Anette O´Toole, Helen Slater, Teri Hatcher, Stacy Haiduk, y algo menos con Allison Mack, y Kristin Kreuk. Que pueda escribir estos nombres de corrido y (creo que) sin faltas da fe de cuanto me han gustado siempre las actrices elegidas para la franquicia.
Dos o tres de ellas están en mi Top Ten de tias buenas de todos los tiempos.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
19 junio, 2013 16:57

¿Y Kate Bosworth? Jo, hasta para eso está denostada Superman returns…

Sputnik
Sputnik
Lector
19 junio, 2013 17:01

Pues yo lo de Margot Kidder jamás lo entendí. Me parece un «caso Carrie Fisher», de tía que hace de La Chica sin ser nada más que normalita. Lo cual no quita que su Lois Lane sea para mí la Lois Lane arquetípica. Neuras, medio loca, algo boba y cínica de puertas para afuera.

Kravinoff
Kravinoff
Lector
19 junio, 2013 17:32

«ignoremos sus videojuegos»

¿Podemos ignorar los terremotos?¿Podemos ignorar los huracanes?¿Podemos ignorar las epidemias de una cepa alienígena ultramortal de évola distribuida clandestinamente por la CIA por medio de las iMierdas mientras nos viola un grupo de canguros rastafaris hasta arriba de vigrahuana obligándonos a mirar como ROB! redibuja nuestros cómics favoritos?

Entonces,¿Cómo coj**** podemos ignorar ESTO?

http://www.youtube.com/watch?v=1dJXgJ1c4vY

¿Cómo, Sputnik, cómo? ¡¡¡DÍME CÓMO DEMONIOS PUEDO!!!

bowler02
bowler02
Lector
19 junio, 2013 17:41

Van muy bien, con una mejor edición y notas al pie para darle un aparato crítico, Zona Negativa podría publicar un libro sobre el tema.

bowler02
bowler02
Lector
19 junio, 2013 17:48

¿El por qué de Margot Kidder? Busquen la respuesta en «Moteros tranquilos, toros salvajes» de Peter Biskind.

Ocioso
Ocioso
Lector
19 junio, 2013 18:18

No he leído el libro de Biskind, pero apuesto a que la Kidder era un zorrón que estaba metido en todos los fregaos. ¡Aquellos maravillosos 70! Siempre me cayó bien y fué la que estableció el tono para las Lois posteriores.

Otra razón por la que la podrían haber elegido es ese reportaje en blanco y negro que hizo un par de años antes para Playboy acompañada de su gato.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
19 junio, 2013 18:32

Otro peasso artículo.

A mí la Lois de Margot Kidder me atacaba un poco los nervios. Pero tampoco es lo que menos me gusta de la peli. Lo que siempre me han chirriado han sido Luthor y sus esbirros; tanto los diálogos como las interpretaciones, que en ocasiones rayan lo bufonesco. Pero los efectos visuales y, sobre todo, Christopher Reeve lo compensan todo.

Y Lois y Clark la veía de cuando en vez. No es que me llamara mucho, pero en cuanto pillaba algún capítulo por casualidad me lo acababa yragando entero.

bowler02
bowler02
Lector
19 junio, 2013 19:01

Por cierto, colateral a la primera serie televisiva de Superman, «Hollywoodland» estelarizada por Ben Affleck. Buen reparto para una película mediocre pero interesante por el reflejo de época.

jojojajo
jojojajo
Lector
19 junio, 2013 20:33

Que video tan glorioso el de Kravinoff, que manera de reírme.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
19 junio, 2013 20:49

El Luthor bufonesco de Hackman tenía algunas frases antológicas.

«Otis no es que no confíe en ti pero… es que no confio en ti»

train hard. fight hard. party hard.
train hard. fight hard. party hard.
Lector
19 junio, 2013 20:57

Raven Gregory me sigue en twitter sii!!!!!!!!!!!! si!!!! jajaja aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!1

bueno ya voilviendo al tema, sin duda para mi la peor fue la del 2006… 2006, ese fue un año de mierda para todos, no salio ni peli ni musica buena en ese año, segun recuerdo.

zape
Lector
19 junio, 2013 21:03

Mi encarnación cinematográfica favorita sigue siendo la animada de los estudioso Fleischer, una obra maestra que hay que reivindicar más tanto por sí misma como en su enorme influencia en el material animado Warner/DC.

