Reseñas DC: Teen Titans Earth One

Editorial: DC Comics.
Edición original: Teen Titans Earth One
Guión: Jeff Lemire.
Dibujo: Terry Dodson.
Entintado: Rachel Dodson y Cam Smith.
Color: Brad Anderson y Terry Dodson.
Formato: Grapa, 48 págs.
Precio:4,99 $.

 

Si hay algo que nos gusta a los lectores de cómics son las historias alternativas. Tan sujetos como están los superhéroes a cánones tan antiguos como tres vidas nuestras (de algunos dos e incluso de unos pocos una) los What if? representan un giro de veleta a la dirección constante del viento y, dada la libertad creativa que se tiene al respecto, no es difícil que se dé en la tecla pues ésta es lo suficientemente grande como para acertar. Dentro de ese Multiverso muy dado a contar historias alternativas de los personajes de toda la vida, la primera de todas, la llamada Tierra Uno, es la elegida para narrar en formato novela el origen de los personajes de DC Comics. Y en la editorial, a sabiendas del gusto de los aficionados por este tipo de historias, intentan poner siempre la carne en el asador dotando a las series de grandes nombres tanto en los guiones como en el arte, habiendo tenido a J. Michael Straczynski narrando a Superman o a Geoff Johns y Gary Frank al mismísimo Batman. Ahora es el turno de Jeff Lemire y Terry Dodson –a quien veremos dentro de poco en Marvel dibujando la serie de la Princesa Leia–, quienes narran en esta novela gráfica los –cambiados– orígenes de un grupo tan clásico como heterogéneo como son los Teen Titans, consiguiendo liderar el ranking de ventas del mes pasado en cuanto a tomos se refiere.

Y hay que decir que dan en la tecla, pues la tarea no es fácil: no alejándose demasiado del canon establecido, hay que narrar una historia creíble –dentro del universo editorial, claro está– bajo la que los aficionados identifiquen a los superhéroes que tanto adoran dentro del universo principal. Y en Teen Titans son claramente identificables a pesar de tener un origen radicalmente distinto. Que en vez del Doctor Stone tengamos a la Doctora Stone vivita y coleando no supone un problema lo suficientemente grande si la historia es buena. Tampoco supone un problema que los Teen Titans sean compañeros de instituto bajo el terrible influjo de un secreto que les une y ni ellos lo saben si el dibujo es consistente. Y no lo es, ni mucho menos, que Raven sea un personaje tangencial y bastante distinto al que Marv Wolfman nos trajo un día hace 30 años. Con tan pocos problemas, diría que la historia fluye, es fácil de leer (es apta para todos los públicos, con versión light de Deathstroke incluida) y es disfrutable pero, sin embargo, no está exenta de baches.

Sorprende la poca ambición de Jeff Lemire al abordar una novela de este tipo. Uno podría esperar mayor grandeza en el origen de un grupo como éste. Algo como lo que hizo Marv Wolfman con el mismo grupo hace 30 años o Chris Claremont con La Patrulla X. Se supone que una novela gráfica de este estilo debería tirar a lo grande y saltar fronteras y, sin embargo, se ve abocada a cuatro o cinco escenarios simplistas (una playa, el comedor de un instituto, un laboratorio y un par de casas) que dejan una sensación de historia “pequeña” que la lastra a pesar de lo divertido de su contenido. A ello hay que sumarle lo tópica que resulta a peasr de las vueltas de tuerca dadas por el guionista y que en ocasiones hacen olvidar tal aspecto. Y es imperdonable, ya que estamos, que tengamos un final tan abierto como el que tenemos dados los tiempos de elaboración de este tipo de novelas,

Y si Jeff Lemire cumple, Terry Dodson también. Su trazo es firme y sus pretensiones también: enfatizar la claridad de la historia y dar una estética cartoon que le sienta fenomenal al conjunto. Sin duda, la labor del veterano dibujante de la Patrulla X cumple con su labor y denota una comunicación con el guionista que ameniza la lectura y hace grandes sus virtudes mientras minimiza sus defectos. Que la obra esté dedicada a Marv Wolfman es una declaración de intenciones, pues mientras se aleja de lo contado por el clásico guionista intenta acercarse en el plano de las sensaciones, quedándose sin embargo a medio camino y no logrando la conexión emocional con el lector. Pero no nos asustemos. Estamos ante una novela gráfica divertida, fácil de leer, con una historia sólida y diferente que pone a los Teen Titans de nuevo en la mira tras años de continuas desfachateces. Un buen libro para regalar a alguien poco docto en la viñeta o para disfrutar del sabor de los cómics simples y bien hechos, con el cariño y la admiración de unos autores hacia otros. Una lectura de homenaje.