El pasado 30 de Enero llegaba a la gran pantalla la que ha sido una de las películas más caras de la historia de Toei Animation, «Capitán Harlock». En lo que ya se ha convertido una costumbre, especialmente gracias a Hollywood, el personaje creado por Leiji Matsumoto hace ya algunas décadas, vuelve a modo de “reboot”, es decir, empezando desde cero con una historia completamente nueva. Un producto mas bien dirigido a un nuevo público que no conoce la Arcadia y sus piratas espaciales, que a los nostálgicos que vieron el anime en los ochenta.
Pero la media de edad en Zona Negativa sigue siendo bastante alta, y es por eso que muchos aún recordamos esos personajes estilizados de estética setentera, ese aire tragicómico que emana tanto del manga como su versión para televisión. Así pues, aparte de contaros qué nos ha parecido la película, también queremos dedicar unas líneas a explicaros de donde viene el Capitán Harlock, un personaje que forma parte del universo creativo del gran mangaka Leiji Matsumoto.
En Europa, especialmente en Francia o en nuestro país, el Capitán Harlock (o Albator como dicen los franceses) es sin duda alguna el personaje más popular de Matsumoto. Pero en Japón, Harlock queda algo eclipsado por la que podemos considerar como “obra madre”, Galaxy Express 999.
Galaxy Express 999 apareció en 1977 en la revista Manga-kun (después Weekly Shônen Big Comic), donde se estuvo publicando hasta 1986 (y recopilado después en 21 tomos). Es probablemente el manga más largo que parió Matsumoto, y como os decíamos, seguramente sea la más famosa en Japón (con el permiso de Space Battleship Yamato, aunque más por su versión anime que el manga).
La historia de Galaxy Express 999 la protagoniza Tetsuro Hoshino, un joven huérfano que desea por encima de todo conseguir un pasaje para el tren Galaxy Express 999, que solo para en la tierra una vez al año, y así poder conseguir un cuerpo mecánico en la galaxia Andrómeda, ya que a diferencia de lo que ocurre en la tierra, donde son muy caros, parece que en Andrómeda los ofrecen gratuitamente. ¿Y para qué quiere Tetsuro un cuerpo mecánico? La inmortalidad.
Huyendo de los asesinos de su madre, unos hombres mecanizados que se dedican a cazar humanos, Tetsuro conocerá a Maettel, una misteriosa chica alta y de larga cabellera rubia (el estereotipo habitual de Matsumoto) que le ofrece un pasaje para el tren espacial. A partir de ahí empezarán sus aventuras, visitando distintos planetas a bordo del Galaxy Express 999. A lo largo de este viaje irán conociendo distintos personajes, empezando por el propio revisor del tren (icónico personaje que cierto redactor de ZN usa de avatar – ehem), la camarera Claire con su cuerpo de cristal, así como el Capitán Harlock o Emeraldas (personaje que ya había aparecido en el manga del pirata especial).
Sabiendo del amor por los trenes que sienten los japoneses, no es de extrañar que Galaxy Express 999 sea una obra tan popular. De hecho, tanto el manga como la serie de anime, se alargó bastante más que Harlock (aunque en cuestión de largometrajes y OVAs están bastante parejos), y tanto sus personajes como el propio tren se pueden considerar auténticos iconos Pop japoneses. De hecho, es habitual encontrar por Japón algunos trenes decorados con Maettel o el revisor, o encontrar una guía anual de horarios de trenes (que son como listines telefónicos) cuya portada es una ilustración de Galaxy Express 999.
Como decíamos, podemos considerar este título como la “obra madre”, principalmente porque en ella han aparecido la mayoría de personajes de este “Leijiverso”, pero no necesariamente a la inversa. De todos modos, nuestro Harlock también ha tenido su impacto, y más allá de poder considerarse un simple spin-off, también ha tenido la capacidad de generar otros títulos fuera de si mismo. El primero ejemplo es Queen Emeraldas, que protagoniza este personaje que apareció primero en la serie del capitán espacial, y que no deja de ser una especie de versión femenina del mismo (y ojo, hermana de Maettel de Galaxy Express 999).