En cuanto a las pelis… su gran mérito es el hallazgo esotérico de Christopher Reeve. Sencillamente era Superman y también era Clark.

Erik Lensherr
Erik Lensherr
Lector
19 junio, 2013 21:10

Yo soy de Marvel , a mi DC como que ni fu ni fa, pero reconozco que el Supermán de Richard Donner es una de mis películas favoritas de todos los tiempos, y es que lo hicieron tan bien, que enseguida se conivirtió en un gran clásico moderno…..y es que mi infancia/adolescencia cinematográfica se movió entre tres grandes franquicias (Star Wars, Supermán y Indiana Jones, curiosamente todas con al banda sonora del gran John Williams)…eso si era cine de evasión en mayúsculas….

Kravinoff
Kravinoff
Lector
19 junio, 2013 21:37

«Que video tan glorioso el de Kravinoff, que manera de reírme.»

YO TUVE EL SUPERMAN 64 Y SOBREVIVÍ. Es más, así entre nosotros ahora que no nos ve nadie, te diré que en la época en que tuve al primero de mis dos archienemigos humanos, quien casualmente también tenía una Super NES, fingí reconciliarme con él a través de nuestra mutua devoción por Super Mario(aunque yo prefería el Bros 3(Best. Videogame. Ever) y él el World(glorioso también, pero para mí un punto por debajo), hasta en eso eramos archenemigos). Sin embargo, todo fue un astuto y cruel ardid, ya que cometió el error fatal de intercambiar juegos conmigo, y le colé el Superman 64 como una maravilla a cambio de cierto juego de carreras con vehículos futuristas cuyo título no recuerdo pero era la hostia. Fue la última vez que me vió, consumé mi vendetta, y la victoria final fue mía ¡MUAJAJAJAJÁ, JAJÁ, JÁ!

Kravinoff
Kravinoff
Lector
19 junio, 2013 21:44

Jeje, ahora que me acuerdo, creo que estrenaba su N64 con «eso». ¡Ojalá hubiera podido ver su cara mientras pasaba por los círculos de los coj****!

JH
JH
Lector
19 junio, 2013 22:21

Como han dicho por ahí arriba, ese año 2006 de Superman Returns todo malo… Whatever people say I am that’s what I’m not de los Arctic, el último del supergrupo The Raconteurs, la obra maestra de Gnarls Barkley o Hijos de los Hombres, Brick, Plan Oculto, Infiltrados, Casino Royale, Apocalypto, El Prestigio, 300, El Laberinto del Fauno, Pequeña Miss Sunshine, The Host, The Descent, V de Vendetta, United 93, Borat, Half Nelson… mierda de año!
Que vuelvan los 80!

Sputnik
Sputnik
Lector
19 junio, 2013 22:57

«Mi encarnación cinematográfica favorita sigue siendo la animada de los estudioso Fleischer, una obra maestra que hay que reivindicar más tanto por sí misma como en su enorme influencia en el material animado Warner/DC.»

Es cierto que las animaciones de Fleischer suelen ser muy citadas, pero muy poco difundidas. En youtube están los nueve episodios (bueno, quizás falte alguno) para quien sienta un mínimo de curiosidad, tanto en inglés como subtitulados al español. La calidad técnica de los cortos en cuestión sigue siendo acojonante, y muy contadas veces igualada o superada aún a día de hoy. Una obra maestra de la animación con todas las de la ley.
Para quien no los haya visto nunca, uno de los episodios más recordados.
http://www.youtube.com/watch?v=_wA47yw05y4
Los hay colgados también con subtítulos espaloles, pero la calidad de los vídeos es algo deficiente y, total para lo que hablan…
Ala, a flipar.

