Edición U.S.A.: Superman: Birthright #1-12; DC Comics.
Edición España: Planeta DeAgostini Cómics; octubre de 2007.
Guión: Mark Waid.
Dibujo: Leinil Francis Yu.
Entintado: Gerry Alanguilan.
Color: Dave McCaig.
Formato: tomo recopilatorio de 304 págs.
Precio: 16’95 €.
Lo bueno de los cómics es que si la historia te atrapa y te seduce, da igual que no forme parte de una continuidad específica, o que fuera escrita hace unas cuantas décadas y pueda parecer fuera de tiempo. Las grandes historias están ahí para disfrutarlas en cualquier momento y hacer que veamos con otros ojos, o tal vez por primera vez, a esos personajes que a la postre se convierten en nuestros favoritos.
Superman: Legado es la historia del origen de Superman. Sí, “una más” podrá pensar alguno que otro, y puede que no sea la más original en cuanto a la trama porque ya se sabe, es una versión publicada en 2003 de lo que todos ya sabemos: génesis y aparición del primer superhéroe en la Tierra. Pero entonces ¿Qué tiene de interesante esta obra? Personalmente el interés radica en cómo se cuenta quién es Superman, el por qué de sus motivaciones mientras asistimos al viaje interior del mayor superhéroe de todos los tiempos.
«Clark, acepta quien eres. Sólo hay uno como tú.»
Porque, aunque Superman sea un extraterrestre, siempre se le ha visto como un humano (muy poderoso) más. De hecho, su nombre así lo indica pero a Mark Waid le intrigaba qué se le tenía que pasar a Kal-El por la cabeza cuando dejase la adolescencia y se adentrara en el mundo de los adultos. Un chico muy poderoso, aunque lejos de su tierra natal y separado trágicamente de sus padres biológicos, en un mundo donde aparentemente es igual al resto de la gente pero que sabe conscientemente que en realidad es bastante diferente. Por tanto, el interés de Waid se centró en construir una historia alrededor de la identidad de Kal-El/ Clark Kent/Superman.
Los Padres
No hay duda de que el papel de los padres supone una base importante en el desarrollo de un hijo, y por tanto Waid consideró que la presencia de los progenitores de Kal-El/Clark debía ser fundamental en la historia. La primera pareja de padres, Jor-El y Lara, son representados casi de la manera clásica y original; ambos preocupados por el devenir de su hijo en un mundo, Krypton, sentenciado a muerte. Sin embargo, resulta interesante que esta pareja de personajes se muestra con los roles ligeramente cambiados. Si bien a menudo es la madre la más reticente a abandonar a un hijo, en esta historia es Jor-El quien se muestra dubitativo a la hora de lanzar a su hijo al espacio en una cápsula hacia un destino incierto. Es Lara entonces quien saca el coraje para convencer a su marido de que las posibilidades de supervivencia de Kal-El están lejos de Krypton. Además, no olvidan de incorporar una especie de tableta en la que se narra la historia de su civilización, para que su hijo conozca en el futuro sus orígenes. No obstante, veremos que este comportamiento no es único en los padres biológicos, sino que también se aprecia y se desarrolla aún más en Pá y Má Kent.
Clark no tiene definida su identidad. Sabe que atesora un gran poder del que puede sacar provecho, pero cada vez que lo ha mostrado, aquellos que le rodean le miran desconcertados ante lo que una vez fue conocido y ya no lo es. No ven a Clark, ven a alguien desconocido, extraño. Aquí Waid hace uso del recurso que Philip Wylie utilizó para Gladiator, el que se considera el primer superhéroe; el hombre con poderes como figura incomprendida y rechazada por la sociedad. Así que Clark se dedica a trabajar como periodista para asistir a los acontecimientos pero no influir en ellos. Su miedo al rechazo le impide ir más allá. Su profesión lo sitúa en África para cubrir un conflicto entre dos tribus en la que una intenta dominar a la otra mediante la extorsión, la violencia y acabar con su identidad. Es en mitad de esta guerra que nuestro héroe, gracias a Kobe Asuru, el líder de la tribu oprimida, se conoce mejor así mismo y decide cambiar el rumbo de su vida.
«Al final del día quienes somos es todo lo que somos.
La pregunta sr. Kent es ¿Quién es ud.?»