Pero los personajes de Harlock y su buen amigo Tochiro realmente existían incluso antes de sus versiones más conocidas. En 1972, Matsumoto publicó un manga titulado Gun Frontier, donde aparecían bajo los nombres de Tochiro Oyama y Franklin Harlock Jr., con la particularidad de que aquí el “sidekick” es el propio Harlock. Este título no tiene nada que ver con space operas, ya que está situado en el oeste americano, y nos explica la historia de estos dos personajes que buscan un grupo de inmigrantes japoneses. Curiosamente, en Galaxy Express 999 encontraremos un planeta llamado Gun Frontier (adelantándose unos cuantos años a la mezcla de Western y Space Opera de Firefly de Joss Whedon).
Os hemos dado apenas unas pinceladas sobre el Leijiverso, pero lo cierto es que es realmente complejo, y aquellos que se han atrevido a ordenarlo todo han llenado páginas y páginas de datos. De todos modos, una advertencia: si hay algo que no os cuadra, cronológicamente o a nivel de coherencia interna, no os preocupéis, porque Leiji Matsumoto tampoco se ha preocupado nunca de hacer que todos sus mangas o anime sean coherentes entre sí o tengan una cronología capaz de encajar sin problemas. Vamos, esto es lo que algunos llamamos hacer una MATSUMOTADA.
PD: ¿Y qué hay de Space Battleship Yamato? Pues se podría decir que la obra más famosa de Leiji Matsumoto forma parte de alguna especie de universo paralelo, y es que por cuestiones de derechos no se ha mezclado nunca ni con Harlock ni con el Galaxy Express 999… una pena. Así que quizás lo dejamos para otro día.
No nos equivocaremos mucho si estimamos que el 90% (o más) de los que conocéis el Capitán Harlock es por su versión televisiva, ese anime que se emitió sobretodo en los años ochenta (aunque luego hubo algunas reposiciones). El manga, a día de hoy, sigue siendo bastante desconocido por aquí, y prueba de ello es que la edición completa de los 5 tomos que se hizo en tiempos de Glénat tuvieron que comérsela con patatas (¿se atreverá alguien a reeditarlo pronto con el tema de la peli?). Aquellos pocos que llegan a acercarse al manga se llevan varias sorpresas. En primer lugar por lo corta que es la colección, después porque la nave que aparece en el manga no es la misma que en el anime (hay muchas versiones de la Arcadia), y además, la historia no es exactamente la misma, y encima, parece que sea una obra inconclusa.
En la historia original, la premisa es más o menos la misma, la humanidad ha destrozado el planeta, y los propios humanos se han vuelto una panda de vagos asustadizos incapaces de levantar un dedo por hacer nada. Ni siquiera la llegada de un extraño objeto gigante con unas misteriosas escrituras hace reaccionar a los miembros del gobierno, que prefieren jugar a golf o dormir. El único que parece dispuesto a indagar y defender la tierra es un proscrito, el Capitán Harlock, un pirata espacial que con su Arcadia surca los mares espaciales. En el manga reclutará al hijo de un científico que había investigado los posibles peligros que acechan el planeta tierra, y que precisamente será asesinado por una misteriosa mujer que arde como el papel. Son las Mazon, una especie alienígena que pretende invadir el planeta Tierra. El manga en cuestión explicará, a menudo desde el punto de vista de su nuevo tripulante, como es la vida en la Arcadia, y las investigaciones y disputas que tiene el Capitán con las Mazon. Pero, para sorpresa de muchos, el manga termina justo antes de que empiece la decisiva batalla final. No sabemos exactamente el motivo por el cual Matsumoto decidió dejar el manga ahí (no sería por falta de éxito, más bien otra de sus MATSUMOTADAS), pero por suerte ahí tenemos el anime para rellenar algunos huecos.
A día de hoy, hay que reconocer que el tiempo ha hecho mella en este manga, y que para muchos será difícil acercarse a él. Pero no deja de tener ese encanto setentero que tan famoso ha hecho Matsumoto, y que volvió a poner de moda a raíz de su colaboración con Daft Punk en Interstella 5555. También es cierto que los propios diseños de Matsumoto mejorarían con el tiempo, y que a veces tendremos la sensación de que estamos ante un esbozo de lo que estaba por venir. Pero esos personajes cabezones que en algunos momentos se vuelven más estilizados tienen su razón de ser. En primer lugar, hay que tener en cuenta que el tono del manga es bastante más relajado y cómico de lo que pueden llegar a ser las versiones anime, y es precisamente por eso que veremos muchas situaciones cómicas, protagonizadas tanto por los apáticos miembros del gobierno, como por la tripulación de la Arcadia: un hatajo de holgazanes y alcohólicos, pero que cuando tienen que dar el callo, cumplen. Es por eso que Matsumoto alternará la forma de dibujar a los personajes principales, haciéndolos más cabezones cuando la situación es cómica, y estilizándolos cuando quiere provocar un impacto mayor en el lector. Quizás la mejor forma de describir este manga es situándolo en las coordenadas de la tragicomedia, porque a pesar del humor, de las situaciones absurdas, siempre hay un tono trágico, especialmente por lo que representa el Capitán Harlock, y en qué se ha convertido la humanidad. Hay mucha melancolía en las escenas de la alienígena Mime junto al Capitán, mucha nostalgia por lo perdido, y eso es algo que se trasladó bastante bien al anime.