Ocioso
Ocioso
Lector
19 junio, 2013 23:05

También los vendían en el Carrefour hace unos años por 1 euro la serie completa.

Mr. X
Mr. X
Lector
19 junio, 2013 23:15

Ninguna película le podría hacer justicia a Superman.

Dicho esto, adelanto mi opinión de que Batman begins… digo, Man of Steel, no está nada, pero que nada mal.

Un muy digno reinicio.
Eso si

Aviso de Spoiler

hay un par de escenas que van a hacer a la gente discutir, discutir y discutir otra vez. Pero, en cuanto a resultado final, por mí Nolan y Snyder lo han hecho: han resucitado al kriptoniano para la gran pantalla.

Me hubiera gustado mucho, pero que mucho ver ese Superman burtoniano con Nic Cage y esa Liga de la Justicia mortal de George Miller (¡el director de Babe y Mad Max!)

Louontherocks
Louontherocks
Lector
19 junio, 2013 23:19

Yo me he tragado los Superboy, Lois y Clark y Smallville en plan serie y me quedo con Stacy Haiduk sin pensarlo, aunque si lo pienso Kristin Kreuk me molaba bastante al principio…

Sputnik
Sputnik
Lector
19 junio, 2013 23:21

Yo los tengo porque una vez en el FNAC birlé una caja metálica bastante tocha con una «S» que me alegro mucho de haberme agenciado. Traía un compendio de «cosas audiovisuales» de Superman: las IV primeras pelis, incluídas las versiones de Donner de Superman I y II, documentales «cómo se hizo», el Superman Returns, un par de documentales sobre el personaje (uno de ellos muy, muy interesante, que repasa su historia con intervenciones de peña de todo tipo, de Waid a Hamill), la peli de los 50 de George Reeves, los dibujos animados de Bugs Bunny y el Pato Lucas como Superconejo y Superpato y… ¡sep! todos los dibujos de la Fleischer. No sé cómo carallo no se les ocurrió poner la peli de Supergirl (peor que Superman IV no es, y si me apuras tampoco es mucho más desastrosa que la III), pero hubiese sido ya el acabose.

Ocioso
Ocioso
Lector
19 junio, 2013 23:22

Stacy Haiduk en la tele y Helen Slater en el cine. Dos de mis all-time diosas. Soy capaz de tragarme el bodrio basado en hecho real mas apestoso y obligar a guardar silencio a la familia si sale cualquiera de ellas.

train hard. fight hard. party hard.
train hard. fight hard. party hard.
Lector
19 junio, 2013 23:23

Jack Hawksmoor: o tu sarcasmo es muy avanzado, o mi estupidez es muy grande.

Ocioso
Ocioso
Lector
20 junio, 2013 11:43

Es que de Pueblecito solo ví las dos primeras temporadas. Me extraña haber aguantado tanto.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
20 junio, 2013 12:18

Sres. Pardo y Silvestre. Dos puntos. Teniendo en cuenta que hoy es jueves y mañana no; mañana es viernes y día del estreno del Zackperman… ¿se hará como con Iron Man 3 y se publicará la reseña de la peli casi al momento o se dará un margen para que haya visto la peli la mayor cantidad de peña posible para poder entrar al hilo sin temor a spoilers y poder despotricar a gusto pero con conocimiento de causa?

Por curiosidad, nomá, yatusabe…

Antoine
Antoine
Lector
20 junio, 2013 12:42

Apuntad a otro fan de la Erica Durance (sin duda la Lois más buenorra), que no de Smallville.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
20 junio, 2013 13:14

Ese strip tease con el bikini de la bandera americana…

Antoine
Antoine
Lector
20 junio, 2013 13:44

ultrón_ilimitado ha comentado: Ese strip tease con el bikini de la bandera americana…

Para el que no haya visto ese glorioso momento:

http://www.youtube.com/watch?v=CIyBvRdXJ5U

A partir del minuto 1:30.

De nada.

Ocioso
Ocioso
Lector
20 junio, 2013 13:45

A mí me da igual. Pienso hacer la crítica sin verla.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
20 junio, 2013 14:29

Coño; qué putada lo de.Gandolfini. Y con sólo 51 tacos.

