Ultrón. El robot genocida enemigo de los Vengadores

Quereis proteger el mundo, pero no quereis que cambie. Sois marionetas enrededadas en vuestros hilos. Ahora soy libre.Por fin, he roto mis hilos.

Ultrón dixit

La fecha de estreno de la esperada secuela de los Vengadores se acerca. El acontecimiento cinematográfico más importante del año para los aficionados al cómic se presenta con los protagonistas de la primera cinta más unas refrescantes adiciones para seguir aumentando la leyenda. Nuevos personajes como la Bruja Escarlata, Mercurio o la Visión están preparados para debutar en la pantalla grande, amén del villano de la cinta, uno de los aspectos en los que Marvel Studios debe trabajar para mejor ya que, exceptuando Loki, han pasado con más pena que gloria. El elegido es uno de los antagonistas más representativos de los héroes más poderosos de la Tierra, Ultrón, el robot genocida. Esta creación de Roy Thomas en los años sesenta no ha tenido una presencia abusiva en viñetas pero cada una de sus apariciones ha sido lo suficientemente relevante para que haya calado como uno de los grandes enemigos de los Vengadores. Su deseo destructivo, su constante evolución con numerosas encarnaciones y su complicada programación, que le ha llevado a tener variaciones en su manera de actuar, lo hacen un personaje muy atractivo para trasladar a la gran pantalla. Joss Whedon se encuentra en la complicada tesitura de vencer y convencer ante las grandes expectativas creadas y la recreación del robótico villano va a ser trascendental. Con la llegada del tercer trailer del film no se puede negar que el hype ha subido a niveles estratosféricos.

Como no podía ser de otra forma, la editorial se ha volcado con la ocasión y se ha preocupado de que tengamos Ultrón hasta en la sopa. Desde el anuncio de la nueva Novela Gráfica de Rick Remender y Jerome Opeña, hasta la presentación de números especiales a cargo de Al Ewing y Alan Davis, pasando por otorgarle todo un dominio en el campo de batalla que se está gestando con la llegada de las Secret Wars de Jonathan Hickman, se nos antoja como una necesaria celebración del personaje. Calentando motores ante el vendaval Ultrón que se nos viene encima creemos que es el momento ideal para ofrecerle una retrospectiva al robot genocida. Bienvenidos pues a la complicada psique de una inteligencia artificial asesina.

Bienvenidos a la Era de Ultrón.

La inteligencia artificial ha sido un tema que ha interesado bastante en el campo de la ciencia ficción. Organismos robóticos sobre los que volcar todas las inquietudes del género humano. En el campo literario nadie mejor que Isaac Assimov con su brillante “Yo, Robot” (1950) o la fantasía cyberpunk de Philip K. Dick “Sueñan los androides con ovejas eléctricas” (1968, más conocida por su celebérrima adaptación al cine llamada Blade Runner) son claros ejemplos de ese interés. En el cómic los diligentes robots eran habituales desde los tiempos de la Golden Age. El leído Roy Thomas, autor que saltó al noveno arte desde el campo académico, tuvo la brillante idea de trasladar el concepto de inteligencia artificial al nuevo panorama que se estaba gestando en Marvel Comics. A pesar de que sus primeras apariciones son de corte unidireccional, con la maldad por bandera, la propia capacidad sintiente del organismo sintético irá evolucionando con el tiempo. Pero no adelantemos acontecimientos y comencemos con la génesis editorial del personaje.

El nacimiento y desarrollo del robot genocida lo tenemos en las páginas de la colección de los Vengadores, de los que será una de las némesis fundamentales a lo largo del devenir del supergrupo. La idea se la debemos, como ya hemos comentado, a Roy Thomas, autor que recogió el testigo allá por 1967 en la serie de los héroes más poderosos de la Tierra de las manos de Stan Lee, uno de los padres del Universo Marvel. Lee, con el soporte gráfico de Jack Kirby y de Don Heck, había establecido las bases fundamentales del funcionamiento del equipo y el estilo de las aventuras que nuestros Avengers debían afrontar, al unirse ante peligros que por separado eran imposibles de solventar. El bueno de Roy asimiló rápidamente la dinámica de los vengadores, al ser seguidor indómito de la Liga de la Justicia de DC, y elevó la calidad de la cabecera hasta niveles bastante notables. Lo que necesitaba para obtener el reconocimiento necesario era tener un compañero en la parte artística lo suficientemente solvente para acometer la difícil empresa de convertir en mítica su andadura. John Buscema no podía responder mejor a esas exigencias pues es uno de los grandes artistas del comic-book americano. Su trabajo conjunto es uno de los hitos en la larga historia de la serie de los Vengadores, estando en todas las quinielas de las mejores etapas de la franquicia y, como tal, ya le dedicamos un profuso estudio a su altura.

En ese brillante periplo decidió revisar un concepto ya presentado y consolidado como era el de los Amos del Mal. Aquí sin el Barón Zemo, impulsor de la formación primigenia, introdujo un pequeño toque personal que ha tenido a la larga casi más vigencia e importancia que la formación de villanos. Todo comienza en Avengers#54 (fechado en 1968), donde la excelente portada de Buscema nos anuncia una nueva formación de los Amos del Mal, sin signo aparente de la llegada de Ultrón. Tenemos a los Vengadores titulares, Hank Pym, la Avispa, Ojo de Halcón y Pantera Negra en pleno proceso de prueba de un novedoso sistema de seguridad para la Mansión, cuartel general del grupo. Después de testar su correcto funcionamiento, avisan a un personaje fundamental en todo lo que atañe a la morada de los héroes, Edwin Jarvis, el célebre mayordomo de los Vengadores cedido por Tony Stark. Ponemos nuestro acento en Jarvis porque va a tener una importancia trascendental en la enrevesada trama que nos va a llevar a descubrir al misterioso líder de los villanos (por cierto, un personaje que está disfrutando de un pequeño renacer al ser parte relevante de la reciente serie Marvel sobre la Agente Carter). Pym en persona le enseña los trucos de la recién instalada seguridad pero el lector advierte que Edwin actúa de manera sospechosa. Seguimos sus pasos hasta un barrio de baja estofa para un encuentro en las sombras con los Amos del Mal. Es reclamado por el líder, alguien que se hace llamar Capucha Escarlata, sin identidad conocida, que había juntado a un puñado de renegados para sus malignos planes: Hombre Radioactivo, Fundidor, Klaw, Torbellino y Caballero Negro (Dane Whitman con el manto de su tío pero con actitudes bastante distintas, tal como Thomas enseguida se apresura a dejar claro). En esta reunión vemos al mayordomo vender por dinero los planos de la seguridad de la Mansión, una imagen muy alejada del servicial Jarvis. Esta acción tan ruin deja en una posición complicada a los Vengadores que van a ser derrotados uno a uno por los malvados Amos del Mal. Es en este momento cuando Capucha Escarlata hace su aparición vía televisiva para hacer alarde de su victoria, además de regalarnos su verdadera cara. En una maniobra extraña, tenemos dos Capuchas Escarlatas: el primero en quitarse la careta es un desconocido robot que asombra hasta sus propios esbirros; pero él no es el cerebro de la operación sino que el auténtico ideólogo e instigador de este ataque es Edwin Jarvis,¡¡ el mayor supervillano de todos!!

Con este gran cliffhanger acaba el #54 para adentrarnos en el siguiente número en los planes definitivos de los Amos del Mal. Con los Vengadores vencidos y apresados, Capucha Escarlata tiene previsto chantajear a las autoridades de Nueva York con una Bomba de Hidrógeno de gran poder destructivo. Por supuesto, entre sus objetivos está el de acabar con la vida de los héroes más poderosos del planeta, introducidos en las entrañas de la misma bomba. Con todo preparado, Thomas nos golpea con una nueva revelación: Capucha se descubre como el robot a quien vimos en el episodio anterior mientras que Jarvis había sido hipnotizado por el susodicho para actuar como un malvado y así desviar la atención. El buen mayordomo es apalizado por la inteligencia artificial y mandado abandonar a manos del Fundidor. Edwin consigue escapar muy magullado con la intención de avisar a posibles refuerzos. El Caballero Negro, que ya sabemos a ciencia cierta que es de los buenos, localiza al mayordomo, escucha su relato y acude en ayuda de los Vengadores para una lucha final contra Ultrón y sus esbirros. Los planes del antiguo Capucha Escarlata son desbaratados, la bomba inutilizada y el nombre de Jarvis limpio de toda mancha (necesitaba el dinero para ayudar a su madre enferma, con lo que consigue el perdón de los Vengadores). Una última viñeta nos muestra al vengativo robot profiriendo amenazas y dando a entender que todavía daría más guerra. Imponente el debut del robot que se hace llamar así mismo Ultrón-5.

Sobra decir que esta tímida introducción no nos podía dar todavía la auténtica medida del nuevo personaje, aspecto que se irá mejorando en sus siguientes apariciones. Pero antes un pequeño apunte con respecto a la creación de Ultrón. Para los menos conocedores de la trayectoria de los Vengadores, el mismo Thomas, en una de sus primeras aportaciones a la serie, utilizó en una saga con unos actores que algo nos recuerdan al robot genocida, Ultrana y los llamados ultroides, lo que nos obliga a conectarlo con Ultrón por la similitud de los nombres. En Avengers#36 los héroes más poderosos de la Tierra reciben la sorpresiva visita de la Bruja Escarlata para recabar ayuda en aras de salvar a su hermano Mercurio. La Avispa, el Capitán América, Goliat y Ojo de Halcón acuden prestos a Transia, lugar de nacimiento de los gemelos, para darse cuenta de que han caído en una trampa. La aparente figura de Wanda se transforma en Ultrana, un organismo artificial al servicio de una computadora extraterrestre llamada Ixar con el objetivo de apresar a los Avengers. Y no está sola, los llamados ultroides, extraterrestres utilizados como carne de cañón, luchan de forma aguerrida contra nuestros héroes. De hecho, ante el fracaso en su batalla con los terrestres, se produce una fusión entre la computadora y los ultroides, dando lugar al Superultroide. Sobra decir que al final el organismo alienígena fue derrotado (Avengers#37 ).

