ZN Cine – Crítica de Godzilla, de Gareth Edwards

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Dirección: Gareth Edwards
Guión: Max Borenstein, Dave Callaham, Frank Darabont y David S. Goyer
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Seamus McGarvey
Reparto: Aaron Johnson, Ken Watanabe, Elizabeth Olsen, Juliette Binoche, David Strathairn, Bryan Cranston, Sally Hawkins, CJ Adams, Richard T. Jones, Al Sapienza, Patrick Sabongui
Duración: 123 minutos
Productora: Legendary Pictures / Warner Bros
País: Estados Unidos

 

Los días 6 y 9 de agosto de 1945 se realizaron los inefables bombardeos atómicos de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Dichas explosiones nucleares a manos de los Estados Unidos de Harry S. Truman pusieron punto y final a la Segunda Guerra Mundial y dejaron cientos de miles de víctimas. Este hecho histórico supuso el caldo de cultivo de la creación de un personaje como Godzilla (Gojira en su idioma original) a manos de los estudios cinematográficos nipones Tōhō. Un enorme dinosaurio atómico que nació cómo reflejo o metáfora del miedo del País del Sol Naciente a la radiación producida por los ya mencionados bombardeos atómicos ejecutados por Estados Unidos. Godzilla debutó cinematográficamente en 1954 en el largometraje homónimo dirigido por el maestro del género kaiju Ishiro Honda. El éxito fue notable y el monstruo escamado protagonizó más de una veintena de películas en solitario o acompañado por otras criaturas gigantescas como Hedorah, Gigan, Mecha-Godzilla o el mismísimo King-Kong. Tras el bombazo de Godzilla otros kaiju nacieron a su rebufo presentando nuevas criaturas como Rodan o Gamera que también protagonizaron exitosas cintas e incluso sagas tanto en la pantalla grande como la pequeña.

En Japón siguieron explotando la gallina de los huevos de oro durante las siguientes décadas con secuelas como Godzilla Contraataca (1955) crossovers como King-Kong Contra Godzilla (1962) herederas como El Hijo de Godzilla (1967) o variantes mecanizadas como Godzilla Contra Cybergodzilla (1974) cultivando un género que nunca se ha dejado de producir en el país nipón. Este género en concreto, el kaiju, influyó en muchos cineastas occidentales que en su momento decidieron homenajearlo por medio de remakes o films que rendían cariñoso tributo a dicho tipo de cintas. En 1998 un Roland Emmerich que venía de saborear las mieles del éxito de taquilla con aquella ruidosa y vacua americanada llamada Independence Day decidió realizar el primer remake moderno de la Godzilla original dentro de la maquinaria de Hollywood. A pesar de la campaña de marketing de Warner Bros que hizo un trabajo mastodóntico (como la ocasión demandaba) la película fue (¿excesivamente?) vapuleada por la prensa especializada, pero consiguió una recaudación notable, aunque muy ayudada esta por las ventas de copias en VHS dentro del mercado doméstico. En 2013 otro fanático del género kaiju en toda su extensión como es Guillermo del Toro estrenó su simpática Pacific Rim un confeso homenaje a Ishiro Honda y Ray Harryhausen en el que enfrentaba a robots gigantescos llamados jaegers con criaturas extraterrestres apodadas kaijus en el que volcó toda su pasión por esta estirpe cinematográfica japonesa dando como resultado una de las películas más divertidas y desprejuiciadas de la pasada temporada.

Durante ese mismo año la maquinaria hollywoodiense ya estaba en marcha para realizar una nuevo reboot de Godzilla. Warner Bros uniría fuerzas con Legendary Pictures para sacar adelante el proyecto con el que intentarían resucitar a lo grande al enorme dinosaurio atómico de la Tōhō. Para llevar a buen puerto tal empresa los productores tomaron la sabia, pero arriesgada, decisión de poner al frente de la producción al realizador inglés Gareth Edwards que había dado su propia versión del cine sobre gigantescas criaturas extraterrestres con Monsters, cinta que ofrecía una visión intimista y hasta social de las clásicas monsters movies apelando por la introspección, el realismo y la contención en vez de por el ruído, el caos y la destrucción, acercándose más a Andrei Tarkovski que al ya mencionado Roland Emmerich, su predecesor en la saga que nos ocupa. El estreno de esta renovada Godzilla ha hecho correr ríos de tinta, gracias a la elección de un magnífico reparto en el que podemos encontrar nombres como Bryan Cranston (Breaking Bad), Juliette Binoche (El Paciente Inglés), David Strathairn (Buenas Noches y Buena Suerte), Ken Watanabe (Cartas Desde Iwo Jima), Sally Hawkins (Blue Jasmine) e incluso Aaron Taylor Johnson (Kick-Ass) y Elizabeth Olsen (Luces Rojas) los futuros Mercurio y Bruja Escarlata de Joss Whedon para Los Vengadores: La Era de Ultrón o por otro lado una campaña de marketing que incluye incluso una novela gráfica titulada Godzilla: Despertar editada por Legendary Comics (división dentro del noveno arte de la productora Legendary Pictures que también nos trajo el insufrible Holy Terror de Frank Miller) con guión de Max Borenstein y Greg Borenstein y dibujo de Yvel Guichet, Eric Battle, Alan Quah, Lee Loughridge. En Zona Negativa ya hemos podido ver el último y esperado trabajo de Gareth Edwards, pero la última palabra sobre si el resultado está a la altura física e icónica la tienen Samuel Secades, Juan Luis Daza y Luis Javier Capote que a continuación van darnos sus impresiones sobre la película.

Aviso de Spoilers: Las opiniones y críticas que siguen a continuación podrían incluir spoilers referentes a pasajes de la trama de la película, por lo que se previene al posible lector de ello para que posterioremte este no sienta la necesidad de desear ver a los redactores responsables pisoteados por el monstruo radiactivo gigante de turno. ¡Hemos dicho!
Caballo grande, ande o no ande, por Samuel Secades

Después de ver el Godzilla de Gareth Edwards me asaltó la duda de cómo debería abordar esta crítica, si desde la indulgencia, ensalzando sus virtudes (que las tiene) o destacando sus defectos (bastante gordos además). Mientras escribo esto se ha confirmado que ya hay una secuela en marcha, cosa nada de extrañar viendo cómo ha reventado la taquilla en su primer fin de semana, lo que sumado a la buena recepción general de la crítica hace que la segunda película de Edwards se pueda considerar ya un éxito en toda regla, así que creo que comentaré mis impresiones sin miedo a estar siendo injusto si digo que, a nivel global, Godzilla me ha supuesto una pequeña decepción.

