Estado de Caos

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Guión: Mat Johnson
Dibujo: Andrea Mutti
Edición España: ECC Ediciones (2013)
Contiene: Right State USA (Vertigo/DC Comics, 2012)
Formato: Tomo rústica de 144 páginas
Precio: 11,95€
Valoración:

 

«América está despertando»

Desde hace más de una década, coinciendo con el 11 de septiembre de 2001, fecha del fatal y terrible atentado terrorista al World Trade Center de Nueva York, el mundo ha vivido sometido a una profunda crisis de valores. Los acontecimientos se precipitarían cuando el presidente George W. Bush, obviando cualquier tipo de legislación internacional y las resoluciones de Naciones Unidas, iniciaría unilateralmente una «guerra contra el terrorismo» invadiendo con filosofía neocolonial Afganistán e Irak. Esta maniobra tenía un único y verdadero interés: garantizar y controlar las reservas petrolíferas de la zona asiática indispensables para el futuro de Estados Unidos. Pero no sería esto lo que haría perder al partido republicano de George W. Bush el respaldo de la opinión pública educada en el miedo, si no el inicio de la crisis económica, la consecuencia de una grave carencia crediticia e hipotecaria. Esta desembocaría en la bancarrota de diversas entidades financieras, convirtiendo rápidamente el fenómeno en internacional y llevándonos hasta la desagradable situación presente de recortes, desigualdad, paro y manifestaciones diarias. La situación no parece mejorar y la desafección de las sociedades occidentales hacía sus dirigentes resulta un hecho, ni siquiera Barack Obama ha logrado invertir la polaridad, el primer presidente afroamericano de Estados Unidos ha sido engullido por el sistema, dejando sus promesas de cambio y ruptura con el pasado en pura y vacía retórica.

Mientras tanto, el panorama para mucha gente resulta desolador, no se pueden permitir pensar en un futuro porque deben vivir el día a día, la democracia ha perdido para muchos su sentido, los políticos no muestran el más mínimo gesto para reconquistar al pueblo y el radicalismo y una simplista dualidad de conceptos copan los medios de (des)información. Han corrido ríos de tinta e imágenes sobre nuestra crisis de principios del siglo XXI, programas de televisión, libros o películas han intentado realizar mil y un paralelismos con el pasado para regodearnos más en nuestra miseria, pero el guionista estadounidense Mat Johnson y el dibujante italiano Andrea Mutti, en la novela gráfica Estado de Caos, publicada en la línea Vertigo, han optado por otra dirección atreviéndose a echar un vistazo y analizar los días del futuro próximo. Este thriller político, centrado en el ecosistema estadounidense, se sitúa en el año 2020, durante la semana previa a un gran discurso de campaña del segundo presidente afroamericano (y demócrata) del país, cuando los servicios de inteligencia detectan la amenaza de un grupo terrorista de extrema derecha ultraconservador y supremacista llamado Raíces de Libertad. Estos pretenden acabar con la vida del presidente, pero Ted Akers, comentarista político conservador en debates televisivos, puede ayudar a evitar el desastre infiltrándose en la milicia para descubrir sus verdaderos planes y poder llegar a detenerlos a tiempo.

Esta es la sinopsis de la «historia-discurso» de Mat Johnson, autor conocido principalmente por sus novelas satíricas Drop, Hunting in Harlem, o Pym, siendo su participación en el mundo del cómic más anecdótica y limitada al campo de acción de la línea Vertigo para la que ha escrito la miniserie Hellblazer Special: Papa Midnite y otros títulos más personales como Incognegro, Dark Rain: A New Orleans Story y la presente Estado de Caos. En este caso, en el apartado gráfico, le acompaña el artista italiano Andrea Mutti, un todoterreno que ha pasado por cabeceras y títulos del calado de Hammer, Lazarus Ledd, Nathan Never, Tomb Raider The Beginning, Star Wars: Caballeros de la Antigua Republica, El Ejecutor o Noir. Desde luego, una propuesta arriesgada la de estos autores en Estado de Caos, un denso panfleto con cierto tinte distopico, siempre cotidiano y próximo, en el que intentan realizar una radiografía contrafactual de la actual sociedad estadounidense: sus libertades, sus contradicciones y su creciente paranoia. Para Mat Johnson Estado de Caos supone un ejercicio hipotético mediante el cual lleva al extremo la situación actual del país, convirtiendo la presencia de colectivos y movimientos políticos conservadores como el popular Tea Party, surgidos en los últimos años como oposición a los últimos gobiernos electos, en el germen futuro de verdaderas milicias armadas civiles dispuestas a recuperar por la fuerza el buen rumbo de la nación.

