Título original: Hinterkind #1
Edición: Vertigo.
Guión: Ian Edington.
Dibujo: Francesco Trifogli.
Formato: grapa, 28 págs. A color.
Precio: 2,99 US $.
Valoración:
Y seguimos con las series Vertigo. De toda la hornada de títulos nuevos, nos quedaban muy pocas por reseñar y Hinterkind es una de ellas. Escrita por Ian Edington y dibujada por Francesco Trifogli, este título ha sido presentado como una historia enclavada en una Tierra postapocalíptica donde los monstruos de los antiguos cuentos de hadas y los mitos dominan sobre el ser humano. De hecho, Will Dennis, editor del sello para adultos de DC, definió en su momento a Hinterkind como la digna heredera del espíritu de Juego de Tronos. Sin duda, una ambiciosa (y peligrosa) etiqueta con la que describir uno de los proyectos más recientes de Vertigo y que se estrenó el pasado mes de octubre.
La Tierra es un lugar muy peligroso para el hombre: La Plaga ha asolado el planeta llevándose consigo a la mayor parte de la población humana y la naturaleza ha recuperado el terreno que perdió durante siglos. El ser humano ha pasado de dominar el reino animal a convertirse en un eslabón frágil de la cadena alimenticia, mientras que las ciudades, ejemplos de su evolución y civilizaciones, ahora son un triste y decadente recuerdo del pasado glorioso de la especie. Es más, gracias a la naturaleza, la faz de la Tierra está poblada por todo tipo de criaturas, entre ellas habitantes que se creían propios de los mitos y que ponen en peligro la existencia de los pocos humanos que intentan salir adelante.
Los protagonistas de esta historia son Prosper y Angus, dos jóvenes amigos que intentan sobrevivir a este nuevo mundo. Ellos forman parte de una pequeña colonia de humanos que sobrevive a base de caza y cultivo en la asalvajada Nueva York. Tal como Edington presenta la historia, la civilización ha dado un paso atrás en su evolución de cerca de dos mil años. Pero no son los únicos. Hay otros asentamientos humanos que intentan redescubrir los territorios tomados por la naturaleza y cuando uno de ellos no da señales de vida, es cuando la trama se pone en marcha. La pareja de amigos iniciará un viaje a lo largo de los antiguos Estados Unidos acompañando al grupo de personas que va al rescate de la avanzadilla.
Si hay algo de lo que felicitar a Ian Edington es que nos presenta de manera efectiva, magistral y en tan sólo 26 páginas un mundo postapocalíptico con una especie humana cuasi moribunda, en peligro de extinción. Seguro que queda mucho qué contar sobre esta Tierra que ha sufrido una especie de plaga, pero el lector sabe en todo momento que la naturaleza ha relegado al ser humano a una posición de debilidad en el reino animal y que no le está costando borrar la huella de nuestra civilización. Además, el escritor ha introducido un concepto religioso, The First Book of Monday (Algo así con el “Primer Libro del Lunes”), que nos viene a indicar que muchos paradigmas culturales han cambiado drásticamente. De hecho, las cinco primeras páginas de Hinterkind #1 son un buen resumen y ejemplo de lo que los autores quieren contar. Empezar un cómic así no es fácil porque pocas veces podemos encontrar casos como este, así que siempre se agradecen esfuerzos y resultados como el de la introducción de esta serie.
Los personajes protagonistas también gozan de una buena descripción y enseguida notamos que la pareja de amigos tienen un vínculo muy cercano y que se complementan. Podríamos decir que uno es el fiel acompañante del otro, como si fueran el Frodo y el Sam de cada uno. Y claro, tanto dominio de la naturaleza viene acompañado de violencia, así que preparaos para ver el lado más sangriento y alternativo de los seres que pueblan los cuentos de hadas y alguna que otra bizarrada como ligres a go-go ¡Ligres!
Al trabajo de Edington, por supuesto, hay que añadir el de Trifogli, que deja ilustraciones realmente impactantes como las que componen las splash pages de la ciudad de Nueva York, totalmente tomada por la naturaleza, y la panorámica de Central Park, que me parece un claro ejemplo de la situación humana en mitad de este apocalipsis verde.
