Críticas: El Intercambio y Gran Torino

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Tras la excelente construcción de esa moneda de dos caras perfectamente pulidas (Banderas de Nuestros Padres/Cartas Desde Iwo Jima) sobre La II Guerra Mundial, Clint Eastwood repite jugada y estrena en un mismo año otros dos filmes, aunque esta vez son propuestas muy diferenciadas entre sí. Se trata de dos películas de prestigio, El Intercambio y Gran Torino.

El Intercambio:

Un drama (o con vuestro permiso, dramón, por las cotas de tragedia que alcanza) basado en un espeluznante hecho real. Christine Collins es una madre del Los Angeles de 1928 que cría en solitario a su hijo tras haberles abandonado su marido. El niño es el centro de su vida pero un sábado como cualquier otro su fuente de alegrías se convierte en un torbellino de desgracias cuando el pequeño Walter es secuestrado sin dejar rastro. Pasan varios meses y la policía le devuelve un niño a Christine, pero no se trata de su hijo. Empuñando todo su coraje de madre, se enfrentará a autoridades más elevadas para esclarecer el siniestro misterio en torno a la desaparición.

Con un guión firmado por el televisivo y comiquero Joe Michael Straczynski, el sobrecogedor relato va tomando forma a través de sus interlocutores vitales, los personajes retratados por un elenco de actores encabezado por una Angelina Jolie de lágrima lograda. Personalmente destacaría la labor de muy apreciable Geoffrey Pierson que hace mucho que abandonó al ácido Mr Floppy.

No nos encontramos ante un melodrama barato, ni por el afanado despliegue de recursos (suena Ron Howard entre la lista de productores) que reconstruye al milímetro la ambientación de la época ni por el impacto de un eje argumental que arroja zarpazos emocionales sin restos de gratuidad. La caracterización de los personajes, especialmente la que atiende al afloramiento de su justificado dolor, es el vehículo que atrapa la atención del espectador. Me sucedió exactamente lo mismo en otra gran película basada en sucesos verídicos con asesinatos de por medio, Zodiac (de David Fincher). Ambos proyectos cuentan con un metraje que sobrepasa ampliamente las dos horas de duración, pero que no nos hunden en el aburrimiento, gracias a la empatía que transmite una situación de injusticia que esperamos impacientes a que sea reparada.

Comentario

El Intercambio (The Changeling) posee en realidad tres finales. Pensamos que va a llegar a su fin pero continúa un poco más allá, y así en dos ocasiones hasta rematar la triple jugada. Estira la esperanza que depositamos en un destino que nos libre de penurias, nos mantiene en vilo en base al ansia de retribución y en ningún momento tenemos la certeza de si el desenlace complacerá a nuestra conciencia o si la revolverá aún más.

Seguramente Australia sea la película de estas Navidades, y El Caballero Oscuro la película del año, pero si el héroe de Gotham debiera hacerle un hueco a alguien en lo alto del podio estaría acompañado por la voluntad de una madre enredada en una cirscunstancia desesperada e incapaz de filtrar el más descontrolado horror que puede medrar como un tumor enquistado en el comportamiento humano.



Gran Torino:

La última incursión que planea hacer Eastwood delante de las cámaras tiene nombre de vehículo, un Gran Torino de Ford que data de 1972. Afortunadamente su intención de continuar tras ellas en la dirección permanece intacta. Parece que Clint haya rescatado a su Harry El Sucio y le haya aplicado el tratamiento The End que hemos visto de algunos cómics como X-Men o Hulk. De esta manera a través de Walt Kowalski, el veterano de guerra que protagoniza la cinta, nos encontraríamos con el destino final del inspector Harry una vez ha dejado atrás sus atribulados casos. Al quedarse viuda, Walt tendrá que afrontar el resto de sus días ubicado en un mundo que ne cierta manera le ha dejado atrás, con nuevas generaciones de jóvenes que no comprende, o con unos vecinos de origen oriental a las que observa con prejuicio y recelo.

El carisma de este viejo cascarrabias de carácter agriado e insoportable es el gran atractivo de una película que pone en marcha la modernización de sus ideas, que pierden inercia ante un inevitable choque cultural/vecinal. Queda establecido un severo contraste entre el ideario de Walt (una escuela de pensamiento muy arraigada en el sentir republicano estadounidense) y los habitantes que le rodean, emplazados a una distancia física risible pero culturalmente colosal.

Comentario

Si bien gran parte del metraje va situando sonrisas y muecas de agrado en nuestra cara, llega un momento en el que el dramastismo y veracidad de lo que contemplamos en pantalla va retorciendo nuestra expresión. No solo por lo angustioso de la situación de aquellos que han de huir de su país en busca de un futuro mejor, ni por la desamparada situación en la que quedan varados los ancianos cuyo tiempo ya ha pasado y entran en peioro de caducidad, sino por la frustración generalizada de no poder avanzar hacia estados de existencia más prósperos por culpa de nuestra propia cobardía y por imposiciones sociales que no somos capaces de derribar. Hace falta adoptar una actitud muy valiente y especial para sobrepasar estos factores, y Walt/Clint lo hacen desde un lado y otro de la cámara.