En 1998, Leiji Matsumoto decidió volver a dibujar un manga protagonizado por el Capitán Harlock. Harlock Saga es una de las enésimas reformulaciones del personaje, pero en este caso la cosa va mucho más allá, porque la historia se basa en la ópera de Wagner, «El anillo de los Nibelungos» (o más concretamente, en El Oro del Rin). El manga se dividió en tres sagas distintas, con tres volúmenes cada una, y lo cierto es que nunca se ha llegado a publicar el último, siguiendo la tradición de dejar las historias del Capitán inacabadas (al menos en formato manga).
Space Captain Harlock – la serie anime de televisión (1978) es muy parecida al manga original, pero añade algunos detalles importantes. Por un lado está la niña de la flauta, que aparece incluso en la canción del final, y que da juego para algunas escenas interesantes. De hecho, aquí los militares de la tierra juegan un papel bastante distinto al del manga, ya que persiguen de forma más activa y agresiva al forajido Harlock. La serie, aunque sigue teniendo sus partes cómicas, tiene un aire mucho más triste y melancólico, algo no muy habitual en los dibujos animados a los que estaban acostumbrados los niños en los años ochenta (los pocos dibujos animados “tristes” casi siempre eran japoneses). Quizás por eso destacó de forma especial en su momento. El anime se alargó muchísimo más que el manga original, lo que significa que buena parte de la historia se creó especialmente para el mismo, y ahí se puede ver la batalla contra las Mazon. Por supuesto, a día de hoy, la animación ha quedado bastante obsoleta, pero sigue teniendo un encanto y una fuerza especial.
La Arcadia de mi juventud – El primer largometraje que se realizó del Capitán Harlock, en 1982. En este caso, se cuenta una versión de los orígenes de Harlock como pirata espacial, aunque no existe una continuidad consistente con la serie de anime original (así que no hace falta molestarse en intentar atar cabos). De hecho, por tercera vez, la Arcadia presenta un nuevo aspecto (muy parecido al de la nueva película en CGI), y la tripulación que conocíamos ya no es exactamente la misma. La película se editó hace bastantes años en DVD, y es posible que la podáis encontrar. También se ha emitido en algunos canales autonómicos.
Endless Road / Orbit SSX – La segunda serie de larga duración dedicada al Capitán Harlock (1982), y evidentemente nada que ver con ningún manga. En este caso existe una continuidad, pero no con la serie o el manga originales, sinó con la película de La Arcadia de mi juventud. La premisa es bastante parecida a la del material original, pero en este caso las enemigas no son las Mazon. Aquí recuperan una vez más el personaje de Emeraldas. Que sepamos, esto no lo hemos podido ver por estos lares.
Harlock Saga – En este caso se trata de la adaptación de la saga publicada en formato manga a partir de 1998. Esta versión en anime consta de 6 episodios, y la idea de la «Space Opera» cobra un sentido mucho más literal. Es probablemente una de las versiones modernas del Capitán más conocidas, incluso más que su versión manga original. Existe una versión en DVD en español, de hace bastantes años.
Gun Frontier – Os hemos hablado antes de esta particular historia de Franklin Harlock Jr. y Tochiro (2002), donde la acción se sitúa en el antiguo Oeste americano. Una de esas historias raras que Matsumoto se saca de la manga de vez en cuando. Algunos consideran que Gun Frontier es un universo paralelo, otros que se trata de antepasados de los personajes que ya conocemos. En cualquier caso, tiene su gracia verlos en ese ambiente tan distinto. Que sepamos, tampoco hemos podido verlo editado por aquí.
