Warlock, un repaso a la trayectoria de amigo-de-yo

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Si hubiera que hacer una clasificación del protagonista de hoy en el Universo Marvel, no sería una tarea fácil. Simplificando, existen diversos tipos y categorías de personajes: los icónicos, los complejos, los simples, los populares, los olvidables… y luego estaría Warlock. Pero no porque no entrara en ninguna, sino porque tiene un poco de todas. Es de una iconicidad aplastante, fruto de la mente de su creador gráfico, Bill Sienkiewicz. Su naturaleza intrínseca le hace complejo, ya que es un ser bondadoso surgido de una sociedad agresiva (por no hablar del conflicto con el padre). Pero a la vez es simple, porque una vez asumido su diferencia se comporta con una naturalidad pasmosa. Y popular, pues a lo mejor no el personaje en sí, pero la cabecera donde se desarrollan sus aventuras, Los Nuevos Mutantes, vendía más que personajes visiblemente reconocidos como Capitán América o Hulk. Y olvidable también, pues durante largos años nadie ha hecho nada interesante con el personaje y no ha parecido importar.

Hasta que se ha cruzado en su camino Peter David. Escritor que hace bueno aquello de que no hay malos personajes, sino guionistas incapaces. Lo reclutó para su nuevo proyecto y ya se dispone a protagonizar su primera historia en la cabecera. Con la seguridad que da el saber que PAD le va llevar por el buen camino, se impone una mirada al pasado para conocer un poco mejor a este entrañable protagonista.

La llegada de Warlock

La historia de Warlock va indisolublemente asociada al concepto de Nuevos Mutantes. Es imposible repasar su trayectoria sin hacer mención a la colección que en su momento creara el Patriarca Mutante, Chris Claremont. Pero nuestro simpático protagonista no apareció en el primer número, sino que fue introducido al público en un momento crucial de la cabecera.

Esta historia es bien sabida, así que vamos a repasarla de forma sucinta. Los mutantes fue un concepto creado por Stan Lee y Jack Kirby en los inicios de la Era Marvel. Gente que nacía con poderes y eran temidos por ello. Imaginaron la figura de Charles Xavier y montaron una escuela para que esos jóvenes pudieran aprender a controlar sus poderes. En su momento el concepto no triunfó, siendo cancelada la serie en 1970. Pero fue retomado algunos años después, con el mítico Giant Size de 1975. Y no dejaron de crecer gracias a un guionista en forma y a los dibujantes que lo acompañaron. Y ese escritor era Claremont. En los 80, el director editorial, Jim Shooter, estaba empeñado en recuperar el concepto de escuela para los mutantes. Los personajes de la Segunda Génesis no daban el perfil de estudiantes. Así que, tras varías deliberaciones, se acordó crear una segunda cabecera mutante, donde el Profesor Xavier volvería a su antiguo rol. Todo ello bajo la batuta de don Chris al que se unía en labores artísticas Bob McLeod. Este dibujante se encargó de la creación gráfica de los nuevos estudiantes, exceptuando a Xi’an Coy Mahn (Karma) que fue concebida por Frank Miller. Así tendríamos una primera formación con Mancha Solar, Bala de Cañón, Loba venenosa, Espejismo y la citada Karma. Debutan en la cuarta novela gráfica de Marvel y acto seguido comienzan su serie.

La cuestión es que la hermana pequeña de la Patrulla-X cada vez va ganando más aceptación. Los bebés X, como se les conoce cariñosamente, van pasando aventuras, añadiendo nuevos miembros como Magma o Magik, lo que le va generando una personalidad propia. La serie ya está plenamente consolidada cuando en el número 18 se produce un cambio creativo importante. Bill Sienkiewicz, dibujante que había asombrado en Caballero Luna, se hace cargo de los lápices. Su primer trabajo conjunto, “La saga del Oso Místico”, es un clásico de los mutantes (New Mutants #18). Pero en ese número, fuera de la historia principal, hay un pequeño interludio, donde una inquietante figura oscura se arrastra por un planeta desértico. De repente, sufre la embestida alguien que se hace llamar “su padre”. Destruye el planeta, pero no a su objetivo que escapa rumbo al planeta Tierra. Ahí conocemos el nombre de la enigmática figura, Warlock y plantea lo que será la lucha principal del personaje en su trayectoria. El trabajo del artista es espectacular. Ahora sabemos que Claremont le pidió que diseñara el personaje más extraño que pudiera imaginar y cumplió a la perfección. La sensación de encontrarte con él es bastante turbadora, máxime cuando no tenía nada que ver con la historia principal.

