¿Qué está pasando en el cómic americano? (Season 25)

No, tranquilos. En esta ocasión, está incluida Gail Simone en esta sección para bien. Ya sabéis que no somos los mayores fans de su trabajo hasta el momento en Batgirl, pero parece que finalmente la cosa se puede poner mejor. Ya sea porque ese despido-pero-no la revitalizó – ya que las interferencias editoriales seguirán a corto plazo, ya sea porque poder escribir a otra de las grandes pelirrojas del cómic en otra compañía independiente le ha renovado las fuerzas, pero el caso es que apreciamos mejoría. Ciertamente la cita fue algo cursi, y desde luego las cosas no le pintan mucho mejor que la última vez que se fue de fiesta. Que fue en el The Brave and the Bold #33 de J. Michael Straczynski y Cliff Chiang, un gran número no sólo por el arte – ya por aquel entonces dibujaba una Wonder Woman de ensueño -, si no también por el guión. Y es que JMS escribió una gran etapa, aunque en parte fue porque la serie tenía truco – eran números auto-conclusivos. Pero la mejor escena del número llega en las páginas finales, cuando Jim Gordon advierte a Batman que irá a por Batgirl. Y desde luego, cuando le tocan la familia a Jim, sabe dejar bien claras sus opiniones…

A nadie se le escapa a estas alturas, una semana después de los Premios Eisner, que la serie regular que nos cuenta las aventuras (y desaventuras) de Mozo de Halcón es una de las colecciones mejor dibujadas del mercado. Al dibujante titular de la serie, David Aja, se le unen colaboraciones puntuales de Javier Pulido (como el fantástico anual de esta misma semana) o de un omnipresente Francesco Francavilla. En el duodécimo número de la serie (¡qué pocos apostaban porque esta cabecera iba a alcanzar esta cifra y cuántos somos los que no nos imaginamos ahora mismo un Marvel Comics sin Hawkeye!) Francesco tomaba los lápices de colección durante un mes para ofrecernos el reencuentro entre los hermanos Barton: Clint y Barney. Es cierto que puede parecer que el guión del número pasa demasiado por alto recientes enfrentamientos entre ambos personajes o que obvia apariciones todavía calientes del villano de tercera fila conocido como Trick Shot. Cuando el 99% de los guionistas hubiera apostado por la clásica pelea fugaz previa a cualquier aclaración calmada, aquí Fraction opta por emotivo abrazo en el que queda claro que su parentesco está por encima de todas las cosas. Y, para reforzar esta idea, Francavilla dibuja (¡y entinta! ¡y colorea!) varias planchas a lo largo de las veinte hojas de esta pequeña joya que hablan por sí solas. Si hubiera un premio a la mejor viñeta del mes, sin duda alguna, sería la siguiente…

Vamos a hablar de la serie mientras se mantenga con vida, lo cual tristemente podría no ser demasiado tiempo. Y es que Johns tenía que haber esperado a tener tiempo – algo impensable ya que por no tener, no tiene tiempo aún ni para sacar una serie regular para Shazam – para sacar esa serie y que su nombre hiciera magia. Pero no sólo no tuvo eso, si no que además tuvo un cambio de guionista por el tercer número, algo que no ayudó para nada a la confianza de unos lectores que por culpa de la propia editorial, al mínimo cambio se van a prados más verdes. Y repetimos, es una pena que esta sea la percepción del público, seguramente también demasiado influenciado por quien llegó a ser considerado por muchos el peor superhéroe del universo Post-CoIE Pre-Flashpoint. Y es que Vibe tiene ese halo no forzado de clásico Peter Parker/Spiderman, que más lectores deberían de comprar, leer y disfrutar. Aunque claro, el Detroit del nUDC no tiene nada que ver con el NY de Marvel. Eso no quita que, y pese al nUDC, no se puedan lanzar muchos guiños a los clásicos de la propia DC…

Oh, y mirad quien vuelve a casa por vacaciones…

Si bien la ubicación dentro de la continuidad de la presente aventura de Savage Wolverine es algo que pueda echar para atrás a más de uno (post-Shadowland, pre-Amazing Spiderman 700), no deja de tener su gracia asistir a una frenética saga de tres números puesta al servicio de Joe Madureira, para que pueda dibujar todos los gigantes con espadas aún más gigantes que quiera mientras Zeb Wells se lo pasa teta poniendo en boca de Elektra y/o Lobezno los diálogos más chispeantes del mes. Y todo ello con (como no podía ser de otra forma) ninjas de por medio. Y es que los chicos de La Mano son unos “resucitadores” profesionales que dejan a la altura del betún a ese aficionado que es Nekron. ¿A quién habrán resucitado esta vez los de La Mano para combatir a Kingpin? ¿Bullseye estaba muerto ahora o ke ase? ¿Quién podrá hacerle daño al orondo villano? Nada más y nada menos que…

Cuando en los primeros números de la serie apareció entre las sombras una figura vilanesca embutida en una armadura repleta de salientes afilados comenzamos a temernos lo peor. ¿Otra vez Dyscordia? No, por favor, no. Pero entoces, uno de nuestros compañeros recordó esa magna obra de Rob Liefeld conocida como X-Force: Revelación y comenzamos a sospechar que -a poco que Dennis Hopeless fuera listo- seguramente tenía guardado un as en la manga.