Y es aquí donde entra la otra pareja de padres, los adoptivos Kent. Ambos se muestran casi de la misma manera que Jor-El y Lana, aunque en este caso Martha es la especialista en “tecnología” ya que ella es quien mejor se maneja con el ordenador e internet. Cuando Clark les cuenta que quiere cambiar el curso de su vida y dedicarse a ayudar a los demás embutido en unos ropajes heredados de su familia original, Martha le muestra todo su apoyo mientras que Jonathan es más reticente. Él lo ha tratado y criado como un hijo y ahora quiere seguir el legado de una familia que por algún motivo lo tuvo que abandonar. Su padre terrestre comienza a verlo como “el otro”. Pero Clark no pretende sustituir su parte humana por la kryptoniana, sino combinarlas, pero para ello necesita una doble identidad: Una privada en Metrópolis y casi intrascendente, el disfraz con el que oculta tras unas gafas, traje y timidez extrema al verdadero héroe. Otra como personaje público al servicio de la humanidad, sin máscaras y con su emblema familiar, la gran S, por bandera. Existe una tercera identidad, aunque deberíamos hablar de la primera, que utiliza en Smallville donde se muestra tal y como ha sido criado por sus padres, el Superman sin disfraz. La idea de Clark no es segregar o rechazar una parte de sí mismo, es construir una persona a partir de su origen kryptoniano y su cultura humana. Aunque esto pueda parecer una mezcla confusa de identidades, en realidad es una traslación casi literal de la definición que algunos autores tienen sobre la identidad, que «se comporta como algo relativo, como un núcleo plástico capaz de modificarse a lo largo de la vida y el desarrollo, lo que permitiría al ser humano tener la capacidad de comportante de formas diferentes según el contexto en el que deba actuar«.
Clark Kent reportero
Esa doble identidad que quiere construir Kal-El en Metropolis se basa en opuestos. Si Superman es determinado, valiente, poderoso y seguro de sí mismo, el Clark Kent que vive en la ciudad debe ser todo lo contrario: inseguro, débil, tímido, con un perfil tan bajo que nadie repare en él y descubra quien es en realidad. Es más, para reforzar esta imagen se le añade como contrapunto a un personaje con carácter como es Lois Lane. Ella es la periodista más importante del Daily Planet y al contrario de lo que suele ocurrir con muchos personajes femeninos, es de armas tomar. No acepta un no por respuesta y no duda en enfrentarse al peligro si la noticia merece el riesgo. El papel de personaje débil y casi vilipendiado es interpretado por Jimmy Olsen y también por el propio Clark Kent, quien se haya cómodo bajo ese perfil. Por tanto, tenemos de nuevo un caso de roles invertidos, la mujer es el personaje dominante mientras que los hombres son los subordinados de apariencia inocente.
Lex Luthor, el No-Superman
La identidad de Superman en Legado también se basa en dualidades y contraposiciones y para presentar al villano por excelencia del primer superhombre Waid no cambia de estrategia. Lex Luthor tiene los mismos orígenes que Clark, el pueblo de Smallville, pero quienes una vez fueron grandes amigos cambiaron el rumbo de sus vidas para convertirse en lo opuesto del otro. Kent recibía el apoyo y cariño de su humilde familia a la vez que era uno más de la comunidad estudiantil de su pueblo. Sin embargo, Lex era el hijo de un millonario poco preocupado por su hijo y cuya carencia de afecto era sustituida por dinero y bienes materiales. Además, el joven Luthor era la mente más brillante de todo el instituto, pero también el bicho raro del que todos se mofaban, todos menos Clark ¿Por qué? Porque tal vez ambos eran “el otro”, Lex el friki paranoico, Clark el alien.
Pero la vida de adultos ha cambiado a ambos. Lex ya no recuerda al Clark de Smallville y mientras éste se ha convertido en un millonario y reconocido ciudadano de Metropolis, Clark es nuevo en la ciudad y un completo desconocido. Pero nuestro héroe sabe que Lex es un ególatra que hará lo que sea para acabar con su incómoda presencia y evitar que se convierta en el nuevo salvador de la ciudad. Ese puesto le corresponde a Luthor y no a un extraño, a un «alien». Por tanto, Luthor se propone presentar al nuevo héroe como una amenaza para la ciudad; no por lo que haga, sino por lo que es, un desconocido de otro planeta que se hace pasar por humano «Not one of us» (No es de los nuestros) dice un titular del Daily Planet, lo que resume en pocas palabras cómo la maniobra de Lex surte efecto. Porque ¿Qué puede ser más siniestro que alguien que se parece a nosotros pero que en realidad no lo es? Lo familiar que se vuelve extraño. Esto nos recuerda al pensamiento que se fomentó durante la Guerra Fría en los Estados Unidos; cualquier ciudadano podía ser un comunista, porque físicamente no son diferentes, pero su forma de actuar y de pensar sí y por tanto alguien debía identificarlos para combatirlos. Es Luthor quien realiza esa función. Él señala, el resto teme y rechaza.