Esta es la primera aparición formal de Warlock. Dentro de “La Saga del Oso Místico”, aunque sin conectar con ella. Tendríamos que esperar la conclusión de dicho ciclo para poder conocer un poco más a nuestro alienígena. Es en New Mutants #21, un episodio marca Claremont (entre aventura y aventura, un poco de vida cotidiana), donde volvemos a tener noticias del personaje. Tenemos la mansión sin el Profesor X y las chicas aprovechan para hacer una fiesta de pijamas. Bobby (Mancha Solar) y Sam (Bala de Cañón) en los aledaños de la casa avistan un objeto que cae del espacio exterior. Deciden llevarlo al interior del cuartel general X, sin saber que están introduciendo a un ser perseguido, aterrorizado y prácticamente exhausto. Y la forma que tiene Warlock de conseguir energía es quitando la fuerza vital de quien lo toca. Así que, como podéis imaginar, el conflicto está servido. Tras el enfrentamiento de rigor, Warlock consigue que los Nuevos Mutantes sean testigos de su historia. Ven el duelo a muerte que han de tener los de su raza con una versión adulta de sí mismo, “su padre”. Y se da el curioso caso de que su progenitor es el líder de su pueblo. Al rehusar, tuvo que huir del planeta. Los pupilos de Xavier empatizan con él y deciden ayudarle. No en vano, es muy parecido a ellos. Es un joven confuso, desterrado y odiado por su propia raza. La inclusión en el equipo se confirma con el apretón de manos entre Xavier y el propio Warlock. Ya es oficialmente un Nuevo Mutante.

La tecnarquía y los problemas de familia

Hechas las presentaciones, se impone aclarar algunos conceptos acerca del origen del personaje. Warlock es un miembro de la Tecnarquía. Se caracterizan por ser mitad seres vivos, mitad máquinas (tecno-orgánicos). Lo más llamativo (si obviamos su apariencia nada común) sería que necesitan infectar con el virus Transmutador a sus víctimas, para poder alimentarse. Con ese virus pasan a drenar su energía vital. Esto hace complicado el contacto con ellos. También son metamorfos, están capacitados para adoptar cualquier forma, ya sea un ser vivo o algo inerte. Su planeta natal es conocido como Kvch. Un líder fuerte rige sus destinos. En este caso, Magus, al que conocimos como antagonista de Warlock en su primera aparición. Es una raza con unas estrictas reglas. Una de ellas es que, cuando sus miembros alcanzan una edad, deben retar a muerte a uno de sus mayores. Esto demuestra que su naturaleza es básicamente agresiva. La excepción es nuestro amigo Warlock. La compasión que le caracteriza lo hace distinto a ojos de sus congéneres, un “mutante”.

Warlock, un no-mutante entre mutantes

Después de echar un vistazo al origen del personaje, vamos a centrarnos en su aportación a esta cabecera y a los mutantes en general. Su presencia desde el número 21 será una constante, exceptuando un breve lapso de tiempo que abandonó la formación, acompañando a Mancha Solar. Claremont impone un ritmo vibrante a la serie, llevándolos desde mundos más allá de nuestro planeta, pasando por planos psíquicos, hasta submundos repletos de magia. Enfrentándose a enemigos tan poderosos como Legión, el hijo mutante de Xavier, el malvado Amahl Farouk, el poderoso Rey Sombra, o a Magus, su despótico padre. En todas esas aventuras, Locke, apodo cariñoso que le ponen sus compañeros, se comporta como uno más. Plenamente integrado, va entablando una amistad con otro recién llegado al equipo, Doug Ramsey, conocido como Cifra. Amistad que será una constante en la colección.

