El Superman imperfecto: Bizarro

Todos los superhéores tienen un antagonista, una contrapartida maligna cuya existencia tiene como fin último el propósito de terminar con la vida de su enemigo. Para ello, no dudan en atacar al héroe o a la persona, llegando incluso a perseguir a sus seres queridos. Sin embargo, existe otro tipo de villanos que, por encima de intentar acabar con la vida de su némesis, lo que buscan es suplantarlo – lo que necesariamente no implica acabar con su vida – usurpando así su lugar en el mundo. El más claro ejemplo de este segundo tipo de villanos dentro del Universo DC es Bizarro.

Este personaje, creado por Otto Binder y George Papp en octubre de 1958 para la colección de Superboy, es el fruto de un accidente de laboratorio ocurrido cuando un científico enseñaba al superhéore el rayo duplicador que acababa de inventar. El rayo impactó sobre el cuerpo de Superboy, dando como resultado el “nacimiento” de Bizarro; personaje que desde sus inicios albergó como único anhelo emular al kryptoniano y ser aceptado por la sociedad. Sin embargo, su aspecto y su comportamiento infantil, unidos a su incapacidad para controlar su fuerza, provocaron su rechazo – a excepción de una niña ciega que pudo apreciar la bondad de su corazón -. Sin embargo, el personaje no dejaba de ser una fuente de problemas, además de un error al que Superboy debía hacer frente. Finalmente, durante su enfrentamiento, Bizarro acabó llevando a cabo un acto heroico empleando la onda expansiva de su destrucción para devolverle la vista a niña.

El Bizarro adulto fue creado durante los números 254 y 255 de Action Comics por Lex Luthor, quien reconstruyó el rayo duplicador para crear un aliado contra Superman. En esta ocasión, Otto Binder y Al Plastino presentaron a un personaje que, al igual que el anterior clon, y para desgracia de Luthor, intentó imitar al Hombre de Acero y conseguir la aceptación popular –huelga de decir que fracasó -. Viendo que era rechazado por su aspecto, utilizó el rayo duplicador sobre sí mismo, obteniendo un nuevo clon; el cual poseía la apariencia de Superman, pero el intelecto de Bizarro. Este Nuevo Bizarro intentó casarse con Lois, pero tras fracasar en varias ocasiones, fue la propia reportera la que, empleando de nuevo el rayo duplicador, se clonó a sí misma, creando un personaje más acorde para el villano. Tiempo después, en 1960, la entrañable pareja decidiría abandonar la Tierra para mudarse a “Htrae” (Earth, Tierra, al revés).

Durante el número 263 de Action Comics, obra de Binder y Wayne Boring, Bizarro y su compañera crearon clones de sí mismos con el fin de poblar este nuevo mundo. Un número más tarde, sería el propio Superman quien utilizó sus poderes para otorgar a Htrae su peculiar forma cuadrada. El enorme éxito de este planeta bizarro hizo que a partir del número 268 de Action Comics comenzara a publicarse un especial centrado en este mundo, que duró un año –entre 1961 y 1962-, obra de Jerry Siegel, Wayne Boring y John Forte. Durante esta mini-serie, hicieron su aparición algunos de los elementos y personajes más importantes y representativos del Universo Superman. De esta manera, personajes como Jimmy Olsen o Lex Luthor cobraron vida en el nuevo planeta; aunque eso sí, en su versión bizarra.

Dos años antes de Crisis en Tierras Infinitas, Cary Bates y Curt Swan presentaron, en el número 379 de Superman, a la versión bizarra de la Liga de la Justicia. Y finalmente, Alan Moore, durante su etapa al frente de la colección del kryptoniano en 1985, hizo que Bizarro destruyera su mundo y todo lo que en él habitaba.

Tras Crisis en Tierras Infinitas, surgió un nuevo Bizarro “Post-Crisis”, creado nuevamente por Lex Luthor en la colección El Hombre de Acero #5. Esta vez, sin embargo, el personaje apareció como parte de un programa de clonación que, por lo general, obtenía clones lo suficientemente imperfectos como para que estos no pudieran sobrevivir. Como es lógico, uno de ellos sí consiguió salir adelante, e intentó sin éxito suplantar a Superman. Con su muerte, las energías que emanaron de su destrucción permitieron a la hermana de Lois recuperar su vista. Tiempo después, un nuevo clon secuestró a Lois y la llevó a Mundo Bizarro –la versión Post-Crisis de “Htrae”-. Este nuevo Bizarro acabaría por morir tras ser capturado por LexCorp.