Parece que después de todo lo que he contado y tal como he presentado el universo que Edington ha creado pues poco queda que criticar. Pues no. Por un lado, porque el mundo de ficción en Hinterkind parece muy interesante, pero personalmente hay algo que no me termina de convencer. Esa idea de mezclar una Tierra postapocalíptica con seres mitológicos como trolls, unicornios y orcos, por poner algunos ejemplos, no son temas que encajen o que al menos estemos acostumbrados a tratar. Ya lo dijo el editor Will Dennis durante la presentación de la serie en la pasada ComicCon de San Diego, que a las primeras de cambio la propuesta inicial de Edington no le llamó mucho la atención. Pero parece ser que una lectura avanzada terminó de convencerle y por eso le dio el visto bueno a su publicación. Hemos de suponer que esa será la tarea del escritor, convencer con argumentos a los escépticos, como el que suscribe este artículo, de que su universo de ficción no chirría para nada con los sujetos escogidos para habitarlo.
Por otro lado, porque la trama en sí va de una búsqueda que suena sospechosamente a historia trillada: Chico con problemas conoce a chica rebelde que inician un viaje juntos en el que lo van a pasar realmente mal. Evidentemente lo que pase en el viaje es lo que le dará empaque a la serie, pero me resulta desalentador que un mundo que da muestras de originalidad ofrezca una trama inicial algo pobre.
Por último comentar un aspecto del artista que tampoco me termina de gustar. A las maravillosas ilustraciones panorámicas y las viñetas rebosantes de naturaleza, hay que poner en contraste las caracterizaciones de los personajes, especialmente la de los protagonistas. La manera en la que Trifogli dibuja los rostros, y en particular los ojos, me resulta perturbadora cuanto menos. O demasiado grandes o demasiado abiertos.
En definitiva, Hinterkind tiene puntos muy fuertes y que pueden llevar a una narración atractiva, parece que Edington sabe cómo conectar con el lector. El problema es que tal vez la conjunción de las diferentes temáticas no sea la más adecuada, pero esa es tarea del escritor, que deberá demostrar que un cuento de hadas post apocalíptico es la gran historia que falta por contar en Vertigo.
Sólo he leído el nº1, así que tal vez mi impresión es apresurada, pero ha sido de las nuevas series de Vertigo la que menos me ha interesado. La mezcla de elementos de fantasía y rollo postapocalíptico me ha chirriado bastante.
Por ahora mi top es 1 Trillium, 2 Brother Lono, 3 FBP…
Leído también el 1º número y lo veo demasiado capítulo piloto de TV, y no de los entretenidos, precisamente.
Pues no la conocía. Pero, no sé, no sé… Entre el batiburrillo de influencias y que en cuanto se salen con declaraciones en plan «esto es el nuevo Juego de Tronos»… Yo es que ya desconfío cuando se ponen así de estupendos a la hora de promocionar algo.
Lo que me flipa es la viñeta esa de Nueva York. Qué edificios tan bien construidos,joder, que a pesar de estar completamente invadidos por la vegetación (incluso con árboles por todas partes) no sr ha venido abajo ni uno sólo.
A mi con las nuevas series de VERTIGO me pasa una cosa, que hasta que no se las lea el Torralba y les de el visto bueno, ni me acerco.
A lo mejor conviene más darle una oportunidad a este tipo de proyectos personales que a la vigesimo séptima serie de Vengadores o a la octava de Superman.
No sé, veo a muchos por aquí muy reticentes a probar series nuevas o que si no son nuevas, al menos pueden ofrecer un nuevo universo, pero luego abrazar las nuevas series de personajes tan acabados y con los que no hay nada nuevo que hacer como son Punisher, Elektra, El Caballero Luna y otros del estilo o muy ilusionados porque les van a abrir a los Invencibles Vengadores y a los Cojonudos X Men, que solo sirven para quintuplicar la presencia de Iron Man, Lobezno o el Capi en otro grupúsculo más de personajes reunidos al azar, pero luego no tienen identidad propia como serie ni como concepto.
«A lo mejor conviene más darle una oportunidad a este tipo de proyectos personales que a la vigesimo séptima serie de Vengadores o a la octava de Superman.»
Totalmente de acuerdo.