Mientras otros personajes tienen duras luchas internas consigo mismos o con su entorno, Warlock es como un niño descubriendo un mundo nuevo. Ante la rivalidad entre Espejismo y Bala de Cañón por el liderazgo del equipo, el conflicto paterno-filial entre Mancha Solar y su padre (miembro del Club del Fuego Infernal), la auto-represión religiosa de Loba Venenosa, Magik y sus continuos viajes al inframundo o los problemas de adaptación de Magma (originaria de Nueva Roma, una civilización perdida), el personaje se nos presenta como alguien siempre fiel a sus amigos y dispuesto a ayudar bajo cualquier circunstancia. Tanto es así que prácticamente pasó a ser el guardaespaldas de Doug, cuando la situación lo requería. Éste, cuyo único poder residía en la capacidad de aprender cualquier lenguaje, no era de mucha ayuda cuando la cosa se ponía fea. En el ciclo de historias conocida como “Guerras Asgardianas” (una serie de especiales donde el denominador común era el enfrentamiento entre mutantes y dioses nórdicos) Claremont tuvo una idea, que tendría futuras repercusiones. Ante los distintos ataques de dioses y seres mitológicos, Locke protege a Cifra envolviéndolo en las más pintorescas y robóticas armaduras imaginables. El nivel de simbiosis entre ambos llega hasta tal punto que, viéndose privado de energía vital, Warlock prácticamente se fusiona con su amigo para recuperar su funcionalidad (X-Men Annual #9).

Prueba de que esto no fue casual lo tenemos en el New Mutants #53. Este número, que es el primero de dos de un enfrentamiento con los Infernales (otro grupo adolescente, solo que bajo las órdenes de una malvada Emma Frost), tiene una pequeña historia de cinco páginas dedicadas a Doug, a modo de preludio. En ellas vemos a Cifra convertirse en un organismo tecnoórganico. Y no solo eso, sino que infecta a sus amigos y a todo lo que le rodea. Al final se descubre que era un simple sueño. Con gran habilidad, el guionista nos deja la duda de si realmente fue un sueño o Doug está infectado por el virus. Cosa nada descabellada, debido a los frecuentes contactos entre los dos amigos. Por cierto, tanto como Warlock como Mancha Solar, estaban fuera del grupo en ese momento.

La ampliación del cosmos mutante le estaba dejando cada vez menos tiempo al bueno de Chris. Tras 54 números repletos de aventuras y acción, Claremont cede el testigo en la colección a Louise Simonson, guionista y editora con experiencia en los mutantes. La autora mantiene los rasgos distintivos de nuestro extraterrestre y su posición el grupo no varía, pese al cambio creativo. Sigue mostrándose como un cariñoso amigo, a la vez que se enfrenta con todas sus armas contra cualquiera que crea que pueda hacerles daño.

Tanto Doug como Locke parecían dos personajes cada vez más alejados de la cabecera, donde la tendencia a las historias oscuras y trascendentes ganaba terreno. Su dinámica afable chocaba con las nuevas actitudes que iban llegando conforme avanzaban los años ochenta. Así que ocurrió lo inevitable. En “La Caída de los mutantes” se produce la muerte de Cifra, al intentar salvar a Loba Venenosa de un disparo. A Locke esto no le sentó nada bien. Tanto que, en un desesperado intento traerle de vuelta, robó el cadáver de Doug. Tras muchos ruegos de sus compañeros, entró en razón y pudieron devolverlo a su tumba (New Mutants #64).

La cosa no pintaba bien para nuestro amigo alienígena. Los años noventa estaban aquí y las cosas empezaban a cambiar. Donde antes se imponía el criterio de guionistas competentes como el propio Chris Claremont o Louise Simonson, ahora los dibujantes “hot” eran los que llevaban la voz cantante. En una última colaboración, poco antes de abandonar Marvel, Claremont organizó un crossover llamado Proyecto Exterminio. Juntaría sus X-Men con las dos cabeceras que escribía la señora Simonson, X–Factor y Nuevos Mutantes. Se basaría en el concepto de Genosha y sus magistrados que atacan deliberadamente a los mutantes. Cameron Hodge, mitad hombre mitad máquina, es el líder de los magistrados genoshanos. Secuestran a varios de los Nuevos Mutantes, entre ellos a Warlock. Lo que Hodge quería del tecnarca era el virus Transmutador, para utilizarlo en la creación de nuevos soldados anti mutantes. Aunque Loba Venenosa intentó ayudar a su amigo, murió en el proceso. Se cierra así una etapa donde el personaje había estado en las mejores manos, las de su creador, el Patriarca Mutante, y su digna sucesora. Es indudable que Warlock fue uno de los personajes fijos en la expansión y consolidación del universo X.