Si a alguien hay que achacarle los méritos que tiene la cinta es a Gareth Edwards, el director británico que sorprendió a muchos en 2010 con la excelente Monsters, película que con un presupuesto ínfimo tiraba de imaginación y talento para convertirse en una curiosa mezcla de cine de monstruos y road movie aventurera. A falta de dinero Edwards tiraba de planos sugerentes, tensión narrativa y golpes de efecto: en resumen, hacía que una película de monstruos sin apenas monstruos resultase interesante. Que los grandes estudios se fijasen en él y que su siguiente película haya acabado siendo Godzilla, donde supongo que el catering ya costaría más que todo el presupuesto de Monsters, quizás no haya sido la mejor de las opciones para alguien como Edwards. Y eso que en Godzilla el director ha potenciado todo el talento que ya mostró en su anterior trabajo, con un resultado visual sencillamente espectacular y cantidad de secuencias que seguro se os quedarán grabadas (el salto Halo, las vías del tren, Hawai, Las Vegas, Godzilla nadando por debajo de los barcos, y así podríamos seguir un buen rato), lo que sumado al buen hacer del director de fotografía Seamus McGarvey y al gran acompañamiento de la banda sonora de Alexandre Desplat hace que estemos ante una película claramente superior a muchos subproductos tipo Transformers y similares (y por supuesto a la aberración que perpetró Roland Emmerich en el 98). No, Godzilla no es una mala película, de hecho quiere ser una buena película. Pero…

Siempre hay un gran pero después de un párrafo de alabanzas. En el caso de Godzilla es como la chica que te dice que le gustas, pero como amigo. Y es que, maldita sea, Godzilla me ha dejado frío y esa es una verdad que no puede ser negada ni por todas las brillantes soluciones visuales que se le ocurran a Edwards. ¿La razón principal?. Que ninguno de los personajes que se pasean por la trama me importa un rábano: ni un inexpresivo Aaron Taylor-Johnson (ponerle al frente ha sido en mi opinión un gran error de casting, no porque carezca de talento sino por su inexperiencia para sostener él solo toda una película y más con un papel así), ni por supuesto el inexistente personaje de Elizabeth Olsen ni un Ken Watanabe y su continua cara de susto, únicamente necesario para explicar la trama. Y ojo, porque los dos primeros deberían ser los pilares emocionales de una historia de separación y reencuentro con el telón de fondo de la catástrofe provocada por los monstruos, pero termina siendo la historia de los monstruos y el consabido plan del ejército para acabar con ellos con unas molestas motivaciones personales pululando por ahí que sólo retrasan la aparición de los auténticos protagonistas. Básicamente es dejar la película en manos de una criatura de cien metros que avanza y destruye, y eso es un arma de doble filo: si lo haces enfocado a la pura diversión y te entregas a la exageración te puede salir algo tan bueno como Pacific Rim (sonido de una flecha pasándome muy cerca) pero si lo haces en base al dramatismo, gravedad y realismo vas a darte cuenta de que está muriendo mucha gente mientras te lo intentas pasar pipa viendo cómo se enfrentan monstruos gigantes. Y puede quedar tan ridículo como aquella Jenny Olsen proclamando salvador a Superman con las ruinas al fondo de una Metrópolis destruida con su ayuda.

Aaron Taylor-Johnson en un momento de la película
Aaron Taylor-Johnson en un momento de la película

Para mayor tristeza Bryan Cranston, el único personaje con alma, un cierto trasfondo y que tenía algo que decir (y el actor con mayor talento), el Roy Neary que podía haber sido el motor de la historia, desaparece pronto de la trama dejándonos con un batiburrillo de ideas que no hacen justicia al correcto arranque de la película. Porque aquello era precisamente lo que movía a Monsters, que se terminaba revelando como una historia de amor con un trasfondo fantástico. O Señales, que desenfocaba toda una invasión alienígena para contarnos la historia de una familia. O mucho antes Spielberg, que lleva haciendo esto desde que cogió una cámara. Spielberg. Supongo que es porque su nombre ha salido en muchas críticas que he leído sobre Godzilla, hablando entre otras cosas sobre las muchas referencias que hay en la película (y lo sólo al Rey Midas) o la forma en la que Edwards oculta al monstruo durante la primera parte de la trama, por lo que no dejaba de pensar en Tiburón mientras la veía. Sé que no es del todo justo para Edwards sacar a Spielberg a colación pero si pensamos en cómo Edwards trataba a sus personajes en Monsters y cómo en cuanto ha tenido dinero para VFX se ha tirado a enfocar al monstruo por encima de todas las cosas puede que no sea tan injusto recordarle que Tiburón no era más que tres tipos (uno de ellos, casualmente o no, con el mismo apellido que el protagonista de Godzilla), tres personajes con los que irías al infierno cogiendo un barco para ir a cazar a un monstruo. Una escena como la de Quint contando la historia del Indianápolis durante casi cinco minutos no tendría cabida en Godzilla, más preocupada por derribar edificios, desactivar bombas y explicarlo todo. Y no hay momento que mejor escenifique el gran problema de Godzilla como cuando el personaje de Aaron Taylor-Johnson, en un momento álgido de la película, saca una foto de su mujer e hijo para recordar(nos) de manera absurdamente obvia que hay alguien por quien debemos preocuparnos como espectadores más allá de las hostias de los bicharracos. Y eso que a veces la película lo intenta (toda la escena del tren con el niño perdido) pero al final está más preocupada por ir hacia delante que se olvida de parar a tomar aire: así, personajes importantes desaparecen y aparecen aleatoriamente (eso sí, convenientemente cerca de la acción), tramas se cierran de golpe (el propio niño) y otras directamente caen en el olvido y no se mencionan de nuevo (pobre Bryan Cranston).

La consecuencia de todo esto es que el gran triunfo de Godzilla, como su propio nombre indica, es el propio monstruo. Su diseño, que no el de sus adversarios, que si en las películas japonesas eran mucho más divertidos aquí son un remedo del bicho de Monstruoso (Matt Reeves, 2008), película en la que, por cierto, estaba mucho mejor llevada la tensión y sensación de amenaza ante la envergadura de la criatura (en serio, acabo de oír el percutor de un arma). El Godzilla de Gareth Edwards, sin embargo, se revela como una tremenda representación del icono de la Toho, el gran símbolo del pánico nuclear, un monstruo al que al fin tratan con el cariño de las películas originales y al que intentan aportar una dosis de personalidad y significado más allá de “cosa gigante que hay que derribar”. Por desgracia sigue siendo un King Kong al que le falta su Fay Wray, el vínculo humano en la historia que logre insuflarle un alma, algo que ni todo el diseño de producción de Hollywood ha podido darle.