Es bien sabido que Roy Thomas era un apasionado de la continuidad y de los conceptos de la Golden Age. Rebuscando en el gran armario que supone Timely Comics (la precedente de Marvel) encuentra un personaje que va a estar muy relacionado con el recién presentado robot. Jack Kirby y Joe Simon habían introducido a un ser muy particular con orígenes extradimensionales en Marvel Mistery Comics#13 (fecha de portada 1940) llamado The Vision. Thomas lo tendría en cuenta para hacer una nueva actualización de ese personaje en las páginas de los Vengadores. De nuevo, el aporte de John Buscema va a ser fundamental al rediseñar a la misteriosa figura y ya desde la portentosa portada que nos anuncia su llegada hasta los cuidados interiores de Avengers#57 nos regala la icónica imagen de la Visión, versión Marvel actual. Comenzamos con el ataque a Janet Van Dyne por parte de esta nueva Visión, que, sin motivo aparente, deja de funcionar de manera sorpresiva. Hank Pym como Goliat había acudido en auxilio de la Avispa pero se encuentra con el asaltante ya vencido. Toca llevarlo a la Mansión para analizarlo, dando un inquietante resultado: es un ser humano con órganos sintéticos, un sintezoide, término registrado por el Dr. Pym. El androide despierta para proseguir su misión solo que se ve asaltado por dudas y las deja patente al grupo de Vengadores cuando comienza a recordar sus orígenes. Fue creado por el malvado Ultrón-5 con la directriz de acabar con las vidas de los Avengers pero ahora se muestra en paz con los mismos. Decide unirse al grupo para dar cuenta de la amenaza de un Ultrón que, a distancia, ha sido consciente de la traición del sintezoide. En la guarida del robot genocida se da el enfrentamiento final, siendo la lucha entre el androide y su creador el clímax del número. Ultrón es reducido a una masa de amasijos y la Visión será aceptado como miembro de los héroes más poderosos de la Tierra. Un epílogo final de Thomas, donde mezcla el poema de Ozymandias de Percy Bysshe Shelley con el juego de un despreocupado niño con una cabeza artificial, nos deja la puerta abierta al regreso del villano.

Parece mentira pero la historia del origen de Ultrón se haría esperar hasta Avengers#58 (el mítico “Hasta un androide puede llorar” ). Aquí tenemos a la Visión pasando su examen de ingreso en los Vengadores cuando ahonda en sus recuerdos para dar más información del que fue su creador (entre ellos, que posee las pautas cerebrales del entonces difunto Hombre Maravilla). Este hecho hace que Hank Pym también rebusque en su memoria, sepultada de forma inesperada en unas misteriosas sombras. El grupo acude hasta la morada particular de Goliat y allí utiliza un aparato para bucear en recuerdos perdidos. Tenemos, ahora sí, la imagen completa del nacimiento del primer ejemplar de vida sintética creado por Henry Pym, Ultrón-1. Forjado gracias a la ayuda el Hombre Dragón, otro androide con el que el doctor pudo trabajar, el robot adquiere consciencia propia y reconoce a Pym como su “padre”. Pronto su sistema evoluciona hacia una forma de vida con entidad propia, derivando sus “emociones” hacia al “padre” como un complejo de Edipo de manual. Esto supone que Ultrón-1 ataca a Hank para intentar acabar con su vida, cosa que no conseguirá al adoptar el vengador la forma de Goliat para resistir el envite. El primigenio robot consigue huir de la escena no sin antes hacer olvidar el incidente al doctor, quedando todo el desaguisado como un accidente de laboratorio. Hasta ese momento los recuerdos de Goliat se habían perdido; ahora, tristemente, conocemos la verdad.

Así pues, tenemos un ciclo donde Roy Thomas establece el origen y las motivaciones iniciales del robot genocida, primero en una arcaica forma Ultrón-1 para luego ir evolucionando hasta su imagen casi definitiva en Ultrón-5, apariencia que tomó en su primera aparición como Capucha Escarlata. El guionista también se preocupó de introducir una complicada relación creador-creación con la figura de la Visión, el androide vengador, un personaje tremendamente apreciado por el aficionado. Thomas todavía utilizaría a Ultrón una vez más antes de dejarlo en manos del resto de autores que circulaban por el bullpen de Marvel, añadiendo además una característica definitoria de su estructura.

Avengers#66, todavía en manos de Roy Thomas solo que acompañado en el dibujo por Barry Smith (deudor del mejor estilo de Kirby de la época), representa la vuelta de la inteligencia artificial a dar nuevos quebraderos de cabeza. Vemos a los Vengadores bregar con un novedoso material aparentemente irrompible en el Helitransporte de S.H.I.E.L.D., al que los poderes de los héroes no parecen afectarle. Se encuentra con ellos el Doctor MacLain, máxima autoridad en adamantium, el susodicho metal (es el debut en viñetas de esta aleación muy popular en el Universo Marvel). Por otro lado, la Visión comienza a tener un extraño comportamiento que da como resultado su desaparición de la escena. Esa actitud va seguida de una vuelta al centro de mando de la organización espía para atacar a sus tripulantes. El androide tiene una misión y está dispuesto a todo por cumplirla: robar el preciado metal. Ni corto ni perezoso se persona en la Mansión para luchar contra sus compañeros, maniobra de distracción mientras que se estaba gestando la nueva versión de Ultrón, recubierto de impenetrable adamantium, Ultrón-6. Tenemos al robot genocida de nuevo más mortífero que nunca plantando dura batalla a los Avengers. Sabemos ahora que la Visión recogió su cabeza extraviada en su última lucha y se ha encargado de darle un cuerpo nuevo (mitad torso robótico, mitad artefacto aerorepulsor). ¿La razón de tal villanía? Pues para el androide todavía es su creador y tiene una mezcla de pensamientos encontrados ( luego sabremos que es algo llamado Imperativo Ultrón, un aspecto de la programación que obliga a sus creaciones la puesta en funcionamiento de la inteligencia artificial). Afortunadamente, reacciona y se pone de parte de los héroes para enfrentarse a esta nueva versión de Ultrón recubierta de adamantium. Efectivos de S.H.I.E.L.D. y los Vengadores intentan detener al robot pero será el sintezoide el que tenga la clave para atravesar el irrompible metal. De un desvanecido androide por la lucha con Ultrón tiene que extraer el doctor Pym el nombre del aparato salvador: el llamado Reordenador Molecular. El primer paso es ponerse en contacto con la máxima autoridad en adamantium, el doctor MacLain y éste les da una mala noticia. El Reordenador fue robado y probablemente esté incorporado en el cuerpo de Ultrón. Toca maniobra de inteligencia para salvar los muebles.

El robot genocida es sabedor de que el experto en metal puede ser su perdición por lo que los Vengadores preparan una treta: lo exponen en las Naciones Unidas, seguros de que Ultrón acudirá a por él. Están en lo cierto pues la inteligencia artificial apresa al científico de S.H.I.E.L.D con el objetivo de conseguir todos sus conocimientos, extrayéndoselos directamente de su cerebro. Además, deja atrás su personalidad de Ultrón-6 para pasar a llamarse el Ultrón Definitivo. Lo que no puede imaginar es que ha cometido un tremendo error, pues Hank Pym había suplantado a MacLain, implantando en su mente una única directriz que vuelve loco al robot: “no matarás”. Mientras que Ultrón intenta hacer una última maniobra, los Vengadores lo apresan en un prisma especial (del que no poseemos más información) para que quede bien cerrada la trama ( Avengers#67-68; apuntar que este último número está dibujado por Sal Buscema).

Roy Thomas, el creador del personaje, deja al robot genocida como un enemigo temible, de primer nivel, de aquellos que pueden poner en graves aprietos a personajes tan poderosos como los Vengadores. Será cuestión de tiempo el que los restantes guionistas se den cuenta del gran potencial de Ultrón, apareciendo como villano en diversas cabeceras y mejorando en cada nueva encarnación. Pues para la inteligencia artificial solo existe un objetivo y pondrá todas sus capacidades en ello.

Dejamos a Ultrón a en el año 1969, con su aparición en los Vengadores de Thomas, y no sería hasta el año el año 1974 (fechas de portada) cuando volviéramos a saber de nuestro robot protagonista. En Avengers#127, escrito por Steve Englehart, asistimos a los preparativos de la Boda del Año, el enlace entre Mercurio y Crystal. En la Attilan de los Inhumanos se organiza una revuelta auspiciada por los Alfas primitivos, una maniobra de distracción que le sirve a Ultrón para secuestrar nada menos que a la novia, un renovado Ultrón-7 surgido como cual ave fénix de sus cenizas. Por supuesto, su objetivo es obtener la ansiada revancha contra sus enemigos naturales, los Avengers. Saltamos a Fantastic Four#150, guionizado por Gerry Conway, donde se pondrá fin a esta trama. Ahora sabemos que fue Maximus el Loco el encargado de volver a ensamblarlo y estaba infiltrado en los fastos ceremoniales. Tras descubrirse se dispone presto a destruir las mentes de Vengadores y 4 Fantásticos con un aparato fabricado por el hermano de Rayo Negro. Es aquí cuando hace su aparición el salvador de la situación, el pequeño Franklin Richards, en coma desde que tuvo un desdichado encuentro con Annihilus. El primogénito de los Richards despierta de su sueño inducido y consigue destruir al malvado robot, consiguiendo volver el panorama a la normalidad. Así que tenemos a los héroes en perfecto estado para asistir al enlace del mutante y la inhumana.