De hecho, ya tengo más que decidido que cuando se publiquen en España me haré con Trillium y con Brother Lono. Pero no con esta, no porque no tenga personajes reconocidos o no pertenezca a una franquicia superheroica, sino, simplemente, porque me parece que no es buena.
Pero en verdad podéis decidir que una serie es mala sólo con el número 1?
Entro en zonanegativa para ver qué hay de nuevo, y me digo, vaya, una serie de vértigo que pinta bien; y no es hasta pasado medio artículo que recuerdo que ya me he leído este primer número.
Así de memorable me resultó, que apenas a un mes de haberlo leído, ya lo había borrado completamente de mi memoria.
¡Buena reseña, Marcos! Yo ahora mismo, para el que le interese, de tooooda esta nueva hornada de series de la línea Vertigo solo salvo Trillium, que es una delicia. El resto siempre se las arregla para evocarme un gran «psche». De más a menos, ahí va…
The Wake es muy entretenida. Por ahora no parece más que una revisitación de mitos lovecraftianos mezclados con el monstruo de la laguna negra, pero de dibujo anda sobrado. Es algo lenta, eso sí.
Brother Lono me divide… por una parte, no es una mala historia de género negro. Por la otra, usar a Lono me parece tan gratuito que me da alergia que el final de 100 Balas se postergue en una obra noir que bien podría estar empleando un personaje nuevo (aunque menos rentable).
Coffin Hill me resulta algo manida en su propuesta paranormal de baratillo. Me aburre sobremanera y cae en todos los tics del género.
Collider/FBP no ha conseguido que me interese ni por ninguno de sus personajes ni por esa trama que parece sacada de una indigestión de capítulos de Fringe.
Esta Hinterkind, otro empacho: esta vez de capítulos de Revolution y cómics de Fábulas. Lo mejor que tiene son las portadas. Y, tras haberme leído el segundo número, mantengo la misma opinión.
Y sí, Tildoras. Como mínimo, un primer número debería hacerte querer volver al mes siguiente a por más. ¿Para eso están, no? La cuestión es que, salvo las dos primeras series (Trillium y The Wake, que para colmo son series limitadas y en las que puede que me sobre la segunda), no tengo tanto tiempo para perder. Máxime cuando hay cosas como Letter 44, Sex Criminals o Velvet (por no hablar de Saga) pululando por ahí.
Yo reconozco que el primer número me gustó, aunque el segundo me parece que ha bajado algo. No sé, en principio la premisa me mola y el dibujo también, le daré algunos números más de gracia.
Es curioso que Vertigo haya sacado otra serie post-apocalíptica con personas-mutadas-en-animales/monstruos tras terminar Sweet Tooth, aunque realmente el tono de ambas no tiene nada que ver…
«Brother Lono me divide… por una parte, no es una mala historia de género negro. Por la otra, usar a Lono me parece tan gratuito que me da alergia que el final de 100 Balas se postergue en una obra noir que bien podría estar empleando un personaje nuevo (aunque menos rentable).»
Bueno, yo lo veo como un guiño para los fans del azzarelloverso. Es verdad que lo que hace Lono lo podría hacer cualquier personaje de ese tipo con un, ejem, pasado tormentoso, y la historia es totalmente independiente. Para mí funciona como un guiño y me vale. Y como me encanta el dibujo de Risso y los diálogos de Azzarello, me está gustando bastante.
Anoche me leí el Nº5 de The Wake y, sin meter mucho spoiler, diré que me ha sorprendido bastante, así que reevaluándolo, lo meto en mi top del new-vertigo, que quedaría en Trillium, Brother Lone y The Wake.
Lo que no comparto del todo es la apreciación del Sr Torralba de que va lento… Me parece incluso que va demasiado rápido, por lo que de hecho el mayor defecto que le veo es que todo el rato hay algún personaje explicado “qué ocurre” para que el lector no se pierda. Mete tantos y tantos diálogos expositivos en plan… un personaje dice “oh, qué bicho tan raro hay afuera” y otro “pues esto puede ser porque en la prehistoria tal y tal” y el otro replica “y qué ruido tan raro hace”, a lo que corresponde otra parrafada de diez líneas en la que expone cuál es el origen posible del ruidillo. Vale, Scott, te has documentado mucho para escribirla, pero hay modos narrativamente más elegantes de ir soltando toda la información.