The United States of Murder Inc. #1-6

 

Edición original: The United Sates of Murder Inc. #1-6 (Marvel Comics/Icon).
Guión: Brian Michael Bendis.
Dibujo: Michael Avon Oeming.
Color: Taki Soma.
Formato: Comic book.
Precio: $3.99.

 

En el año 2000 la industria del cómic norteamericano perdió a una de las editoriales más interesantes de los años 90. Gary Reed, el dueño de una cadena de librerías, había fundado en 1989 la editorial Caliber Press con series como Baker Street (donde un primerizo Guy Davis se dio a conocer) y la conocida El Cuervo. El notable éxito de esos cómics, sobre todo el de la obra de James O’Barr, posibilitó expandirse hacia otros géneros y atraer a nuevos autores. Mike Allred, Phil Hester, Patrick Zircher, Stuart Immonen, Ed Brubaker, Michael Lark… Muchos autores hoy consagrados empezaron en Caliber. La editorial no hacía más que crecer gracias a su interesante catálogo y su apuesta por crear una comunidad de autores que colaboraran entre ellos. A mediados de los noventa la expansión continuó con una nueva generación de autores compuesta por nombres como Mike Carey, David Mack, Michael Gaydos, Marc Andreyko… y Brian Michael Bendis.

Bendis era un recién llegado amante de la Marvel clásica y autores como Jack Kirby, John Romita Sr. y Klaus Janson. Pero su mayor pasión eran y son las historias de género negro. Jim Steranko y José Muñoz le descubrieron las novelas de Jim Thompson y Dashiel Hammet, y el documental Visions of Light terminó de cimentar su amor hacia las historias noir. El joven Bendis tenía claro desde muy pequeño que quería hacer sus propios cómics, pero le faltaban los medios y la experiencia. Los primeros años de su carrera los dedicó como caricaturista en periódicos locales y fiestas de cumpleaños. Con Caliber Press alcanzó, finalmente, su ansiado sueño de escribir y dibujar sus propios cómics. Ilustró guiones de autores como Warren Ellis y conoció a futuros amigos y colaboradores como Andreyko, Mack y Gaydos. Gracias a Caliber, Bendis y sus colegas aprendieron juntos el arte de hacer cómics. El futuro guionista de los X-Men empezó a trabajar en una serie de cómics noir en la editorial, de los cuales Fire, Jinx y A.K.A. Goldfish son los más conocidos. En 1996 Bendis se mudó a Image Comics, donde llamó la atención de Todd McFarlane, quien le propuso trabajar en un cómic policíaco dentro del universo de Spawn. Las personalidades más importantes de la industria se empezaban a fijar en él. David Mack introdujo a Bendis en Marvel cuando al mismo tiempo Bill Jemas buscaba un guionista para una serie de Spider-Man. El resto es historia.

Michael Avon Oeming entintaba cómics cuando era solo un chaval de catorce años. Sus maestros eran Neil Vokes y Adam Hughes y con ayuda de ambos encontró trabajo en Marvel como entintador y en DC como dibujante. Sin embargo, en mitad del crash de los 90 se interesó por los cómics creator-owned y publicó sus propios cómics en Image y Caliber. Se vio forzado a trabajar como guardia de seguridad durante las noches debido a los graves problemas económicos que atravesaba el sector, pero eso no mermó su determinación. En Caliber conoció a un joven autor llamado Brian Bendis con el que pronto forjó una duradera amistad. Ambos autores se prometieron trabajar juntos en un proyecto que se materializó en la forma de Powers. El proyecto fue un éxito absoluto que ganó el premio Eisner a la mejor nueva serie. Desde entonces Oeming ha escrito y dibujado multitud de cómics en diferentes editoriales. Tantos proyectos le han pasado factura a Powers, cuyo ritmo de publicación no ha hecho más que decrecer en los últimos años. Pero el caso más sangrante es el de Bendis, que se ha centrado en los últimos diez años en el ámbito de los superhéroes casi por completo.

The United States of Murder Inc. es el regreso de Brian Bendis al género donde aprendió a contar historias. Han pasado diez años desde la última vez que trabajó en un cómic de género negro puro y duro, sin superhéroes de por medio. Por si fuera poco, éste estuvo a punto de ser el primer cómic de Bendis fuera de Marvel, algo que no ha pasado desde 2004, cuando firmó contrato de exclusividad. El guionista se planteó publicarlo en Image o Dark Horse, pero finalmente se decantó por el sello Icon, propiedad de Marvel y hogar de Powers desde, por supuesto, 2004. Escritor y dibujante consideran que en Icon se encuentra su público más fiel; desde luego, si hay un nombre al que poder asociar con el sello editorial es el de Bendis y Oeming. Claro que quizá cometieron un error. No solo por el poco peso de Icon en el mercado, sino también porque The United States of Murder Inc. pretende alejarse de propuestas como Powers o la recomendable Takio. Es un cómic heredero de la etapa de ambos en Caliber Press.