Nuevamente, durante la historia conocida como Superman: Emperador Joker, el villano más conocido de Gotham utilizaría los poderes de Mr. Mxyzptlk para crear un nuevo clon del Hombre de Acero.

Tras Crisis Infinita, este “último” Bizarro fue capturado por Luthor y encerrado en una habitación, obligado a ver televisión durante 13 meses. Como consecuencia, el personaje está ahora mejor informado que en anteriores ocasiones – aunque en la práctica eso no suponga ninguna diferencia -.

Antes de comenzar con el verdadero motivo de este post, me gustaría hacer una referencia a la que fue, sin duda, la inspiración de Binder para crear a Bizarro. A estas alturas, nadie dudará de las similitudes existentes entre el enemigo de Superman y Frankenstein, personaje ideado en 1816 por la escritora inglesa Mary Wollstonecraft Shelley. Ambos personajes, creados por científicos que terminarían por arrepentirse de sus actos, son continuamente rechazados por la sociedad. Incomprendidos y marginados por su aspecto, estas criaturas sembrarán a su paso muerte y destrucción; aunque, sin duda, es Bizarro el que tendrá menos éxito en esta empresa.

Frankenstein representa los temores y esperanzas depositadas en la ciencia; al mismo tiempo que explora el papel del hombre en relación con Dios y sus creaciones. A este último respecto hace mención el otro título por el que se conoce a la obra de Shelley, “El moderno Prometeo”. Prometeo era un titán de la mitología griega que robó el fuego a los dioses del Olimpo para dárselo a los hombres; aunque la inspiración de la escritora radica en la figura de Prometeo como escultor de la humanidad, dado que según la mitología, fue él quien creó al primer hombre a partir de un trozo de arcilla.

Geoff Johns llegó a Action Comics en el número 844, donde comenzó como ayudante Richard Donner (guionista, productor y director, al que se le atribuyen películas como Arma Letal o, en este caso la que más nos interesa a nosotros, Superman: La Película). Sus primeros pasos en la colección son bastante buenos, como es lógico cuando hablamos de un guionista de su talla; sin embargo, es el último arco argumental junto a Donner el que ocupa esta reseña. En primer lugar, por ser el último como su ayudante, y en segundo por ser una historia realmente entretenida e interesante.

Huida de Mundo Bizarro comienza en el Action Comics #855 y dura hasta el 857. Durante estos tres números, Johns y Donner nos presentan una historia muy bien elaborada, casi más centrada en el personaje de Bizarro que en Superman, aunque eso no quiere decir que no explore con acierto algunos puntos importantes sobre el kryptoniano; principalmente el referente a su condición con “último hijo”, lo que le ha hecho sentirse solo en infinidad de ocasiones… pero será mejor no adelantar acontecimientos y empezar paso a paso.

La trama comienza cuando Bizarro secuestra a Jonathan Kent en plena noche y se lo lleva a Mundo Bizarro, lo que hace que Clark abandone la Tierra para ir en su busca. El primer problema comienza antes de llegar a este mundo, dado que muy próximo a él se encuentra un sol azul – algo capaz de alterar los poderes de Superman de forma misteriosa, al igual que un sol rojo es capaz de arrebatárselos -. Una vez en el planeta, el Hombre de Acero descubrirá que Bizarro no está solo allí, sino que ha creado un mundo a su imagen y semejanza.

La historia contenida en estos tres números – dos en la edición de Planeta – son claramente deudores de la etapa Pre-Crisis de Superman. A estas alturas no es necesario decir que Johns posee unos más que amplios conocimientos sobre el Universo DC y que a su paso por las colecciones es muy dado a recuperar elementos pasados, en algunos casos modernizándolos, en otros dejándolos tal y como estaban originalmente. En esta ocasión no iba a ser distinto, y el guionista recupera Mundo Bizarro y los elementos que le hicieron triunfar hace 48 años.

Mundo Bizarro es como Metrópolis, una representación idéntica, pero invertida, de lo que es esta ciudad y sus gentes. Todos y cada uno de los elementos que podemos encontrar en la ciudad de Superman están en el mundo de Bizarro:

Para Lois, Clark es mejor que Bizarro, dado que en este mundo el villano no es demasiado querido.