Para resumir, y perdonadme la vulgar metáfora, Godzilla pone cachondo pero no enamora.

El Retorno del Rey, por Juan Luis Daza

Godzilla, el dinosaurio atómico, el rey de los monstruos nacido en el seno de los nipones estudios Tōhō vuelve por todo lo alto con una superproducción mastodóntica en la que sus creadores han puesto al frente al realizador británico Gareth Edwards, autor de la meritoria e interesante Monsters, atípica cinta sobre gigantescas criaturas alienígenas invasoras en la tierra que es sin lugar a dudas la que llamó la atención de Warner Bros y Legendary Pictures para darle los mandos de un proyecto de proporciones tan enormes. El público andaba reticente con respecto a Godzilla, ya que la última incursión a nivel internacional por parte de Hollywood con el personaje había sido la versión de Roland Emmerich de 1998 que disgustó a muchos y agradó a más bien pocos. Por suerte Gareth Edwards y su equipo han estado a la altura regalando a la platea una magnífica obra que aborda varios aspectos y vertientes, triunfa en prácticamente todos ellos, pero que como muchas de las producciones rompetaquillas de la meca del cine contiene algunos fallos típicos de estos largometrajes que por otro lado no ensombrecen sus muchos logros, que no son pocos precisamente.

Este reboot de 2014 quiere dejar satisfecho a todo tipo de espectador y lo consigue prácticamente con todos ellos. Por un lado es una monster movie clásica, con enormes criaturas luchando y destruyendo ciudades enteras con sus desproporcionados enfrentamientos. Por otro es un kaiju de manual, un rendido tributo a este género incluyendo la lógica presencia de Godzilla, la aparición de otras criaturas para batirse en duelo con el monstruo protagonista a modo de referencia a las múltiples secuelas que surgieron tras el éxito del primer film protagonizado por el dinosaurio atómico, la presencia de científicos que han jugado a ser dioses o un mensaje final en el que la humanidad recibe a Godzilla como a un salvador reivindicando así su peso como icono de la cultura pop del siglo XX en pleno siglo XXI. Pero lo más es interesante es que Gareth Edwards y sus guionistas quieren respetar la esencia del origen y génesis del personaje. Godzilla nació como una metáfora del terror de Japón a la radiación producida por los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, de modo que en esta versión de 2014 no sólo se respeta en gran parte esa teoría con incluso una referencia directa a aquellos hechos (el momento reloj entre el Doctor Ichiro Serizawa y el almirante William Stenz) sino que incide en convertir a Godzilla (y sus monstruos rivales) en proyecciones dentro de la ficción de hechos históricos trágicos de nuestra historia reciente, alegorías de nuestros miedos como sociedad como los atentados del 11 de septiembre de 2001 (esos cazas chocando con los rascacielos) los Tsunamis que arrasaron Thailandia en 2004 o Japón en 2011 (cómo la ciudad se ve sepultada por las olas cuando los monstruos llegan a la costa) ya dentro del mismo país nipón el accidente nuclear de Fukushima (todo lo relacionado con el arranque del film con los personajes de Bryan Cranston y Juliette Binoche) e incluso nuestro 11M de 2004 (el tren siendo destruido mientras Ford Brody trata de salvar su vida y la del niño que se encuentra bajo su cuidado) o la inutilidad de las fuerzas militares que se confirman como ineficaces en un plano ofensivo y sólo útiles a la hora de rescatar a las víctimas de los envites entres los monstruos eludiendo así el patriotismo típico de los films americanos en los que su ejército acaba siempre salvando al resto de la humanidad del ataque invasor sea de la índole que sea. Todas referencias intencionales o no, pero de manera extraña fácilmente extrapolables a nuestra realidad como también sucedía en otra memorable monster movie como era aquella The Host de Bong-Joon-ho que la semana pasada estrenó en España su última cinta, Snowpiercer.

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Bryan Cranston y Aaron Taylor-Johnson en una imagen de Godzilla

Pero si hay un aspecto en el que destaca Godzilla y en ese sentido parece haber consenso entre publico y prensa especializada es en que visualmente es una maravilla que en más de una ocasión bordea la brillantez formal y conceptual. Gareth Edwards confirma con su último film que aquellos apuntes de genialiad estética que se vislumbraban en Monsters no fueron casualidad. Godzilla es una de las películas comerciales mejor rodadas en el plano técnico del 2014, la puesta en escena del realizador británico es intachable, poderosa, con un control del tempo narrativo de una tensa calma cuando la historia lo demanda, ya que la primera criatura tarda en hacer acto de presencia y Godzilla es mostrado poco a poco hasta su aparición estelar (aunque por suerte desde el potente arranque Garteh Edwards inyecta un ritmo endiablado a su historia) y brutalmente espídica cuando la acción impera en la pantalla haciendo un uso magistral de los medios que tiene a su alcance que van desde unos efectos digitales prodigiosos (en lineas generales) a un diseño de producción holgado en todos los sentidos. Pasajes como el del salto halo en su totalidad, pero especialmente los planos subjetivos desde el punto de vista del personaje de Aaron Taylor-Johnson, la escena de cortejo entre dos de las criaturas (referencia directa al clímax final de la ya mencionada Monsters) el primer rugido de Godzilla que supone su principal aparición completa en pantalla, el arranque a modo de prólogo que insufla acción a la historia desde su punto de partida para luego apelar a un ritmo más calmado con tensión creciente a lo Alfred Hitchcock (imposible no pensar en Los Pájaros) hasta que el primer monstruo empieza su campaña de caos y destrucción o la pelea final con Godzilla en todo su apogeo haciendo lo que mejor sabe. Resumiéndose todo en una producción intachable que nos confirma que la elección de Gareth Edwards ha sido un acierto mayúsculo a la hora de resucitar a la criatura de los estudios Tōhō y llevada a lo más alto por Ishiro Honda con aquella ya lejana producción de 1954.