Cosmo Warrior Zero – Aunque en este caso el protagonista no sea Harlock, tanto él como Emeraldas tienen un papel importante en esta serie de 15 episodios (2001), donde aparecen unos hombres máquina que nos recordarán mucho a lo visto en Galaxy Express 999. En esta serie, el protagonista tendrá que capturar al forajido Harlock, pero poco a poco se irá dando cuenta de que, quizás, él no es el auténtico enemigo.
Capitán Herlock: Endless Odissey – 20 y tantos años después de terminar la serie de anime original, de contar otras historias distintas en papel o en OVAs, Endless Odyssey (2002) retoma la historia del Capitán Harlock donde se había quedado en 1979. Es el retorno de Daiba, un personaje que ha cobrado un protagonismo importante en la nueva encarnación del Capitán Harlock y tripulación. Lo cierto es que llamarlo secuela también es relativo, ya que el padre de Tadashi Daiba está vivo de nuevo… y vuelve a morir en manos de unos misteriosos personajes (y Tadashi es salvado de nuevo por el Capitán). Jonu Media publicó la serie en tres DVDs, y es posible que aún se pueda encontrar. Lo que no tenemos muy claro, es por qué se decidieron a ponerle «Herlock» (como en otras versiones internacionales).
Como podéis ver, el universo del Capitán Harlock es extenso y da para muchas horas de exploración. Lo que es una pena es que no hayamos podido disfrutar nunca del manga de Galaxy Express 999 (aunque sí de alguno de sus anime). No vamos a comparar el fenómeno del Leijiverso con Star Wars, pero cuando hablamos de Space Operas, está claro que en Japón tienen en Leiji Matsumoto un referente muy claro, y es posible que incluso más influyente que la saga de George Lucas. Si algún días os paseáis por tierras niponas, estad atentos, porque es más que seguro que por algún lado os sorprenda el Galaxy Express 999, la Arcadia, o la Yamato.
Dirección: Shinji Aramaki
Guión: Harutoshi Fukui y Kiyoto Takeuchi (Manga: Leiji Matsumoto)
Música: Tetsuya Takahashi
Fotografía: Kengo Takeuchi
Reparto: Shun Oguri, Haruma Miura, Yū Aoi, Arata Furuta, Ayano Fukuda, Toshiyuki Morikawa
Duración: 115 minutos
Productora: Toei Animation / Toei Video Co., Ltd
País: Japón
A lo largo de los años, ha habido varias encarnaciones de Harlock, varios revivals. Posiblemente los más conocidos son el film Arcadia de mi Juventud (con un áurea de mito, objetivo de buscadores de tesoros en VHS y de copias volcadas en digital) y El Anillo de los Nibelungos, editada en DVD muchos años después. Esta última encarnación de 2013 ha sido encomendada a Shinji Aramaki, director de varias entregas de Appleseed o Robotech. Este director está acostumbrado a dotar de gran belleza visual sus películas, mayoritariamente de acción, con un gran arte y niveles de producción pero que por lo contrario escondía aspectos débiles como la planificación, la narración y el fluir de la historia.
El argumento es bastante lioso y embarullado. Hay algunas escenas clave que deberían aclarar conceptos y hacer avanzar la historia y las motivaciones de los personajes pero no siempre quedan bien resueltas. Deja la impresión de que por liar mucho la trama va a ser mejor. Me dejó una sensación similar a la de King of Thorn o 009 Re:Cyborg, sumir al espectador en una vorágine de acontecimientos y giros de argumento para al final acabar en el mismo sitio, o alejándote de la narración para simplificar la historia y ver que esto es un «buenos contra malos». El primer visionado de Harlock deja la sensación de estar mal explicado, mal desarrollado, se aleja tanto del espíritu de la serie de los 70 que pierde puntos de reconocimiento. El segundo visionado, ya fuera de festivales, mejora bastante la opinión, aún sin despejar las incógnitas de algunas escenas. La historia navega fluida y a buen ritmo, y se encalla cuando quiere explicarse a ella misma. Insiste dos veces en el origen del conflicto cuando podría haber reservado escenas para explicar mejor las motivaciones de los personajes, especialmente después del giro argumental transcurridos tres cuartas partes del film.