Sputnik
Sputnik
Lector
20 junio, 2013 14:32

«“¿se hará como con Iron Man 3 y se publicará la reseña de la peli casi al momento o se dará un margen para que haya visto la peli la mayor cantidad de peña posible para poder entrar al hilo sin temor a spoilers y poder despotricar a gusto pero con conocimiento de causa?”

Cuando lo sepa te lo digo porque aún hay batalla en la redacción por ello xDD»

Joder, pensaba que era el único al que le jodía esa tendencia (que no solo se ha dado con Iron Man 3). Parece que hay que ir el día del estreno si no quieres encontrarte 150 comentarios, que a partir del 20 empiezan a derivar en no-debates polarizados en el «lo odio» y el «me encanta», y gente tomándose una mierdapeli de gente en mallas como si su vida dependiese de ello. Yo, así, paso de comentar. Por lo menos hasta que aparezca algún off-topic interesante…

«A mí me da igual. Pienso hacer la crítica sin verla.»

Y no serás el único. Aunque igual eres el único que lo reconoce.

blumini
blumini
Lector
20 junio, 2013 14:34

Yep. Se nos ha ido el gran Tony Soprano. Bajonazo

Sputnik
Sputnik
Lector
20 junio, 2013 14:36

Yo de Smallville solamente me vi la primera y la segunda a trozos y, tras exclamar «¡mis ojos! ¡mis ojos!», me fui mirando solamente los «episodios de los que todos los frikis hablan» y los comienzos y finales de temporada. Es decir, los únicos en los que pasaba algo medianamente interesant. La serie era de vergüenza ajena.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
20 junio, 2013 14:43

«Yo, así, paso de comentar. Por lo menos hasta que aparezca algún off-topic interesante…»

Podríamos aprovechar para hacer un off topic en este post y ponerla a parir los que no llegamos a tiempo en su dia para la reseña.

Sputnik
Sputnik
Lector
20 junio, 2013 16:46

Man of Steel es una puta mierda. No han entendido a Superman. Nolan es un flipado y un pedante, como siempre, y Zack Snyder sigue sin saber dirigir: muy bonito todo, pero el ritmo narrativo, como siempre, se le va completamente de las manos. Le molará a todoquisqui porque la gente no tiene ni puta idea y se queda tonta mirando imágenes molonas.
Además: Superman no lleva rulo en la frente. Inaceptable.

Sputnik
Sputnik
Lector
20 junio, 2013 16:53

Man of Steel es la leche. Como siempre, habrá cuatro intelectuales wannabe que renegarán de ella, pero es innegable para cualquiera con ojos que la mano de ese par de GENIOS que son Nolan y Snyder ha dado otra vez en el clavo. Esta es La Peli de Superman de una generación, sin desmerecer a la clásica.
Seguro que algún purista se queja por los cambios acontecidos en el mito, pero toda adaptación necesita un poco de manga ancha para que fluya la creatividad. Han conseguido lo que parecía imposible: un Superman para el siglo XXI. Un Superman que MOLA.

Sputnik
Sputnik
Lector
20 junio, 2013 16:55

(Toda posición intermedia entre ambas opiniones será erradicada. Internet’s not for pussies).

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
20 junio, 2013 17:07

Venga, va; si queréis un off-topic, ya me salgo yo con un cambio de direción salvaje.

Sputnik, Javié, Xero y demás zoneros dibujeros… ¿habéis visto lo del II concurso de cómic de la Costa Brava? ¿Alguno se va a animar a participar?

http://www.cdecomic.com/2013/06/18/festival-de-comic-de-torroella/

Perdón por la desviación de tema.

x-ternon
Lector
20 junio, 2013 18:08

Yo también pienso criticarla sin verla, de hecho me posicioné radicalmente a favor de la película después del primer teaser trailer, cual treceañera antes de un concierto de Justin Bieber y no pienso cambiar de opinión. Ale.