Así que simplemente nos dejamos llevar, viendo como Cable y su pelotón de machacas iban realizando una misión de alto riesgo tras otra, siempre guiándose por las visiones del futuro que provería el tumor de la cabeza de Cable, siempre enfrentándose a extrañas amenazas de ciencia ficción, siempre con la decidida Hope Summers intentando seguir sus pasos y siempre con las autoridades y los Imposibles Vengadores pisándolos los talones para llevarlos entre rejas por la masacre de la planta de procesado de Eat-More. Una suerte de Equipo-A mutante que en su último número nos regaló un simpático team up entre Dominó y Tabitha, mientras Hope buscaba la ayuda de Blaquesmith para descubrir la verdad sobre lo que le estaba sucediendo a su padre.

Lo que sigue es un festival de zombies tecnoorgánicos como preludio de la gran revelación. ¿Quién es la mente maestra que ha estado tramando desde las sombras junto a Deathlok Prime todo este tiempo?

Como sabéis, el segundo año de Wonder Woman se componía de dos historias paralelas. La primera se podría considerar finiquitada tras este número, con su viaje a Nueva Génesis, gracias a la intervención de Lennox al ritmo del himno del Millwall en el anterior número. La otra parte, la del First Born, parece que también se resolverá de una vez, tras un parón tras un doble enfrentamiento de Diana con Artemis y el propio villano principal. El problema de tal parón, es que fue de tres días para sanar completamente a Wonder Woman. Y al regresar, descubren que el First Born cual George Alexander Louis crecidito, y sin noticias de Lennox. ¿Conocéis ese refrán que dice «Las cosas de palacio van despacio»? Pues el First Born no…

Cada vez que Duggan y Posehn se marcan un número en retrospectiva cabe dar por sentado dos cosas: La primera, que nos espera diversión de la buena. Y la segunda, que andan preparando algo a largo plazo. Tras el team up con Tony Stark en los tiempos de su crisis alcohólica, ahora toca hacer parada en 1977, en pleno alboroto del Verano de Sam. Con los Héroes de Alquiler en pleno rendimiento, el mercenario bocazas decide probar suerte junto a ellos para proteger a una tendera hispana y su atractiva y agradecida hija Carmelita del hostigamiento de un capo mafioso del tres al cuarto.

Altruista por naturaleza, Masacre decide prestarles ayuda con tan mala fortuna que él y Carmelita acaban siendo secuestrados por los maleantes y encerrados en el cuarto de juegos de su jefe a espera de una muerte segura. Los dos solos en una habitación entregada al placer lúdico, el mercenario de lengua de plata y la voluptuosa hija de la tendera con una ropa a punto de estallar. ¿Cómo pasar los minutos que les quedan para no llenar sus cabezas con la pesar por su inminente ejecución?

Mientras la mitad del país aprovecha para marcharse de vacaciones a las respectivas playas y montañas de descanso, en el Universo Marvel este ha sido un mes de regresos. En las páginas de Uncanny Avengers, el Capitán América regresa de su «retiro forzado» de más de diez años en el mundillo de Armin Zola para encontrarse, de nuevo, con un mundo distinto al que él estaba acostumbrado (al estilo de que lo que ya ocurriera en el Avengers #4). ¡Pobre Capi! El eterno hombre sin hogar… El otro vengador por excelencia, Iron Man, también regresa en las páginas de New Avengers de sus vacaciones cósmicas en compañia de los Guardianes de la Galaxia. ¿Como habrán sido las vacaciones? ¿Qué hermosos parajes habrá conocido? ¿Con qué viejos amigos se habrá reencontrado?

Resumen de la Era de Ultron: El androide creado por Hank Pym ha barrido el suelo con los Vengadores y, para salvar sus culos los héroes más poderosos de la Tierra se han visto obligados a darle un meneo a los cimientos del espacio tiempo de los de agarrate, que aquí te espero. Muerta la cyberbruja mala, ahora tocaba explorar las consecuencias del evento con sus correspondiente ramificaciones y subtramas extendiéndose por diferentes franquicias de la editorial.

