Guión: Keith Giffen, J.M. DeMatteis
Dibujo: Howard Porter
Entintado: Howard Porter
Color: Hi-Fi
Portada: Howard Porter
Editorial: DC Comics
Formato: Grapa, 20 páginas
Precio: 2,99 $
Valoración:
¿Soy el único que piensa que ésta es la idea
más estúpida jamás oída?»
Si tirásemos de hemeroteca en lo que a estas Reseñas DC se refiere, en las que se analizan los comienzos de nuevas series de DC Comics y de cambios importantes en sus equipos creativos, quizá el título que hoy nos ocupa fuera uno de los más esperados por una buena parte del fandom. Puede que no sea el más comercial, ni el que cuente con los autores estrella del momento, pero sí provoca la nostalgia de unos lectores que estadísticamente superan en su mayoría la treintena y recuerdan anteriores andanzas de los guionistas que hoy tratamos. No suele ser la nostalgia buena consejera y más en estos casos en los que el señuelo expuesto por el departamento de publicidad correspondiente son obras con más de veinte años a sus espaldas. Muy pocos escritores y artistas tienen un talento infinito. El talento, en general, se diluye con los años. Y, como ocurre en muchos otros medio artísticos, suele dibujar una curva ascendente y luego descendente. No hace falta que recordemos en qué fase se encuentran guionistas antes venerados como Ann Nocenti o Paul Levitz (hablando únicamente de ficción, y no de sus obras enciclopédicas tan recomendables). El caso que nos ocupa no es comparable en absoluto, ya que Keith Giffen y J.M. DeMatteis no han parado de trabajar, con mayor o menor éxito, desde que se reunieran, junto a Kevin Maguire, en la Liga de la Justicia Internacional. Sin embargo nunca desde entonces lo habían hecho juntos y bajo el manto de la Justice League.
Y aunque el círculo se habría cerrado por completo si Kevin Maguire no hubiera sido despedido in extremis, será difícil ponerle pegas al dibujante elegido para sustituirle, aquel que ya había realizado los diseños de los personajes en primera instancia: Howard Porter. Dado el tono del primer capítulo de Justice League 3000 es fácil echarle imaginación y pensar cómo funcionarían ciertas escenas gracias a la incomparable expresividad facial que suelen plasmar los lápices de Maguire. Pero Porter, prácticamente renacido de sus cenizas después de un accidente en la cama que le llevó a dejar los cómics temporalmente, no se amilana y consigue un resultado brillante en estas páginas. No solo fuerza al máximo sus capacidades para que las caras de los personajes muestren todas las emociones que los guionistas exigen a sus creaciones, sino que demuestra su gran dominio de la narrativa y del diseño de interiores. Lejos de ser parco en fondos y detalles, el dibujante detalla centímetro a centímetro el complicado mundo en el que nos adentramos, haciéndolo en ocasiones con perspectivas tan espectaculares como la que puede verse en la primera página.
El buen trabajo de Porter ya se intuía en las páginas en blanco y negro que pudieron verse de muestra, lo cual planteaba la duda de si el tipo de color que se le aplicaría encima podría echar por tierra parte del trabajo hecho. Y es que el dibujante consigue aplicar una gama de grises tras lápiz y tinta que dan forma a esta serie como muy pocos dibujantes logran en las suyas. Los elegidos para llevar a cabo la tarea descrita, quizás por el carácter futurista de la serie, fueron los estudios Hi-Fi. Y el resultado final seguramente no se aleje mucho de lo que tenía en mente Porter cuando entregó estas 20 páginas. Quizá la mayor pega que se les pueda poner sea que no hayan ensuciado suficiente ese mundo llamado Bradbury 7 que se presenta en las primeras páginas. El resto se presenta tan limpio y brillante como los autores han querido plasmar. Y es que un proyecto que inicialmente contaba con Kevin Maguire en su plantilla difícilmente puede tildarse de oscuro.