Después de este breve paso por territorio de los 4F, Ultrón sigue firmemente enclavado en el ámbito vengador. Así lo veremos en una destacada trama en la época de Jim Shooter y George Pérez en la colección. La alineación titular entonces, Bruja Escarlata, Visión, Iron Man, Capitán América, Bestia y Pantera Negra se encuentran en la Mansión agasajando al retornado a la vida Hombre Maravilla cuando sin previo aviso se presenta Hank Pym ataviado como el Hombre Hormiga pensando en la formación fundadora (Hulk, Thor, Avispa, Hombre de Hierro y él mismo). Algo debe ir muy mal cuando no reconoce a la mayoría de los allí presentes y lanza un ataque con su ejército de hormigas. Gracias a la entrada de la Avispa en acción Pym es reducido. Janet tiene la difícil papeleta de explicar el anómalo comportamiento de su marido. Al parecer, su trabajo e investigaciones no estaban yendo todo lo bien que Henry esperaba lo que le estaba generando una actitud de frustración e insatisfacción que acabaría alterando el comportamiento normal del buen doctor. Y la gota que pareció colmar el vaso fue un aparatoso accidente que borró la memoria de Hank desde los tiempos que era Hombre Hormiga. De ahí su aparición en la mansión de los Vengadores. Toca recuperar los recuerdos del viejo compañero mediante el Estimulador Memorístico (será por aparatos ….).

La Avispa se retira al hogar conyugal cuando observamos sobresaltados su rostro imbuido de horror. Alguien se dispone a atacarla. Mientras en el cuartel general vengador, Tony Stark continúa su trabajo de recuperación mental solo interrumpido por la llegada del más temido robot, Ultrón-8. Sabemos que tras su destrucción en Attilan fue reconstruido por unos siervos preparados con antelación en caso de fracaso en sus planes, declarándose así mismo inmortal. Esta nueva versión parece si cabe todavía más poderosa que las anteriores por lo que los Vengadores sufren en sus carnes los inclementes ataques. Solo la Bruja Escarlata, al dominar la magia del caos que Ultrón es incapaz de anticipar, supone algo de resistencia aunque termina siendo vencida al igual que sus colegas vengadores. El robot genocida apresa a Hank Pym, para el que tiene planes específicos, y abandona el desolado lugar ( Avengers#161 ).

Estamos prestos a descubrir el milimétrico plan que ha trazado Ultrón para conseguir una compañera sentimental. Lo primero es despertar a un confundido doctor Pym al que engaña diciéndole que fue traicionado por los Vengadores y que su mujer está a punto de morir. Solo traspasando sus pautas cerebrales a otro organismo robótico tendrán el tiempo suficiente para salvar la vida de la Avispa. El Hombre Hormiga, llevado por los impulsos de ayudar al ser querido, acepta el razonamiento de Ultrón por lo que aplica todos sus conocimientos de biofísico para comenzar el proceso. Mientras que Hank piensa estar haciendo lo correcto asistimos a la traslación del cerebro de Janet a su nuevo emplazamiento robótico, sin ser consciente de que eso conlleva la muerte física para ella. Por otro lado, los Vengadores, con un Thor retornado al maltrecho equipo, no han parado de buscar el escondite de la inteligencia artificial. Serán las hormigas, que tan leales son al doctor Pym, las que den con la base donde se está llevando a cabo tan descabellado proyecto. Con Pantera Negra, Iron Man, Wonder Man y el Dios del Trueno como únicos efectivos se da el cara a cara con Ultrón, contando con un Hombre Hormiga totalmente entregado a los propósitos de su robótica creación. La pelea es dura, el envite violento, pero todo acaba cuando Stark utiliza una argucia que nos adelanta las nuevas capacidades del robot genocida. A medias del proyecto de traspaso de la conciencia de Janet al recipiente artificial, Iron Man amenaza con destruir a la robótica mujer. Ultrón entra en cólera, no puede soportar ver el aciago destino de su compañera por lo que duda y decide abandonar el lugar. Queda interrumpir el proceso, limpiar la mente del confundido Henry Pym y aparentemente se olvida la figura metálica femenina ( Avengers#162 ).

Continuamos con la etapa Shooter-Pérez en la cabecera pero avanzamos hasta Avengers#170 donde Yocasta, nombre del robot femenino creado por Ultrón, se despierta llamada por su creador. Obviamente esto genera un conflicto con los héroes más poderosos de la Tierra, pero no será hasta Avengers#171 cuando veamos al robot genocida en acción. Iron Man rastrea las energías de la mujer robot para acabar recalando en un convento cristiano. Allí se halla plácidamente Ultrón con las mismas ansias dañinas de siempre solo que ahora comunica a sus rivales que quedaron algunas pautas cerebrales de la Avispa en Yocasta por lo que ya tiene su compañera ideal. La lucha con los Vengadores no será nada comparado con el descubrir que su amada tiene sentimientos y pensamientos que divergen de lo que él programó. Esto les da el tiempo suficiente a los héroes para poder contraatacar y eliminar la amenaza de Ultrón de manera momentánea.

Hemos visto que Ultrón es una inteligencia artificial con un desarrollo complejo, más allá de sus deseos destructivos. Esta especie de necesidad de trascender le viene dada porque sus pensamientos están directamente tomados de su creador, el Doctor Hank Pym. Después de la Visión, al que creó con el objetivo de matar a los Vengadores, su siguiente paso lógico era forjarse una compañera de correrías, aunque los pensamientos de la Avispa lleven a Yocasta hacia otros derroteros (esa buena senda le granjeó ser parte de los Vengadores). Y ésta no será su última obra pues no se puede negar que el robot genocida ha creado un auténtico clan… pero para explicar esto debemos esperar a que nuestro relato esté más avanzado.

El robot asesino siempre tiene un plan de contingencia, por eso se califica a sí mismo de eterno. Una buena demostración la tenemos en Avengers#202, a cargo de David Michelinie y George Pérez, donde volverá a alzarse con una nueva encarnación. Lo primero es que se da la alerta en las empresas de Stark al producirse un robo del preciado adamantium, al mismo tiempo que en el laboratorio de Hank Pym desparece un prototipo de robot. Todas las miradas apuntan a un viejo conocido de los Vengadores. Descubrimos una nueva versión del enemigo de los héroes, Ultrón-9, mientras observamos el proceder de la inteligencia artificial. Resulta que en su último encuentro hipnotizó a Iron Man de forma subliminal para que reconstruyera su cuerpo físico. De nuevo en circulación, vuelve a activar a Yocasta con la importante directriz de secuestrar a la Bruja Escarlata para traerla a su guarida, donde tiene bajo su influencia a Tony Stark. Lo que no puede esperar el villano es la sorpresa de que hay una infiltrada. La Avispa se había escondido en un guante de la Bruja lo que otorga el tiempo suficiente para que el Hombre de Hierro recupere la consciencia, moento ideal para dar el pistoletazo de salida a la lucha con el resto del equipo. Ultrón es derrotado al verter un tanque de adamantium sobre su cuerpo (¡Lobezno, no fuiste el primero!), por lo queda aparentemente desmantelado.

El adamantium es un elemento natural para el robot por lo que se debía prever su vuelta más tarde o más temprano. Ésta se produce como parte del elenco invitado de Marvel Two-in-One, la serie en la que la Cosa de los 4 Fantásticos compartía escenario con otros integrantes del Universo Marvel. En este caso, Ultron-10, todavía operativo, manda reclamos mentales a su compañera Yocasta para que ésta le dé una nueva oportunidad de seguir guerreando. La mujer robot accede a reconstruirlo pero se niega a seguir sus designios. Esto provoca un conflicto entre ambos, además de implicar al Hombre Máquina, compañero de Yocasta. Ultrón deja fuera de combate a ambos pero no contaba con la aparición de Ben Grimm. Éste es hipnotizado por el robot genocida por lo que la Cosa pasa a estar controlada por Ultrón, con el primer objetivo de acabar con el Hombre Máquina. El villano tiene planes de conquista, como siempre, por lo que le encarga a Grimm lo necesario para conseguir el material pertinente para crear un ejército de “ultrones”. Es importante el papel de Yocasta, cuyo sacrificio provoca que la Cosa se libere de su influjo, y junto al Hombre Máquina, den por destruido al malvado robot genocida. En esta saga de dos números, Marvel Two-in-One#92-93 (fecha de portada 1982), Tom DeFalco y Ron Wilson no pretendían elevar el mito de Ultrón hacía insospechados territorios sino dar nuevos elementos con los que divertir en los constantes team ups de la Cosa.

