Edición original: Fables #122-129 USA.
Edición nacional/ España: Agosto 2013.
Guión: Bill Willingham.
Dibujo: Mark Buckingham, Gene Ha, Shawn McManus.
Entintado: Steve Leiahola, Andrew Pepoy.
Color: Art Lyon, Lee Loughridge.
Formato: Rústica. 176 págs.
Precio: 15,95€.
La serie en activo más veterana del sello Vertigo llega a su décimo aniversario en plena forma y dispuesta a continuar todo el tiempo que pueda de la mano de su creador, Bill Willingham. En este tomo, Blanca Nieves recibirá la inesperada visita de alguien de su pasado: su primer marido, que está dispuesta a recuperar lo que cree que es suyo y que no dudará en eliminar a quien intente impedírselo.
Sin duda Fábulas es un rareza dentro de los catálogos de las grandes editoriales de cómic americanas ya que pocas series (o ninguna me atrevería a decir) pueden alcanzar los 120 números de existencia de la mano del mismo autor y manteniendo un nivel de calidad tan alto como lo ha hecho esta serie. Si bien es cierto que el final de la Gran Guerra, en el número75, supuso un punto y aparte importante en el desarrollo de la serie y que los arcos argumentales que siguieron a ese clímax resultaron bastante flojos en comparación con lo anterior, también lo es que el guionista supo reconducir la situación y a partir del arco argumental Rosa Roja la serie volvió a recuperar el interés perdido, y en los tres últimos arcos argumentales, protagonizados por la familias de Feroz y Blancanieves la serie a vuelto casi a los mismos niveles de calidad de antes del fin de la Gran Guerra.
En el presente tomo el autor continúa dando protagonismo a esta familia y nos presenta una historia del pasado del Lobo Feroz en el que conoceremos como se ganó el destino que le ha llevado a ser lo que es y nos dará una muestra de lo que le espera en el futuro. En esta historia también conoceremos a la Dama el Lago, un personaje capaz de otorgar destinos a la gente y que tendrá un protagonismo especial en las próximas historias de fábulas. La historia que da título al tomo, Blanca Nieves, está transcurre en paralelo a los hechos narrados en el anterior tomo. Feroz y Blancanieves inician una búsqueda para localizar a sus hijos desaparecidos, búsqueda que deben abandonar cuando aparece en escena el príncipe Brandish, quien dice ser el marido legítimo de Blancanieves. Este príncipe resulta ser un sujeto despótico y cruel , dotado de una poderosa magia que lo convertirá en un rival invencible para todas las fábulas que intenten impedir sus planes de secuestrar a Blancanieves para convertirla en su esposa.
En los últimos arcos argumentales, Willingham había dado un protagonismo especial a la familia de Feroz y Blancanieves, aunque no había dedicado ninguno de estos arcos a la propia Blancanieves, uno de los personajes más importantes de la serie y uno de los mejor construidos y caracterizados desde el principio. El guionista aprovecha un personaje tan bueno para narrarnos una historia de mucha intensidad y con importantes consecuencias para el futuro de la serie con su habitual estilo en le que va construyendo un crescendo que desemboca en un estallido de violencia y muerte. Willingham es un escritor muy hábil y sabe escribir muy bien este tipo de historias aunque también es un poco tramposo algunas veces, como lo demuestra la historia dedicada a Lobo Feroz en la que descubrimos que la vida que ha llevado y muchas de las cosas que le han pasado a lo largo de la serie se deben a un destino que le fue otorgado por un personaje que hace su primera aparición en esta historia. Revelándonos este destino, Willinghan justifica parte de lo que ha pasado al personaje en la serie y también intenta adelantar acontecimientos que están por venir, permitiéndole abrir nuevas tramas para el futuro de la serie.
Uno de los puntos fuertes de esta serie, que se ha mantenido desde sus comienzos, es la sensación de que estamos ante una historia en la que los personajes evolucionan, cambian y que sus vidas están sujetas a las consecuencias de los acontecimientos que deben afrontar. Como si se tratara de George R.R. Martin en Juego de Tronos, a Bill Willingham no le tiembla el pulso a la hora de eliminar personajes de la serie por muy importantes que estos sean, siempre y cuando lo requiera la historia que está contando. Precisamente, la constatación de que no hay ningún personaje que pueda escapar a su mortalidad hace que las historias sean más intensas y que el lector sienta las amenazas que deben afrontar los protagonistas como más reales puesto que pueden suponer de verdad el final de cualquier personaje. Y más todavía si tenemos en cuenta que en los 130 número de serie que llevan hasta la fecha aún no ha resucitado ninguno de los personajes importantes que han muerto hasta el momento, algo habitual entre los personajes de cómic pero Willingham no ha querido usar, y por lo que merece mi reconocimiento ya que no debe ser fácil prescindir de personajes con los que se lleva tanto tiempo trabajando.
