Kings Watch #1-5

 

Edición original: Kings Watch #1-5 (Dynamite Entertainment).
Guión: Jeff Parker.
Dibujo: Marc Laming.
Color: Jordan Boyd.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3,99.

 

Con los años y el buen trabajo, Dynamite ha logrado construir una audiencia para los diversos personajes pulp de los que posee los derechos de publicación, sea en cómics propios de cada uno o cruzando a varios de ellos. Kings Watch, por lo tanto, desde su anuncio ya partía sobre esta base firme. Esta se complementaba con la apelación a la nostalgia que implica reunir a Flash Gordon, Mandrake y The Phantom, al haber protagonizado ellos la serie animada (y el cómic) titulado Defenders of the Earth (Defensores de la Tierra) a mediados de la década de 1980.

Apropiadamente, los autores se ocupan de satisfacer a todos los lectores posibles que lleguen a esta miniserie. Los nuevos que puedan acercarse por curiosidad entenderán todo perfectamente; los que siguieron aquella serie de los 80s se reencontrarán con varios personajes y elementos que vieran entonces (aunque algo diferentes); y los que llegan estas páginas porque conocen de manera independiente a alguno de los tres (o a los tres) también se toparán con el reparto y las características propias de cada uno de ellos.

En efecto, la trama de Kings Watch está atravesada por la aventura, la ciencia ficción, el misticismo y la magia que pertenecen a las historias de Flash Gordon, The Phantom y Mandrake, combinado todo ello de una manera bastante creativa que resulta en una narración entretenida. El cruce de ellos tres, junto con sus personajes secundarios y un par de sus villanos, con una amenaza de amplio alcance que pone en peligro a toda la Tierra, genera que Kings Watch resulte una especie de evento al estilo superheroico pero con personajes pulp.

El guión de Jeff Parker cumple precisamente con la estructura propia de esas miniseries características de los universos de Marvel y DC, presentando paulatinamente el conflicto y a los héroes, para luego reunirlos y enfrentarlos a los villanos causantes del problema, para una posterior resolución. En la utilización de esta fórmula, el mérito de Parker reside en ponerla en práctica de una manera que resulte entretenida de leer aunque sea conocida para todos, así como en la presentación correcta de todos los personajes adaptándolos al presente de una forma que se sienta natural y no forzada. Otro logro del guionista es desarrollar la historia en todos sus aspectos en cinco números de 20 y tantas páginas de un modo que no parezca apresurado ni demasiado estirado, e incluso dándose el gusto de dejar lugar a una continuación posible.

Por el lado del dibujante, Marc Laming se enfrenta a los desafíos de dibujar escenarios muy diferentes (selva, espacio exterior, laboratorios, ciudades, planetas lejanos) y sale airoso con creces de todos ellos, cuadrándolos sucesivamente de una forma creíble (dentro de la suspensión de realidad lógica ante un mundo como este). Todo ello lo consigue con un estilo de dibujo totalmente propio del género de aventuras, adaptado a los tiempos que corren pero digno de las historias clásicas de entonces.

De esta manera, Parker y Laming suman otro éxito a la tarea de Dynamite de mantener vivos a estos históricos personajes que ya cuentan varias décadas de vida, consiguiendo que sigan presentes en la cultura y el imaginario de los lectores de la actualidad con historias nuevas y renovadas, respetando su esencia. Es bienvenida la tarea de la editorial, y en particular de estos autores, especialmente porque lo realizan con cariño, espeto, calidad y dedicación, que invitan a conocer más sobre estos personajes a quienes los desconozcan y a evocar sus memorias a quienes ya hayan vivido aventuras con ellos en el pasado.