Wonder Woman
La historia que nos presentan Giffen y DeMatteis es la de la Liga de la Justicia que todos conocemos….pero no lo es. Los guionistas juegan con un interesante giro en el argumento que les permite manejar a los cinco iconos sin tener que ceñirse a ninguna continuidad ni histórica ni de personalidad. Aunque al principio pueda sorprender la dinámica del grupo, luego la historia nos cuenta el por qué de las cosas. Aunque siendo estrictos en cuanto a estructura quizá hubiera resultado mejor dar esos datos poco a poco y no mostrar todas las cartas en la primera mano. Pero sí es cierto que ninguno de los guionistas está acostumbrado a andarse con medias tintas, y de cara al lector más veterano es comprensible que se explique por qué Superman no se comporta como Superman, de no hacerlo así, muchos de esos lectores podrían huir en el primer número. Y es que este grupo es tan disfuncional como lo son sus protagonistas. Batman y Superman casi se parecen más a los clásicos Green Arrow y Hawkman, sólo que aquí Superman es un narcisista redomado que presume constantemente de su poder y sus capacidades, algo que irrita sobre manera a Bruce. Flash es también muy distinto al Barry Allen de hoy día, ya que aquí ocupa el rol del pesimista del grupo, algo que sus compañeros le recuerdan constantemente. Este juego de poner en boca de los protagonistas lo que el lector está pensando es un viejo truco de los presentes magos, pero es un truco tan bien ejecutado que no aburre al espectador. El personaje de Flash cuenta además con una incógnita que pudo observarse desde que se mostraron los diseños, y es que no es rubio sino pelirrojo, lo que parece indicar que se trata de Wally West. Y si lo es, también sugiere que tarde o temprano deba aparecer en el presente del Nuevo Universo DC.
Todo este grupo en el que Green Lantern tampoco es el mismo y Wonder Woman es más salvaje que nunca, está dirigido en la distancia por dos jóvenes a los que se les conoce como los Wonder Twins (aunque no tienen nada ver con los de los famosos dibujos animados). Los hermanos trabajan dentro de Cadmus y junto a la Liga de la Justicia pretenden librar al Universo de un mal conocido como Los Cinco. Estos cinco llegaron al nuevo futuro hace 10 años, tiempo en el que han convertido la paz reinante en un caos total, en parte causado por un apagón a escala universal. Aunque estos cinco permanecen en secreto dentro de la narración, es fácil plantearse la posibilidad de que su llegada pueda coincidir con el final de Forever Evil… ¿se tratará del Sindicato del Crimen? Quizá sea una respuesta demasiado obvia.
Algunos guionistas prefieren entrar de puntillas y sin hacer ruido en sus historias, abriendo cuidadosamente la puerta de entrada y no enseñándonos el dormitorio hasta el octavo número. Giffen y DeMatteis no son esa clase de guionistas. Ellos derriban de una patada la puerta, nos cogen en volandas y desnudan la historia a las primeras de cambio. La primera imagen que vemos de los protagonistas es la mostrada más arriba; ya conocemos al grupo, ya formado y con trayectoria a sus espaldas, en este año 3000. Pero aunque el lector sepa “más o menos” de dónde salen estos héroes, los guionistas son lo suficientemente inteligentes y experimentados como para no mostrar todas sus cartas dejando varios misterios en el aire. Como por ejemplo el de Ariel Masters, la chica con quién comienza la historia y que comparte un pasado con los Wonder Twins. No podía faltar el humor, obviamente, pero no se trata de un humor tan desatado como en otras ocasiones. Ni tampoco anacrónico, algo que también hemos sufrido en otros trabajos. Con todos estos ingredientes se nos presenta una muy buena serie, que huye de la narración descomprimida y que paga al lector con creces cada una de sus páginas. Quizá la nostalgia no sea tan mala consejera en esta ocasión, ya que Justice League 3000 tiene aroma de clásico y si continúa por el buen camino pudiera convertirse en una de las series más divertidas de DC Comics.
Era de prever pero hay que decirlo: ¡qué estropicio han hecho con los lápices de este señor!
En principio el color no me parece lo peor. Hace desaparecer parte de los detalles pero puede pasar. El problema es el método de elaboración de estos tebeos, que deja para el final la colocación de las cajas de texto. Se tiran en la viñeta a la buena de dios, donde caben, y se cargan el dibujazo que tan meticulosamente había trabajado el manquito. Tapan las líneas que mas marcan la perspectiva y lo hacen con cajas rectangulares que van bailando a la izquierda y la derecha rompiendo el efecto de la fuga.
¿Por qué no pusieron todo el texto pegado a la izquierda para dejar libre el dibujo?
¿Que Porter tuvo un accidente en la cama?
Tal y como lo cuentas, parece que se hirió haciendo el salto del tigre.
Creo que fue haciendo unos margaritas. Un recipiente de cristal se rompió y le cercenó los nervios de uno de sus dedos.
y esta serie, promete. A ver cuánto tardan en DC en echar a Porter o en tocarles los huevillos a los guionistas hasta que se piren.
Ocioso +3000, una aberración. Aún así, ganazas +3000 también.
A mí me ha gustado.