El apartado gráfico del tomo cuenta con dos grandes dibujantes que se reparten las historias incluidas en este volumen. La historia del pasado de Feroz está dibujada por Gene Ha , un artista de mucho talento que demuestra una habilidad extraordinaria para ilustrar relatos de fantasía. Su recreación de Lobo Feroz es la más terrorífica que se ha mostrado hasta ahora en la serie y sus escenas de lucha entre grandes monstruos están dotadas de gran fuerza. La historia principal está dibujada por Mark Buckingham, el ilustrador habitual de la serie, en la que sigue ofreciendo un trabajo de excepcional calidad, tanto en narrativa como en composición de la página. Buckingham es un artista que cumple igual de bien es escenas tranquilas y de conversación como en escenas de acción, como demuestran las excelentes páginas dedicadas al enfrentamiento del príncipe Brandish contra Blancanieves y Feroz.
El tomo se completa con una historia dibujada por Shawn McManus en la que el guionista pone fin a la trama del mono Bufkin en el mundo de Oz que había servido de complemento durante los últimos números de la serie. Este capítulo es una demostración más de que Willingham no tiene problemas a la hora de describir destinos definitivos para sus personajes.
«ya que pocas series (o ninguna me atrevería a decir) pueden alcanzar los 120 números de existencia de la mano del mismo autor y manteniendo un nivel de calidad tan alto como lo ha hecho esta serie. »
Pues yo me se de otra serie que lleva casi 200 números de la mano de su creador y manteniendo un gran gran nivel de calidad: USM (y ya paro de dar el coñazo por hoy).
Dicho esto, buena reseña y a ver si un día me pongo con Fábulas, que no tiene mala pinta y me interesa desde que descubrí los post de Torralba sobre la serie.
La verdad es que Fábulas ha pasado por momentos muy bajos que hicieron que estuviera a punto de abandonar la serie, pero el anterior tomo, «Cachorros en la tierra de los juguetes» me pareció tan bueno (para mí, si no es el mejor es de lo mejor como poco) que volví a cogerla con ganas. Sin embargo este tomo no me ha terminado de convencer del todo, veremos el siguiente, pero me inclino a pensar que el penúltimo tomo fue más bien un chispazo de calidad que una recuperación, la serie me da la sensación de estar prácticamente agotada.
Apunte tocapelotas del dia:
Blancanieves se escribe todo junto.
Tengo pendiente el tomo anterior porque sospecho como va a acabar y no me apetece nada llevarme un sofocón.
Lo cierto es que no había leído nada de Fábulas así que, llevado por su fama, he empezado por los recopilatorios en tapa dura que está publicando ECC. Los 3 que ha sacado hasta ahora me han parecido geniales. Y el primer tomo de Fabulosas también.
jorgenexo ha comentado: Pues a mí el tomo anterior no me gustó nada
Que raro. Leí el principio y parece una historia del estilo de la del Chico de Azul o la del Papamoscas.
A mí el primer Fabulosas me gustó. No es un maravillón pero estaba simpatico. En cambio el segundo, el de Rampunzel, me pareció aburrido y farragoso.
@Espaiderman: tienes razón, pero reconocerás que USM es una rareza dentro del género.
@Ultron: a mi también me choca escribir Blanca Nieves separado pero es el título del tomo, tal y como aparece en la web de ECC.
A mi el tomo anterior me encantó. Es de los pocos cómics que he leído últimamente que me ha tocado la fibra sensible. Éste esta bien pero no me parece que esté a su altura y eso que tiene sus momentazos.
Yo creo que la serie hasta el número 75 tenía un foco muy concreto, la guerra contra el Adversario, que marcaba el tono general de todos los arcos argumentales. A partir de ahí la serie carece de ese elemento vertebrador y parece que no sepa donde va, pero los personajes siguen estando muy bien desarrollados y algunos de los arcos argumentales han sido bastante intensos (como el de los cachorros en el país de los juguetes)
Me parece que ya lo comenté alguna vez. Se suele decir que la serie empieza a decaer tras el número 75, pero para mí el bajón llegó antes. El tomo de la Gran Guerra me resultó flojo y anticlimático.
A partir de ahí la serie no tiene tanta intensidad, seguramente por lo que señala Alejandro: una falta clara de dirección.
Pero oye, ojalá todas las series tuvieran este nivel medio. Yo sigo devorando todos los tomos y siempre me lo paso bien.
De los spinofs de la serie sólo me he hecho con la serie de Jack, que dejé a medias, y con Fabulosas, que me está gustando bastante más que Jack. Fabulosas no aporta grandes cosas a la serie principal aunque sí que tiene algún evento que se refleja en la serie madre, como el retorno de la Bella Durmiente que se explica en el primer tomo de Fabulosas y al que se hace referencia en este tomo de Fábulas . De las serie limitadas no tengo ni idea pero le eché un ojo a la de los lobos y no tenía muy buena pinta
Pues muy de acuerdo con Ocioso en lo que respecta a Fabulosas, pillé el segundo tomo con el tirón de que el primero estuvo bastante bien (y también por el rollo fábulas japonesas, que es algo que me gusta mucho) y fue una decepción. Y también de acuerdo en que una vez no hay Adversario la serie no sabe por donde tirar. Y si te atreves a acabar el tomo anterior verás que no vas desencaminado. De lo mejorcito, ya digo.
Aunque abandoné la serie tras el fin de la guerra contra el Adversario (y un poco más) la sigo recordando como un comic excepcional.
Muy buena la reseña. Yo llegue a leer hasta el número 100, así que estoy algo atrasado. Pero más allá de ciertos altibajos, comprensibles en una serie tan larga, siempre me pareció superior al promedio.