Douglock, una simbiosis muy particular

No se puede negar que la idea no estuviera ahí. Claremont, como hemos dicho antes, había sembrado el terreno para la fusión de ambos personajes. Solo hacía falta un guionista valiente (quizás temerario) que supiera recoger el guante dejado por el mejor Claremont. Y por allí pasaba Scott Lobdell. En Uncanny X-Men #305 recupera a Cameron Hodge y el virus Transmutador para crear la Falange. El ciborg, usando las cenizas de Warlock, había desarrollado una nueva especie basada en la Tecnarquía. Se forma por la fusión de vida orgánica y virus tecnoórganico. A diferencia de la raza madre, esta Falange funcionan más como colmena, y no tanto como individuos particulares. Otro resultado de dichos experimentos es la resurrección de Locke, con los recuerdos de Doug. Creado para traicionar a los mutantes, la criatura conocida como Douglock supo rebelarse y, con la ayuda de los hombres X, destruir la Falange. Libre de influencias externas, quedaba listo para vivir nuevas aventuras.

En su errático peregrinar acabó recalando en Excalibur. Otra muestra del buen hacer de Claremont y Alan Davis en la década anterior. Era una colección donde se habían probados diversos enfoques, tratando de revivir antiguas glorias. Cada vez más separada de las otras series X, no dejaba de ser una cabecera secundaria. La inclusión de Douglock le permitió reencontrarse con una antigua compañera, Loba Venenosa. Su periplo con el grupo pasó sin pena ni gloria. Tras la salida del mismo, tanto Loba como Douglock decidieron permanecer en Isla Muir.

Warlock 04

El gran Alan Davis le otorgó un último momento para brillar a finales de 1999. Haciéndole protagonista principal en una gran macro historia, que incluyó las dos cabeceras principales mutantes y un anual. Con todos los ingredientes de un blockbuster, tenemos a Douglock controlado por Cráneo Rojo, cuyo objetivo es el cuartel general de SHIELD. Y no solo eso: está la Patrulla-X, el Hombre Máquina, un nuevo Deathlok, Nick Furia y montones de agentes de SHIELD… Suficientes ingredientes para disfrutar de una gran aventura, que a la postre sería fin y principio para el personaje. Y lo que es más importante, un dibujante español tendría mucho que ver con ello.

Pasqual Ferry o la perfecta unión entre tecnología y fantasía

Tras el X-Men Annual#9 de 1999, se pensó que Warlock merecía una serie propia. La única que ha tenido en su dilatada historia. Lo primero era desechar el concepto “Douglock”. Lo siguiente fue conseguir los servicios de Louise Simonson, conocedora del personaje, para hacerse cargo de los guiones. Por último, asignar al dibujante. El elegido fue Pasqual Ferry, un dibujante catalán que desembarcó en los años 90 en el comic-book americano. Menos conocido en aquellos momentos que otros autores patrios como Carlos Pacheco o Salvador Larroca, habituales en las dos grandes, quizás porque su trazo no era tan superheroico. Su fuerte era la fantasía y la ciencia ficción, y Warlock se prestaba como pocos a esos conceptos. Ayudó también que la escritora le dejase manga ancha en la creación gráfica. Ferry podía dar rienda suelta a toda su capacidad como storyteller.

Los nueve números que consta la serie son una puesta al día de conceptos clásicos del tecnarca, aumentando su mitología con nuevos personajes. Todo ello ambientado en el Universo Marvel, con apariciones estelares de Iron Man o Spiderman. El argumento principal sería que, al conectarse a los ordenadores del Helitransporte de SHIELD, Warlock descubre que se está investigando con el virus Trasnmutador. Conocedor de sus peligros, se siente responsable y decide actuar. En su periplo conoce a una joven llamada Hope (no confundir con la mesías mutante) que es capaz de transmitir el virus sin que le afecte. Perseguidos por la corporación Mainspring y por la Psi-Policía, tratarán de solucionar el problema como buenamente puedan. Formarán equipo con Kitty Pride, visitarán la isla Muir (donde encontrarán a Loba Venenosa, compañera habitual del personaje) y lucharan contra peligrosos villanos como Psicoman o Bastión. Y no podía faltar el enfrentamiento con el padre. Todo ello aderezado con el aporte visual de un gran dibujante. Si algo destaca de esta obra es en el aspecto gráfico, donde Ferry deja volar su imaginación, regalándonos páginas espectaculares.

El regreso del patriarca en Nuevos Mutantes Forever

La vuelta de Chris Claremont a la casa de las ideas fue celebrada como cual retorno del hijo pródigo. Tras colocarse en primera línea de las colecciones mutantes de nuevo, el resultado fue decepcionante. Poco a poco fue desapareciendo, para dejarse ver sólo en proyectos puntuales. Uno de ellos fue la llamada línea Forever. En ella el Patriarca Mutante nos contaría como hubieran sido las series de los Hombres X si no hubiera abandonado la compañía. Nos contó su versión de los X-Men y también nos dejó la de los Nuevos Mutantes.