Pero si hay algo que reprochar a Godzilla es el simplismo de sus estereotipados personajes y que aunque en el guión de David Callaham (con historia original de Max Borenstein) trata de evitarlo no impide que caigan en los clichés propios del género de catástrofes como la presencia del científico loco que luego no lo está tanto (en esta caso hay dos, uno occidental y otro oriental) el militar sacrificado con familia esperándolo en casa (la misma que también correrá peligro por culpa de los ataques de Godzilla y sus enemigos naturales) o el alto mando militar duro e inmisericorde pero justo y honrado. Tampoco ayuda que del magnífico reparto el único que parece esforzarse por ofrecer una labor notable sea Bryan Cranston, que aunque distraiga al espectador con es terrible postizo capilar mal colocado que le han plantado en la cabeza no deja de ofrecer lecciones de interpretación. Los demás no pasan de cumplidores y es una pena, porque gente como Juliette Binoche, David Starthairn, Sally Hawkins o Ken Watanabe son intérpretes de sobrado talento y por desgracia no llevan sus roles más allá del papel escrito aunque cumplan lo mínimamente exigido. Curiosamente el más flojo del equipo artístico es Aaron Taylor-Johnson, que aún estando a la altura en lo que a fisicidad se refiere a la hora de dar alas al dramatismo que requiere su trabajo, el del protagonista principal nada más y nada menos, no está a la altura transmitiendo poca versatilidad y cierta apatía. Mejor que él está Elizabeth Olsen que se entrega más y sabe transmitir las (simples) inquietudes sentimentales de su personaje, aunque poco puede hacer con los pocos minutos de metraje que tiene en pantalla con una presencia tan tangencial en la historia que Gareth Edwards y sus guionistas nos están relatando.

Por suerte Godzilla se confirma como un triunfo prácticamente total que aunque es consciente de su poca relevancia cinematográfica como producto de consumo rápido quiere ir más allá con ciertos apuntes politicos que nos hablan de nuestra situación actual como sociedad por medio de referencias al pasado. Por el camino se confirma el talento de Gareth Edwards para ejecutar un potente ejemplo de kaiju en particular y monster movie en general y el cariño por parte de sus creadores hacia este género de origen japonés (la inclusión de cierta estética oriantal a la puesta en escena, tomar a Tokio como epicentro de la acción del largometraje y el añadido del rol de Ken Watanabe son todos aciertos tan meritorios como elegantes) que influyó en la impronta de tantos autores cinematográficos y espectadores que quedaban fascinados con esos monstruos de plástico destruyendo edificios a escala hechos de cartón piedra en films que los hacían soñar con otros mundos, tan aterradores como fascinantes. El éxito de esta Godzilla de 2014 está confirmado con un número en taquilla a nivel mundial y la confirmación de que se ha dado luz verde a la secuela. Sólo el tiempo nos dirá cuándo volveremos a ver al Rey Monstruo demostrándonos que el hombre no controla naturaleza sino que es la naturaleza que que nos tiene sometidos a nosotros.

El valor de un nombre, por Luis Javier Capote Pérez

Cuando me llegó la noticia de que una nueva película de Godzilla iba a realizarse bajo el estandarte de una compañía cinematográfica estadounidense, mi reacción fue de temor y suspicacia. La experiencia de 1998, dirigida por Roland “Quiero ser como Spielberg” Emmerich y protagnizada por Matthew Broderick y Jean Renó había resultado francamente decepcionante. Por otra parte, en estos tiempos de sequía de ideas (tema que siempre saco a colación cuando me toca hablar de cine en esta santa casa) la política de reciclaje de clásicos se ha convertido en una constante regida por la máxima de “burro grande, ande o no ande”. Cualquier concepto que haya tenido un éxito en el pasado se convierte en candidato para la recuperación, aunque la mayor parte se deshaga, como decía Lorenzo Díaz, al primer lifting. ¿Sería éste el caso del mítico rey de los monstruos de Toho, una vez más? El dinosaurio gigante llevaba diez años descansando desde su última aparición en la gran pantalla, la que conmemoraba su medio siglo de existencia (y destrucción.) Con estas ideas en la cabeza entré a ver la película y me encontré con una grata sorpresa.

Lo primero que me llamó la atención fue la forma en la que la película se presenta en los títulos de crédito. Desde el primer fotograma queda patente el respeto y cariño que el director Gareth Edwards profesa por el producto original. Estos detalles se repiten a lo largo del metraje, cuando se fecha el primer avistamiento de Godzilla en el año 1954 (el de su debut cinematográfico de la mano de Ishiro Honda) o en la doble denominación que se le otorga al bichosaurio según sea mencionado por Ken Watanabe (que usa el original “Gojira”) o por los integrantes del reparto provenientes de occidente (el nombre por el que es mundialmente conocido.) Para mayor interés de la afición a estas cintas “monstruosas” hay que mencionar (y agradecer) el detalle de que nuestro bicharraco tenga ocasión de medir fuerzas con otros monstruos, en la mejor tradición de la serie clásica (donde los sparrings de Godzilla llegaron a tener sus minutos de gloria y todo.) Puede que tengamos un reparto plagado de nombres conocidos de la pequeña y la gran pantallas, pero sus personajes no son más que los ojos a través de los cuales la audiencia se asoma a la terrible magnificencia de Gojira y sus adversarios. ¿Reliquias de un ecosistema desaparecido o advertencias frente al peligro atómico? Tanto da, cuando su mera existencia coloca a la humanidad en la lista de especies en peligro de extinción. Olvídense de Armagedón o similares, pues aquí el mundo está indefenso y ningún plan, por temerario que sea, parece estar llamado a triunfar. Godzilla y sus enemigos juegan en una liga a la que los seres humanos no hemos sido invitados. ¿Volveremos a ver al lagartijo hiperdesarrollado en acción? Espero que sí.

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Elisabeth Olsen sorprendida y mojada en Godzilla

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billyboy
billyboy
Lector
19 mayo, 2014 22:44

Puse un tochazo sobre la critica,pero worldpress a decidido no ir y se a ido a tomar por culo,asi que no dire nada,solo que estoy muy cabreado.

Mr. X
Mr. X
Lector
19 mayo, 2014 23:14

» la película fue (¿excesivamente?) vapuleada por la prensa especializada»

Todo vapuleo que se llevara fue corto para una de las mayores mierdas del cine palomitero de los noventa.
Y dicho esto, aún no la he visto, pero caerá cuando llegue al cine «de barrio» de mi pueblo.