Tanto Perry como Jimmy son una pareja algo despistada, aunque es Olsen el que se lleva la palma, arrastrando por ahí una cámara de fotos que no funciona, lo que obliga a realizar dibujos en lugar de fotografías.

Lex Luthor, al igual que en la Tierra, no es muy querido por los ciudadanos, y menos aún después de liberar a Doomsday.

Una mención muy especial merece la Liga de la Justicia Bizarra, compuesta por las representaciones más ridículas e irrisorias de estos héroes.

Flash es en realidad un personaje obeso, dado que no es capaz de metabolizar correctamente la comida que ingiere.

Green Lantern posee un anillo amarillo, por lo que durante el transcurso de esta historia es reclutado por Sinestro.

Batman es un personaje simple, cuyas habilidades deductivas quedan reducidas a la nada.

Wonder Woman presenta unos ligeros problemas de comprensión en cuanto a lo que su lazo se refiere; además de estar enamorada de Bizarro.

Durante esta historia – como ya he dicho antes, más centrada en la figura de Bizarro que en la de Superman – veremos fragmentos de la infancia de Clark en Smallville, durante la época en la que sus poderes comenzaban a manifestarse. Es en esos momentos cuando el joven kryptoniano comienza a sentirse como un bicho raro, una especie de monstruo que debe estar alejado de sus compañeros y amigos para que estos, en primer lugar, no descubran su secreto, y en segundo, no puedan sufrir algún daño físico. De esta manera, y mediante flashbacks, Clark, acompañado por su padre adoptivo aprende lo que significa sentirse diferente y mantenerse alejado de la gente, al mismo tiempo que descubre en su padre un amigo y confidente que siempre estará a su lado.

Como suele pasar en las historias de superhéroes, e incluso en las historias en general, tanto el héroe como el villano han tenido una infancia u origen similar, pero mientras que el “malo” ha debido crecer en soledad, marginado por todos y alimentándose de odio hacia los demás, el “bueno” crece rodeado de personas que le ayudan a comprenderse a sí mismo y al mundo que le rodea, haciendo que se alce como defensor de quienes, en un principio, le marginaban. Mientras que Superman tiene a su padre, Bizarro ha vivido solo, marginado por los habitantes de Metrópolis, hasta que, una vez rechazo por el Último Hijo de Krypton, decide abandonar la Tierra para vivir a su manera.

Otro aspecto interesante que trata la historia, y que he mencionado brevemente hace unos párrafos, es sobre el efecto que tiene en Superman un sol azul. Sin querer desvelar elementos del argumento, he de señalar que aquí se nota con claridad la mano de Johns, a quien le gusta explorar y profundizar en la mitología y poderes de los personajes con los que trabaja – no en vano en el siguiente arco argumental a su cargo, ya en solitario, veremos las consecuencias que tendrá para Clark un sol rojo -.

Tanto Johns como Donner componen una historia que, desde cualquier punto de vista, es una maravilla; pero esto no sería así de no ser por el excelente trabajo realizado por Eric Powell. Este norteamericano, nacido el 8 de marzo de 1975, ha trabajado para las principales compañías de cómics; sin embargo, su trabajo más conocido – The Goon, El Bruto – fue publicado por la editorial independiente, Avatar Press. El trazo de este dibujante es único, y si bien, aunque las composición de las páginas no suponen nada nuevo, sino que son más bien clásicas, el interior de cada viñeta es un derroche de creatividad, donde los escenarios están cuidados al detalle y los personajes están dotados de una enorme expresividad con a penas un par de trazos. Sin embargo, su principal cualidad reside en los denominados “zombies”, por parte de Superman, quienes presentan, casi, el principal atractivo de esta historia.

Especial atención merece también la labor de Dave Stewart, el entintador de estos números, quien ha sido capaz de hacer lucir aún más los dibujos de Powell; diferenciando, a través de distintas tonalidades y colores los hechos pasados de los actuales.

El equipo responsable de esta historia ha sido capaz de elaborar una trama que, sin estar centrada en el personaje responsable de la colección, nos lleva por un viaje muy interesante e imaginativo, curioso y muy ameno a través de una de las mentes más simples y fragmentadas del Universo DC. Con algunos momentos realmente brillantes, esta historia está siempre aderezada de humor, pero al mismo tiempo está tratada con una gran seriedad y respeto por los personajes que en ella intervienen.

Sin duda alguna, este arco argumental es muy recomendable, tanto para los fans de Superman como para quienes no se han acercado nunca por sus páginas.