Y si bien hasta la fecha habíamos visto a Hank Pym volviéndola a liar parda con el programa que usó para derrotar a Ultron, a Galactus entrando en el universo Ultimate como El Piraña en el bufett del funeral de Chanquete o a Star Lord con unas terribles jaquecas que darán paso al crossover Infinity, se echaba en falta una colección que explorase con profundida los daños provocados en la estructura del espacio tiempo.

Para eso llega al rescate el Indestructible Hulk de Waid, que con Bruce Banner trabajando para la unidad científica de SHIELD y su contrapartida verdosa repartiendo tortas como panes aspira a descubrir las misteriosas desapariciones expontáneas que están teniendo lugar por todo el mundo. Al más puro estilo de El Experimento Filadelfia, los extraviados aparecen convertidos en cadáveres deformes destrozados por la tormenta espacio temporal que esta sacudiendo los pilares de la realidad o se pierden en el olvido sin que nunca vuelva a saberse de ellos.

Dispuestos a tomar cartas en el asunto, Banner y María Hill deciden interrogar al prisionero de SHIELD Zarrko, el Hombre del Mañana para extraer toda la información que les pueda ofrecer sobre su futuro. Pero cuando Zarrko le propone envíar a Hulk por la línea temporal para arreglar el problema a tortas, Banner responde a carcajadas afirmando que eso sería como enviar a un elefante a arreglar un jarrón de porcelana con un tubo de pegamento de contacto. Mejor enviad a la Hulka Roja, que durante los últimos meses ha estado realizando misiones de este tipo y supondría un efectivo bastante menos «drástico». El ya se ocupará de participar con su cerebro.

Vale Bruce, pero… espera:

Es de sobra conocido que la reciprocidad entre los contenidos de las películas superheroicas y los propios cómics es un mal menor, un peaje que los aficionados debemos soportar a cambio de tener el privilegio de asistir, ya sea extasiados de placer o con cara de vergüenza ajena, a la incursión de los personajes de papel en la gran pantalla. Esto ocurre desde los tiempos de la primera superproducción de X-Men, cuando por arte de magia la plana mayor de los disfraces de los miembros-X dieron la bienvenida al cuero, y pasará siempre. Aunque últimamente es bastante descarado.

Cuando Paul Cornell anunciaba que su gran idea para el próximo año en la serie de Lobezno consistiría en quitarle los poderes curativos a Logan (uuuuuuuuh! ¡Qué original! ¡No había pasado nunca antes!) a nadie se le escapaba que se había inspirado en la película para bien o para mal (bueno, “para bien” no, sino que “para mal”).

¿Harían lo mismo en DC Comics o correrían un tupido velo? ¿Adaptarían, de una forma u otra, los hechos recientes de la super-mega-producción de Man of Steel en los cómics? ¿Cometerá Superman un asesinato para complacer a las grandes masas que justificaban su acto en el filme porque “una vez en un comic de hace años” ya lo hizo? ¿Se darían prisa por hacerlo? ¿Perdería alguien en DC la cabeza por ello?

No podemos terminar sin hacer mención al final de la etapa Morrison al frente del hombre murciélago. Una etapa que -bien para unos, mal para otro- ha marcado un antes y un después en la trayectoria del cruzado de la capa, congregando todas sus facetas en un único Batman que es a su vez todos los Batman. A lo largo de casi 75 números, al escocés le ha dado tiempo a hacer prácticamente de todo, desde reintroducir elementos en continuidad hasta trazar un alambicado rompecabezas a través de la historia del señor de la noche y dar orden a toda su trayectoria (para que luego DC la volviera a desorganizar). Muertes, resurrecciones, inesperadas vueltas de tuerca, toda una estructura de vigilantes entretejida con los Hombres Murciélago de nueve épocas y unas historias en las que Batman ha brillado más por si mismo y por todo lo que significa, que por todo lo pintorescos que fueran sus enemigos (que también los ha habido, y con revalorizaciones / versiones más que interesantes).

Cuando llegue el momento, nuestros compañeros os ofrecerán un concienzudo análisis diseccionando paso por paso toda la etapa del escocés. Hasta entonces, nos sentíamos obligados a darle la despedida por todos los años de historias que nos ha hecho disfrutar, con una imagen a la altura de todo lo que nos ha ofrecido. Dos espadas. Una caverna protectora con ecos de útero, y el enfrentamiento final entre el caballero oscuro y la hija del demonio en una lucha que termina justo cuando vuelve a empezar. Gracias por el paseo, Grant. Fue bonito mientras duró.