Su último episodio en los Bebés X fue un enfrentamiento con los Infernales, en el Club del Fuego Infernal. Magneto regía los destinos, tanto del equipo principal, como de los Nuevos Mutantes. En ese selecto club tenemos a Selene, una mutante longeva que se alimenta de la fuerza vital de los demás. Magma es nada menos que su nieta. En un repentino ataque, fuerzas de Nueva Roma, civilización de donde son originarias tanto Selene como Magma, raptan a esta última. Selene se une a los Nuevos Mutantes para la complicada misión de rescatarla de una Nueva Roma donde en la que se ha impuesto la simbología nazi y Cráneo Rojo ha plantado la semilla del odio. Warlock forma parte de ese grupo, siendo importante el papel jugado por un Doug Ramsey, todavía de una pieza en esta cronología. Éste será transformado en un sucedáneo de Cráneo Rojo, siendo su amigo del alma la clave para su recuperación.

Si en sus X-Men Forever podemos decir que se esforzó en poner en orden las ideas que tenía para la Patrulla-X (más allá de su discutible calidad), aquí Claremont no hizo ni eso. Durante cinco episodios nos regala una historia corriente y moliente, donde apenas se toca algún valor importante de la cabecera que él mismo transformó en sensación. Completamente olvidable, sólo para nostálgicos que se emocionen al volver a ver asociado a Claremont con una de sus creaciones más exitosas

¡Warlock, Conquista!

A pesar tener un origen extraterrestre, nunca se había explorado la faceta cósmica del personaje. Felizmente afincado en la tierra y sin anhelos de vuelta a su planeta, solo nos recordaba su procedencia el estrafalario aspecto del diseño y las recurrentes visitas de Magus. Durante un tiempo se le perdió la pista, para encontrarlo en un evento cósmico. La parcela cósmica marvelita fue olvidada durante un largo periodo para renacer en manos de autores como Keith Giffen, Andy Lanning y Dan Abnett. Plantando las nuevas semillas para un renacer sideral, crearon <Aniquilación y su continuación Aniquilación: Conquista. En esta segunda, Ultron y sus hordas planean conquistar el espacio Marvel. Todos los héroes cósmicos deberán unirse para evitar el desastre. Uno de ellos, nuestro Richard Rider (el Nova de toda la vida), en su búsqueda para la cura de la Falange, llega al planeta de la Tecnarquía. Allí encuentra a Warlock, que está criando a un joven tecnarca llamado Tyro. Locke pone sus esperanzas en él para que sea capaz de cambiar a los de su raza. Como no podía ser de otra forma, surgen complicaciones y un tecnarca adulto es convocado para una lucha sin cuartel. La única solución es la fusión entre Nova y Warlock. En la refriega, nuestro protagonista muere pero Tyro es capaz de utilizar sus energías para resucitar a Warlock. Éste se compromete con Nova a luchar contra la Falange.

Warlock 03

El regreso de los Nuevos Mutantes

Es bien sabido que cada cierto tiempo las cabeceras se renuevan para que Marvel no pierda derechos sobre el nombre. Así que no es raro ver cada x tiempo un nuevo volumen de los Defensores, los Nuevos Guerreros, etc. En el año 2009 se publica uno nuevo de los Nuevos Mutantes (más concretamente, el cuarto). En este caso, se recurre al equipo original (excepto Loba Venenosa que forma parte de X-Factor). Estando estos ya bastante creciditos, hubiera sido mejor llamarlos los “no tan nuevos mutantes”. El caso es que nuestro Locke formará parte del grupo. Al igual que el primer volumen, no sería desde el principio.

Si algo se puede decir de esta cabecera es que hay numerosos homenajes a momentos míticos de los Bebés X. Se abre con un enfrentamiento con Legión (de largo, el mejor arco de la colección), tendremos cruces con el Journey into Mistery de Kieron Gillen (en recuerdo de las “Guerras Asgardianas”), enfrentamientos con los Infernales o aventuras en el Limbo (territorio de la demoniaca Magik). Pero tampoco deja de lado la actualidad mutante siendo participes de eventos como Cisma o Necrosha. La implicación de Warlock en todos estos sucesos es bastante secundaria. Siendo lo más reseñable su participación en los números que se encuadran bajo Necrosha.