Es en el binomio Lex/Clark donde encontramos dos nuevos ejemplos de inversión de roles. En el primero se nos muestra al villano como una figura reconocida en su sociedad, una identidad secretamente trabaja para lograr sus oscuros propósitos. Pero Superman es visto por los habitantes de Metropolis como un extranjero de confusas intenciones, aunque su propósito real no sea más que ayudar con los dones que su naturaleza le ha otorgado. El villano maniobra desde lo alto de su rascacielos tras las puertas de su oficina sin que nadie repare en su presencia física, mientras que el héroe muestra su verdadero yo abiertamente a la luz del día, ofreciendo su mano a quien necesite ayuda. El segundo ejemplo de inversión es de tipo espacial. Tal como mencioné anteriormente, durante su adolescencia Clark es un miembro intregado de la comunidad de Smallville, mientras que Lex es una especie de paria que sufre un alejamiento de la sociedad autoimpuesto. Pero una vez el joven Kent se traslada a Metrópolis los papeles se invierten; su presencia en el Daily Planet pasa casi inadvertida y sus compañeros a menudo le dan de lado. Sin embargo, Lex es una figura respetable y de notable éxito. Todos saben quien es y lo consideran toda una personalidad en la ciudad.
Sólo cuando la gente de Metrópolis observa las acciones de Superman valora su esfuerzo. Lo curioso de la historia es que los ciudadanos son engañados y al mismo tiempo se dan cuenta de ello gracias a la prensa, que televisa los actos heroicos de Superman frente a una falsa invasión kryptoniana. La población no sigue sus propios juicios de valor ante lo que está ocurriendo en la ciudad para tomar una decisión, ha de confiar en lo que ve en la pantalla para posicionarse. Es entonces cuando Luthor fracasa en su intento de poner a Superman frente a los humanos usando su cultura alienígena como arma. “La verdadera amenaza viene del intento de robar nuestra identidad” dice la hermana de Kobe Asuru en el primer número de Superman: Legado, una frase que resultará profética para el devenir de la miniserie. Los ciudadanos de Metropolis aceptan a Superman cuando valoran sus acciones y no su naturaleza.
El Legado
La historia que se cuenta en Legado es una de la búsqueda del yo, en la que Kal-El/Clark no sólo lucha contra sus enemigos sino también contra sí mismo, y esto es casi literal, por encontrar su lugar en este mundo. El héroe siempre es un elemento subversivo en la sociedad por la que combate y siempre hay quien se interpone en su camino para hacérselo más difícil. La singularidad de Superman es que es un kryptoniano adoptado por la civilización terrestre y por tanto su rechazo comienza desde su llegada a la Tierra ¿Por qué ocultan los Kent su verdadero origen? Por miedo a que sea un niño rechazado por la sociedad o perseguido por su gobierno. Los sucesos posteriores así lo confirman, sobre todo cuando se producen las primeras apariciones públicas de Superman. La tarea del héroe, por tanto, es superar este trance y salir triunfante, tal como ocurre. Superman derrota a los falsos kryptonianos y a Luthor para finalmente descubrir su verdadero yo y quién le dio la vida, pero nunca sin olvidar quién le hizo como hombre. Cuando el individuo se conoce a sí mismo y tiene clara su meta, no hay obstáculo que se le interponga.
El privilegio de una vida es ser quien uno es. Joseph Campbell
Fuente: MisRespuestas.com.
Arreglado el tema de los comentarios 😉
Recomiendo leer esta historia de Mark Waid con esta musica de fondo: https://soundcloud.com/antovolk/hans-zimmer-man-of-steel
Me encantan las historias sobre el origen de Superman pero por algún motivo este cómic no me acaba de atraer. Creo que es porque se la dibuja un Yu muy primerizo
No se pierdan la historieta sobre el 75 aniversario de Superman que se marcan Morán y Ventura (internacionalmente conocido por ser el creador del Avatar de Ocioso) en «EL Jueves» de esta semana.
En dicha historieta dan una serie de datos sobre el personaje que desconocía y que me gustaría que alguién me confirmara:
1. En el Action Comics número 8 Superman soluciona la delincuencia de un barrio conflictivo…¡¡¡destruyendo el barrio entero!!!
2. En el Supergirl (vol.4) número 79 superman se vuelve gayer por la influencia de la Kriptonita Rosa ¿¿??.
¿Es todo esto verdad??
True story
Me pareció muy decepcionante cando la leí, ni siquiera la terminé, quizás sea momento de darle otra oportunidad sin la a menudo nefasta influencia de las expectativas
Donald Blake: «me pareció muy decepcionante cuando la leí» ….pues eso me ha pasado a mí con el 90% de lo que he leido de Waid.
Pero la gente no me comprende y me señala por la calle.