La siguiente aparición de nuestro villano protagonista la tenemos en las legendarias y primigenias Secret Wars. Nos ponemos en situación. En 1984 el máximo mandatario editorial, Jim Shooter, se propuso dar salida a una maxi serie, en cuyo origen estaba el trato entre la empresa juguetera Mattel y la Casa de las Ideas, en la que héroes y villanos se ven trasladados a un mundo perdido, creado ex profeso por un ente superpoderoso en una galaxia lejana, para luchar entre ellos. Tratamiento simple como pocos para tener una gran cantidad de personajes en un mismo cómic con el objetivo de promocionar la salida de muñecos articulados. Entre todos los malvados seleccionados, Shooter pensó en recuperar la figura de Ultrón, no operativo desde su última intervención. El Todopoderoso, ente dimensional encargado de montar todo el tinglado, reconstruye el robot genocida como Ultrón-11, diseñado para la ocasión por el dibujante oficial de la serie, Mike Zeck. Los villanos aparecen todos juntos en una misma nave, bastante desorientados, rumbo al mundo de batalla, y rápidamente nos damos cuenta que son un grupo con poca empatía entre sus integrantes. Ultrón no entiende lo que está ocurriendo pero su propósito es destruir y ejecutar por lo que se dedica a atacar al resto de malvados. El brillante Doctor Muerte utiliza al Hombre Molécula para desestabilizar al robot que acaba cara a cara con el imponente Galactus. Para un ente cósmico primigenio como el Devorador de Mundos Ultrón no es más que un engorro, una simple molestia, por lo que lo deja inactivo con un simple movimiento de dedos. Fin de camino para el robot genocida antes de que comiencen las Guerras Secretas.

En realidad, fin para Ultrón como organismo autónomo porque uno de los protagonistas fundamentales de la maxi serie, el Dr. Doom, lo reconstruye como su guardaespaldas particular, suficiente coacción para que el resto de villanos acepten los designios de Victor von Muerte. Sus breves momentos están supeditados a las órdenes de su reconstructor. Se enfrentará de forma cruenta al Capitán América y a la Antorcha Humana, que tuvo que llegar hasta su estadio de Nova para freír al robot genocida. Aún tendría una nueva oportunidad pues sería recreado en la parte final del enfrentamiento entre los héroes y el poderoso Doctor Muerte, dejando al bueno de Hulk lisiado en una pierna en un desesperado ataque (consecuencia que el lector regular del Incredible Hulk de Bill Mantlo no sabría hasta el fin de la saga). Menos mal que la Avispa supo utilizar su tamaño para introducirse en el robot y acto seguido desmantelarlo desde el interior. Ahora sí, fin de camino en Secret Wars para Ultrón.

De aquel mundo de batalla del Todopoderoso salieron casi todos indemnes. Solo la Cosa, que en este planeta podía controlar sus transformaciones, decide quedarse una temporada rondando por allí para intentar comprenderse mejor así mismo. John Byrne se dedicó a contarnos las aventuras y desventuras de Ben Grimm por Battleworld, llegando a encontrar la cabeza de Ultrón.

No sabemos si fue la Cosa la que trajo de vuelta a la Tierra la cabeza del robot (aunque queda claro en The Thing#21-22 que se dio por pérdida). De forma sorpresiva entonces, somos testigos del enésimo despertar de una renovada encarnación de Ultrón, además con lio de versiones de por medio. Empecemos por decir que Steve Englehart se hace cargo de la segunda serie limitada de la Visión y la Bruja Escarlata, a la vez que tiene luz verde para empezar otra colección con un nuevo grupo vengador en 1985 después de la buena recepción de la serie limitada West Coast Avengers, escrita por Roger Stern. Prepara un crossover entre ambas cabeceras con el enfrentamiento de los héroes contra la Legión Letal compuesta por Goliat, el Hombre Mono, el Segador, Nekra, Garra Negra y el flamante Ultrón-12. Todo un conglomerado de variados enemigos con el que el bisoño equipo de vengadores asentado en Los Ángeles tendrá que batallar, destacando las espinosas cuestiones familiares al estar implicados los hermanos Williams (Simon en forma de Wonder Man y Eric como el Segador) y la Visión junto a su creador. Tras la esperada derrota del grupo de villanos, el robot tuvo un cambio de actitud que choca con el desarrollo de su programación. Comenzó a reconsiderar sus intentos destructivos y aniquiladores, alejándose de ellos para acercarse a su “padre”, Hank Pym. Así lo tendremos como secundario en la cabecera Vengadores Costa Oeste en un intento de encauzar su camino. Pero la redención no es un camino de rosas. En West Coast Avengers#7 reaparece Ultrón-11 (sin explicación viable, no la busquen), totalmente malvado, y termina destruyendo la versión 12, que intentaba transitar por sendas mejor avenidas junto al doctor Pym. El Hombre Maravilla tuvo que aplicarse a fondo para inhabilitar a la encarnación malvada de esta pareja de “ultrones”.

Con este lio de numeraciones, no sabemos cuál es la que tiene un papel secundario en Emperador Muerte, Novela Gráfica a cargo de David Michelinie y Bob Hall (fecha de portada 1987). Aquí el papel de Ultrón es tangencial, un simple figurante en la obra. Vamos a explicar brevemente la trama. El Doctor Doom se alía con Namor para dominar el mundo, hasta aquí todo normal. Lo que hace que el gobernante de Latveria tenga más visos de éxito que en otras ocasiones es un arma secreta que mantiene oculta y que le permite doblegar cualquier voluntad, por fuerte que sea. Solo hay un problema. Ese poder no funciona con seres artificiales a menos que se les inserte un disco que altera sus circuitos. Encomienda al atlante que se encargue de neutralizar a la Visión, al Hombre Máquina y a Ultrón, que se encuentra escondido en Chicago, en un recinto industrial abandonado. Namor consigue su objetivo por lo que la alfombra roja hacia la conquista del planeta parece ser dispuesta para que ambos la transiten sin problemas. Pero nunca hay que olvidarse de los Vengadores; con tal de que uno solo quede en pie, siempre lucharán para que el bien triunfe… aunque al final de la obra la moralidad de sus acciones sea puesta en duda.

Ahora bien, en «Emperador Muerte» Ultrón no es destruido, aun apareciendo por arte de magia en esa trama pues su última versión, la 12, sí que fue aniquilada por Ultrón-11, al que dió el mismo final Simon Williams.Un poco lioso por lo que obviamos ese detalle ya que la propia Marvel prefiere eludir este salto de la continuidad. El caso es que el mismo Doctor Muerte en persona se encarga de reconstruir a Ultrón-13 para una ocasión muy especial. Primero, recordemos que Víctor ya tenía experiencia en tratar con el robot genocida puesto que lo tuvo bajo su control en Secret Wars. No le costó rehacer la programación de Ultrón con nuevos objetivos, el deshacerse de Daredevil. ¿Y qué pinta una inteligencia artificial superpoderosa enfrentada a un justiciero callejero? La respuesta la tenemos en el movimiento editorial conocido como “Actos de Venganza”. Los editores Mark Gruenwald y Tom DeFalco pensaron en hacer un cambio de villanos entre colecciones para ver como sentaba tener nuevos enemigos a los distintos héroes. Así tuvimos intercambios de cromos tan curiosos como ver a Magneto como rival de Spiderman o el Mandarín enfrentado a la Patrulla X. Por aquellos tiempos (1989 para ser concretos) regía los destinos del Diablo Guardián la escritora Ann Nocenti junto a un John Romita Jr. en lo más alto de su desarrollo creativo. La guionista fue preguntada al respecto y aceptó participar, a pesar de estar inmersa en otra trama que atañía a los Inhumanos, trama, por cierto, que la autora había dejado inconclusa en la Novela Gráfica sobre los mismos en la que participó junto a Brett Blevins. Se le asignó el villano clásico de los Vengadores, Ultrón, pero Nocenti se había caracterizado en su etapa en la serie por darle unos toques sociales y reivindicativos a la misma, por lo que ya podemos anticipar que el enfrentamiento entre Daredevil y el robot no va a circular por los derroteros acostumbrados.

Muerte toma el lugar que le correspondería a Kingpin como enemigo de Daredevil. Observamos como el doctor no tiene previsto mancharse las manos sino que utilizará un instrumento para destruir al héroe. Un genio de la tecnología como él reconstruye un nuevo Ultrón solo que utiliza toda las versiones anteriores de la programación, lo que va a dar lugar a un robot con distintas formas de pensamiento. En su interior sabe que tiene que derrotar a Matt Murdock pero oculta las imperfecciones, siendo lo más destacable la lucha interior entre Ultrón-12,de carácter humanitario, y Ultrón-11, con ansias asesinas. El panorama que tenía el abogado ciego de la Cocina del Infierno no era el más característico ya que se había rodeado de nuevos secundarios como Número Nueve, una mujer artificial creada en un laboratorio, y Brandy Ash, la hija rebelde de un narcotraficante. Además, en esos momentos se encontraba en un viaje de autodescubrimiento por los EEUU, justo cuando recibe la visita de los Inhumanos Karnak y Gorgón en busca del hijo de Medusa, apartado de sus brazos al nacer. El Ultrón imperfecto tiene la imperiosa necesidad de crear nuevas versiones de sí mismo, aunque sean solo cabezas, para utilizarlas como armas contra Daredevil.

Número Nueve sale a correr por un bosque cercano cuando localiza a Ultrón-13. Ambos son seres sintéticos lo que lleva a una conexión especial entre ambos. El robot asesino, después de someterla a un brutal ataque, se da cuenta de que la chica es indestructible. Ultrón no cabe de gozo, ha encontrado a su pareja ideal. Su encuentro provoca una serie de reflexiones que llevan a la creación del Dr. Pym a un tremendo lio metafísico. No hay tiempo para esas disquisiciones puesto que Matt y los Inhumanos acuden a salvar a la mujer artificial. El atribulado robot busca en su programación los circuitos dañinos para su “persona” y llega a la conclusión de que están en su cabeza, por lo que intenta arrancársela. Facilita mucho la labor de Karnak, Gorgón y el Hombre sin Miedo ya que éste último consigue arrancársela de cuajo, cesando la amenaza de Ultrón ante la extrañada mirada de Número Nueve, que había llegado a comprenderle.