Del visionado en Sitges, destaco la idea que mejor sobrevivió enterrado bajo tantos otros de esos días de locura cinéfila: este no es mi Harlock. Mientras veía la película, estaba constantemente pensando que el Harlock de los años 70 no osaría hacer tales acciones. Pese a ser un repudiado, su misión es salvar la Tierra de las Mazoni pese a que casi nadie en la Tierra crea en él o lo deseen muerto. No iría nunca en contra de su amado planeta. La cinta actual gana en épica y espectacularidad (mucha) lo que pierde en esa poesía que se respiraba dentro de la Arcadia. Pese a que la mayoría del tiempo la tripulación holgazaneaba, daban el callo cuando era necesario. Había un ambiente de camaradería y romanticismo por la libertad del ser humano que aquí se ha perdido. Había anarquía dentro de un orden. El nuevo Harlock es más oscuro sí, pero también más frío. No existe esa comunión con la nave, y por lo tanto, con su creador. El humor encarnado en el médico alcoholizado y la cocinera histérica también desaparece en pos de esta seriedad y gravedad. Pero especialmente desaparece la figura de la niña, el motivo por el cual el Capitán arriesgaba su vida para volver regularmente a la Tierra para interesarse por ella. Era una figura clave porque humanizaba el anti héroe y a la vez se usaba de cebo para tenderle mil y una trampas de las cuales siempre salía airoso. Su ocarina, la melodía que emanaba de ella y los sonidos característicos de la nave (el ordenador central, los motores, los cañones,…) que tanto llegaron a caracterizar la serie han quedado olvidados en el reino analógico mientras aún retumban en los cerebros de los que fuimos niños en los 80.
Pero debemos reconocer que este es un nuevo Harlock, más acorde al sXXI. Se acepta, pero no reemplaza ni hace olvidar al clásico. Es un Harlock hiperrealista, alejado de la fantasía pop de capas al viento y personajes alargados, de tecnología retrofuturista y música setentera. Se comprenden las actualizaciones, esa tendencia a hacer oscuro los héroes (ya sean superhéroes o anti héroes como el Capitán), pero la hipertrofia digital de estos productos punteros tecnológicamente suelen transmitir personajes de poca empatía. Llamadme viejuno, pero la animación tradicional a mano transmitía mucho más. Esta frialdad lleva el riesgo de desmerecer todo el trabajo gráfico, de diseño, iluminación, un derroche de tecnología al servicio de un argumento en parte tramposo, de arquitectura vacua y liante.
Este Harlock de 2013 no es un remake ni del anime ni del manga original. En cambio, el enemigo es humano, ya que en el fondo en la serie original ya lo eran de alguna forma, aunque los cañones siempre apuntasen hacia el espacio exterior. De alguna forma, Harlock combatía la holgazanería del ser humano del sXXX. Ahora se enfrenta a la corrupción del propio ser humano, expulsado de la Tierra. Se enfrenta a una gran organización de tintes religioso-teocráticos surgida para detener La Guerra del Retorno pero con oscuras intenciones actuales. La correlación de fuerzas cambia. Vemos un ambiente apocalíptico típico del cyberpunk, con desolación, luchas entre naves, un futuro distópico con escasas opciones de supervivencia, mientras que anteriormente la Tierra era el centro de la humanidad, aunque fuese una humanidad perdida en su vagancia, autocomplaciencia e irresponsabilidad.
La Arcadia propiamente dicha también ha sufrido cambios. A lo largo de los años ha habido varias naves, aunque la más reconocible es la de la serie original, con una delantera plana donde esconder una arma secreta y la gran estancia de Harlock en la parte trasera, hecha de madera, a semejanza de un navío. La Arcadia actual es mucho más oscura, gótica, alargada, móvil (los cañones se pueden mover perpendicularmente aparte de la rotación en 360º habitual), de aspecto feroz (la calavera de la proa) y especialmente muy orgánica, casi Gigeriana. El interior sigue la misma tónica, pasillos oscuros, con muchas tuberías, en los que esperarías encontrarte un Alien. El puente de mando es más ancho y mucho más tecnificado. A semejanza de series como Star Trek, sitúa los dos ayudantes en la navegación (Kay y Yatarán) cerca del icónico trono del Capitán. Tendiendo un puente con los OVAs de Los Nibelungos, la nueva materia oscura permite autoreparación de la nave y otras funciones, desechando la idea de la estrella artificial donde la nave se esconde para su reparación.