«Le molará a todoquisqui porque la gente no tiene ni puta idea y se queda tonta mirando imágenes molonas».
Tío me has ofendido…

Sputnik
Sputnik
Lector
21 junio, 2013 0:16

«Tío me has ofendido…»

Es que soy un intelectual wannabe.

¡Retranqueiro! Ni idea tenía de eso. A ver, a ver…

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
21 junio, 2013 11:15

Parece que los críticos españoles van en la línea de los americanos. Mucha espectacularidad y puesta en escena, un punto de partida prometedor pero mal resuelta y carente de alma.

Mr. X
Mr. X
Lector
21 junio, 2013 11:22

La mejor crítica publicada, con diferencia (y hasta que salga la de Zn) es la de Las horas perdidas, pero no se puede leer hasta después de ver la película.

Sputnik
Sputnik
Lector
21 junio, 2013 22:54

Me la acabo de ver. Resumiendo muy rápidamente y sin entrar a valorar detalles: es muy bonito el diseño de todo lo kryptoniano y, por fin, hay HOSTIAS. Quitando eso, el desarrollo de personajes es CERO, y toda la información recibida por el espectador es enunciada, que no vivida, por los personajes. Eso hace que las acciones de los mismos parezcan ocurrir porque sep.
De la trama ni hablo. Pero el plan de Zod entra de lleno en la maravillosa tradición cinematográfica de Luthor, Ra’s, el Joker o Bane: absurdo. Mazo absurdo. Que no es que me importe mucho.

Sputnik
Sputnik
Lector
21 junio, 2013 23:07

Sep, estoy bastante de acuerdo con la crítica de Las Horas Perdidas. Salvo que creo que se tiran un poco de la moto con las «ideazas» que intenta transmitir el fin.

Mr. X
Mr. X
Lector
21 junio, 2013 23:19

«Quitando eso, el desarrollo de personajes es CERO, y toda la información recibida por el espectador es enunciada, que no vivida, por los personajes»

SPOILEEEEEEEEEEEEEEEERSSS

Mmm, pues en lo que se refiere al kriptoniano -el único personaje en el que se detiene de verdad- no estoy del todo de acuerdo. Para ser una peli de superhéroes, hay una cantidad de flashback de «angustiado», «pasándolo mal», la escena del colegio, en la que aparece aturdido por su capacidad sensorial me pareció cojonuda. Esa hora larga me parece que copia, para bien, la primera hora de Batman Begins. No es que sea una barbaridad de desarrollo humano, pero para lo que son las pelis de superhéroes está bastante bien.

Luego está el problema que todas estas pelis se plantean como una futura trilogía o pentatología o lo que sea, y todo te lo dan a cachitos. Incluído el desarrollo del protagonista.

Por cierto, a Zack! le prohibieron usar el botón de «cámara lenta», pero tenía un arma secreta para demostrar que es un «autor»: el botón de Zoom! Pero, bien, cuando le dan rienda suelta, en toda la parte final, los niveles de destrucción son altamente satisfactorios.

dhaldon
dhaldon
Lector
21 junio, 2013 23:29

Parece que la peli ha despertado tanta confianza en Warner que ya preparan una secuela para el año que viene, introduciendo otro personaje Dc y dejando el camino listo para la peli de la JLA en 2015, lo dicen aquí:

http://www.movieweb.com/news/man-of-steel-2-coming-in-2014-with-justice-league-to-arrive-in-2015?utm_source=zergnet.com&utm_medium=referral&utm_campaign=zergnet_67465

¿Lo veis creible?

Mr. X
Mr. X
Lector
21 junio, 2013 23:32

Lo de la secuela parece que está en marcha. Y apostaría que en algún momento se verá la sombra de un murciélago…

Lo de la JL en 2015 me parece la hostia de precipitado.

Sputnik
Sputnik
Lector
21 junio, 2013 23:37

¡¡¡¡El puto zoom!!!!

Lo del desarrollo sigo sin verlo.