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Páginas interiores de Estado de Caos de Mat Johnson y Andrea Mutti

De esta manera, Mat Johnson, construye su thriller político con grandes dosis de lo que hoy venimos llamando como «teoría de la conspiración», tomando como referente el cine conspiranoico tan en boga en los años setenta, sobre todo a raíz del escándalo del famoso caso Watergate, que nos legaría clásicos como Chacal (1973) de Fred Zinnemann, La conversación (1974) de Francis Ford Coppola o El último testigo (1974) y Todos los hombres del presidente (1976) de Alan J. Pakula. En la actualidad, esta corriente ha resurgido especialmente en la televisión, en series como 24, The Americans o Homeland instaurando y convirtiendo en una moda el concepto de «enemigo interior» al que también se suman Mat Johnson y Andrea Mutti con su Estado de Caos (en inglés Right State, lo cual nos hace dudar de la idoneidad de la traducción porque parece sugerir justamente lo contrario a su significado original y teniendo en cuenta que este “buen estado” hace referencia al concepto idealizado por los radicales de la historia). Por desgracia, Estado de Caos nos propone una intriga excesivamente convencional, escrita con oficio pero simple en sus junturas y conscientemente sesgada, carente de los matices y grises necesarios -por mucho que se intente revestir a su protagonista de cierta complejidad- para que la pretendida confrontación filosófica y política pueda tener la suficiente energía y entidad para poder sorprendernos con su viaje y el de sus personajes.

Por lo tanto, con los resultados amañados, la obra de Mat Johnson y Andrea Mutti cae redonda ante los tópicos del propio subgénero con los que juega desde un principio, dejándonos simplemente un relato con relativas dosis de intriga y suspense pero arrebatando de cara al lector no estadounidense el que podría haber sido el mayor interés de la historia: la verdadera confrontación de ideales. Esto se ve agravado por el hecho de qué Estado de Caos aborda con cierta profundidad cuestiones, problemáticas y referentes culturales en su mayoría muy relacionadas con la idiosincrasia norteamericana, cosa totalmente normal dado su premisa, pero con las que el lector foráneo no tiene porque estar familiarizado perdiéndose inevitablemente -al menos en un primer pase- esos guiños y posibles dobles lecturas. El dibujo de Andrea Mutti encaja como al anillo al dedo con este tipo de propuesta, un trazo detallado y abierto perfecto para el tratamiento de los personajes, sin problemas en el manejo de la escasa acción presente en el relato, premeditadamente alejado del clásico trabajo ligado al género negro para darle un toque más cercano y contemporáneo como no podría ser de otra manera en una historia ambientada en un panorama descendiente directo de nuestro presente. En definitiva, Estado de Caos de Mat Johnson y Andrea Mutti peca de convencional y excesivamente evidente, una manera muy parca de ensalzar las gloriosas libertades y valores de Estados Unidos.

Enlaces de Interés

 Reseña Patrulla-X: Cisma #1-2 de Paul Jenkins, Roberto de la Torre y Andrea Mutti por L.J. Capote
 Reseña Batwoman #25 de Marc Andreyko, Trevor McCarthy y Andrea Mutti por Ivan Rivas

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Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
26 diciembre, 2013 9:50

Vaya. No tiene mala pinta, a priori. Pero, si como dice la reseña (me ha parecido estupenda), se queda en los tópicos pues como que pasando.

Me resulta curioso que ECC ajuste la traducción de títulos como Batman Luz de Gas o el Juego de Tí de Sandman y, en cambio, aquí lo traduzcan más libremente. ¿Para que el título de esta obra sea más llamativo o para diferenciar su edición de las otras dos de las realizadas anteriormente por otras editoriales?

marcus
marcus
Lector
26 diciembre, 2013 10:35

Buena reseña, y «memorable» traducción del título al castellano.

Javié
Javié
Lector
26 diciembre, 2013 18:37

Ya piqué con DMZ y me terminé aburriendo, muchas criticas positivas tendría que leer para meterme en otra.