Vertigo USA: Lo que se nos viene encima

Tras el artículo de la semana pasada dedicado a V de Vendetta, con todo el fondo Vertigo que quedaba en mis planes por reseñar liquidado, y con las novedades de octubre y noviembre comentadas, hacemos un pequeño alto en el camino para un par de cosas: hacer un poco de balance replanteando la sección, y ofrecer un pequeño vistazo de todas las novedades inéditas que la línea publica actualmente en Estados Unidos y que nos llegarán, según las FAQs de Planeta DeAgostini, a partir de 2009.

Sobre la sección decir que tenemos actualmente uno de los mayores fondos en reseñas y artículos dedicados a las obras pasadas publicadas en Vertigo. Dicho material, además de a través del archivo de reseñas de la web, está disponible mediante las etiquetas Vertigo Artículos y Vertigo Bazar, así como (y esto es una novedad) en los enlaces externos de la Wikipedia española en aquellas obras que poseen entrada. En total suponen 36 textos de tamaño extenso y 33 de tamaño medio, que recogen no sólo mi etapa como redactor sino todos los documentos que mis compañeros han publicado antes o a la misma vez que yo.

A partir de ahora, por tanto, mi único objetivo consistirá en centrarme con las novedades mensuales de Vertigo en nuestro país, rescatando fondo a medida que se reedite. Como hemos visto, al parecer este material va a incrementarse paulatinamente, por lo que no me faltará trabajo. Sin embargo, el tiempo libre voy a intentar dedicarlo –si os interesa, claro– a preparar entrevistas de autores extranjeros, un tema que tenía bastante abandonado. Además, quisiera pediros un favor: si tenéis alguna sugerencia acerca de cómo mejorar la información y las secciones, ponédmela en los comentarios. Eso sí, os advierto que en mi política no entra seguir las colecciones a ritmo USA, básicamente porque me parece más útil para el lector saber lo que hay de interesante entre las novedades de su librería especializada que saber lo que estaría bien comprar por previews o descargarse. Quitando eso, pedid que seréis escuchados.

PERO, como las reglas están para romperlas, voy a plantaros hoy un repaso sucinto de aquellas series que actualmente están en activo (no las canceladas) al otro lado del Atlántico y que, anunciadas para 2009, estamos todos esperando como agua de mayo. No están todas las que son, claro, pero para ir abriendo boca no está mal (o eso espero). Además, para vuestro disfrute y comprensión, las he organizado en categorías: imprescindibles (posibles maravillas), jóvenes promesas (aún no se puede decir nada concluyente) y la decepción (sobran explicaciones). ¿Empezamos?

Northlanders

Con diez números publicados hasta la fecha, la serie a cargo de Brian Wood y varios dibujantes se ha convertido sin duda en la gran revelación de la nueva hornada de colecciones de Vertigo. Brutal, brillante y épica, la obra dispone arcos independientes sobre vikingos de una forma realmente sorprendente y sin nada que envidiar a cualquiera de las aproximaciones ficcionales que sobre estos guerreros se hayan realizado hasta ahora. Sí, lo sé ¿arcos independientes con distintos dibujantes? Desde luego es un buen hándicap, pero que no os asuste: los ocho primeros números –Sven, The Returned– funcionan a la perfección y, cerrada la línea argumental, no puedo imaginarme ahora mismo de otra manera la historia de este príncipe que vuelve desde Constantinopla a reclamar la herencia que su tío le ha arrebatado cruelmente. D-E-S-L-U-M-B-R-A-N-T-E. Por si fuera poco, la misma efectividad demuestra Wood en las historias cortas, ya que el miniarco compacto de dos números que acaba de terminar en EE.UU. es igualmente poético y potente.

Épica en viñetas

De lo que no hay duda es de que Wood se está afianzando como el guionista clave de la nueva generación con Demo, DMZ y ahora esto, mostrándose como un artesano eficacísimo tanto en el combate ideológico de la segunda como en el drama histórico que ahora nos ocupa. Y atención a Davide Gianfelice o a Dean Ormston porque su grafismo es tremebundo… veremos qué tal se le da a Ryan Kelly a partir del #11 USA.

House of Mystery

Los principios de esta serie ya los dejamos más o menos asentados hace tiempo en un artículo especial: recuperación de un clásico de DC a cargo de Bill Willingham y Matthew Sturges –más Sturges que Willingham por cierto–, con un Luca Rossi estupendo a los lápices gracias a un estilo fresco mezcla de Bachalo y Buckingham.