Aviso de Spoiler

Sí, a saco de flashbacks de Clark tristón hablando con su viejo, que básicamente le dice que de mayor va a ser Jesucristo. Y ya. No sé por qué decide ponerse un traje (porque se lo dan) y ponerse a volar (porque puede). No tiene ningún fin. No tiene misión. Cuando llega Zod se enfrentan y se erige en campeón de la Tierra… porque sí. Cuando tiene problemas gordos pasa de su vieja, su gran conexión emocional con todo el maldito planeta, y se va a hablar con un cura… porque sí. El amor platónico de Superman hacia la Tierra, sus villas y sus gentes es casi una constante en 75 años de Historia, y aquí se da por supuesta: ni siquiera se apunta, mucho menos se desarrolla.
Vaya, que me dan igual los planes ridículos y las inconsistencias de guión tan típicas de Nolan. Pero me parece que a los personajes, a todos, les falta una motivación real que justifique por qué hacen lo que hacen.
Con todo, quizás ocurra eso que dices, y en futuras secuelas se dediquen a darle más enjundia al personaje. Pero en lo que es esta, en ningún caso me queda claro por qué hace lo que hace. Ni Zod, aunque el tiene la excusa de haber sido creado genéticamente para ser un motherfucker fascista sideral

Y dicho esto, yastá. Me espero a la crítica, en la que la gente sacará lanzas y defenestrará la peli o la encumbrará a los altares. Para mí, ni fu ni fa.

Sputnik
Sputnik
Lector
21 junio, 2013 23:40

«¿Lo veis creible?»

Vi a bastante peña sacando los móbiles (¡en el cine!) y bostezando, pero creo que al personal le va a molar bastante, aunque sea por visualmente impactante y diferente de lo que te puedes esperar de «una de superheroes» y de «una de Superman». Por mucho ni fu ni fa que le ponga, yo la secuela me la veo. A ver cómo supera Luthor una invasión alienígena.

Ocioso
Ocioso
Lector
21 junio, 2013 23:42

Mi señora está empeñada en ir a verla y yo intento disuadirla porque me da pereza.
Si pudiera viajar atrás en el tiempo le diría al pequeño Ociosín «Ten cuidado con lo que deseas»

Sputnik
Sputnik
Lector
21 junio, 2013 23:43

Por cierto: la primera vez que no quiero matar a golpes a Zack Snyder por sobresaturación visual. Bien, hombre, bien.

Mr. X
Mr. X
Lector
21 junio, 2013 23:51

En realidad, cuando la vi, Batman Begins me gustó hasta que se convirtió en Batman. Después, no, sobre todo porque Nolan era la hostia de torpe rodando escenas de acción (luego ha mejorado un poco). Está bien que haya contratado a Zack como director de segunda unidad para las de Superman.

Sobre lo que dices de motivaciones… Bueno, es que ES un hombre a la espera de su misión. Está todo el rato: ¿por qué coño estoy aquí? ¿Por qué tengo esos poderes? Y llega Zod. Y lo ve claro.

A mi Man of Steel/Superman Begins me ha gustado. Me ha parecido, con sus defectos, la peli necesaria para que el hijo de Krypton alce el vuelo again.

molon labe
molon labe
Lector
22 junio, 2013 0:01

De todas maneras es que no teneis ni puta idea de ir al cine, yo me tiro toda la pelicula intentando tocarle una tetilla a mi mujer (o a la de al lado) y si tocas matojo hasta la de Green Lantern te parece un peliculon, a eso se le llama aprovechar la entrada, todo lo demas fruslerias..

Carlos Cruz
Carlos Cruz
Lector
22 junio, 2013 0:09

«Está bien que haya contratado a Zack como director de segunda unidad para las de Superman».

¡Qué golpe tan sutil y deliciosamente cruel!

Sputnik
Sputnik
Lector
22 junio, 2013 0:10

«Y llega Zod. Y lo ve claro.»