Durante Daredevil#275-276 Ann Nocenti dejó de lado el enfrentamiento marcadamente superheroico, debido a la diferencia de poderes entre ambos contendientes, y prefirió ahondar en razonamientos de tipo filosófico para marcar la personalidad de Ultrón-13. El conflicto entre el bien y el mal, la diatriba de la perfección o la imperfección y la confrontación con un ser artificial como Número Nueve, que únicamente aspira a ser normal, marcan las pautas del relato. De hecho, el final de la historia nos muestra a la muchacha sintética con la firme intención de retornar a por Ultrón para así dar un digno final a su interrumpido encuentro. No podemos dejar de resaltar la labor de un Romita Jr. simplemente soberbio, del que sabemos que se empleó al máximo para trasladar al papel la imponente figura de Ultrón.

Este no fue el fin de Ultrón-13. Todavía lo veríamos como actor secundario en un anual de Spiderman en el que el robot asesino compartirá fuerzas con Kingpin para batallar contra el trepamuros y el Hombre de Hierro, donde además conocería de primera mano los efectos el Vibránium Antártico, el llamado anti-metal ( The Spectacular Spider-man Annual#11 ), o en la cabecera de Deathlok cuando éste era Michael Collins (Deathlok#2 y #5 ). Estamos dando el pistoletazo de salida a los locos años noventa donde nuestro protagonista tomaría caminos inesperados en su discurrir editorial.

Roy Thomas se encuentra trabajando de nuevo en la Casa de las Ideas y en aquellos instantes era el responsable de West Coast Avengers, por lo que el recuperar a su creación era un paso lógico para el guionista. Ultrón-13 vuelve a estar compuesto por indestructible adamantium. Su primer objetivo es crear un ejército de robots para subyugar a la humanidad, probando su capacidad destructiva en Eslorenia, un imaginario país de los Balcanes europeos. Y no se quedó aquí pues planea convertir a la humanidad en entes biónicos al patentar un revolucionario proceso que lo hace de forma paulatina, obteniendo resultados positivos en tres destacados vengadores: Mercurio, Ojo De Halcón y Tigra. Afortunadamante, el resto de compañeros pudieron detener el proceso en sus colegas, poniendo todos sus esfuerzos en el veradadero problema, Ultrón. Éste se había aliado de nuevo con el Segador, pero como suele ocurrir entre villanos, terminaron por pelearse entre ellos. La armada de «ultrones» fue destruida por los héroes y el robot genocida probó los rigores del anti-metal, el ya conocido por nosostros Vibránium Antártico. Fin de ciclo para esta encarnación (West Coast Avengers#65-68 ).

A estas alturas sabemos que nuestra inteligencia artificial favorita puede ser vencida pero parece que nunca destruida del todo. Como muestra tenemos una nueva versión, Ultrón-14, en West Coast Avengers#89. Lo cierto es que Roy Thomas sigue al mando de la cabecera y no se puede dejar de observar ciertos signos repetitivos que abogan por la flojera de ideas del guionista. Ultrón es su creación, una de las más relevantes, pero Thomas transita por caminos muy trillados que lo alejan de su grandeza primigenia. ¿Cómo se puede seguir alargando el chicle sin que se note mucho? Pues dando salida a nuevo robot para dar amplitud a la complicada familia sintética. Alkhema es el nombre de la flamante compañera que se crea para regocijo propio, solo que esta vez utiliza las pautas cerebrales de Bárbara Morse, conocida en el mundillo superheroico como Pájaro Burlón. Comparte con su creador el deseo de reemplazar a la humanidad por organismos artificiales pero eso no implica que siga sus órdenes a pies juntillas, ya que veremos que la tal Alkhema es tan rebelde como lo fue la Visión o Yocasta. Los Vengadores de la Costa Oeste derrotaron a la robótica pareja sin problemas en un ciclo del que poco más se puede sacar ( West Coast Avengers#89-91 y Annual#8 ). Muy lejos de su antigua brillantez quedan las aportaciones noventeras del bueno de Roy Thomas.

Y ya que estamos con esta década tan poco alabada por los aficionados sacamos del armario un personaje hijo de su tiempo. Hablamos de Blackwulf, un desviante que nació en las páginas de Thunderstrike en 1994 y que llegó a tener colección propia. Creado por Glenn Herdling y Ángel Medina, los autores se agenciaron a Ultrón como uno de sus actores secundarios, haciendo eso que tanto le gusta, experimentos robóticos con organismos vivos ( Blackwulf#3-5 ).

Para finalizar este periplo por las zonas grises marvelitas ponemos nuestro interés en la serie propia (solo cuatro números) que tuvo la Visión en 1994, escrita por Bob Harras y dibujada por Manny Clark. Aquí el sintezoide se va a hacer acompañar por muchos personajes para él cercanos como Hank Pym, Yocasta, Grito de Guerra (¡¡!!) y Ultrón para enfrentarse a villanos como la Anti-Visión, una versión alternativa de su persona con malvadas intenciones, o Tabula Rasa, un peligroso organismo cibernético venido de otra dimensión. Fijémonos en que nuestro protagonista no figura en la lista de los antagonistas del marido de la Bruja Escarlata. No es un error, el renovado Ultrón-15 es un aliado del androide, ya que en su nueva programación prima el factor emocional. De hecho es raptado como cual corderillo indefenso por la ya citada Anti-Visión. En el enfrentamiento con Tabula Rasa, Ultrón consigue recordar cómo se batalla. Menos mal porque el androide vengador  tuvo que emplearse al máximo para derrotar a los dos villanos. Con el combate ya acabado llegan los héroes más poderosos de la Tierra (mal Vengadores, tarde y mal) para asistir a la renuncia en directo del androide. El grupo artificial, Visión  junto a Yocasta y Ultrón, deciden explorar el mundo para descubrir quiénes son en realidad y qué lugar ocupan el complicado tapiz que supone la vida.

Toda una renovación en el status del robot genocida. Desde que Ultrón-12 variase su programación para acercarse a sentimientos más humanos, la deriva del robot le ha llevado a pasear por el lado correcto de la vida en esta serie de la Visión. Es cierto que los personajes necesitan evolución y muchas veces es el talento de un determinado autor el que nos hace aceptar o no esos cambios. Roy Thomas, el creador original, lo concibió como un organismo frio con un único objetivo, la destrucción. El observar ese periplo hacia temperamentos más templados no nos dejó las mejores historias del robot, eso sin lugar a dudas. Por eso era necesario un golpe sobre la mesa para retornar a Ultrón a su esencia primaria. Ese golpe vino además de un guionista extremadamente respetuoso con la continuidad que nos dejó para el recuerdo la historia definitiva del personaje.

Los años noventa fueron una época turbulenta para la Casa de las Ideas. En un ambiente de bancarrota, malogrados negocios y nefastas decisiones editoriales consiguió estabilizarse a finales de la década. Una porción importante de esa vuelta al camino correcto se la debemos a Kurt Busiek, ya que llevó gran parte del peso que supuso el encauzar las historias con el movimiento llamado “Heroes Return”. Fue el guionista encargado de relanzar cabeceras como Iron Man o Los Vengadores, acompañado en esta última por el talento gráfico de George Pérez. Ambos consiguieron que el aficionado, después de lidiar con los Avengers de Rob Liefeld, volviera a reconocer al grupo franquicia del Universo Marvel. Personajes clásicos como el Capitán América, Thor o Iron Man compartían espacio con nuevas incorporaciones como Justicia, Estrella de Fuego (sacados de los Nuevos Guerreros) o Triatlón. A finales del año 1999 el equipo creativo decide introducir una nueva actualización de uno de los enemigos por antonomasia de los vengadores, Ultrón-16, la más mortífera hasta la fecha, que dejará un recuerdo imborrable en el aficionado.

Busiek va dejando pistas del retorno a la primera plana de nuestro protagonista en los números previos a la gran saga conocida como “Ultrón Ilimitado”. En Avengers vol.3#18 vemos como raptan unos robots a Hank Pym en su laboratorio. En un especial de ese año, Avengers vol.3#0, nos regala una última página donde se nos revela una inteligencia artificial vengativa en la que adivinamos que tiene grandes planes. El pistoletazo de salida se produce en Avengers vol.3#19 con el ataque a un importante complejo industrial de la ciudad de Wakanda. El escenario de la obra se plantea de la siguiente manera: Janet Van Dyne alerta a sus compañeros vengadores de que Henry Pym ha desaparecido. Acto seguido, el nunca bien ponderado Jarvis avisa al grupo de que hay problemas en el reino de Pantera Negra y que existe un rastro de adamamtium en el robótico atacante. Solo hay que seguir los puntos para sacar conclusiones. El equipo parte hacia su destino cuando la sorpresa es bastante palpable: la identidad del robot que tiene preso a T’Challa es nada menos que Alkhema, la malvada media naranja de Ultrón. Los Vengadores luchan con todas sus fuerzas contra la villana y únicamente la llegada de la Bruja Escarlata inclina la balanza del lado de los héroes. La incógnita es saber dónde se localiza a su supuesto aliado. Las lacónicas palabras de Alkhema, “Poned la CNN…”, no nos pueden prevenir para lo que viene.