Por cierto, amigos de la Warner, Zack Snyder no es el único director del mundo: mirad a este chaval, el amigo Gareth Edwards, que por lo que parece, no se ha acojonado con un megapresupuesto tras la artesanal -y lo que me gustó- Monsters: aquí hay un tío que sabe rodar.

Alejandro Ugartondo
Autor
19 mayo, 2014 23:27

Coincido en las alabanzas a la parte técnica y al acabado visual de la película (la labor de Seamus McGarvey es sobresaliente) pero creo que la película comete un pecado imperdonable para una superproducción como esta: es aburrida. Y el reparto está muy mal aprovechado, dándole demasiado peso al personaje de Taylor-Johnson cuando es el menos interesante de todos. Para mi ha sido una decepción.

Ocioso
Ocioso
Lector
19 mayo, 2014 23:42

A mí el Godzilla de los 90 me gustó. Al día siguiente lo había olvidado casi todo pero fueron dos horas muy divertidas.

Pikodoro
Pikodoro
Lector
19 mayo, 2014 23:59

Pasaban cosas, algo raro en las pelis de monstruos de los 90, en las que todo era decir Ooohh y dejarse matar. Los bichos eran curtes, pero bueno. Y Jean Reno mascaba chicle. Peña de prota femenina.

Aruso
Aruso
Lector
19 mayo, 2014 23:59

Como curiosidad decir que los japoneses han incorparado a su «canon Godzilla» la peli del 98. La explicación es que el kaiju que aparecia fue confundido por los americanos con Godzilla, pero en realidad se trata de otro distinto llamado Zilla. De hecho, en la ultima peli de Godzilla (anterior a esta) Zilla aparece como uno de sus rivales 😀

Sobre la pelicula bien, gracias por preguntar. Pero después de meditarlo mucho creo que me quedo con Pacific Rim. Es mucho mejor en su estilo de lo que llega a ser Godzilla en el suyo. ¿El por qué ? El señor Samuel Secades lo explica muy bien

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
20 mayo, 2014 0:07

El Godzilla de los 90 podría haber sido una buena superproducción de entretenimiento si hubieran prescindido de gags estúpidos y personajes esperpénticos y hubieran decidido darle un tono más serio a la película, como correspondería al hecho de que un bicho de 100 metros de alto anduviera por ahí destrozando Nueva York.

NobTetsujin
NobTetsujin
Lector
20 mayo, 2014 0:18

Me tiré dormido un buen trozo del principio de la peli de Godzilla de los ’90 en el cine (noche previa de bares, de cuando eramos chavales) y ya me desperté con nosequé explosión y al final acabé viéndola. Me hubiesen sido de más provecho las dos horas de sueño.

La única escena de Zilla (Godzilla USA) que mola es en Godzilla Final Wars, cuando es aniquilado por el auténtico ^^
https://www.youtube.com/watch?v=bIcExdpsEcQ

Franz
Franz
Lector
20 mayo, 2014 2:32

Eso de hacer transgénero a godzilla y que ponga huevos en la pelicula anterior no tiene perdón de dios

Khonshu
Khonshu
Lector
20 mayo, 2014 2:57

Hay peliculas malas como Pacif Rim que te lo hacen pasar muy bien.

Y hay películas que son aparentemente mejores, como esta Godzilla, que te aburren soberanamente.

La cosa empieza bien y parece que está bien planteada, pero en cuanto el protagonismo pasa de Cranston al sosainas de su hijo la cosa empieza a desinflarse.

No es que sea una película que se le puedan sacar grandes fallos, pero por algún motivo te deja muy frío.

A mí me ha decepcionado bastante.

Pero Monsters ya me había parecido un peñazo. Que todo el mundo habla ahora de ella como si fuera una maravilla y a mí solo me lo pareció a nivel técnico, que de guión iba muy justita.

El Edwards este tiene pinta es un director visualmente poderoso. A ver si para la secuela cuenta con un guión a la altura de su talento.

Arturo Porras
20 mayo, 2014 12:12

A esto no me acerco ni aunque me paguen. Realmente, Pacific Rim me demostró que éste no es mi tipo de cine. La película de Del Toro me parece de las más infames que he visto y tuvo muchos comentarios positivos. Con ésta no caigo

Aruso
Aruso
Lector
20 mayo, 2014 13:08

Monster tenia un planteamiento interesante (que no es poco) y ya. Es por lo que tiene tan buenas críticas. Pero lo del puñetero movimiento de camara a mi me resultó insufrible.

Daniel Gavilán
20 mayo, 2014 13:09

Hombre, sin haber visto la de Evans diría que el tono es muy muy diferente, a tenor de lo visto en los trailers y de la trayectoria de Legendary Pictures misma (que lo mismo me equivoco, pero…). Otra cosa ya es que lo que no te guste sea el género de monstruos gigantes en sí, claro

r7varola
r7varola
Lector
20 mayo, 2014 15:30

A mi también me decepcionó. Parte muy bien pero a la mitad se desinfla. Visualmente espectacular pero la segunda hora se hace predecible y un poco aburrida. La película pretende ser seria pero no se sostiene

Tronak el Karbaro
Tronak el Karbaro
Lector
20 mayo, 2014 21:09

Pues a mí me ha molado bastante. Claro que es un género que me gusta mucho (tengo hasta algún kaiju coreano por casa). Comprendo que es un subgénero que, o te gusta mucho, o lo detestas y comprendo las críticas sobre los actores o personajes humanos, pero es que en los Kaiju el verdadero prota es el monstruo.
Desde luego, para mí mucho mejor que Monstruoso y la puta cámara epiléptica.

NobTetsujin
NobTetsujin
Lector
20 mayo, 2014 21:57

Con Khonshu y Aruso ya no me siento tan solo diciendo el tostonazo que es Monsters…

Javié
Javié
Lector
22 mayo, 2014 2:15

Pues acabo de verla y la verdad que me ha gustado, después del coñazo que resulto Pacific Rim (Dice la gente que se divirtió, debió ser en el micro segundo en que enfocaron a un bicho sin efectos de cámara ni rayos).

Primero diré lo que no me ha gustado, lo peor sin duda es que Walter White muera tan pronto, le daba un empaque a la película que se echa en falta tras su fatal desenlace, no solo por que como actor sea la pera, que lo es, si no que además su personaje es el que está mejor construido de todo el elenco y el que mas posibilidades tenía, sin el la parte humana de esta Godzilla pierde puntos, aunque el argumento intenta sostenerse con una serie de sub tramas interesantes en mayor o menos medida, (Me gustó la tensión entre el coronel y el otro científico japones).

