Saint Seiya. Los Caballeros del Zodíaco: Brave Soldiers

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Formato: Playstation 3
Edición original: Namco Bandai Games – octubre 2013
Edición España: Namco Bandai Games – noviembre 2013
Diseño: DIMPS

 

Hoy quiero confesar que en ciertas cosas no tengo perdón ni enmienda. Tanto da que tenga la experiencia de varias entregas anteriores y que gracias a ella tenga la conciencia de que siempre que pasa lo mismo sucede igual. Cuando sale un juego de los Caballeros del Zodíaco siempre acabo picando y siempre le echo un tiento, con la esperanza (irracional y vana) de que sea Namco y no Bandai la que se hubiera hecho cargo de la adaptación. Brave Soldiers no ha sido la excepción y una vez más me encuentro aquí, disfrutando –y viva el eufemismo- del regusto que deja otra ocasión perdida.

En los últimos diez años, Bandai ha aprovechado la franquicia surgida a partir del manga de Masami Kurumada para lanzar en las consolas de Sony cuatro títulos en los que la afición podía recrear los tremebundos combates en los que Seiya y compañía salvaban al mundo salvando a Saori Kidoh, la reencarnación de la diosa helénica Atenea (el orden de los factores no alteraba el producto). Dos entregas para Playstation 2 y otras dos, contando esta Brave Soldiers, para su hermana mayor. En ambos formatos cada pareja ha salido al mercado con muy poca separación entre los títulos que la componían, lo que indica que las damas y caballeros de DIMPS practican la programación ecológica y el reciclaje. El resultado final arroja un balance un tanto pobre: juegos caros con una calidad técnica media a baja y que acaban encuadrados entre lo más malo del género de la lucha uno contra uno.

Seiya, con su nueva-vieja armadura
¿Has sentido alguna vez tu cosmo, malandrín?

En honor a la verdad, tengo que ser justo y reconocer que entre las entregas de PS2 y las de PS3 se ha notado un intento por parte de la compañía de mejorar los productos. Si tenemos en cuenta la diferencia técnica entre ambas máquinas sólo faltaría (aunque gráficamente hayamos pasado de la vergüenza ajena a “nada del otro jueves”) pero en el saco hay que incluir también los intentos de presentar variaciones respecto al concepto original (la batalla uno contra uno). Así, en Batalla por el Santuario, la anterior entrega, se potenció entre duelo individual y duelo individual la superación de largas fases de combate avanzando (siguiendo la regla “uno contra el barrio” de títulos como los de la saga Dinasty Warriors) lo que permitió la presencia de una mayor variedad de escenarios (no excesivamente extensa) que rompiera la monotonía de las doce casas y sus diversas variantes de “templo griego de péplum por determinar”. Sin embargo, en lo esencial seguíamos teniendo lo mismo: combates que recreaban –a veces con una fidelidad un tanto cargante- los combates entre los paladines de Atenea y los bizarros caballeros dorados, una banda sonora que intentaba evocar –sin conseguirlo- las emociones que provocaban las composiciones de Seiji Yokoyama (y que se repetía una y otra vez en cada videojuego) y una creciente sensación de hastío. No nos engañemos: puede que la saga del Santuario fuera el punto culminante de la historia original, pero resulta ya un tanto cansino que en tres de los cuatro títulos de la franquicia se utilice esa historia. Lo que en el primer caso se trataba de la recreación pensada para enganchar a televidentes nostálgicos, en este Brave Soldiers ya se recibe con la expresión, entre incrédula y cansada, que parece decir “¿otra vez?”.

No me gusta pegarle a nadie, pero ya puestos...
Hermano contra hermano (bostezo)

Esta nueva entrega se presenta como la adaptación definitiva del manga y el anime, pues engloba los arcos argumentales del Santuario, de Poseidón y de Hades en su modo “historia”. Además, incluye el habitual modo de enfrentamiento que, en este caso, se presenta como una curiosa versión de las guerras galácticas en las que comenzaba todo. Como colofón, presenta la adición de nuevos luchadores como los caballeros de bronce “menores” (al menos Unicornio e Hidra), los generales marinos o la tetrarquía divina de los campos elíseos. Todos ellos constituyen adiciones interesantes al elenco protagónico habitual, integrado por los cinco protagonistas (con sus múltiples atuendos), los caballeros de oro (vivos, muertos, retirados o redivivos) y algunos de los servidores de Hades (concretamente, los tres jueces del inframundo). Parecería que esta vez sí van a dar a la parroquia “sanseiyana” lo que ha estado esperando, pero una vez más llega el tío paco con la rebaja.

