Edición original: Pacifique (Casterman).
Edición nacional/ España: Junio 2014 (Planeta DeAgostini).
Guión: Martin Trystram, Romain Baudy.
Dibujo: Martin Trystram.
Entintado: Romain Baudy.
Color: Martin Trystram, Kyung-Eun Park.
Formato: Cartoné apaisado. 96 págs.
Precio: 25€.
Interesante debut en el mundo del cómic del dúo formado por Martin Trystram y Romain Baudy con esta obra de ambientación bélica que contiene un logrado relato alegórico sobre la importancia de la cultura para vencer a los autoritarismos y del pensamiento libre para conseguir cambiar los esquemas preestablecidos. Un excelente trabajo a cuatro manos tanto en el guión como en el dibujo de estos jóvenes artistas provenientes del mundo de la animación.
La acción se sitúa a finales de la Segunda Guerra Mundial, en alguna parte del Pacífico. Udo, un joven recluta alemán llega a su nuevo destino como operador de radio de un submarino en misión de búsqueda y destrucción de convoyes aliados. Entre el equipaje de Udo se encuentra un libro prohibido por el régimen y del cual la tripulación de deshace inmediatamente para evitar represalias por parte del capitán. La vida a bordo del submarino parece seguir su rutina habitual de disciplina y guerra cuando el libro vuelve a aparecer misteriosamente y su mensaje empieza a calar entre la tripulación.
A primera vista puede parecer que nos encontramos ante el típico relato bélico al uso pero ya en la propia sinopsis del relato nos encontramos con un elemento (el libro que reaparece misteriosamente una y otra vez) que convierte la historia en un curioso ejemplo de realismo mágico con moraleja. Durante el primer tercio de la historia, los autores se dedican a construir un correcto, aunque tópico, relato de hazañas bélicas a bordo del submarino en el que presentan a los personajes y situaciones habituales de todas las historias de submarinos. A partir de la primera reaparición del libro misterioso el relato se va tornando cada vez más alegórico hasta su tercio final donde los autores directamente desarrollan su mensaje que no es otro que cada uno es libre de elegir su propia vida y que trabajando juntos se puede conseguir una vida mejor más allá de los límites impuestos por los sistemas preestablecidos. Como he comentado antes, nos encontramos ante un relato eminentemente alegórico, que se cimenta sobre varios niveles de metáforas, algunas más evidentes y otras más sutiles, pero que funcionan muy bien en conjunto. Así, el submarino, con su férrea disciplina militar y su limitado espacio físico se torna en metáfora de una sociedad cerrada con sus normas (leyes) y organismos de poder preestablecidos e inamovibles cuyo rumbo viene determinado por unos líderes (el capitán) alejados de sus congéneres a los que en teoría debería servir. El catalizador para cambiar dicha sociedad es ese libro, esa idea nueva transmutada en elemento cultural (el libro como sinónimo de educación del pueblo) lo que hace libre al pueblo y le permite tomar el rumbo de esa sociedad para conseguir una vida mejor para todos.
A pesar del carácter alegórico de la obra, Trystram y Baudy no han descuidado los elementos de ambientación del relato ni la propia estructura de la historia en la que destaca la excelente planificación y el ritmo del relato que va aumentando hasta alcanzar un clímax a final del segundo tercio que lleva a un final más plácido y cargado de lirismo. Se nota que ambos artistas vienen del mundo de la animación, algo que se refleja en la magnífica narrativa de este cómic.
Ambos artistas se encargan también del dibujo, en una labor realizada a cuatro manos en la que es difícil donde acaban las aportaciones de uno y empiezan las del otro. En los extras que acompañan al tomo se puede apreciar el proceso de elaboración del dibujo y como este evoluciona en diferentes iteraciones con aportaciones de ambos. El resultado es un dibujo de línea clara, detallado y expresivo, en el que el manejo del espacio es excelente ya que en los pasajes ambientados en el interior del submarino trasmite la sensación de estrechez de un espacio tan reducido y en las escenas exteriores juega muy bien con la profundidad de campo. Las virtudes del dibujo vienen reforzadas por la elección del formato de página apaisado que recuerda la forma alargada del submarino donde sucede la acción, dando al conjunto una correspondencia de formas entre el contenido y el continente.
Se trata de un excelente álbum de debut de dos artistas prometedores que han realizado un interesante alegato sobre la libertad y la democracia empaquetado en un envoltorio de factura impecable, cuyo único pero sería el elevado precio de la edición de Planeta DeAgostini, edición, todo sea dicho, fiel a la original (aunque un poco reducida) y con interesantes extras sobre el proceso de elaboración del cómic.
Muy de acuerdo con tu reseña Alejandro. Este es un cómic que invita a llevárselo a casa en cuanto le echas un vistazo. Acabo de llegar de la tienda de cómics y debo decir que el tamaño de la edición es exactamente igual en cuanto a dimensiones. Ahora bien, es cuando lo sostienes en las manos cuando notas la diferencia. La calidad de materiales de la edición de Casterman marca la diferencia. Eso y el precio: 15 euros!!! que hacen que te lo lleves a casa sin dudar. Uno de esos tristes casos en el que el precio privará a muchos de disfrutar de esta obra.
Alguien en Planeta debería ser despedido puesto que para sacar este cómic a 25 euros y no venderlo, es mejor no sacarlo. Dinero van a perder seguro.
El precio (muy caro), el tipo de papel (muy malo) y la impresión de ciertas masas negras (muy extraña) me impide comprarlo, aunque le tenga ganas.
Yo le eché un ojo el otro día. Pero también me echa para atrás el precio.
Es una pena que por decisiones técnicas como el papel o la impresión una obra como está no tenga el éxito que se merece.
Lo del precio es del todo incomprensible. No sé si la edición en formato apaisado es más compleja, pero un cómic de estas características por 17€ o 18€ hubiera estado bien