Tras su papel en Aniquilación: Conquista, Locke regresa a la tierra en busca de sus viejos amigos. Cuando llega a su antiguo hogar, la mansión X, nada más que hay ruinas. Además, para su sorpresa, encuentra la tumba de su amigo Doug vacía. La explicación la encontramos en Necrosha. Un crossover que incluyó a distintas cabeceras mutantes: X-Force, Nuevos Mutantes y X-Men Legado. Selene ha conseguido acceso al virus Transmodal, volviendo a la vida a varios mutantes para sus propios fines. En el caso que nos ocupa, Cifra es enviado a atacar a los Nuevos Mutantes. Y no va solo; unos retornados Infernales también se muestran dispuestos a pelear con los Hombres X. Warlock es incapaz de entender el motivo del conflicto entre Doug y sus amigos. Hasta que es demasiado tarde y paga por su inocencia. Su “amigo-de-yo” acaba atacándole. Locke es duro de pelar y se muestra capaz de volver para salvar por enésima vez a su compañero. El retorno de Doug será permanente y se unirá a los Nuevos Mutantes, al igual que Warlock, hasta el cierre de la misma.

All-New X-Factor, el nuevo destino de Warlock

Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Así reza el dicho. Aunque en el mundo de los superhéroes pueden pasar muchos años hasta tener otra oportunidad. Y Warlock no ha tardado en encontrar la suya, obra y gracia de Peter David. Tras el cierre de su anterior proyecto con X-Factor, el guionista ha contado con el alienígena para su nueva formación, trabajando para industrias Serval. Y no sólo eso, sino que ha tenido a bien traerse a su inseparable (por momentos, literalmente) compañero. PAD ha montado un ecléctico grupo con personajes que ya había tratado como Polaris o Mercurio, junto con otros cuyas glorias pasaron, caso de Gambito. Además de Peligro, uno de esas creaciones que ningún guionista ha sabido muy bien hacer con ella. Lo que le espera al bueno de Warlock es todavía una incógnita. Pocos números para saber el camino que pretende David. Lo que sí se puede decir es que no ha podido caer en mejores manos. Buena suerte en el camino “amigo-de-yo”

Warlock 05

Firma Invitada: Arturo Porras.

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guolberin
guolberin
Lector
26 mayo, 2014 12:24

Me molaba más, cuando lo de «self-friend» se traducía como «amigomí», en la época de forum, mucho más que éste «amigos-de-yo», que quizás sea más correcto, pero me suena peor. Amigosmí mola mucho más, quizás sea nostalgia, pero mola más.

Mr. X
Mr. X
Lector
26 mayo, 2014 12:35

¿Firma invitada?
¿Habemus nuevo redactor en ZN?
🙂

Ocioso
Ocioso
Lector
26 mayo, 2014 15:10

¿Porras es un apellido de verdad? ¡Venga ya!

Captain Eo
Captain Eo
Lector
26 mayo, 2014 15:25

totalmente de acuerdo con guolberin, AMIGOMÍ siempre

Ocioso
Ocioso
Lector
26 mayo, 2014 15:38

¿Os acordais de cuando el Warlock de Arthur Adams era el colmo de la hipercurrada? No sabías como tenía ese hombre la santa paciencia de dibujar todo ese detalle. Y resulta que actualmente casi todos los dibujantes meten muchas mas rayitas.
Que digo yo que a lo mejor habría que dibujar un poco menos y sacar adelante las 20 páginas del mes. El detallismo luego ya si eso que quede para las portadas.

Terrific Lines
Terrific Lines
Lector
26 mayo, 2014 15:42

¿De verdad ahora se traduce como «amigo-de-yo»?

Y el nuevo X-Factor tiene una pinta terrible. Carne de cañón para aquellas etapas que quedarán en el olvido…

Saludos!

Antoine
Antoine
Lector
26 mayo, 2014 15:55

Pedazo de artículo, por mí que la «firma invitada» se marque muchos como este.

De mometo los números de la nueva X factor no han empezado con el nivelón que empezó el otro volumen, y alterna números muy buenos con otros más flojos. Lo que pasa es que David se ha ganado el beneficio de la duda y plantea un montón de cosas muy interesantes.

guolberin
guolberin
Lector
26 mayo, 2014 16:11

«¿De verdad ahora se traduce como “amigo-de-yo”?»

