Edición original: Green Lantern núm. 29-30 USA, Green Lantern: New Guardians núm. 29-30 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Justin Jordan, Robert Venditti
Dibujo: Billy Tan, Brad Walker, Martin Coccolo, Diogenes Neves
Entintado: Rob Hunter, Walden Wong, Andrew Hennessy
Color: Alex Sinclair, Tony Aviña, Wil Quintana, HIFI
Formato: Grapa, 48 págs. A color.
Precio: 3,50 euros
Han sido necesarios 30 números para que ECC tomara la decisión de sacar fuera la colección de Los Nuevos Guardianes y publicar juntos Green Lantern y Green Lantern Corps. Desde el principio la serie de los Guardianes ha ido a su aire, salvo momentos muy puntuales, pero los Corps han estado estrechamente ligados al devenir de la serie central, por lo que tener que cargar con una serie que podía funcionar por sí misma y obligar a la compra de los tomos de los Corps siempre resultó, cuanto menos, una decisión editorial controvertida.
Pero aquí estamos, con los dos últimos números de Green Lantern que llevarán de compañía a su irregular compañera, Los Nuevos Guardianes.
Si hubiera que aplicar un adjetivo a la historia que se desarrolla en Los Nuevos Guardianes, el más adecuado sería el de anodino. Justin Jordan nos quiere contar algo grande, se esfuerza por hacerlo, pero la historia resulta tediosa y no terminamos de meternos en ella en ningún momento. Y es en parte porque hasta ahora los Nuevos Guardianes no han sido capaces de interesarnos. Vagan por el universo sin rumbo, saltando de planeta en plantea, acompañados de Kyle Rayner, antes un increíble personaje, que ahora viste un uniforme blanco y es portador de un poder que todavía estamos esperando se defina cuantitativamente.
Y por eso todo el concepto falla a la hora de captar nuestra atención.
Kyle no tienen un vínculo con nada, siendo demasiado universal. Hay personajes que no necesitan tener un hogar, una familia, o un elenco de secundarios que le aporten tridimensionalidad, pero Kyle, anteriormente un Green Lantern y durante mucho tiempo el único Green Lantern, tenía de esos vínculos. Eso hacía que el personaje, nacido tras la caída de Hal Jordan, fuera capaz de hacernos “olvidar” a Hal y seguir creyendo que un solo portador del anillo verde tenía sentido. Pero su actual situación cercana a la omnipotencia hace que todo cuanto Justin Jordan desarrolla termine por hacernos rechinar los dientes.
Estamos frente al retorno de una diosa en medio de una campaña de muerte a dioses comandada por los deicidas. X´Hal atrae un culto a su alrededor que es considerado por los deicidas como algo contrario a la propia naturaleza del universo. Los deicidas están acabando con los falsos dioses que pueblan las galaxias, por lo que tan solo es cuestión de tiempo que terminen por enfrentarse a X´Hal y sus seguidores.
Por todo lo cual, no será muy añorada la marcha de este título y daremos la bienvenida con júbilo a la colección de los Corps, mucho más solvente y relevante.
En el otro extremo tenemos a la colección madre. El centro de la franquicia, capitaneada por Robert Venditti desde la marcha de Geoff Johns. Venditti sigue los pasos de Johns en cuanto a ir saltando de un evento a otro a través de sutiles movimientos en la trama. Si primero tuvimos Apagón, ahora las cosas se preparan para la llegada de la saga Insurrección.
Pero en estos dos números todavía quedan cosas que mover para que todo tenga sentido.
Venditti no es un novato en esto de escribir cómics. Su trabajo en The Surrogates es más que notable, tanto por desarrollo, como por planteamiento. Su trabajo en Valiant en 2012 le abre las puertas de DC y debuta en la serie Demon Knight número 16. Y el resto, como dice el cliché, es historia.
Venditti está realizando un trabajo notable. Es una lástima que no esté acompañado por un dibujante o dibujantes más sólidos y debamos, en más de una ocasión, sufrir el dibujo de Philip Tan. Pero si nos centramos en su labor podemos darnos cuenta de cómo es un escritor de momentos. Sus historias son menos fluidas que las de otros guionistas. Todo cuanto nos cuenta se nos narra a modo de secuencias que juntas nos cuentan la historia, pero se pierde la sensación de fluidez natural de la que disfrutan otros cómics. Pero tal vez su mayor defecto es la falta de épica en sus tramas y no será porque no tenga ocasión de conseguirlo.
Los Green Lantern siguen buscando al Durlan que se esconde en Mogo. Su mensaje a la galaxia, suplantando a Hal, ha puesto en contra del cuerpo a la gran mayoría de mundos habitados. Hal Jordan emprende una serie de acciones bélicas por ir ganando terreno en la guerra contra los Khunds que limpie el nombre de los Green Lanterns. Lo que no espera es que una de esas acciones sea enfrentarse, sin anillo, a un capitán Khund nacido y criado para el combate.
Y ese combate de Hal contra el Khund es un ejemplo de la falta de épica comentada anteriormente. La batalla resulta fría, sin sentimiento alguno, narrada de manera rígida y muy mal dibujada. En ningún momento llegas a sentir que algo grave está pasando. Es cierto que Venditti nos obsequia con unos diálogos muy interesantes, pero a la hora de emocionarnos se queda corto, muy corto.
Por otro lado, no puedo dejarlo pasar, la portada del número 30 es tal vez una de las peores que hemos podido ver a lo largo de los últimos años. Rígida, carente de toda emoción, sin fuerza alguna… un desastre absoluto como reclamo para comprar el cómic.