Orgía tecnológica espectacular, Harlock significa un nuevo paso para dejar boquiabierto al espectador como ya hizo el par de cintas dedicadas a Final Fantasy, las distintas aportaciones del universo GITS, etc. Productos de tecnología muy puntera pero que dejan de lado aspectos tan importantes como un argumento fácil de seguir (que no quiere decir simple) y especialmente la emoción de los personajes. Todos «actúan» relativamente igual y no se insufla personalidad propia a cada uno de ellos. Las series de antaño, ya fuese por la calidad o por el tipo de animación, transmitían mucho más. En Harlock 2014, aunque el diseño de los personajes está actualizado al sXXI y son bastante reconocibles, todo es bastante homogéneo en cuanto a actitudes. Pese a esto, y quizá gracias a la buena labor del doblaje, el segundo visionado revela al Señor Yataran como el auténtico roba escenas de la función, un auténtico badass que tanto puede hundirte un cuchillo como salvar a la damisela en apuros. No es el Yataran que conocemos coleccionista de maquetas, barcos y aviones, pero mola mazo. El resto de tripulantes suelen ser proscritos, presos esperando justicia o mercenarios. Poseen una imagen mucho más dura e intimidatoria, alejada de la imagen simpática y apta para la TV de la serie de los 70. También nos encontramos momentos en el que Harlock no aparece, dejando la historia avanzar a través de otros personajes, como los hermanos, el pasado, el consejo de Gaia, los dilemas de Yama, etc. Esto casa muy bien con la idea que se quiere transmitir del personaje, a veces una leyenda centenaria, una presencia, un catalizador de la historia.
Cabe recalcar que el trabajo de traducción y doblaje es bastante notable. Capitaneados por el conocido Marc Zanni (voz de Son Goku o Hanamichi Sakuragi de Slam Dunk en catalán), con años de experiencia en el doblaje de animación, las voces son apropiadas, con buenas dicciones y acordes con la acción en pantalla. El único pero es el personaje rubio, tripulante de la Arcadia, que posee algunas líneas siendo una voz totalmente anacrónica, como de aprendiz de doblaje. Pero en general es un muy buen trabajo. La distribuidora ha tenido el detalle de doblarla también al catalán, con las mismas voces, debido al gran éxito que encontró en Cataluña especialmente gracias a la voz de Pep Torrents como Harlock. Curiosamente, Zanni ya había encarnado al líder de la nave en El Anillo de los Nibelungos, por lo que conocía el personaje.
¿Vale la pena ver este nuevo Harlock en la gran pantalla? Sí, desde luego, el espectáculo visual está servido, junto con momentos badass, molones, épicos, emocionantes y de mucha acción. Es realmente una pena que momentos notables queden lastrados por un desarrollo de la idea mal planteado, y que este «nuevo Harlock» no se vea como un universo alternativo donde el capitán tiene ideas maléficas y por lo tanto aceptarse mejor. Yo me senté en la butaca pensando que vería un Harlock similar al de los 70 (actualizado), no un reverso tenebroso tan acusado. Pero siendo un estreno tan especial (no es lo mismo que estrenar la última Pixar o Dreamworks), creo que vale la pena que los adicionados al manganime pasen por taquilla para apoyar iniciativas como la actual. Ya conocido el material, salí en volandas del segundo visionado, emocionado por haber podido ver en pantalla grande un héroe de mi infancia. En el aire queda la pregunta de siempre, ¿por qué el público o taquilla solo acepta productos venidos de EEUU? Parece un tema eterno que nunca se resolverá, pero estas iniciativas deberían poder encontrar un público, y aquí entramos nosotros para hacer viables estos estrenos. La verdad es que se ha estrenado en muchos más cines de los que creía, por lo que la apuesta de Surtsey es valiente. No solo en cantidad de cines sino de formato, ya que se ha podido disfrutar en 2D, 3D, VOSE y en los dos idiomas.
La última película de Dragon Ball en cines fue un éxito el año pasado. Este año, nos dan la oportunidad de ver en cine héroes de nuestro pasado (Harlock, los Caballeros del Zodíaco), es prácticamente seguro que la nueva Dragon Ball se estrene… aunque el dinero recaudado por todo lo que no sea DB será muy inferior, ojalá veamos más iniciativas así en un futuro próximo.
Larga vida a Harlock!
Sabiendo de todas las modificaciones o distintas versiones que existen de este mismo personaje, uno debería estar acostumbrado ya a que le sorprendan con cada nueva historia, pero debo decir que en mi primer visionado de la película (hace ya más de un año, en el Festival de Sitges) me cogió completamente desprevenido y no supe encajar el golpe. Reconozco que el hecho que me cambiaran totalmente la historia de Harlock me molestó. El idealismo y el romanticismo del personaje original se había diluido bastante en esta historia que, aunque parecida, tiene una base muy distinta de la original (aunque aquí los únicos enemigos son los propios humanos, y las Mazon han desaparecido). Reconozco también que mi opinión respecto a la película se vio muy afectada por esta decepción, y es por ello que fue bueno darle una segunda oportunidad, e intentar verla sin todas esas grandes expectativas que me habían generado los espectaculares trailers.