Me ha gustado la interacción de los personajes, bastante divertida, me ha gustado el estilo clasicón del guión –en el buen sentido- y me gusta con matices el dibujo.
El dibujo es lo más sorprendente. El nuevo estilo de Potter es.. raro. Atractivo y raro. Por un lado, un detallismo de la hostia, del que no se suele ver en el cómic americano. Por otro, dibuja unos caretos que son expresivos, si, pero eso, raros, rarunos y en algunos viñetas que no llevan uniforme costaba distinguir al pseudo-Clark del pseudo-Bruce. En conjunto, parece una mezcla de su estilo noventero con un Quitely… y la mezcla es… interesante. Estoy con Ocioso, algo falla con el color o las tintas, porque tengo la impresión de que podría quedar aún mejor.
Aún así, ojalá que todas las series nuevas de DC tuvieran esa nivel.
Me ha gustado, pero quiero saber qué coño le pasa en la cara a Wonder Woman y por qué he tenido que andar buscando el ricito para saber quién era Clark y quién era Bruce cuando iban sin el traje. A ver si hay más suerte con las tintas el próximo número.
«pero quiero saber qué coño le pasa en la cara a Wonder Woman »
Huy, esa WW bizca en plan toi mu locaaaaaaa!! me ha encantado. Excepto en lo de bizca.
Lo de los cuadros de texto supongo que es un problema de planificación/comunicación lo que permitiría planificar la viñeta teniendo en cuenta los cuadros de texto, eso o a Porter «se la bufa».
En cuanto a Porter, ha mejorado mucho desde los tiempos de la Liga de Morrison
Pues no entiendo lo de la planificación, básicamente porque él mismo dijo que trabajaba sobre unos bocetos de Giffen…
Apuntad aquí a otro al que le ha encantado el tebeo. Una historia que parece tener largo recorrido y un tebeo que da para mucha más lectura que la media. Los personajes, muy divertidos, aunque, como apunta Ivan, no tan humorísticos como podíamos pensar por el nombre de los autores.
El dibujo pintaba mucho mejor en los lápices de la previa pero me quedo mil veces con este Porter antes de con el de la Liga de Morrison. La única pega es que, con este nivel de detalle, tenemos fill in en el cuarto número como mucho.
«La única pega es que, con este nivel de detalle, tenemos fill in en el cuarto número como mucho.»
Bueno, ahora Potter tiene su “pulgar mágico” incansable, indestructible e infatigable 😉
Y como ya sabemos, Mr Antoine, si hiciera falta, para eso en DC tienen en nómina a Brett Booth, ese artista….
Dado que pertenezco a ese segmento de «lectores que estadísticamente superan en su mayoría la treintena y recuerdan anteriores andanzas de los guionistas que hoy tratamos», lo interesante que me resulta la premisa y que la reseña ha despertado mi curiosidad sin desvelar más de lo necesario, sólo puedo decir que tengo muchas ganas de echarle un vistazo en cuanto la publique ECC.
Y que alegría me da que Giffen y DeMatteis se dejen de narración descomprimida y demás gaitas y vayan por faena. Bien por ellos.
¿Por qué todos los uniformes llevan el mismo tejido de exágonos pequeñitos?
Pues a mi me parece que las cajas de texto están donde deben, y no echan a perder el dibujo.
Las cajas de texto tapan el nombre del bar, y dando por hecho que la mayoría nos orientamos por los bares, ¿como podemos saber donde se ubica la acción?
Mientras no hagan un mojon como brigada planetaria, me vale.
«pretenden librar al Universo de un mal conocido como Los Cinco.»
Mira por dónde. Siempre me pregunté que sería de estos muchachos cuando fuesen mayores. Se ve que resolver misterios no era lo suficientemente satisfactorio y se han dejado llevar por el lado oscuro.
¿Donde están los Blue Beetle and Booster Gold del año 3000 (aunque éste último a lo mejor está igual porque venía del futuro)?
«Retranqueiro
ha comentado el 12 diciembre, 2013 a las 14:45h
“pretenden librar al Universo de un mal conocido como Los Cinco.”
Mira por dónde. Siempre me pregunté que sería de estos muchachos cuando fuesen mayores. Se ve que resolver misterios no era lo suficientemente satisfactorio y se han dejado llevar por el lado oscuro.»
También pueden ser los felices Hollister, que también eran cinco, si no recuerdo mal.
Yo creo que más que del rotulista, la culpa es del dibujante, que ha de dejar espacio sabiendo que sus dibujos serán luego tapados en buena medida. También es verdad que yo, que no tengo ni idea de esto, hubiera puesto los letreros más arriba a la izquierda, tapando el cielo y no parte de los edificios.