No dejéis pasar la ocasión de disfrutar de buen cine, con aroma clásico y factura impecable, con guiones sólidos y repartos afinados, y en resumidas cuentas con la incombustible firma de Clint Eastwood.

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WWfan!
WWfan!
31 diciembre, 2008 9:18

Eastwood no lee tebeos. Si los leyera no habría contratado a este hombre para escribir El Intercambio.

Iván
31 diciembre, 2008 9:39

Estoy deseando ver «El Gran Torino» del gran Eastwood. Por cierto, el final de «El Intercambio» no os recuerda…

Aviso de Spoiler

al final del primer Blacksad, «Un lugar entre las sombras». Visualmente me refiero: Ella saliendo de la comisaria, el poli y ella intercambiando algunas palabras de animo, y luego la perdemos en un plano general de la ciudad de Los Angeles. ¡Es la última pagina del primer Blacksad!

John Space
John Space
31 diciembre, 2008 11:32

«Con un guión firmado por el televisivo y comiquero Joe Michael Straczynski»
Gracias a Quesada, que hizo salir pitando a JMS cuando lo de… bueno, ya sabéis XD
 
?Habéis visto el otro cartel de Gran Torino? No sé vosotros, pero el tío tiene un aire de Frank Castle MAX que impresiona (o sea, que Clint sí lee tebeos)

Spiter-Man
Spiter-Man
31 diciembre, 2008 11:42

Clint Eastwood no ha contratado a JMS para hacer la película, JMS escribió el guión de El intercambio y lo vendió a un estudio. El estudio contrató a Eastwood para dirigirlo. Además, no tiene mucho sentido juzgar el trabajo de JMS como guionista de cine basándose en sus trabajos en el mundo del cómic (que como dice Juanjo, excepto sagas en las que ha tenido mucha interferencia editorial como Sins Past (que sobretodo recibe palos por cagarse en la continuidad, que no por estar mal escrita)) porque son medios un tanto diferentes. Todavía no he visto El intercambio, pero si sigue la línea de lo que le he visto hacer en Babylon 5 y sí, también en los cómics, por lo menos será una peli bien escrita y entretenida.

bleyer
31 diciembre, 2008 11:46

Clint no contrató a JMS. JMS escribió el guión, este fue circulando por diferentes manos hasta que llegó a las de Ron Howard, que lo iba a dirigir, pero al final se lo pasó a Eastwood, a quien le hizo gracia y se lo quedó.

CRIS
CRIS
31 diciembre, 2008 12:48

No ha sido un buen año para el cine, pero si he de decidirme por algún film, diría en en español «Solo Quiero Caminar» de Díaz Yanes,  y «TDK» y «El Intercambio», ExAequo, son lo mejor de 2008. Atención a la interpretación de Ariadna Gil en la peli del director de Alatriste, sencillamente genial. Y la peli es un ejercicio de contención explosiva en un marco Thrilleriano versión narcos sudacas que no va a dejar indiferente a quien quiera verla.

WWfan!
WWfan!
31 diciembre, 2008 13:59

Joder con la gente tiquismiquis jodiendo los chistes… XD

dark schneider
dark schneider
31 diciembre, 2008 14:55

¿que chistes?

zape
Lector
31 diciembre, 2008 15:54

Esa relación que comentas entre Harry y el personaje de Gran Torino es un clásico habiyual de la filmografía de Eastwood, en mi opinión ese juego de espejos y reververaciones es la clave de todo su cine,siendo el principal tema de Eastwood la preocupación por su propia imagen fílmica y por como es percibida, es la refexión sobre su papel en la pantalla, de ese modo sus personajes se repiten de tento en tanto (a través de actitudes, vestuario,etc..) observados desde diferentes ópticas y cambiados por el tiempo. El personaje de «Infierno de cobardes» y su tono de fantasmagoria reaparecen en «El jinete pálido», Josey Whales se refleja en el William Munny de «Sin perdón», Harry reaparece en «Deuda de sangre» o se le da la vuelta en «En la cuerda floja». 

Pablo Gutiérrez
31 diciembre, 2008 16:00

Gran Torino es un peliculón que define a Eastwood a la perfección, para que cuando salga en los libros de texto los niños del futuro lo puedan estudiar simplemente viendo este filme.

De lo mucho (y bueno) que está por venir, yo recomendaría Slumdog Millionaire. CINE con mayúsculas.

Un placer leerte haciendo críticas de cine, Juanjo.

Feliz año a todos!!!!

Van Fanel
Van Fanel
1 enero, 2009 0:43

Joder con la gente tiquismiquis jodiendo los chistes… XD

Ammmmm que era un chiste…
Y sí, Eastwood en esa peli parece el Frank Castle de «El fin», fijate, justo la compración que se ha hecho en el articulo.
Y como pelicula del año consideraría Wall-E aunque…¿Dos de Eastwood el mismo año? En USA…¿No?