La Mafia nunca murió. Cuando el gobierno federal actuó en su contra, las familias más poderosas se rebelaron contra el sistema y le declararon la guerra al presidente. Pocos podían imaginar que el crimen organizado se había enraizado en la sociedad de tal manera que los supuestos gobernantes poco podían hacer frente al poderío de los mafiosos. Lo inimaginable sucedió y el gobierno cedió un trozo del país a las cinco familias que pretendía erradicar. Desde aquel fatídico día el crimen actúa con total impunidad y sin control en la zona que le fue concedida. En este contexto nace Valentine Gallo, hijo y nieto de reputados criminales. Gracias a su estatus consigue alcanzar su sueño más preciado, que es formar parte de una de las cinco familias que controlan el territorio. Para su primera misión como miembro oficial cuenta con la ayuda de Jagger Rose, una experimentada sicaria. Pero el joven Valentine ignora cómo es el verdadero mundo donde se ha criado. Todo es una mentira.

En The Unites States of Murder Inc. apenas hay personaje que esté libre de pecado; todos suelen ser unos auténticos canallas y narcisistas. Y Bendis y Oeming disfrutan creando un mundo donde el crimen es la ley y las malas personan lo gobiernan. A medida que avanza la historia dan forma a una país donde los hombres de negocios, las gabardinas, las armas de fuego, los bares repletos de maleantes, los encuentros secretos en callejones y otras muchas características clásicas del género negro son el pan de cada día. Desde la primera página el guionista se esmera en presentar este negro mundo de forma orgánica y a través de los ojos del protagonista. Bendis dosifica con inteligencia la información durante los primeros tramos, mostrando retazos de una sociedad fascinante y repleta de posibilidades.

Una de las críticas que se suele achacar al guionista es el uso de una formula muy predecible a la hora de establecer el ritmo y los diálogos de sus cómics, en ocasiones impropio de los personajes de Marvel. Incluso Powers no se libra completamente de los vicios de Bendis. Esto cambia en The United States of Murder. Poco hay del escritor de Guardianes de la Galaxia y los X-Men; en su lugar tenemos al escritor de Jinx y Torso. Pero no el de Powers, porque guionista y dibujante se han propuesto trabajar de forma diferente a su serie de policías y superhéroes. Los diálogos marca de la casa se mantienen, pero en esta ocasión Bendis presta atención, se contiene cuando es necesario y evita caer en sus peores tics. Lo mismo puede decirse del ritmo, mucho mejor medido y calculado que en los trabajos más comerciales del escritor y que recuerda una vez más a aquella joven promesa que se ganó a la critica a finales de los noventa. Los acontecimientos se van sucediendo sin descanso y en cada episodio se introducen nuevos personajes hasta el punto de que resulta difícil seguir la narración en escenas puntuales. Y en medio de todo el caos existen tres personajes que se ganan la simpatía del lector: el joven Valentine, cuya ingenuidad se verá hecha añicos al final del último episodio; Madonna Gallo, madre del protagonista, que oculta una enorme preocupación por su hijo; y Jagger Rose, la “guardaespaldas” de Valentine y la persona más molona de todo el cómic.

¿Y qué decir de Oeming? El dibujante, en plena forma, realiza el que quizá sea su mejor trabajo hasta la fecha. A lo largo de los años ha ido puliendo su personal estilo de dibujo y aquí se desata. Una vez más da lecciones de cómo contar una historia, sus lápices están cargados de personalidad, y son pocos los artistas que puedan rivalizar con él a la hora de crear una atmósfera tan cautivadora y oscura. El único punto flaco de Oeming lo contienen las escenas de acción, cuyas perspectivas resultan en ocasiones forzadas y complica seguir la acción. En esta ocasión se prescinde de Nick Filardi, colorista habitual de Oeming en Icon, en favor de Taki Soma (esposa del dibujante, por cierto), quien aplica una paleta de colores muy especial. Tomando nota del género del Neo Noir, la colorista se propuso trabajar solo con los colores primarios y en cada página busca crear contrastes. Para tal tarea se asignó otro reto: colorear cada escena con el menor número de colores posibles. Por lo general cada escena cuenta con solo dos tonalidades, pero, cuando lo considera necesario, rompe sus propias reglas. El resultado habla por sí mismo.

The United States of Murder Inc. es el cómic resultado de tres creadores en perfecta sintonía. Es el cómic de un Bendis que jamás debió abandonar el género que lo vio crecer como autor y nos recuerda que es capaz de algo más que superheroes. Es el cómic de un Oeming en estado de gracia, apabullante, muy lejos del novato que empezara en editoriales menores, y con un exquisito coloreado cortesía de Taki Soma. Es uno de los mejores cómics de Marvel y una lectura adictiva.