Guión: Hiroshi Takahashi
Dibujo: Hiroshi Takahashi
Edición España: ECC Ediciones (2014)
Contiene: クローズ (Crows) Nº 1 JAP (Akita Shoten, 1990)
Formato: Tomo rústica de 200 páginas
Precio: 6,95€/u
Hace ya varios años, cuando Takashi Miike era uno de los directores más de moda en el Festival de Cine de Sitges, nos brindó una película de pandilleros que revolucionó las salas (o al menos lo hizo en la sesión que estuve yo, en una de esas maratones del último día). La película era Crows:Zero, la primera entrega, de una trilogía (aunque la última no la dirigió Miike) basada en un manga de Hiroshi Takahashi. La película gustó, no tanto por un refinado argumento, sino por la cantidad de hostias que se podían ver, y lo espectaculares y épicas que eran las batallas de esos pandilleros de instituto.
Cuando ECC Ediciones anunció que iba a empezar a editar manga, y que el manga de Crows sería de sus primeras licencias, debo reconocer que me quedé algo extrañado, por varios motivos. En primer lugar, porque Crows es una manga relativamente largo, 26 tomos y 3 extras, además, es un manga publicado entre 1990 y 1998, con lo cual algunos de los lectores habituales de manga de nuestro país deben considerar que es del pleistoceno. A esto hay que sumarle que tampoco es un manga muy popular (aquí), y que si lo conocemos es obra y gracia de la película de Miike. Si sumamos estos tres ingredientes, y hacemos caso de cierto «sentido común», parece que nos vayamos a topar con un auténtico fracaso. Pero el sentido común, a menudo, se equivoca. Es más, en los últimos años se han publicado algunos mangas que muchos de nosotros ni siquiera habíamos soñado que se podrían publicar aquí (como Thermae Romae o La chica a la orilla del mar), así que las cosas están cambiando, y quizás sí sea el momento de provar con mangas como Crows (personalmente, muy a favor de los experimentos).
Lo cierto es que el manga tiene una bonita carta de presentación, en 2007 había vendido más de 32 millones de copias de sus tomos (a nivel internacional). En 2002 apareció una secuela, Worst, que consiguió popularizar aún más la saga, y provocando la aparición de un montón de merchandising relacionado, seguramente gracias al atractivo de esos diseños moteros (parecido al rollo Sons of Anarchy que estamos viviendo aquí). Por ahora, Worst, con sus 33 tomos, está en un parón idenfinido, pero no se descarta su continuación. Así pues, quizás no es tan descabellado pensar que un manga así pueda funcionar en nuestro mercado. Como he dicho al principio, tengo mis dudas, pero vuelvo a repetir que el sentido común me ha fallado más de una vez.
Aunque aquí estamos más acostumbrados a que en los institutos se sucedan los romances, las historias de terror, o la fantasía, los mangas de pelo engominado, escuelas de solo chicos, y las hostias a mansalva por cualquier chorrada, tienen su historia en Japón; es un género más, y Crows es probablemente el título que más fácilmente puede introducirnos en dicho mundo (lo más parecido que hemos visto por aquí hasta ahora quizás sea GTO). Aquí se nos cuenta la historia de Harumichi Bouya, una recién llegado al instituto «solo chicos» de Suzuran, donde se reúne toda la chusma de la ciudad, y un instituto donde abrir un libro sería un fenómeno paranormal. Aquí los alumnos viven una auténtica lucha de poder entre distintas facciones, y lo habitual, en lugar de ir a clase, es pasar el día dándose de hostias como panes de cinco kilos. Cuando llega nuestro protagonista al instituto, se encontrará en medio de la rivalidad de las dos principales bandas del «instituto de los cuervos» (así es como lo llaman), aunque en realidad una de ellas es la que domina el cotarro con amplia superioridad. Bouya, ajeno a todo ello, hará su entrada repartiendo a diestro y siniestro, sin importarle quién es quién, y decidido a conocer la hermana de un chaval al que salva de una paliza. Después de varios encuentros con ellos, los pandilleros se darán cuenta de que este recién llegado tiene una fuerza fuera de lo normal, y que podría desequilibrar la lucha por el poder.
Aunque en un solo tomo apenas ha podido avanzar la historia, lo que sí puedo decir es que el manga me ha parecido bastante divertido, y como decía antes, puede convertirse en una buena introducción para aquellos no familiarizados con el género. Ahí veremos esa estética tan de los 80s y 90s, la de los bosozoku, esos moteros japoneses con estética rockabilly y una forma muy particular de lucir sus uniformes de instituto. Y por supuesto, hostias a mansalva, emboscadas en los lavabos, alianzas y traiciones, y mucha, mucha chulería. Y en el fondo, de esto tratan la mayoría de estos mangas (al menos los que he podido leer yo), no hay que buscar un gran argumento, simplemente tienes que dejarte encandilar por todo el trasfondo estético, por esas historias de honor y deshonor que aquí siempre hemos relacionado con la mafia italiana (o de New Jersey), de salvar el pellejo, de ligar y vacilar. Hay que reconocer que, por ahora, el dibujo es más funcional que otra cosa, y que probablemente a muchos les echará para atrás el aire noventero que tiene, aunque buena parte de su encanto está ahí; pero también es cierto que se irá sofisticando tomo a tomo.
Por ahora, esto es lo que nos ha ofrecido Crows en su primer tomo, y esperaremos a leer al menos un par más para acabar convencidos del todo (en julio debería salir ya el tercero), pero por mi parte le daré una oportunidad a los nuevos géneros manga con los ojos cerrados.
Aquí uno que vio la peli de Miike (y se decepcionó un poco, porque lo que me gusta de Miike son las bizarradas como Ichi, Izo o Gozu, que es mi preferida de las suyas 😉
Yo también conocí el cómic por las películas, que las encuentro un divertimiento muy recomendable. En cuanto al manga me pasa como a samanosuke, son muchos tomos y creo que a la larga puede acabar siendo bastante repetitiva.
Gto es un de los mejores mangas que he leido pero que pena que no lo terminaron ojala ecc lo edite de nuevo y edite Shounan Jun’ai Gumi