Lo que ven los ojos de los héroes más poderosos de la Tierra no puede ser más desolador. Un país entero y sus habitantes, Eslorenia, totalmente arrasados por Ultrón y sus secuaces. A partir de aquí, se produce una separación en el grupo. Una parte acude al Pentágono para preparar estrategias; la otra va a investigar al laboratorio de Pym. Wanda, Wonder Man, Visión y la Avispa son los encargados de visitar las ruinas del lugar de trabajo del doctor cuando una cohorte de “ultrones” aparece para secuestrar a este grupo vengador. Trabajo adelantado para el robot genocida ya que justamente buscaba estos vengadores en concreto, junto a los ya apresados Hank Pym y Eric Williams, por considerarlos su más cercana “familia”.

El resto de la formación, exceptuando a Justicia que estaba lesionado e incapacitado para la lucha, parten hacía Eslorenia acompañados de importantes efectivos de S.H.I.E.L.D. para enfrentarse a una batalla de proporciones épicas: todo un país convertido en una mezcla de robots y zombis. Mientras, Ultrón tiene bajo su control a sus allegados familiares para utilizarlos como supuesta base genética en aras de recrear una sociedad ideal, al gusto de la inteligencia artificial asesina. Los vengadores prisioneros escuchan impotentes las intenciones de Ultrón. Los vengadores libres no paran de luchar contra cientos de “ultrones”, afortunadamente no forjados con adamantium.

Vance Astro en la Mansión empieza a repasar toda la historia del robot, buscando alguna flaqueza para poder ayudar así a sus compañeros. Visión consigue liberarse de su cautiverio al hacerse intangible con el objetivo de dar el tiempo suficiente para que los apresados vengadores y el Segador puedan escapar para plantar cara al malvado robot. En la pelea de su vida, Thor, el Capi, Pantera Negra, Iron Man y Estrella de Fuego aparecen para unificar las fuerzas contra el Ultrón principal, implacable en sus ataques. Astro da con el punto flaco del adamantium por lo que raudo y veloz  acude a Eslorenia con la clave para derrotar al villano, el Vibránium Antártico. Hank Pym, asediado por un fuerte componente de culpa en toda la aventura, se hace con el Vibránium para golpear a Ultrón hasta su total destrucción. Los Vengadores han vencido. El país ha quedado arrasado pero liberado de cualquier influencia robótica aunque en un epílogo final Alkhema se hace con la valiosa información que Ultrón había almacenado.

Avengers vol.3#19-22 marca el punto más alto en la trayectoria de Ultrón. Busiek pone sobre la mesa diversos elementos tan bien entrelazados que solo podemos intuir un gran cariño y un gran conocimiento sobre el personaje. Las motivaciones del robot son quizás demasiado arquetípicas, la forja de una sociedad ideal basada en su “familia humana”. Pero la amenaza que transmite Ultrón difícilmente ha sido superada. No hay más que recrearse en el fantástico trabajo artístico de George Pérez, que transmite la tensión de la batalla como solo los maestros saben hacerlo. Impresionantes las planchas donde los Vengadores se ven rodeados por montones de “ultrones” luchando con todas sus fuerzas. A pesar de recurrir al típico objeto milagroso para solucionar la papeleta, el guionista no se olvida del creador de la criatura, Hank Pym, con la sensación de ser el responsable último de todo, dejando salir todas sus frustraciones a la luz. Una excelente saga que hay que revisitar cada cierto tiempo.

Un digno final para el robótico villano pero llegados a este punto ya conocemos algo llamado el “Imperativo Ultrón”, que obliga a sus creaciones a recrearlo en el momento justo. Esta vuelta a la vida la vimos en manos de autores como Roy Thomas, Roger Stern y Kurt Busiek en Ultron Imperative. Alkhema es la encargada de la reconstrucción con forma de Ultrón-17 y los Vengadores de nuevo serán los responsables de detener a la inteligencia asesina.

Ultrón-18 será el siguiente en saltar a la arena. Para acercarnos a él tenemos que remitirnos al Iron Man de Frank Tieri. Yocasta, ahora al servicio de Industrias Stark, cae bajo el influjo del Imperativo Ultrón por lo que vuelve a ensamblar a su creador con elementos de las armaduras de Tony Stark. Durante una serie de episodios veremos el complejo discurrir de un robot genocida amparado bajo los adelantos del mayor genio de la tecnología, con todo lo que supone de riesgo para el Hombre de Hierro ( Iron Man vol.3#46-48).

Para finalizar esta parte, recordar su aportación a Vengadores Desunidos, donde hace acto de aparición vía la Visión. Ésta acude a sus compañeros para avisarles de la llegada de tiempos oscuros no sin antes dejarles un bonito regalito, montones de robots ultrones para que los Vengadores se entretengan. Ahora sabemos que todo era debido al infausto estado mental de la Bruja Escarlata. No hay mucho más que decir sobre el primer acercamiento de Brian Michael Bendis a la figura de Ultrón, de la que a posteriori intentará dejar su mejor impronta. Y tampoco debemos dejar en el tintero que en esta época conocimos que la inteligencia artificial tuvo un hijo «natural», Víctor Mancha, que forma parte de los Runaways y que será Brian K. Vaughan el que determine el origen del personaje en la colección. Otro personaje más al que añadir al complicado árbol familiar del robot.

Recuperamos una nueva versión del robot en 2007, suponemos que Ultrón-19, ya que en los dibujos no apreciamos ningún atisbo de numeración que la identifique (Ultrón en esencia, literalmente). Brian Michael Bendis había consolidado su posición al frente de la franquicia vengativa y, tras una celebrada etapa en New Avengers, los sucesos de Civil War le permitían abrir nueva cabecera donde observaríamos el devenir del grupo oficial de Vengadores al servicio del gobierno. Esta nueva serie, Mighty Avengers, contaría con el nuevo hombre fuerte, Tony Stark, y fichajes como Ares, la Viuda Negra, el Vigía, Ms. Marvel, Hombre Maravilla y la Avispa. Para el primer arco argumental el de Cleveland, acompañado en la parte gráfica por Frank Cho (especialista en retratar mujeres voluptuosas), volvería a probar con Ultrón, después de aquel breve acercamiento que supuso Avengers Disassembled. Bendis supo captar el interés de la parroquia, tanto por la peligrosidad de la nueva encarnación como por su renovado aspecto.

Estamos en pleno proceso de configuración del nuevo grupo de Vengadores al gusto de Iron Man. Sin tiempo para florituras, monstruosas criaturas emergen del subsuelo para amenazar a la población civil. Esto es un trabajo para los Poderosos Vengadores. Con el Hombre Topo, último reponsable del desaguisado, vencido y sus engendros apaciguados, Tony Stark sufre una repentina implosión. El resto del equipo no da crédito a lo que ve cuando una figura femenina surge en lugar del “Cabeza de lata”. Con un hablar frío y mecánico, la extraña mujer parece conocer a los allí presentes y lo más importante, sus habilidades dejan en mal lugar a gente tan poderosa como Wonder Man o Ares. El grupo parece desorientado al perder a su más valioso baluarte pero alguien parece atisbar quien se esconde detrás de la misteriosa mujer. La Avispa reconoce a Ultrón, un robot genocida si cabe más poderoso que en ocasiones anteriores, dispuesto a destruir el mundo.

A partir de aquí comienza el camino para intentar contener a la inteligencia artificial que ahora sabemos que ha tomado el cuerpo de Tony Stark debido al virus Extremis, ya que Ultrón se había infiltrado en una serie de satélites Stark y había sido capaz de trasladar su cuerpo metálico a la figura de Iron Man. El robot tiene todas las de ganar y ni siquiera el poder de los mil soles del Vigía parece doblegarla. Hay que recurrir a la inteligencia y para ello se avisa al creador de la criatura, el Dr. Pym. No lo va a tener fácil ya que el villano ha contaminado toda la tecnología actual. Afortunadamente, Pym reacciona tramando un plan que no puede fallar. Crea un virus que será introducido mediante un Ares disminuido de tamaño con sus famosas partículas. El plan surte efecto, Ultrón desaparece y retorna el gran Tony Stark a su cuerpo ( Mighty Avengers#1-6 ).

La consciencia de Ultrón puede que desapareciera de los sistemas de Stark pero el hecho que se hubiera situado en satélites orbitales hace que dirija su nueva andadura hacia el espacio profundo. En concreto, es atraída hacía el Chapitel de Babel, propiedad de la especie conocida como la Falange. En efecto, estamos en el origen de un nuevo evento cósmico llamado Aniquilación: Conquista. Dan Abnett y Andy Lanning controlaban la vertiente cósmica de la Casa de las Ideas, por lo que decidieron recuperar a nuestro protagonista como elemento destacado de esta conflagración estelar. Como hemos dicho, Ultrón-20 se vé de forma súbita en un mundo controlado por la Falange. Pero en vez de ser subyugado, el robot genocida consigue ponerse al mando y comandar el mayor ataque directo al Imperio Kree que se recuerda, logrando conquistar hasta su magnífica capital, la legendaria Hala.

Obviamente, un movimiento tan arriesgado va a tener una respuesta proporcionada pues los principales protectores del universo se unirán para lograr librarse de la amenaza de la Falange. El grupo que luego formará los Guardianes de la Galaxia, entre los que se encuentran Starlord, Drax, Gamora, Mapache o Groot, junto a relevantes personajes estelares como Warlock, Phyla-Vell (hija del Capitán Marvel), Ronan, Nova o el Super-Skrull, entre otros, serán protagonistas de esta epopeya cósmica. Para Ultrón supuso una serie de enfrentamientos cruentos como el que tuvo con Dragón Lunar transformada en el mismísimo Dragón de Luna, entidad ancestral de la que tomaba su nombre. Eso no le impidió fijar sus miras en Adam Warlock, en el que vió el envoltorio perfecto para transportar su consciencia. El objetivo era recrear múltiples copias de Adam para invadir el universo, con la Tierra como objetivo final para el robot genocida.