Es que tampoco. Se lo dicen. «Tienes que hacer esto porque eres el enlace Tierra-Krypton blablabla». «Vale, voy». Es que NADA, lo que se dice NADA de lo que hace Superman parece que lo haga por cuenta propia, quitando ir al ártico (de potra y no se sabe bien cómo). Vale que esté confuso, pero nomejodas. Un poco más de independencia en tus decisiones, Kal.
Y luego está lo de

Aviso de Spoiler

«Me llamo Jor-El, eres mi hijo» «Hola, papá» «Mira, pasó esto: Krypton se fue al carajo pero tú sobreviviste para ser la rehostia. Un híbrido cultural entre la Tierra y Krypton» «Ahá, vale, lo acepto sin dudar» «Debes ser un símbolo de esperanza para la humanidad, cosa que conseguirás de algún modo poniéndote estre traje regional kryptoniano y volando» «Oye, pues mola. Voy cagando leches.» A eso me refiero con que no existe la motivación basada en la experiencia de los personajes, ya que la información se da a base de discursos de este tipo

Antoine
Antoine
Lector
22 junio, 2013 0:17

A mi me ha parecido un coñazo. Lo peor es que no actualiza nada, todo lo que sale en esta peli ( origen y pelea con Zod) ya lo vimos en las dos primeras, solo que aquí están rodadas con esteroides.

La sensación es parecida a la de la última de Spiderman, hay reparto y recursos pero faltan guionista y director.

Mr. X
Mr. X
Lector
22 junio, 2013 0:19

» Vale que esté confuso, pero nomejodas. Un poco más de independencia en tus decisiones, Kal.»

¡El pobre! ¡Treintañero y sin curro fijo y sin casa! ¡Parece español!

Ocioso
Ocioso
Lector
22 junio, 2013 0:35

Eres un alieno pero tienes la suerte de tener un físico de terrícola perfecto. Tienes superpoderes que te permitirían hacerte rico en cuestión de horas, podrías follarte a quien te diera la gana, viajar a cualquier sitio, comer lo que sea, disfrutar de todo lo que ofrece la vida. Eres prácticamente omnipotente y probablemente inmortal. Clark, chiquillo, ¿pero que coño quieres?

Hay una constante en todas las reinterpretaciones que ha tenido Superman a lo largo de las décadas, y es que siempre ha sido un tipo consciente de la suerte que tiene de ser como es, lo que se traduce en un tío razonablemente optimista y feliz.

Pues ahora llega el puto Nolan y nos lo convierte en un llorón. Porque así le sale una película mas madura o algo.

Sputnik
Sputnik
Lector
22 junio, 2013 0:39

«¡El pobre! ¡Treintañero y sin curro fijo y sin casa! ¡Parece español!»

En EEUU eso debe ser cosa fácil de arreglar. Fíjate que al final de la peli dice precisamente

Aviso de Spoiler

«mama, me voy a buscar un currel» y ala, ya es periodista en el Daily Planet (siempre me ha asombrado la facilidad con la que Clark entra en un periódico de prestigio, sin estudios ni leches, a lo largo de sus muchos orígenes), gafas incluídas.
Gafas que, por cierto, causaron cierta hilaridad en el cine al que fui. No me extraña: tenía la misma pinta que en el resto de la cinta, pero cuatrojos. ¡Encorva un poco la espalda aunque sea, coñoooo!

Sputnik
Sputnik
Lector
22 junio, 2013 0:43

No, si triste no está, Oci. Aunque tampoco es un dechado de optimismo. Está… confuso. Lo cual supongo que justifica, o algo, que no acabe de estar muy definida su personalidad a lo largo de la peli, ya que en todo momento es un «proto-superman», que apunta maneras pero aún no se ha convertido en el tío favorito de todoquisqui, y que no parece tener del todo claro por qué hace lo que hace.

Reverend Dust
Lector
22 junio, 2013 1:09

Estoy con Sputnik en que las motivaciones de los personajes no mueven las acciones de los personajes, básicamente porque a menudo ni siquiera tienen motivaciones (yo quiero el superpoder ese de enamorar periodistas a las que has visto 4 veces en tu vida).