Para empezar, tenemos el problema de la adaptación de los combates, que sigue el sistema utilizado en entregas anteriores de intercalar reparto de sagradas formas con diálogos que contribuyan al desarrollo de la historia. En esta ocasión, el truco empleado es una combinación de voces en off con imágenes fijas extraídas del anime. Como puede imaginarse, la combinación de gráficos de 2013 con animaciones de 1986 da como resultado una especie de ¿foto-anime-novela? que rápidamente agota la paciencia del jugador (sobre todo si se conoce la historia al dedillo). El deseo de fidelidad al original (aunque no sabemos exactamente a cual, porque una vez más los diseños del anime se combinan con los desarrollos del manga, con la consiguiente ausencia de personajes y tramas tan interesantes como las del Caballero de Cristal o Asgard) impone que en la primera partida se juegue la historia siguiendo la cronología (esto es, que para luchar contra Poseidón haya que tragarse nuevamente la batalla del Santuario). Si a ello le unimos el hecho de que, como en Hades, el arco argumental del inframundo incluya únicamente a los caballeros de oro renegados y a los tres jueces infernales, queda la desagradable sensación de que Bandai en realidad está vendiendo otra vez un juego viejo con un par de detalles novedosos.

En la parte técnica hay que señalar una cierta mejora a nivel gráfico (parece que ¡por fin! nos libramos de los dientes de sierra y de los efectos “niebla”) y una clara línea continuista en la parte sonora y en los extras. Una vez más, nuestros avances nos permiten desbloquear mejoras y “secretos” que ya no lo son tanto: cromos varios, modelos de personajes, figuritas y toda la pesca mercadotécnica que han dado treinta años de negocio.

En resumidas cuentas, Brave Soldiers no es más que una nueva entrega de una franquicia decepcionante, que solamente se recomendaría a seguidores fanáticos de la misma (manga y / o anime) que tuvieran el dinero como maldición. Las personas expertas en el género de los juegos de lucha (avanzando, como en Final Fight o en combate singular, como en Street Fighter) se pueden llevar un buen desengaño.

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orco05
Lector
30 diciembre, 2013 15:49

Creo que somos muchos los que siempre hemos picado con estas cosas… a mí me pasaba antes, hasta que ya supe decir «basta» a los títulos de Dragon Ball, Naruto y Saint Seiya que no llegaban a la altura del mínimo esperado por un fan, así como videojuegos de superheroes ya sean Marvel ya sean DC basados en películas y no en los comics. Muchas veces he comentado con gente que puede haber dos juegos muy parecidos en gráficos y jugabilidad y con la misma mecánica, pero el personaje es el 80% de su atractivo… puede que me dijeran que el último Devil May Cry era mejor que el juego de Wolverine, pero con este último disfrutaba mil veces más, igual que siempre disfrutaré más repartiendo golpes con Ryu o Ken de Street Fighter que con cualquier otro personaje de cualquier otro juego de luchas, pero eso sucede cuando ambos juegos son muy parecidos en calidad, cosa que no pasa hace tiempo con juegos de Saint Seiya, Dragon Ball o Naruto, al menos a mi parecer. Pero claro, siempre habrá gente que siga picando sólo por ver a sus personajes favoritos en la portada, siempre ha pasado y siempre pasará, si no fuera así Wolverine no saldría en 9 de cada 10 comics Marvel.
Lo mejor antes de acercarse a un juego es poner ‘gameplays’ en YouTube y meditar si eso es lo que buscas y si te gustará.

alberto240880
alberto240880
30 diciembre, 2013 20:49

Pff yo deje de picar desde los de PS2 y mira que me encantaban los caballeros del zodiaco pero los juegos poco tienen que aportar, de juegos basados en animes creo que el unico que me ha enganchado realmente fue el de ghost in the shell de psx.
Por lo menos en mexico salio un pack que contenia las dos temporadas del anime de lost canvas mas el juegos por poco menos de 90 euros.

l rodriguez
l rodriguez
Lector
4 enero, 2014 3:54

Pues yo soy megafan de Saint Seiya pero nunca en mi vida he jugado un videojuego.