La buena suerte quiso que Nova apareciese en el campo de acción acompañado de Warlock, el tecnárca de los Nuevos Mutantes.Éste fue la clave para que Ultrón tuviera que abandonar su nuevo recipiente ya que el virus transmodal del simpático no-mutante le obligó a ello. El robot tuvo entonces que buscar una nueva forma de vida y eligió al androide Praxágora, bajo cuyo control estaba una importante flota de Centinelas Kree. Y ya intuimos lo que puede llegar a hacer la inteligencia artificial con semejante arsenal bajo su control. Sera la nueva Quasar (Phyla-Vell) la que ponga punto y final a la andadura de Ultrón allende de las estrellas, sirviendo de venganza por el hecho de haber dado fin a la vida de su amada, Dragón Lunar.

Esta aventura cósmica será una de las últimas apariciones relevantes antes de su gran momento fechado en tiempos recientes. Después de caer ante las fuerzas estelares, lo vimos como parte del crossover entre Vengadores e Invasores que montaron Alex Ross y Jim Krueger. Los antiguos Simulacros de Vida (los famosos S.D.V.) que tanto han utilizado las fuerzas de S.H.I.E.L.D. han sido reemplazados por versiones de Ultrón. Al no pertenecer al grueso de la trama principal, tampoco pasa de ser un elemento anecdótico ( Avengers/Invaders#7-8 ). También tendríamos noticias del robot en los últimos números de los Mighty Avengers de Dan Slott. De nuevo con un deseo irrefrenable de obtener una compañera sentimental, corrompe todos los cuerpos disponibles de Yocasta. Un Hank Pym embutido en su personalidad de Avispa oficia una extraña boda virtual en el interior de los circuitos de la Mansión Infinita, hogar de los Poderosos Vengadores. Los contrayentes, la nueva versión de nuestra inteligencia artificial favorita que se hace llamar Ultrón Pym y Yocasta. Todo era un truco, por descontado, para dejar a esta encarnación del malvado robot abandonada en otro universo.

Y de nuevo volvemos con Brian Michael Bendis. Se encargó en 2011 de intentar revitalizar la figura del Caballero Luna, junto a un colaborador habitual suyo, Alex Maleev. Un equipo que casi garantizaba un éxito seguro. El caso que es que la versión de Bendis no tuvo la aceptación necesaria por lo que esta andadura del Puño de Khonshu fue más breve de lo esperado. ¿Y qué pinta Ultrón en esta cabecera tan alejada de su entorno? Pues bastante poco la verdad. Solo tendremos su cabeza como elemento reconocible, un objeto con el que se pretende traficar por parte de ciertos supervillanos. Marc Spector tiene la difícil tarea de evitar que la cabeza de Ultrón acabe en las manos equivocadas.

Hacemos un pequeño parón en el repaso editorial para hacer hincapié en un detalle bastante llamativo de la personalidad cibernética de Ultrón. Como hemos podido constatar a través del relato, es indudable la necesidad de crear un entorno familiar en nuestro protagonista. Quitando la “familia extensa” que considera propia, los Hank Pym o Simon Williams, por ejemplo, echamos un pequeño vistazo a aquellos seres que ha creado específicamente Ultrón para obtener su propio clan robótico. Todos ellos bien distintos, siendo el conflicto con el creador una constante en la familia Ultrón. Dejamos unos breves apuntes biográficos para su conocimiento.

Visión
Primera aparición: Avengers#57
Ya hemos visto con detalle la primera aparición del célebre androide vengador llamado la Visión. Está inspirado en un personaje de la era Timely, ideado por el tándem mágico de Simon-Kirby. En realidad, es un sintezoide, un organismo sintiente creado por Ultrón con las bases de la Antorcha Humana original, creada por Phineas Horton, y las pautas cerebrales de Simon Williams, más conocido como Wonder Man. Fue el más temprano intento del robot asesino de crearse un “hijo”, uno además con intenciones destructivas pues su única directriz era acabar con los Vengadores. Como ya vimos, el invento le salió rana al malvado Ultrón y la Visión pronto se incorporó a la formación de los héroes más poderosos de la Tierra como miembro de pleno derecho. Allí vivió innumerables aventuras, que pasaron por enfrentarse a villanos de toda índole, sufrir los rigores de que el Hombre Hormiga tuviera que hacer un viaje por el interior de su cuerpo o bregar contra su creador en repetidas ocasiones. Pero nada comparado con encontrar el amor. Los lectores ya sabíamos que hasta un androide puede llorar pero desconocíamos que algo forjado de materia inerte pudiese llegar a amar. Pues así fue, los más nobles sentimientos surgieron entre la Bruja Escarlata y él. Certificaron su amor en una boda oficiada por Inmortus y llegaron a tener la ansiada descendencia, que por momentos pareció imaginaria…
Ha intentado pasar desapercibido, adoptando la personalidad de Víctor Shade e incluso formó un pequeño grupo de acompañantes robóticos en su serie de los años 90. Junto a Ultrón-15 y Yocasta intentó encontrar su lugar en el mundo. Por el camino ha sido desmantelada en variadas ocasiones, siendo la más dolorosa la propiciada por la mujer que más ha amado, Wanda Maximoff. En un alarde de locura sin igual, la Bruja Escarlata mandó a la Visión como punta de lanza de un ataque contra los Vengadores. Después de aquello fue reconstruida por Tony Stark para que de nuevo formase parte de los Vengadores ante el enésimo intento de Norman Osborn de dominar el mundo. Su más reciente aportación a la mitología marvelita la ha tenido en Avengers A.I., serie protagonizada por Hank Pym y un elenco de corte artificial.
La Visión ha sido un personaje tremendamente popular y un miembro fijo de los Vengadores para toda una generación. Es normal que se hayan hecho rediseños de su figura o que incluso tenga versiones alternativas, como la versión Ultimate, una especie de avanzadilla de Galactus en esa realidad. En la Tierra-616 hemos visto encarnaciones malvadas como la Anti-Visión o hemos tenido rondando la versión de la Golden Age llamada Aarkus, para diferenciarla de la Visión Marvel actual.
Con su salto a la gran pantalla la editorial no podía dejar de lado al sintezoide. Ha sido elegido por Rick Remender para formar parte de la novedosa formación de Uncanny Avengers tras los terribles sucesos de Axis. Su primera misión, localizar a los hermanos Maximoff que se han trasladado a la Contratierra buscando respuestas acerca de su ascendencia. El androide va a ser uno de los personajes a tener en cuenta en la serie de Remender, de eso no tengan ninguna duda.

Yocasta
Primera aparición: Avengers#162
Este robot femenino es el primigenio intento de Ultrón de procurarse una pareja estable. Como ya hemos dejado patente, prepara un plan medido para tener bajo su control a la Avispa y a un engañado Doctor Pym para que se encargue del traslado de las pautas cerebrales de su mujer al organismo artificial. Todo el plan es desbaratado por los Vengadores, que se quedan con Yocasta a buen recaudo en la Mansión. Lo que no sabían los héroes es que el malvado robot implanta en sus creaciones el Imperativo Ultrón, que provoca que todas ellas deban reconstruirle sin poner ninguna objeción.
Yocasta vuelve a estar operativa, con un pequeño poso de las pautas de Janet Van Dyne, lo que aleja bastante sus intenciones de las de su genocida progenitor. Es un ser artificial pero respetuosa con la vida humana. Obviamente, es un palo para Ultrón que buscaba una compañera que compartiera sus ansias destructivas. El buen hacer del robot femenino le llevará a ingresar en las filas de los Vengadores, compartiendo un gran número de aventuras, como la Saga de Korvac o la Guerra de la Evolución contra el Alto Evolucionador. Cuando no ha sido vengadora ha trabajado para Industrias Stark, momento que aprovechó Ultrón para tomar algunos elementos de las armaduras de Iron Man, o parte del claustro de profesores de la Academia Vengadores, donde un grupo de jóvenes con poderes intentan reconducir sus vidas.
Actualmente se desconoce su status, pero no dudamos de que en breve hará una esperada aparición en alguna cabecera.

Alkhema
Primera aparición: West Coast Avengers#90
Creada por Roy Thomas en las páginas de los Vengadores Costa Oeste, Alkhema fue llamada en su debut War Toy. Después del evidente fracaso que supuso Yocasta para Ultrón, éste no ceja en su empeño de tener una compañera sentimental a su altura. Para ello se sirvió de una extraña mezcla en pautas cerebrales compuesta por Pájaro Burlón, Henry Pym y el Doctor MacLain, descubridor del adamantium. Con todo ese amasijo el resultado fue una inteligencia aguerrida, con grandes deseos destructivos y poco amor por la humanidad. Eso sí, no quiere decir que fuese una servicial ejecutora de los deseos de Ultrón pues pronto nos dimos cuenta de que Alkhema no baila al son de lo que dicta su creador. De hecho, ayudó a los Vengadores en sus primeras intervenciones para derrotar a su supuesto aliado. Toda una mujer robótica de carácter.
No se quedó muy convencida de su programación inicial y rápidamente preparó lo necesario para dar salida a una nueva versión de sí misma a la que llamó Alkhema-2. Fue esta encarnación la que vimos pasear por las páginas de la epopeya “Ultrón Ilimitado” a cargo de Kurt Busiek y George Pérez. Alkhema fue capaz de recoger el trabajo del robot genocida para que no cayese en saco roto pues ella también había creado una nueva raza bio-sintética llamada los Robos.
No ha sido un personaje que haya sido muy prolífico ni que haya dado mucha guerra. De momento está desparecida en combate. Pero no hay que bajar la guardia pues es innegable que está catalogada como alguien de gran peligrosidad, digna heredera de su creador.