Recibimos con alegría el cambio de dirección en la publicación de esta serie que merece ser leída, a pesar de sus fallos, porque en medio de todo lo que pasa, de esos eventos que convulsionan al Cuerpo y lo cambian todo, pasan cosas pequeñas pero infinitamente más interesantes.
Review Overview
Guion - 7
Dibujo - 6
Interés - 7
6.7
Valoración Global
Una serie que goza de grandes momentos y grandes decepciones. Irregular que invita a seguir porque entre el carbón se intuyen destellos de diamantes que merecen la pena descubrir.
«¿Alguien siente algo al ver esta portada?»
Si, que no se debería usar fotos chungas de muñecos sin articulaciones para hacer una portada 😉
Gracias por el resumen don Gustavo, justamente fueron los Nuevos Guardianes los que me hicieron dejar la serie por el número 6 o 7 hace tiempo.
¿Que le pasa al señor Tan ultimamente,sin ser una maravilla, me gustaron sus números de los nuevos vengadores de Bendis, pero esto, no hay por donde cogerlo
Vagan por el universo sin rumbo, saltando de planeta en plantea, acompañados de Kyle Rayner, antes un increíble personaje, que ahora viste un uniforme blanco y es portador de un poder que todavía estamos esperando se defina cuantitativamente.
Lo has clavado. Primero porque como bien dices la personalidad de Kyle Rayner se diluye completamente en unas aventuras que, si bien alguna puede resultar interesante, por lo general son bastante anodinas. El esquema de Star Trek de «vamos a un planeta y luego a otro» funciona si se sostiene sobre unos personajes interesantes pero parece que Justin Jordan ha decidido obviar un pasado tan rico como el de Kyle Rayner en pos de unas aventuras que… no terminan de dar la talla. Y segundo, los poderes. ¡Ay los poderes! Salvo la magna importancia que se le da en los diálogos a sus poderes, a mi en ningún momento me da la impresión de que estemos ante uno de los seres más poderosos de la galaxia. Si su traje fuera verde y se enfrentara a las mismas amenazas seguiríamos exactamente igual que en este punto.
No coincido tanto en lo de Philip Tan. Yo tengo que reconocer que me gusta mucho su dibujo, aunque también reconozco que tanto el entintado como el colorista ayudan a que mi concepción sea tan buena. Aún así en mi cabeza hay algo que reza tal que así: «Amarás a Bernard Chang sobre todas las cosas». Y ahí estamos…
30 números después… Vuelvo a comprar Green Lantern. Los New Guardians no los toco ni con un palo, no los leo ni en el PC.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Los Nuevos Guardianes volverán al kiosco en forma de tomo el mes que viene y entonces veremos cual es su futuro en solitario.
En cuanto a Tan resulta muy rígido para mi gusto. Su trabajo no termina de transmitir armonía a la pagina, mostrando mucha irregularidad entre dibujos donde resuelve perfectamente planos de difícil manufactura y otros en los que parece que ha dibujado con la mano rota. Pero es mi humilde impresión.
Próxima cita: Insurrección.
Yo debo ir contracorriente, porque la única colección actual que de verdad me mola -de molarme bien- es Nuevos Guardianes. Las otras están mejor o peor, pero es en la de Jordan donde veo el enfoque de Green Lantern que a mi me mola, utilizando la exploración cósmica para abordar cuestiones muy humanas, más próximas a los relatos de ciencia ficción tipo Star Trek o Doctor Who que a las peleas entre usuarios de anillos de las otras colecciones. Tampoco he visto que se haya ignorado el aspecto humano de Kyle. Es más yo lo veo muy patente, otorgando mucha relevancia tanto a su pasado como artista como a varias de las tragedias que han salpicado su vida o aprovechado ideas que fueron introducida durante la etapa Winnick. A mi al menos Rayner me sigue pareciendo el más cercano de todos los Lanterns a pesar de estar a mayor distancia de la Tierra que ningún otro, y su química con Carol Ferris me funciona de maravilla. El tener al mejor dibujante de la franquicia también ayuda, pero vamos, que si tuviera que quedarme con la colección que más se acerca al espíritu Lantern que más me gusta, explorando rincones lejanos del universo, encontrando nuevas civilizaciones y formas de vida mientras se enfrentan a cuestiones sobre metafísicas y terrenales sobre lo humano, lo alienígena y lo divino es la de Jordan. La serie cósmica más «Starlin» del panorama DC actual
Daniel esto de acuerdo contigo, pero con matices. Yo, como trekkie, valoro mucho el enfoque que Jordan está teniendo con la serie, con eso de ir viajando a confines del universo y encontrándose con todo tipo de aventuras. Sin embargo, más allá de lo loable de la propuesta, el punto bajo que le encuentro es la irregularidad en las historias. Si bien ha habido alguna interesante (la de los Godkillers ha estado especialmente bien), otras como la del hermano perdido de Mogo apenas tienen interés, de ahí que piense que la serie cojee. Lo del aspecto humano de Kyle, no se, a mi me parece que no tiene toda la fuerza que debería tener, quedando como un superhéroe «random» ante la mayoría de situaciones.
Remarco también lo de sus poderes. En teoría es uno de los seres más poderosos del universo y eso no se ve en ningún momento. Y las razones que esgrime para no usar sus poderes al máximo no me las termino de creer. Aún así, Daniel, no critico para nada la labor de un Justin Jordan que intenta separarse del resto de series y «pasar» por completo de las luchas entre anillos en pos de aventuras cósmicas. Lástima que no esté a la altura en lo que a las historias individuales se refiere.
Con lo de Brad Walker muy de acuerdo, aunque para mi no está a la altura de Chang (supongo que aquí entramos en gustos personales).