Pero precisamente porque esto refleja el enorme problemón de la película: en la sala de montaje no usaron tijera, sino hacha y a ratos parece que motosierra. En ningún momento sabes cuánto tiempo ha pasado de una escena a otra, y no lo digo al principio, que interesa ventilarse cosas rápido para contar origen y situación actual. Digo en pleno meollo, en lo importante, y en los detalles.

Ah, los detalles… Recepcionistas medio lerdas que se les cae un edificio encima con otros dos compañeros pero a ellos no les pasa nada y ellas quedan atrapadas bajo los escombros sin rasguños, porque sí, para darle a Fishburne una escena «emotiva»…y así justificar hacerle correr en la siguiente demostrando que tiene más tetas que la recepcionista lerda.

Pero ojete, que Lois tiene también superpoderes y desde las afueras derruidas de la ciudad se planta en la estación en plisplas para poder ver el clímax de la batalla contra Zod. Con dos cojones kryptonianos, Zack.

La película, en general, me ha dado lo que esperaba: un entretenimiento más-o-menos épico.

Lo mejor: el diseño artístico de la película es de cojonudísimo para arriba, desde los trajes de los «Zodiacos» hasta Krypton y toda su mitología.

Lo peor: le sobran (siendo benévolo) 20 minutos de metraje, que todos los hachazos que ha pegado Zack en las escenas «con contenido» se los ha ahorrado en las escenas de hostiejas finales, que sales de una y te metes en otro pero sin cortes, ahí, a palo seco. Las rayitas jimleenescas han sido sustituidas para la versión cinematográfica por cristalitos snyderenses.

Convencidísimo de que Luthor en este universo se hará del todo rico (que Lexcorp ya anda por ahí) haciéndose cristalero.

Sputnik
Sputnik
Lector
22 junio, 2013 3:29

«Yo quiero el superpoder ese de enamorar periodistas a las que has visto 4 veces en tu vida.»

De superpoder nada. Desde el momento en el que salía Clark Kent con el torso desnudo se pudo escuchar un «plic plic plic» bajo los asientos de todas las mujeres heterosexuales de la sala. Si además le sumas que puede volar y es básicamente un dios… pues entiendo que ligue fácil, el chaval. En todo caso la cosa es al revés: ¿por qué Superman, un fulano por el que seguramente harían cola supermodelos all around the world, va y escoje a la tía esta?
Había un diálogo del All Star Superman que intentaba dar respuesta a esa eterna pregunta: «Cualquiera es capaz de ver qué ve Lois Lane en Superman, pero no está tan claro qué ve Superman en Lois Lane». La respuesta del cómic en cuestión es tan moñas como efectiva: «tiene que haber algo a lo que ni siquiera Superman es invulnerable».
Lamentablemente, tal nivel de definición está lejos de las capacidades de la peli esta, con lo cual cabe imaginar que a Superman le mola Lois porque es la única tía buena del reparto o, siguiendo la antigua regla Hollywoodiense, porque él es el chico y ella es la chica, y es ley de vida que se molen.

Sputnik
Sputnik
Lector
22 junio, 2013 3:34

Eso, si no te valen 75 años de historia en el que Superman y Lois han tenido un flechazo al poco de conocerse, en cada «historia de origen» y en cualquier medio.

Sputnik
Sputnik
Lector
22 junio, 2013 3:37

«(Que Lexcorp ya anda por ahí)»

¿Nadie se ha quedado con el satélite en el que se toña Superman?

Reverend Dust
Lector
22 junio, 2013 9:11

Yo me había quedado únicamente con un camion cisterna rodeado de cristalicos caídos en la batalla final. ¿He dicho ya que hay muchos cristalicos en la película? Hay cristalicos. Muchos cristalicos.

Y Clark se enamora de Lois en la peli porque «es la única que ha confiado en él desde el principio, sin temerle». Pasa que ha tenido la suerte de ser Amy Adams y no Rosy de Palma la que no le ha temido, claro.

Franz
Franz
Lector
24 junio, 2013 3:03

Poner a clint eastwood como superman es como si chuck norris hubiera hecho de batman, simplemente el universo no podría soportar tal magnificencia y explotaría en el acto.