Sin duda alguna, ver la película sin esperar ver «mi Harlock» mejoró muchísimo la experiencia (saber el final, también ayudaba en cierto modo). La película es, ante todo, espectacular, con todas las letras, en mayúsuculas, ESPECTACULAR. Seguramente es lo que más habréis oído y leído al respecto; el aspecto visual es de una factura impresionante, las escenas de batallas espaciales son algo nunca visto, y la Arcadia, una vez más rediseñada, luce como nunca ha lucido, y nos muestra un montón de cosas que nunca habíamos visto que podía hacer: es de verdad una nave pirata, aunque navegue por un mar de infinito negro. Los diseños de los personajes no serán, seguramente, del agrado de los más puristas, e incluso quedan ya algo lejos de los diseños de Leiji Matsumoto. Aún así, teniendo en cuenta que estamos ante una reformulación, un reboot para el siglo XXI y una nueva audiencia, lo cierto es que se pueden considerar un acierto.
Pero a pesar de haber dejado atrás los prejuicios y las expectativas, la película sigue cojeando de algunos problemas importantes. Para empezar, el Capitán Harlock es mucho menos protagonista de lo que cabría esperar, incluso menos de lo que era en el manga (que cuenta la historia desde el punto de vista de Daiba), y aunque al final entendemos el motivo, no deja de ser algo decepcionante. Por otro lado, la propia historia es bastante farragosa. Al fin y al cabo, trata en buena medida de un drama familiar, y la historia de ese planeta Tierra abandonado y convertido en santuario, no recibe el tratamiento dramático y épica que quizás merecería, y que en otras versiones se ha resuelto de forma mucho mejor (el propio manga nos presenta un drama mucho más interesante respecto a la suerte de los humanos). Pero lo que sin duda se hace pesado, es el continuo ir y venir de algunos personajes, una serie de cambios que llegan a marear y que, al final, aparte de previsibles, quitan todo el impacto que debería tener un buen giro. En defintiva, estamos hablando de algunas de las críticas más habituales que se suelen llevar los anime, y es que muchas veces la historia se alarga innecesariamente, y eso hace que vaya dando tumbos de un lado para otro sin aportar nada interesante.
Aún así, creed cuando os digo que vale la pena disfrutar de la película en pantalla grande. Ese espectáculo visual que mencionaba es más que suficiente para compensar las flaquezas de la historia. Lo único que hay que hacer es olvidarse de ideas preconcebidas, del Harlock original, y abrazar la película como es, una nueva versión, quizás para otro tipo de público, pero que nos dejará una buena dosis de impactantes imágenes en la retina. Quizás este no es mi Harlock, ¡pero como luce el cabrón!
Antes que nada, debo confesar que mi querencia por los trabajos de Leiji Matsumoto no vino de la mano del Capitán Harlock, sino de Uchuu Senkai Yamato o, como la conocimos los televidentes ochenteros que se acercaban a RTVE-Canarias en el verano de 1986, Star Blazers. La odisea cósmica de un viejo acorazado reconvertido en crucero sideral supuso para mí el descubrimiento de que el anime podía ser vehículo que albergara una historia de largo recorrido de corte notoriamente más adulto. En la década siguiente descubriría Odín, un filme producido por la misma compañía responsable de la exitosa serie dedicada al Argo / Yamato y deudora en gran medida de ésta. Sin embargo, sólo en fechas relativamente recientes pude conocer algo más del que quizá es el más popular de la vistosa galería de personajes creada por Matsumoto: el capitán Harlock. El visionado hace unos años de Harlock Saga me permitió acercarme al taciturno corsario cósmico y esperar como agua de mayo el estreno en España de este filme.