Ahora no me acuerdo bien y no lo tengo delante para comprobarlo, pero en el tomo de Warlock de Ferry lo traducían así, o algo parecido, el caso que «amigosmí» no era.

Ocioso
Ocioso
Lector
26 mayo, 2014 17:08

Sr. porras: Le podría mostrar ilustres personajes que han portado el apellido ( pero no creo que sea el lugar).

¿Son personajes porno o algo? La verdad es que el apellido se presta. 😛
Oye, enhorabuena por el articulazo. Ahora sufrirás en tus carnosidades los OT, las críticas a tus faltas de ortografía, o que hayas olvidado tal o cual dato.

Terrific Lines
Terrific Lines
Lector
26 mayo, 2014 17:20

Warlock es también uno de mis personajes favoritos, especialmente por lo entrañable de su personalidad y el cariño que tiene hacia sus amigos/compañeros, lo que le lleva a protagonizar momentos muy chulos y heróicos.

Lo del «amigo-de-yo» no es que sea una mala traducción, es que suena fatal. Que parece que sea su propio amigo, que sería la traducción de «self-friend», pero no es lo que el personaje quiere decir. Amigomí no sólo suena mejor, sino que se acerca más a lo que quiere comunicar («amigo mío», «amigo de mí», que no «de yo»).

Interesante artículo, Sr. Porras 😉

Saludos!

Dynamo
Dynamo
Lector
26 mayo, 2014 18:47

Una de las cosas de las que guardó mejor recuerdo de los nuevos mutantes es las guerras asgardianas gracias al dibujo de Arthur Adams.

manolin
manolin
Lector
26 mayo, 2014 19:27

Me uno a:
I Los que felicitan a Mister Porras ¡¡Felicidades!! Un articulazo genial para reivindicar a uno de los personajes más originales y entreñables de toda la historia Marvel.
II. A los que reivindican aquella traducción de «amigosmi»
III. A los que abominan del nuevo Uniforme de los Factor-X, menos mal que está Peter david para hecer eso «tragable» que si no….
IV. Y a Jorgenexo en el buen recuerdo que me dejo el Especial Invierno de Marvel Heroes, en que además de la Historia que reseñas aparecía: Una historia muy cortita de BUm-Bum, extraida de un annual de Factor-X y dibujada por Bognadove, en una época en que tanto este dibujante como aquel personaje eran encantadores. Guión: Judith Kurzer Bogdanove, que debía ser hermana o esposa de Jon Bogdanove. Además, y curiosamente, una historia extraido de un annual de los Vengadores , con guión de Gruenwald y dibujo de un primerizo Mark Bagley, en que se narra el ingreso oficial de Quasar en dicho grupo. Historia que estaba también muy bien, pero que no pegaba para nada con el resto del material recopilado en este comic.

Khonshu
Khonshu
Lector
26 mayo, 2014 20:09

«Amigomi» Forever.

Sierra
Sierra
Lector
26 mayo, 2014 21:04

Justo acabo de conseguir ese anual!!! En españa se publicó como uno de los especiales de marvel heroes de.1990

Sierra
Sierra
Lector
26 mayo, 2014 21:09

Traía dos historias mas, otra de los x men con bum bum y otra e los vengadores y quasar

Daniel Gavilán
26 mayo, 2014 22:57

Me sumo a los que dan la enhorabuena al Sr. Porras por su currazo, esperando que con suerte esta sea la primera de muchas colaboraciones con la zona. Ya leyéndolo en los comentarios tenía la sensación de que era un tío con criterio y que tenía un gusto más que elogiable. Si a partir de ahora podemos leerlo explayándose sobre la actualidad comiquera, miel sobre hojuelas

Por lo demás, reivindico la etapa actual de X-Factor, que si bien no llega a la altura de los mejores momentos de la etapa Madrox-Layla -se les echa mucho en falta-, si que es una lectura bastante disfrutable dentro del marco del cómic aventurero clásico (y además tiene el mejor dibujo que se haya visto por la serie desde tiempos de Sook).

Junto a los X-Force de Spurrier, están entre las series de la franquicia mutante que -sin ser redondas- ofrecen buenas dosis de historias mensuales para los fans de sus personajes o autores.