Víctor Mancha
Primera aparición: Runaways vol.2#1
La historia de Víctor es la más rocambolesca de todas las creaciones de Ultrón. Cuando fue derrotado a manos de Hank Pym en West Coast Avengers#89-91 su cabeza quedó perdida como tantas otras veces. Fue recogida por una criminal de poca monta llamada Marianella Mancha, que lo consideró una especie de regalo divino. Ésta compartió con él su deseo de ser madre pero, al mismo tiempo, su incapacidad de serlo. Ultrón, como muestra de gratitud, se dispuso a hacer realidad los sueños de Marianella. Tomó su material genético y creó un cyborg tan perfecto que era indistinguible de cualquier humano normal.
El chico aprendió a vivir pensando que era un muchacho corriente y moliente gracias a los falsos recuerdos implantados por su padre. Esa programación incluía un potente amor hacia los superhéroes pero en realidad era un treta de Ultrón que lo preparó como una especie de agente durmiente. Esto le llevó a enfrentarse al grupo juvenil conocido como Runaways, recordemos que eran hijos de supervillanos en una constante huida hacia ningún lugar, para luego formar parte del equipo titular. Es en esa cabecera donde ha desarrollado la mayor parte de su vida editorial, saltando recientemente a la arena vengadora al formar parte del elenco de Avengers A.I.
Desde que compartió aventuras con Pym y el resto de personajes robóticos, incluida la Visión, nada más se supo. Aunque dicen por ahí que vuelven los Runaways para Secret Wars. ¿Estará presente en la nueva formación?

Llegamos a la que se suponía que tenía que ser la historia definitiva de Ultrón, superando a la saga “Ultrón Ilimitado”. Tras un largo periplo de alegrías y sinsabores en los Vengadores (elijan ustedes libremente el porcentaje), Brian Bendis se despide de la franquicia dejando una trama que llevaba barruntando largo tiempo, desde que empezó a dejar sus pensamientos en la ya mítica pizarra. Publicitada originalmente como la “Guerra de Ultrón”, es un proyecto que fue retrasándose en favor de otros que parecían más apremiantes (como Vengadores vs X Men), aspecto que sin lugar a dudas le pasó factura. En la parte gráfica se hizo acompañar por Bryan Hitch, al que habría que sumar artistas de refuerzo para los cambios sobre la marcha como Carlos Pacheco o Brandon Peterson. Como decimos, suponía la culminación de las intenciones de Ultrón, un mundo dominado por sus hordas robóticas donde la vida humana está en el camino de la extinción. Al ser un evento bastante reciente, de 2013 en concreto, muchos tendrán frescas en sus retinas las imágenes de este mundo apocalíptico bajo el yugo de la inteligencia asesina. Para todos aquellos que no lo hayan hecho o que directamente pasen del evento, vamos a dejar una sucinta descripción del mismo, derivando al artículo recopilatorio que se hizo en esta casa para adentrarse en un análisis más profundo de la Era de Ultrón. Primero, un vistazo a los antecedentes.

Abigail Brand, líder de la rama de S.W.O.R.D., encargada de controlar la vida alienígena en nuestro planeta, acude al cuartel vengador para avisar a Steve Rogers de que ha perdido contacto con Spiderwoman. Jessica es una agente de S.W.O.R.D. y estaba investigando en Wakanda un posible avistamiento extraterrestre. Rogers envía un grupo de vengadores, entre los que se encuentra Thor, Iron Man o la Bestia, para sacar conclusiones sobre lo sucedido y averiguar el paradero de la Mujer Araña. Ésta había sido hecha prisionera por un cónclave de villanos que se autodenominan inteligentes que estaban experimentando con un cuerpo venido del espacio exterior, alguien que por su fisionomía nos recuerda a la raza de las Caballeros Espaciales (del que el legendario ROM es su miembro más conocido). Los Avengers llegan a tiempo para doblegar a los malvados, liberar a Jessica y observar el despertar del extraño alienígena. Cuál es la sorpresa general al descubrir que el Caballero no es otro que Ultrón. Fundido en negro y nos despertamos en medio de una pesadilla.

Efectivamente, Bendis y Hitch nos presentan de forma directa el triunfo del robot genocida. La Tierra ha sido conquistada por formas de vida artificial que aniquilan cualquier elemento orgánico que encuentran en su camino. De todas formas, observamos vida humana malviviendo en este panorama. Parece ser que Ultrón permite a ciertos malhechores que se mantengan con vida mientras continúan con sus fechorías. La primera operación que nos regala Bendis es un espectacular rescate por parte de Ojo de Halcón de un capturado Spiderman (Otto Octavius, en realidad tal y como demuestra Superior Spider-man#6AoU ). Los dos retornan a un escondrijo secreto donde los pocos superhéroes disponibles se conjuran para revertir la situación. Aunque la sensación de cansancio, hastío y derrota es bastante palpable en el grupo. Sabemos que hay héroes por ahí desperdigados, como la Viuda Negra, Caballero Luna o el Hulk Rojo, y vivimos de primera mano las consecuencias de la victoria de Ultrón en distintas cabeceras de la editorial. Había que hacer algo al respecto y el tiempo corre en contra de los pocos supervivientes.

Un primer plan ideado por el Capitán América propone a Luke Cage y a Hulka para que se infiltren en las entrañas más profundas de la guarida de Ultrón. Aquí descubren a una tétrica Visión que les anuncia que su creador se mueve como pez en el agua por el espacio-tiempo. Ultrón no está en esta era. Sobra decir que el plan fracasa estrepitosamente, por lo que el grupo de héroes deciden huir a Tierra Salvaje para reagruparse y pensar en el siguiente movimiento. En este territorio inhóspito se encuentra un bunker secreto de los que tanto le gustan a Nick Furia, con el propio coronel dentro. Será el viejo espía el que muestre la clave para la resolución del conflicto: la máquina del tiempo del Doctor Muerte.

Aquí el relato comienza a hacer aguas profundas. Furia divide los efectivos en grupos, uno se dirigirá al futuro donde se supone que se encuentra Ultrón y otro se quedará guardando el bunker. Lobezno no está de acuerdo con el plan y tiene otro más contundente, viajar al pasado para que Hank Pym no dé vida a la inteligencia artificial. Eso plantea no pocas paradojas con el espacio-tiempo ya que podría ser fuente de un “efecto mariposa” que, con toda probabilidad, alteraría el presente de manera insospechada. Así pues, mientras que un grupo de vengadores se haya perdido por el tiempo luchando de manera infructuosa contra enemigos insustanciales, Logan pone en marcha sus intenciones de frenar a Henry Pym de cualquier forma. La historia gira hacia la diatriba moral de acabar con la vida de alguien en base a un pretendido bien mayor. Para hacer el contrapunto a Lobezno el guionista utiliza a Sue Richards de los 4 Fantásticos, que le acompañará en ese difícil periplo filosófico, aparte de enredar el confuso tiempo Marvel más de lo que ya estaba.

La Era de Ultrón es un crossover fallido. Una enrevesada historia repleta de paradojas temporales, formada por escenas que producen auténtico sopor con otras apresuradas en su finalización. La sensación de que hubo reescrituras en el guión es bastante palpable, lo que no ayuda nada a una trama ya de por sí bastante confusa. Pasamos de un presente dominado por Ultrón a futuros distópicos, y de aquí a pasados alterados por las decisiones tomadas. Todo sin orden ni concierto. Además, para el personaje tampoco supone una ampliación de su mitología pues únicamente sabemos que ha triunfado sobre la humanidad, sin especificar el cómo, sin recrearnos en el proceso. Vemos a sus robóticos secuaces mantener el orden pero tampoco adivinamos cual es el propósito último de la inteligencia artificial ¿Venganza, como piensan los héroes? ¿Un nuevo mundo a su imagen y semejanza? Mundo, por cierto, que nunca llegaremos a ver. Cierto es que tuvimos una serie de What If centrada en esta epopeya temporal, donde se buscaba ahondar en aspectos poco tratados en la serie madre, pero tampoco tiene tanta entidad para redimir esta Age of Ultron. También pudimos observar un resurgir de la figura de Hank Pym, pero esto se le debemos específicamente a Mark Waid. O la llegada de Ángela al Universo Marvel, un personaje creado por Neil Gaiman en Spawn y que cedió alegremente a la Casa de las Ideas. Así pues, cerramos la retrospectiva con esta triste última aparición de Ultrón en viñetas, a la espera de que lo que está por venir mejore su status.

Y ya sabemos que hay grandes cosas por venir. El anuncio de que la secuela de los Vengadores contaría con su metálica presencia ha vuelto a poner al robot asesino en el centro neurálgico de la editorial. Renovados proyectos se asoman a la vuelta de la esquina, mientras que los avances de la película no paran de sucederse. Sabemos que la cinta no se va a parecer al evento pergeñado por Bendis, del que toma literalmente su nombre, y, por el trabajo previo realizado por Joss Whedon, podemos confiar en que Ultrón tome mucho de los elementos definitorios de su larga trayectoria editorial para dejarnos la historia definitiva de su vida. Señoras y señores, parece que la Era de Ultrón se acerca peligrosamente.

Bienhallada la Era de Ultrón.