Ahora lo bueno, hacia muchísimo tiempo que no disfrutaba tanto con una fotografía y una realización como las que nos regalan el duo Edwards–McGarvey.

Una película que te deja sin aliento cada vez que el personaje dobla una esquina, y es que precisamente esta es la mayor virtud del film bajo mi punto de visto, la diferencia entre una película del montón y una película bien dirigida son esos planos (Para quitarse el sombrero la zona de cuarentena en Tokio, Las Vegas destruidas con el Muto colgado de la torre eiffel, El salto en paracaídas en plano general con la estela de humo rojo…)

Además el director se aleja del estereotipo en este tipo de películas, lo mas impactante para mi ha sido que por una vez, por una vez!! la solución no la tenia el ejercito de los estados unidos, impotentes contra el poderío de los monstruos, (Aquí se nota que el director es Europeo, ningún director yanki tiene la humildad para hacer una historia así), y que contra todo pronostico, al menos para mi, Godzilla es el salvador y no el destructor.

Como todas estas super producciones multi millonarias repletas de efectos visuales, el reparto y los diálogos de estos de la mitad hacia delante, podría haberse mejorado, no estorban, no están nada mal, pero empobrece un poco el magistral tratamiento que se la da a los monstruos, habrá que estar atentos al remake.

Igverni
Lector
22 mayo, 2014 10:42

Hola a todos.

Pude finalmente ver Godzilla ayer… Antes de leer vuestras las críticas y los comentarios del foro, deciros que me ha decepcionado muchísimo !!! Qué mal!!

Partiendo que iba a mentalizado a ver Godzilla, no una peli de arte y ensayo rusa.
Guión flojísimo, los actores muy mal, Cranston y Watanabe son una parodia de si mismos, y el chico Aaron Taylor flojo flojísimo, todo el tiempo más tieso que Schwarzenegger sacando pecho, nulo carisma…

Todo esto me hubiera dado igual, mientras GODZILLA hubiera salido en pantalla!!
Pero la 5ª vez que parece que se va a ver a Godzilla y se oculta entre la noche/lluvia/polvo/… pierde el supuesto impacto que pudiera tener, y en lugar de anticipar, me frustraba!!
Mi decepción es inversamente proporcional al porcentaje en minutos de Gozdilla en pantalla del total del metraje… muy alto, como os imaginais…

Pacific Rim fue una película “mala” super-entretenida que nos dió a los fans lo que pediamos… ampliamente!! Y sus peleas SI trasmitían la sensación de escala enorme, de gigantes luchando en la ciudad. Sin embargo, en esta, cuando después de 100 minutos al fin vemos la pelea de Godzilla contra las polillas, no me tramite para nada esa sensación, ni ninguna tensión, ni nada..
Gareth Edwards, aunque no es malo, visualmente está a años luz de Del Toro.

Y aún me acuerdo como se criticó la anterior película porque era todo el rato de noche y no se veía al monstruo (además de que la peli era muuuuy mala!), y 20 años después, con todos los avances de la tecnología, CGI, etc… ¿volvemos a NO ver al monstruo? ¿en serio? ¿EN SERIO??

En fín, voy a leeros, y vuelvo luego…

Javié
Javié
Lector
22 mayo, 2014 12:40

Gareth Edwards, aunque no es malo, visualmente está a años luz de Del Toro.

Hombre te ha podido gustar mas o menos, pero si por algo ha recibido tan buenas criticas esta Godzilla ha sido por su apartado visual que es sencillamente impresionante, en Pacific Rim los actores jugaban un papel igual de secundario que los de Godzilla con la diferencia que mientras Del toro (Mi amado Del Toro), escondía a sus monstruos en un mar de oscuridad, planos movidos y luces de colores, lo que me parece un recurso pobre y a veces tramposo, Edwards es mucho mas honesto y sincero briendando a los montruos una infi nidad de primeros planos y planos detalle sin que le tiemble el pulso, enseñando lo que la gente quiere ver, si hasta filmó con la camara parada el cortejo de los MUTO, y no me pareció arte y ensayo ruso, me pareció un canto de amor a las monster movie japonesas de mediados del siglo pasado, ¿o no te molo la escena que el niño está viendo a los monstruos pelear por la tele con una sonrisa en la cara? 🙂

Igverni
Lector
22 mayo, 2014 13:15

Leido!!
Gracias a los 3 por vuestras críticas, en este caso, estoy más con Samuel (o Konshu), que con Juan Luis y Luis Javier…

TODO SPOILERS!!!
Los personajes no me importan nada. Taylor-Johnson es un error de casting brutal, empezando porque para mi no es creible que un soldado de veintipocos años tenga un hijo de ¿8-10 años? (porque es un niño de 8-10 en Japón y luego la acción avanza 15 años, así que por muy cachas que se haya puesto, aparenta lo que es, un marine de 23/25 años), además de su inexpresión general. A partir de ahí, ya no me creo nada de este personaje… Idem para el flipado de Watanabe o la llorica de Olsen, todos desaprovechados. Y encima, la muerte de Cranston, el único con cierto empaque, es apresurada, mal rodada y genera que no tenga ninguna carga emocional…

Otro problema importante es que la película se toma a sí mismo demasiado en serio y quiere ser demasiado trascendental, por lo que cuando el guión hace aguas, te destroza todo el conjunto… Si la comparamos con Pacific Rim, para mí muchísimo más satisfactoria, el tono es el contrario, y creo que encaja mejor por este tipo de cine. Porque nos quieren contar como la humanidad se acerca a su aniquilación, pero en el fondo es un Dinosaurio que tira rayos por la boca luchando contra 2 polillas gigantes…

Así, primero te intentan apabullar de pseudosiencia que dé una integridad y un realismo a los monstruos, para a continuación regalarnos el diálogo de Watanabe con el general;
Soldado: -”General, no hay un solo monstruo, captamos 2 señales”
Watanabe: – “Claro, es lógico! es un monstruo malo, y el otro es Godzilla que es bueno, porque es el mecanismo de defensa de la naturaleza que devuelve el equilibrio…”
WTF!!??
¿en serio? ¿EN SERIO?
¿lo dice respaldado por alguna afirmación científica que hayan dicho antes? ¿O solo porque la trama tiene que avanzar de alguna manera?