Bienvenida a House of Mystery

Argumentalmente de momento es atractiva, aunque tiene dos inconvenientes: las historias cortas contenidas en cada número son unas mejores que otras –al igual que los dibujantes invitados que las ejecutan– y, en otro orden de cosas, el motor de una trama con toques de la televisiva Perdidos, el clásico Decamerón o el A Puerta Cerrada de Sartre puede acabar cayendo en la reiteración. Mucho decompressive storytelling y mucha lentitud para que al final el misterio pueda no ser tan atractivo como prometía.

Air

Y del decompressive storytelling a su recurso opuesto: los dos primeros números de esta serie publicados hasta ahora a cargo de los autores de Cairo –G. Willow Wilson y M.K. Perker– contienen la mayor sucesión de acontecimientos a ritmo desenfrenado que he visto desde hace mucho tiempo. ¿La historia? Una azafata de una compañía aérea que se ve implicada románticamente con un misterioso pasajero que no hace más que viajar, y cuyas intenciones desconocemos: ¿terrorista o todo lo contrario? En medio, una organización secreta, una región imaginaria hindú con tintes mágicos y no sabemos qué demonios más…

Acción desenfrenada en Air #1 USA

Sus autores han descrito que su voluntad es hacer lo que habrían conseguido Umberto Eco (en plan Péndulo de Foucault) y Hayao Miyazaki dirigiendo un episodio de Alias. Con toques de Borges he de añadir. El listón se lo han puesto –creo– un poco alto, aunque ahora mismo no sabría decir por dónde va a salir esto. ¿Por ahora me gusta? Pues… bastante. Pero dentro de un número podría deciros todo lo contrario.

Greatest Hits

Vale, vale… he hecho trampa. Esto es una miniserie de seis entregas, pero es de superhéroes, está escrita por David Tischman, dibujada por Glenn Fabry y me apetecía ponerla. ¿Merece la pena? De momento, NO. El primer número es simpático, pero tremendamente aburrido: no pasa NA-DA. ¿De qué va? Del rodaje de un documental sobre un supergrupo que ejercía en los sesenta y cuyos decadentes miembros están actualmente retirados. Y cuando digo supergrupo, me refiero a uno compuesto por superhéroes, a pesar de que todo nos haga sospechar que estamos viendo a los Beatles de una tierra paralela. Flojo, flojo, flojo…

Imagine all the
people… Ehm, estoo

Madame Xanadú

… flojísimo. Los cuatro números publicados hasta ahora por Matt Wagner sobre Madame Xanadu son totalmente decepcionantes. Y es que, aparte de seguir al personaje a lo largo de los siglos, no sé qué más se propone su guionista: ha malgastado dos números en presentarla en tiempos de Camelot para, acto seguido, trasladar la acción a la corte de los Kahn en tiempos de Marco Polo. ¿Personajes secundarios? Wagner debe de haber pensado que si queríamos saber cómo acababa el cotarro, nos viésemos Excalibur. ¿Implicación del lector? Mínima. La serie no va a ninguna parte, no hay trama y todo es de un lirismo forzado que asusta y avergüenza a la vez. Para colmo de males, la estética manga/anime de Amy Reeder Hadley parece decir «amantes de La Princesa Mononoke, aquí tenéis vuestro tebeo». Pero claro, para eso debería tener muchísima más consistencia de la que tiene. No obstante, sólo son cuatro números; a lo mejor a partir de ahora levanta el vuelo.

¿Dónde estará
Ashitaka?

Young Liars

David Lapham en color y en una especie de adaptación de Friends al género negro con toques de lisergia y gamberrismo tarantiniano desenfadado. ¿Apuesta segura? Tras leer los dos primeros números creía que sí. Después de leer el séptimo, pienso que el autor ha hecho uno de los cómics más decepcionantes, gratuitamente desagradables, vacíos, falsamente complejos y caóticos que he tenido la oportunidad de leer en mucho, muchísimo tiempo. No sé a dónde va la historia, sencillamente. Y lo que es peor, ni siquiera me importa. ¿De qué va? Cojamos aire y abramos etiqueta de spoiler…

Sadie Dawkins

…y muchas otras cosas que podrían parecer divertidas, pero que NO lo son. Personalmente, pienso que lo que tenemos aquí es un cómic que tiende al exceso gratuito porque sí, con el único propósito de desbarrar y tirar millas porque parece muy cool.