X-TREME XMEN Nº38
Precio: 1.7 €
Guión: Chris Claremont
Dibujo: Igor Kordey
Llegamos al ecuador de la saga en curso, “Prisionero del Fuego”, y seguimos como al principio, es decir, como si no estuviera pasando nada. La trama se está convirtiendo en una excusa para que aparezca antiguos mutantes que poco o nada contaban en los últimos tiempos. En esta ocasión, la excusa se llama Elías Bogan, mutante parásito que ya ha hecho aparición anteriormente.
Claremont, una de las leyendas vivas en lo que se refiere a los “mutis”, rellena, mes a mes, un cómic, con lo que parecen buenas ideas, pero que se desmoronan con la primera lectura. Le falta “algo”, y uno no puede evitar hacer comparaciones con su exitosa etapa en la Patrulla X. Sin querer ensañarnos, diría que le falta “magia”, el enganchar al lector con los personajes, con la trama, y en definitiva con la colección. Haciendo un símil peliculero, al igual que se dice que a los episodios I, II, II de la saga galáctica mas famosa de todos los tiempos, La Guerra de las Galaxias, le falta el “alma”. Está claro que son casos totalmente distintos, pero si que intentan recoger lo bueno de lo anterior sin conseguirlo.
Además, con el paso de los números, empieza a notar cierto desgaste, y las historias se quedan en nada, de tal modo que, cuando se dé cierre a la colección, ésta sólo será recordada por la muerte de Mariposa Mental. Ni tan siquiera la secuela de “Dios Ama, el hombre mata” consiguió levantar el interés de la serie. En sus comienzos, con la búsqueda de los “Diarios de Destino” la cosa, al menos, prometía, pero ahora rivaliza con la Patrulla de Austen en cuanto a la (nula) calidad.
Si al monótono Claremont, le unimos a un dibujante de esos que despiertan tantos odios como pasiones, Igor Kordey, nos queda un producto del montón, si ningún signo que le haga merecedor de nuestro tiempo y dinero.
Sólo nos queda esperar al final de la serie y rezar porque Claremont recupere vitalidad de cara a su nueva etapa en la Patrulla.