Si estoy de acuerdo que visualmente hay momentos buenos, pero se diluyen en medio de la mediocridad general… y no solo es cosa del guión, también es el ritmo, el montaje… porque cuando los monstruos llegan a San Francisco, intentan sacar a la Olsen varias veces para que nos preocupemos por la gente… EPIC FAIL!!

No hay nada peor que salir del cine pensando que has tirado el dinero, que es lo que me pasó a mí, que lástima!!!

Igverni
Lector
22 mayo, 2014 13:25

Javié, me alegro que te gustara… genial poder comentar contigo!

Una diferencia entre Del Toro y Edwards.
Del Toro busca alucinarte/apabullarte con los mostruos y los robots, en un peli sin pretensiones más allá de entretener… creo que lo consiguió.

Edwards trata de implicarte emocionalmente con los personajes: la escena del niño viendo la tele, le del otro niño en el tren, de vuelta al hijo en la ridicula escena del autobús en el Golden Gate (evacuan a niños por donde sabes que va a pasar el monstruo? amosnomej$%&- ), creo que no lo consigue para nada…

Además de que en una película de 130 minutos, te tiene 100 sin ver aquello por lo que pagaste!!
y el propio diseño de las polillas no me convenció para nada, por lo que esos primeros planos, más que alucinarme lo que hacían era amenazar mi suspensión de credulidad…

saludos!!

Javié
Javié
Lector
22 mayo, 2014 14:07

Vaya por dios, lamento sinceramente que no te gustara, la verdad que a mi me encantó, en parte por que sabia a lo que iba, el grupo de amigos que fuimos somos fanáticos de la serie b de terror y en especial sentimos predilección por el rey de los monstruos y la paranoia nuclear de mediados del siglo 20.

Aun así, dejando a un lado todo esto y siendo lo mas objetivo que puedo, a mi me encantó, me sorprende que no te gustara nada nada esta Gojira y sin embargo salieras satisfecho de ver Pacific Rim, a mi me ha pasado justo lo contrario, mientras que la cinta de Del toro me pareció un transformer de Michael Bay vacío y mas bien simplón, esta Godzilla me ha parecido que tenia alma, como bien dice uno de los redactores, desde los títulos de crédito hasta el millar de referencias que introduce Edwards me parecen un canto al amor mas friki por los monstruos, el toque oriental le siente de perlas, esa escena donde los monstruos pelean de fondo en una suerte de China town con guirnaldas rojas, el paseo en barca por la zona de cuarentena en Japón, es que me pareció tan buena y tan acertada que los errores de casting o de guión, (Que los tiene, imperdonable la muerte de Cranston y que todo el peso emocional recaiga en su hijo) para mi pasan a un segundo plano, por que de lo que se trata en este nuevo remake es de darle todo el peso a las criaturas y dejar a los humanos en un segundo plano, bajo mi punto de visto lo consiguen.

Javié
Javié
Lector
22 mayo, 2014 14:11

Hubiese molado +1000 que mantuviera a Cranston vivo y que fuera este quien diera con una explicación científica de por que Godzilla sal a defender el equilibrio, algo de sus estudios con sonar o alguna movida, pero bueno, por lo general quedé satisfecho.

Javié
Javié
Lector
22 mayo, 2014 14:16

Y vamos con el tercer comentario seguido, pido disculpas de ante mano…

Quería añadir que Edwards es un director bastante inteligente y dudo que estos giros que se me ocurren a mi no se le ocurrieran a el, pero esto es Hollywood y hay unas reglas, y si la productora estima que el target de publico al que está orientada la película necesita a un actor joven de moda, pues hay que meterlo y punto.

Adema en estos días estoy leyendo Django el cómic basado en el guión original de la película de Tarantino, y hay capítulos enteros que la película los recortó y no aparecieron, los estaba leyendo y pensaba: Coño, esta es la Django que yo quería ver, ya me extrañaba que a Tarantino no se le hubiera ocurrido…

Pues con esto pasa igual, seguramente el montaje final corra a cargo de Warner y el director poco o nada pueda hacer para cambiar nada.

Jordi Molinari
Autor
22 mayo, 2014 14:24

«Vaya por dios, lamento sinceramente que no te gustara, la verdad que a mi me encantó, en parte por que sabia a lo que iba, el grupo de amigos que fuimos somos fanáticos de la serie b de terror y en especial sentimos predilección por el rey de los monstruos y la paranoia nuclear de mediados del siglo 20.»

Lo siento. Pero con las discusiones que he tenido con gente que también lo es, NO cuadra con que te gustase la nueva de Godzilla y te pareciera un tostón Pacific Rim. Debería ser el contrario, por mil y una razones.

Igverni
Lector
22 mayo, 2014 14:43

Guay, Javié 🙂

En mi caso, yo iba predispuesto pensando que me iba a gustar…

Quizá, dado que no soy un gran fan del cine de monstruos, no aprecié esos detalles que tanto te gustaron que homenajean otras obras anteriores.

Monsters me gustó y apuntaba maneras, sobre todo teniendo en cuenta el mínimo presupuesto… pero aquí, las escenas chulas (la barca y la ciudad evacuada, etc..) a medida que avanzaba la película se me quedaban en meras fotos sin contenido, pura estética sin sustancia.

Y que me compares a Del Toro con Michael Bay me ha dolido… 😉

Javié
Javié
Lector
22 mayo, 2014 16:27

Nooo, a mi me encanta Del Toro, normalmente soy yo el que me suelo llevar todas las collejas en los foros por defender a muerte su Hellboy, me vuelve loco el imaginario de criaturas y bichos que suele sacar, pero no se, Pacific Rim me pareció un Bluf, igual le debo un revisionado, que no sería la primera vez que cambio diametralmente de opinión a la segunda…

Fíjate si me gustará Del Toro que llevo un año encendiendo una vela por semana en mi altar privado para que sea el y solo el que lleve al cine a La cosa del pantano.

Javié
Javié
Lector
22 mayo, 2014 17:19

Godzilla es una de las películas comerciales mejor rodadas en el plano técnico del 2014, la puesta en escena del realizador británico es intachable, poderosa, con un control del tempo narrativo de una tensa calma cuando la historia lo demanda, ya que la primera criatura tarda en hacer acto de presencia y Godzilla es mostrado poco a poco hasta su aparición estelar

Por párrafos como este es por lo que algunos escriben reseñas y otros aporreamos el teclado, enhorabuena a los tres redactores!

