Hellboy. La Mansión de los Muertos Vivientes

 

Edición original: Hellboy: House of the Living Dead (Dark Horse).
Edición nacional/ España: Septiembre 2014 (Norma Editorial).
Guión: Mike Mignola.
Dibujo: Richard Corben.
Entintado: Richard Corben.
Color: Dave Stewart.
Formato: Cartoné. 56 págs.
Precio: 10,00€.

 

Mike Mignola regresa al pasado de Hellboy para narrar las aventuras de su personaje en tierras mejicanas y ofrecer un cóctel bizarro de lucha libre, mad doctors, hombres lobo y vampiros entre otras muchas cosas. Puro delirio realizado con la ayuda inestimable del gran Richard Corben.

Aunque el creador de Hellboy haya vuelto a encargarse de las historias, tanto del guión como del dibujo, del personaje en el presente y en su viaje al infierno, no ha dejado de lado las historias dedicadas a explorar su pasado y los casos en los que participó cuando formaba parte de la AIDP. Este conjunto de historias suelen servir al artista para dar rienda suelta a sus filias más descabelladas dando lugar a todo tipo de historias, algunas intrascendentes y otras memorables, pero todas ellas dotadas de ese encanto particular que el autor ha sabido darle al universo de Hellboy. Una de esas historias dedicadas a explorar el pasado de Hellboy fue Hellboy en México (recogida en el tomo La Novia del Infierno y otros relatos, publicado por Norma en el 2012), una historia de vampiros ambientada en Méjico en la que Hellboy compartía aventuras con tres hermanos que eran a la vez luchadores y cazadores de vampiros. Se trataba de un relato que rendía homenaje a las películas de luchadores mejicanos, un subgénero popular en la que los luchadores enmascarados ejercían de héroes que debían hacer frente a todo tipo de monstruos incluidos zombis, momias o mujeres vampiro. En la historia de Hellboy, uno de los hermanos acababa convirtiéndose en vampiro y Hellboy tenía que matarlo lo que le provocaba una depresión que le llevaría a una borrachera de cinco meses de la que no recordaba (o no quería recordar) nada. Ahora, con este relato, Mignola arroja un poco de luz sobre aquel periodo de tiempo en el que Hellboy intentaba olvidar sus penas en Méjico.

La historia nos lleva a Méjico en 1956, donde Hellboy forma parte de un circo de lucha libre en el que divide su tiempo entre peleas en el ring y la botella. Un día, un desconocido le enseña la foto de una mujer y le dice que será asesinada si no se presta a participar en una lucha privada contra el campeón del jefe del desconocido. Hellboy acepta y es llevado a una villa solitaria donde descubrirá que debe enfrentarse a un monstruo resucitado a las órdenes de un científico loco que ha hecho un pacto con el diablo. Y ese sólo será el primero de los monstruos que deberá afrontar Hellboy en una noche de pesadilla.

En esta ocasión Mignola regresa al mundo de la lucha libre y lo combina con un homenaje a los monstruos clásicos de la Universal como el monstruo de Frankenstein, el Hombre Lobo o Drácula con un resultado aún más bizarro si cabe que el de la historia anterior. Si en la primera historia se imponía la ambientación terrorífica y el horror en ésta impera un tono más estrambótico, con momentos de pura sátira y personajes tan pasados de rosca como ese mad doctor con mostacho y criado jorobado o el propio Hellboy ejerciendo de luchador enmascarado sobre un ring. Se aprecia que Mignola debió pasárselo en grande escribiendo el relato e incluyendo todas esas referencias a las películas que disfrutó de niño en el tramo central del relato. De todas formas, Mignola no se olvida de la naturaleza trágica de Hellboy y de la melancolía que le acompaña siempre y cierra el relato con un final alegórico impregnado de tristeza.

Richard Corben vuelve a ser el encargado de poner imágenes al pasado de Hellboy y vuelve a prestar ese estilo suyo tan peculiar para crear la atmósfera adecuada para el relato. Su estilo de dibujo, alejado del estilo de Mignola, sirve a la perfección al relato que le proporciona el guionistay, aunque ya haya pasado la edad dorada del artista, deja algunas planchas tan interesantes como las del final en la taberna o el combate de lucha libre entre Hellboy y el monstruo.

Estamos ante un relato ameno y simpático para los fans del personaje, aunque corto y que, sorprendentemente, Norma ha decidido publicar de forma independiente a diferencia de lo que había hecho hasta el momento que era publicarlos en tomos que agrupaban varias historias. Personalmente espero que vuelvan al formato anterior con el que se podían disfrutar mejor este tipo de relatos cortos.