Capitán Harlock combina tres elementos atractivos: la epopeya espacial, el romanticismo de una piratería idealizada y el determinismo de la mitología nórdica. Una humanidad que, como en los relatos de Asimov, ha trascendido las barreras de su planeta natal para colonizar el universo. Una expansión que ha llevado a la especie a un punto muerto en el que la posibilidad del retorno a la Tierra se ha convertido en una meta utópica. Un héroe solitario de misterioso pasado que se alza solitario frente a enemigos de número y recursos ilimitados. Puede que en el filme algunos aspectos como el plan primordial de Harlock para recuperar la Tierra adolezcan de cierta inconsistencia. Sin embargo, todo queda compensado por el carismático atractivo del personaje y el halo de misterio que le envuelve. El aspecto diseñado originalmente por don Leiji queda espectacular en esta nueva versión animada (y no digamos en tres dimensiones). La nueva y más tenebrosa Arcadia realza el oscuro y funesto hado del componente nórdico. Las etéreas féminas de casa Matsumoto tienen su representación en la misteriosa Mime. La nave y su capitán; el capitán y su nave. Que es su barco su tesoro, que es su dios la libertad. Harlock como un campeón eterno en un universo sin fin.
En mi opinión, la película es una buena carta de presentación del universo de Harlock y una de las mejores adaptaciones para la gran pantalla de un manga / anime de los últimos tiempos. Después de la decepción que supuso Space Cruiser Yamato y antes del desastre de Leyendas del Santuario, es bueno comprobar que hay una cinta que se acerca a la alta cota de la película dedicada a Kenshin Himura.
Vi la película en Sitges 2013 y la impresión que me quedó es que visualmente la película es impresionante y fascinante pero argumentalmente flojeaba por varios motivos, incluyendo la mencionada falta de protagonismo del personaje titular. Aunque para mi lo más grave era el retrato que hace de Harlock que es presentado poco más que como un psicópata capaz de destruir un planeta por una cuestión política. Ese no es el luchador por la libertad que recordaba de mi infancia.
Por cierto, excelente artículo
Sin duda algun siempre e pensado que Harlock menos en la Arcadia de mi juventud es un gran secundario de sus propias series,siempre dejando que otros personajes centren la atencion del expectador hasta que llega un momento en el que el se hace protagonista,incluso cuando el no aparece su presencia esta hay….es una de esas cosas que hacen que el personaje del capitan sea iconico,una leyenda,el esta hay,incluso en Space Battleship Yamato esperas que aparezca en cualquier momento.
En la nueva pelicula se sigue insistiendo en ese punto,siendo un secundario de la cual su presencia esta en cada minuto de la pelicula,no esta mal,pero no es el harlock que uno esta acostumbrado.
Concuerdo con billyboy. La sombra de Harlock siempre está presente, guiando y enseñado al resto de personajes. Incluso en Cosmowarrior Zero, Harlock, y la Arcadia, por supuesto. Aunque salen poco, lo notas. No te importa estar viendo las aventuras de otros, porque sabes que está ahí.
La última pelicula es Harlock. Tiene batallas espaciales donde nadie puede toserle a la Arcadia, tienes GRANDES frases y momentos. Pero echas de menos ese harlock distante, ese harlock melancólico. Echo más en falta ese aroma al espíritu original del Capitán que los huecos y fallos del guión.
Muy buen artículo de esta magnifica saga, pese a las Matsumotadas. Añado que también existe otra serie creo queno editada en España llamada Galaxy Railways,la cual cuenta como Harlock acaba trabajando para los ferrocarriles espaciales, completaria supongo el periodo desconocido de su adoslescencia mas alla de series anteriores. Vi la pelicula y no me gustó, esperaba ver Mazonas, a Toshiro, Raflexia, Emeraldas u otros personajes de algunas de las sagas sobre todo la de 1978, supongo que Final Fantasy hizo mucho daño, a ver si sacan algo más parecido a pasadas adaptaciones para los fans.
Saludos
pd: Añado el opening https://www.youtube.com/watch?v=IrHRhfw-XhA
Galaxy Railways forma parte del Leijiverso pero Harlock solo sale como guiño en una carta de la baraja. No caigo si era el rey o joker. La historia esta protagonizada por personajes nuevos.
Vaya críticas de andar por casa que os habéis marcado. Mi chihuaca o mi yorsais lo hubieran hecho mejor. Tiene un léxico más rico y un criterio inteligente. Os deseo un criterio parecido al de mi yorsais, parece más inteligente que vosotros y con lo de la mermelada y Ricky Martin siempre atiende a razones. Grasias de antebraso.
JH no es la primera vez que faltas el respeto al trabajo de alguno de mis compañeros. A la próxima estás fuera. Estas avisado.