Javié
Javié
Lector
22 mayo, 2014 17:22

La primera Hellboy de Del Toro es una de mis películas favoritas basadas en personajes de cómics

Pienso exactamente lo mismo, sin el «Una de..», es mi preferida.

Dime ahora que también te gusta tanto como a mi el Cosntantine de Keanu Reeves y prepárate para recibir la alianza.

Igverni
Lector
22 mayo, 2014 17:53

¿Donde hay que firmar para que den luz verde a Hellboy 3?
jejeje

A mi la peli de Constantine SÍ me gustó bastante, creo que fue adaptación muy digna y que acertaron el espíritu del personaje, una pena que Keanu tenga el carisma de una chapa oxidada y que quizá el diseño de producción debería haber sido un poco más oscuro… aunque, por otro lado, si él no hubiera estado unido al proyecto, igual ni se hubiera producido…
En esto al menos coincidimos!

Javié
Javié
Lector
22 mayo, 2014 18:03

Es que la escena de Satán bajando a recoger su alma, la única que recogerá en persona… Me pareció tan bien traída que junto a la representación del infierno hicieron que todas las demás chorradas americanas pasaran a un segundo plano.

Javié
Javié
Lector
22 mayo, 2014 18:05
Spirit
Spirit
Lector
22 mayo, 2014 20:57

Pues yo no comparto para nada esta crítica tan entusiasta. De hecho, a mí se me hizo algo pesada y confusa (y cuando se te hace confusa una superproducción de monstruos pegando a monstruos algo pasa). Y visualmente no le veo esa exquisitez que se comenta; la mayoría de las escenas son nocturnas con escasa visión (truco viejo para disimular que los f/x no son perfectos), y lo cierto es que yo a la media hora quería que el personaje principal y su mujer y su niño murieran aplastados o algo así pero que dejaran de llorar.

Puede que lo que diga será una herejía, pero a mí la peli de los 90, aunque copió fotograma a fotograma a Parque Jurásico, me entretuvo mucho más, porque esta peli además cuando no sale el monstruo se hace pesada que te cagas.

En fin; que sí, que habrá algún plano muy chulo y que aunque oscuros hoy en día hacen virguerías con los f/x, pero yo todavía no he entendido la mitad de las cosas de la peli y, lo que es peor, tampoco me importan mucho…

Aruso
Aruso
Lector
23 mayo, 2014 1:00

No se porque la gente dice que Pacific Rim es una película «mala», como si ese tipo de películas fuera algo de menos categoría. Yo creo que una película es «buena» o mala» en función de si consigue o no sus objetivos: entretener, conmover, o simplemente contarnos una historia y que nos importe. Pacific Rim tiene un unico y simple objetivo: entretener y para mi lo consigue de sobra. Godzilla aspira a algo más y falla (o no lo consigue del todo), sobretodo en la segunda parte de la película.

Javié
Javié
Lector
23 mayo, 2014 3:36

Con la tontería de Godzilla he pensado, vamos a ver su anterior película, la cual supuestamente fue el motivo por que el Warner fichó al director británico, he puesto Monsters en el buscador y le he dado a la primera, he empezado a verla y al terminar veo que el director es otro tipo, miro bien el enlace y me había metido en «Monstruoso» , también con un bicharraco grande pero toda la película rodada cámara en mano, así que nada, mañana me pondré Monster a ver que tal.

Terrific Lines
Terrific Lines
Lector
23 mayo, 2014 5:00

Acaban de anunciar que Gareth Edwards será el director del primer spin-off Star Wars (sin concretar nada sobre el/los personaje/s protagonista/s). Más info: http://variety.com/2014/film/news/star-wars-spinoff-to-be-directed-by-godzilla-filmmaker-gareth-edwards-1201189612/

Volviendo al hilo del post, este finde quizás vea Godzilla (tras ver mañana X-Men!), así que a ver qué tal. Pero sí diré que Monsters es bastante psé y Pacific Rim fue una sobrada de principio a fin (con todo lo bueno, malo, friki y exagerado que representa la palabra «sobrada»). Yo me lo pasé genial viendo esa peli. Eso sí, no voy a ver Godzilla esperando lo mismo.

Saludos!

Dultyx
Dultyx
Lector
26 agosto, 2014 3:11

Coincido más con la crítica de Samuel (sí, la veo hoy,tantos meses después XD). En mi opinión la peli decae

Aviso de Spoiler

tras la muerte del personaje de Bryan Cranston. Era el personaje con más alma y quien mejor actúa junto con Elisabeth Olsen, que son los mejores de toda la cinta y además ofreciendo un gran nivel, con la diferencia de que el personaje de Cranston podía dar más de si y además podía servir de narrador de lo que sucedía, mientras que Elisabeth Olsen era más plano y estereotipado

.

De hecho todos los personajes lo son. El típico general que no escucha al científico, el típico científico (el japonés) que lleva la razón pero es horrible defendiendo su postura y aportando argumentos, la asistente o socia que sirve como eco, etcétera. Me ha decepcionado Aaron Taylor Johnson, y eso que es un actor que me gusta bastante, y en una situación como esta podría haber dado más de si, sobretodo porqué es el protagonista. Además las peleas entre monstruos duran poquísimo, y continuamente son entrecortadas.

La trama también tiene agujeros o escenas cutres o demasiado oportunas, como por ejemplo, cuando un soldado pregunta como debe colocar una cabeza nuclear o cuando mira la foto de su esposa, o cuando el personaje de Cranston trabaja en Japón y todos sus compañeros JAPONESES le hablan en inglés.

Los aspectos positivos es que incidan en el rol de Godzilla y que lo consideren como algo totémico, me ha parecido curioso. Conozco al personaje pero muy superficialmente, así que me gustó. Visualmente es una barbaridad, y las escenas de pelea se entienden perfectamente, no tengo queja ninguna.

Aviso de Spoiler

El fatality al que somete a la hembra le ha hecho subir muchos puntos para mí

. El aspecto de Godzilla es muy bueno, tradicional pero imponente, muy contento, y no era fácil. También como han integrado los CGI con aquel caos apocalíptico, me ha parecido sublime.

En definitiva, es una película que puede ser entretenida pero que por otro lado es floja, tanto si te la tomas como un drama como si te la tomas como acción desmedida, pero visualmente es espectacular, y en un filme de Godzilla ese apartado es vital. Por eso y porqué me molan las pelis de monstruos (es decir, aquí ya por motivos puramente subjetivos y personales) le daría de nota un 5 alto o 6 y poco