Luisru
Luisru
Lector
27 mayo, 2014 10:04

Jorgenexo, me sumo al entusiasmo por ese anual, yo también tengo la versión de Forum (y la americana, he de decir) y uno de los complementos es una historia de Bum Bum guionizada al alimón por por Bogdanove y su señora y dibujada por Johm que es una absoluta delicia. Curiosamente, esta historia, en su edición americana venía en otro anual de los Nuevos Mutantes con un horrible dibujo de ROB! #CosasQueSé

Y enhorabuena al Sr. Porras por el artículo, yo también le tengo cariño a Warlock y creo que Peter David puede hacer grandes cosas con él, o al menos hacer algo, que ya es mucho más de lo que han hecho la mayoría de guionistas de los últimos 20 años.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
27 mayo, 2014 14:59

Felicitaciones al Sr. Porras por el artículo.
(y por su posible incorporación a la cúpula)

guolberin
guolberin
Lector
27 mayo, 2014 15:32

Me sumo a los nostálgicos del comentado anual de los NM de Walorck y el Hombre Imposible. Grandísimo.
Ese anual podría considerarse una especie de secuela de otro anual de la Patrulla X, el nº 7, que forum sacó dentro de la serie de la Patrulla X (cortado en dos números) y que dibujaba Michael Golden y Brent Anderson.

Spirit
Spirit
Lector
27 mayo, 2014 21:28

Me sumo a la lista de felicitaciones por el artículo y por la ascensión del Sr. Porras a la élite del orden mundial. Y aprovecho para mencionar, aparte del mencionado anual dibujado por Davis, un prestigio escrito por Nocennti y dibujado por Brett Blavis que también tenía su aquel.

manolin
manolin
Lector
27 mayo, 2014 22:50

Spirit: Se llamaba «Un Mutante en Megalópolis» , creo, y estaba muy bien , si señor.

Truvor
Truvor
Lector
29 mayo, 2014 9:39

Hombre, sr Porras, pero si es usted! No, si ya se veía talento por ahí, ya…

Aunque para ser honesto, Warlock es un personaje con el que nunca conecté demasiado, demasiado raro y demasiado cargante, y alguien con los típicos poderes que pueden hacer prácticamente todo según le de al guionista. Ya sé, ya sé, eso le pasa a casi todos los supers (desde Superman a Lobezno, pasando por Magneto, Xavier, Linterna Verde,…).
Lo que sí es cierto es que yo también guardo un muy buen recuerdo de aquellos Nuevos Mutantes, de hecho me estoy haciendo con los Marvel Gold que están sacando ahora, ya que sólo tenía números sueltos.
Espero verle a ambos lados de las trincheras en el futuro!

TheBaldRocker
TheBaldRocker
Lector
30 mayo, 2014 5:33

Pues yo estoy con Mr.Truvor en lo del personaje cargante y raro y tal y tal…
Pero es cierta la buena etapa de la que estamos hablando y el cariño con el que la recordamos los que ya tenemos una edad, si.
Y yo tengo pendientes la compra de esos MG, la verdad. A ver si llego a tiempo un «año» de estos, pero es que como decía hace un momento en el post del último MG del Capi, oygan, esto es no parar, un mes si y al otro también… 😉

Y felicidades (no es para menos) a Mr.Porras por su excelente debut en ZN. Y que sea el primero de muchos 🙂

Rockeros Saludos

frankbanner71
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Lector
2 junio, 2014 11:58

¡enhorabuena,sr.porras¡.

¡menuda sorpresa,y menudo articulo «to guapo,guapo» que te has «currao»¡.que grande,tio.eso,sí,no me hagas como el armin,¿eh?que tus comentarios son siempre muy apreciados/apreciables,y me fastidiria no encontrarmelo en los hilos.no jodamos,¿ein?.

y entrando en materia.

a los fans se nos llena la boca hablando de grandes revoluciones en el mundo del comic,pero la irrupción del amigo sienki en el panorama artistico,sí que lo fué….y de que manera ¡.

yo reconozco que fuí -supongo-uno de los muchos que abominaban de ese estilo gráfico que de buenas a primeras te volaba la cabeza al primer vistazo.pero una vez asimilado,lo cierto es que salvando al gran brett blevins,nunca los nuevos mutantes lucieron mejor.hoy por hoy,en una lista de los 20 mejores dibujantes de mi vida como fán,sienkiewickz estaria sin duda en dicha lista.uno de los muy grandes,sin duda.y LA SAGA DEL OSO MISTICO,todo un clásico.

y apuntenme en el pelotón de «amigodemí».sin duda alguna.

nuevos articulistas,y compañeros que dan un paso al frente.

zona negativa,que sigue creciendo.mola.