El Fin Del Mañana Núm. 3

 

Edición original: The new 52: Futures End núms. 9 a 12 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Brian Azzarello, Dan Jurgens, Jeff Lemire, Keith Giffen
Dibujo: Aaron Lopresti, Georges Jeanty, Jesús Merino, Patrick Zircher, Ryan Sook
Entintado: Patrick Zircher, Art Thibert, Cam Smith, Dan Green
Color: HIFI
Formato: Rústica, 96 págs. A color.
Precio: 8,95 euros

 

¿Y qué sabes tú del ataque letal de Tonga?

Conozco al hombre que inventó la variación que no es letal.

Así de simple y así de claro. Dos frases que dejan claro, para los dos personajes que las pronuncian, quien es quien y de donde vienen. Porque de esto va esta serie, de momentos, muchos, repartidos en múltiples tramas que siguen avanzando a diferentes ritmos en una especie de carrera contra reloj de la que el lector no puede escapar.

En este número tenemos a Grifter descubriendo que la Isla Cadmus es una prisión de metahumanos de Tierra 2, al Batman del futuro asaltando las instalaciones de Mr. Terrific ayudado por tres villanos de segunda, Frankenstein hace equipo con la Princesa Amatista a la hora de investigar el ataque sufrido por StormWatch, Ron Raymond se enfrenta a la Liga de la Justicia ante su negativa por querer seguir siendo Firestorm, mientras se abren nuevas tramas relacionadas con Cadmus, fugas en la prisión El Buche, Superman que continua comportándose de manera excesivamente contundente, Tim Drake ve su identidad secreta en entredicho por las investigaciones de Lois Lane…
Una montaña rusa que no parece terminar.

En anteriores reseñas hemos comentado que la labor de los guionistas es totalmente inidentificable, salvo la parte de Frankenstein que a buen seguro está escrita por Lemire, y la labor de Brian Azzarello, Keith Giffen y Dan Jurgens crea un tupido entramado en el que la acción se desarrolla como si detrás de cada número estuviera la mano de un solo escritor.

En las series semanales aglutinan tal cantidad de números que las tramas se pueden alargar, en algunos casos para bien y en otros para mal, en exceso. La ventaja de poder leer tantas historias por número es que siempre hay alguna que adquiere protagonismo sobre las demás y capta nuestra atención lo suficiente como para continuar leyendo.

Aquí los guionistas están narrando acontecimientos de un futuro cercano y lo hacen de dos maneras. Una es acercándose directamente a una serie de personajes, como son Grifter, Frankenstein o Firestorm, como hilo conductor central que hace que la historia avance en la dirección que se desea que lo haga. La otra es acercarse de manera tangencial a la historia principal a través de detalles que están ahí, diseminados entre las viñetas, y que aportan información o generan interés por ser cambios sobre personajes con una imagen visual muy asentada y que se nos presentan con cambios muy relevantes. Un ejemplo de ello es Superman. En la serie viste un traje totalmente nuevo y además, y esto es lo realmente interesante por la propia naturaleza del personaje, lleva la cara tapada por una máscara espejada que impide poder distinguir rasgo alguno. Si a esto le añadimos su actitud, seca y contundente, estamos ante un Superman totalmente cambiado y sin saber las razones que lo han llevado a vestir y comportarse así.
Esta manera de tratar la historia, a través de los detalles, es lo que hace interesante la lectura de esta serie. Somos testigos de cómo el camino principal se va dibujando ante nosotros, mientras los caminos secundarios están ahí para el que pueda verlos.

Otro personaje curioso dentro de la serie es Mr. Terrific. Su empresa simula por su actitud y el fervor de sus seguidores tecnológicos a la de la manzana, comportándose en algunos casos como si su tecnología fuera más importante que cualquier avance médico o farmacéutico. La manera en la que Mr. Terrific ve el mundo, su doble cara, y su ego se ven retratados con contundencia. Un personaje que hizo su debut en 1997 de la mano de John Ostrander y Tom Mandrake en la serie El Espectro volumen 3 número 54. Con un recorrido tan corto, editorialmente hablando, es un personaje recurrente en cualquier evento en DC y resulta sorprendente que siendo un ser humano normal y corriente, con un intelecto por encima de la media, con habilidades mejoradas mediante el uso de tecnología desarrollada por sí mismo, haya disfrutado de serie propia (efímera) y haya aparecido en la serie de Tierra-2 de manera continuada. Algo debe tener cuando su presencia parece casi obligada en DC.

En cuanto a la parte gráfica seguimos con una serie dibujada a cuatro manos, con mayor o menor fortuna, que sigue siendo el punto débil de esta colección. Es una lástima que en DC no hayan procurado buscar dibujantes de estilos más afines, más uniformes, para que no se tenga que sufrir con los bruscos cambios de estilo que golpean al lector con inusitada violencia visual.

Una serie que sigue dándonos lo que promete, sin tapujos o falsas promesas, entretenida, con algunos detalles interesantes que hacen que el lector experimentado disfrute más de su lectura y cuya principal pega es su irregular aspecto gráfico.

¡Nos vemos en el número 4!