En todo caso yo picaré con esta serie por los nombres implicados y la pintaza de los dibujos de Potter. Quién lo hubiera dicho en los tiempos de la JLA de Morrison…
Una serie de DC con buen guion, buenos dibujos y que cuenta cosas en cada número (presuntamente, que sólo es el primero)…cuánto tardarán en cargársela?
«¿Por qué todos los uniformes llevan el mismo tejido de exágonos pequeñitos?»
Es algo lógico si lees el tebeo. Lo que es menos lógico es que en los Nuevos 52 se lleve la misma moda en Oa, que en Krypton y que en Gotham. Pero esa pregunta ya la que la responda Jim Lee, ese gran diseñador de vestuario.
«También pueden ser los felices Hollister, que también eran cinco, si no recuerdo mal.»
También puede ser que ambas pandillas trabajen juntas.
Y que su agente/sicario/asesino más implacable sea un adulto y encallecido Guillermo Brown.
«Retranqueiro
ha comentado el 12 diciembre, 2013 a las 16:02h
“También pueden ser los felices Hollister, que también eran cinco, si no recuerdo mal.”
También puede ser que ambas pandillas trabajen juntas.
Y que su agente/sicario/asesino más implacable sea un adulto y encallecido Guillermo Brown.
»
Del Sr Brown, lamentablemente, no había libros en la biblio de mi cole, así que nunca lo he leído 🙁
Pero teníamos un montón de El pequeño vampiro. Y estaba muy enamorado de Anna, la hermana pequeña de Rudiger, así que cuando vi en el cine http://www.filmaffinity.com/es/film666185.html no me extrañó nada.
Las paginas de este hombre molan bastante.
Ivan Rivas ha comentado: Es algo lógico si lees el tebeo
¡¿Hay que leerlo?! El comic es un medio primordialmente gráfico y si para entenderlo es imprescindible leer el texto es que ….
…vale, reconozco que solo lo he avpageado por encima. Me imagino que tendrán el mismo sastre o algo.
Retranqueiro ha comentado: También puede ser que ambas pandillas trabajen juntas.
Y que su agente/sicario/asesino más implacable sea un adulto y encallecido Guillermo Brown
Y Los tres investigadores son sus zorritas. Sobre todo el gordito, que debe de tener unos molletes…
«Yo aún no lo leí, pero echándole un ojo vengo a decir lo de siempre: ojalá DC contratase a buenos coloristas…»
Alguno tiene muy bueno, como el de Batman (no me acuerdo cómo se llama). Pero si, de acuerdo. A ver si lo mejoran en los siguientes números, como hicieron con Green Arrow.
Pues me parece de los mejores colores que he visto en un cómic DC en siglos. Lo cual no es tanto un halago hacia este color en concreto como una crítica hacia el color «general» de DC.
Lo de la rotulación ya lo comenté la (creo) última vez que hablamos de este tebeo (¿se le despertó un gen dormido a Ocioso al hilo de aquéllo?). Lo de poner el texto después del dibujo me parece un error de diseño: el texto es parte de la imagen. Pero, claro, en una industria en la que hay que ir rápido-rápido-rápido, es comprensible que sacrifiquen eso por este método tan extraño y sin embargo tan instalado que tienen. Lo que me asombra es que, una vez tienen un trabajo específico consistente tanto en rotular como en diseñar cajas y globos para el texto… sean siempre tan estándar. Al color se lo ningunea bastante en el tebeo de gente en pijama, como si existiese solo para que el blanco y negro no vaya desnudo. El rotulismo de texto directamente es ignorado.
Os fijáis en cosas irrelevantes como el color y la rotulación y no os dáis cuenta de lo realmente importante: los nuevos poderes del Flash 3000 éste. Solo hay que mirar hacia dónde señala el bocadillo que dice «Define Fun»… Flash 3000 corre mucho y habla por la p$%&a.
Pues eso, bien colocados los bocadillos de texto, jejeje.
Creo que lo de Flash es un pedete. Se ve que como va con la boca tapada ha tenido que aprender a vocalizar con el esfinter.
Con guiones de Giffen y DeMatteis no me extrañaría, jajaja
Por cierto, ¿el Superman del año 3.000 se llama Ochoman o qué? Es que de unos años a esta parte están tan empeñados en hacer una modificación güay del logo que a veces se les va la mano.
El Batman este 3000 lleva un traje muy parecido al batman beyond.