Edición original: Kick Ass vol.3 #1-8 USA
Edición nacional/ España: Kick Ass 3
Guión: Mark Millar
Dibujo: John Romita Jr.
Entintado:.
Color: Dean White
Formato: Tapa dura, 248 págs.
Precio: 19,95€
Última entrega ¿por ahora? de Kick Ass, tras dos miniseries y un spin off con Hit Girl como protagonista toca ponerle fin a las aventuras de Dave y Mindy, más conocidos como Kick Ass y Hit Girl, y sus creadores, Mark Millar y John Romita Jr. están dispuestos a tirar la casa por la ventana abusando de todos los fuegos de artificio posibles.
La trama arranca con Mindy encerrada en la cárcel tras lo acontecido en Kick Ass 2, y con Dave recibiendo instrucciones precisas para sacarla de la cárcel cuanto antes y poder seguir con su cruzada contra el crimen organizado. No será tan fácil. Ya sabemos que este es el mundo ‘real’ y el valor del superhéroe no podía ser más ficticio, una cosa es ponerse unas mallas vistosas y otra muy diferente hacer frente a una misión que puede terminar en tragedia. Este detalle es vital para empatizar con la obra, las reglas del juego son claras, se trata de investigar qué sucedería en un mundo en el que unos adolescentes deciden ejercer de héroes para hacer frente a la mafia y a la corrupción policial que asola la ciudad. Pero claro, ni tienen superpoderes, ni tampoco tienen tan claro que tengan que poner su vida en juego, aquí – como en nuestro mundo – la mafia está formada por gente sin escrúpulos, gente que lo hace todo por dinero y que para nada valoran la vida humana. La gracia de lo que el guionista escocés nos cuenta es que desde el primer momento – y no sólo en este tercer volumen – vemos que los personajes son muy humanos, es decir, una cosa es ponerse un disfraz para jugar con los colegas e inventarte un nombre que parece ideado por Stan Lee, y otra muy diferente hacer frente a alguien que te apunta con una pistola.
Con todo esto en mente, y volviendo sobre lo que os decía en el primer párrafo, tenemos un rescate en la cárcel fallido, tenemos la entrada en escena de un nuevo jefe de la mafia, tío directo de Red Mist, el primer archi-enemigo de Kick Ass, dispuesto a reunir a todas las familias y proclamarse jefe absoluto de ellas, tenemos una caza de brujas contra todo aquel que lleve mallas para evitar que le torpedeen su reunión de proclamación, y como no, tenemos a la policía corrupta que juega un papel vital siendo los desencadenantes de dicha caza. Estos ingredientes los mezcla a la perfección
Respecto a esta última entrega – con final ciertamente abierto – los autores lejos de enfocarlo como una nueva historia hacen uso del continuará allá donde se quedó la entrega anterior, de esta forma, las tres miniseries principales junto a la miniserie de Hit Girl forman una magnífica historia en la que Dave vivirá su particular Born Again, su caída, su transformación, su evolución, su crecimiento, y … permitidme no seguir desvelando detalles. Lo que quiero decir con esto es que el tono es el mismo de esta tercera entrega es exactamente el mismo de las dos anteriores, tanto a nivel de tratamiento de personajes, como el tipo de historia que nos cuenta en la que la violencia está muy presente. El guión de Millar mantiene esa chispa y esa frescura de las primeras entregas, se nota muy confortable tanto con lo que nos cuenta como con los personajes, sabe perfectamente cual es el principio y cual ha de ser su final, y esa planificación es algo que se nota.
Si el trabajo de guionista escocés entiendo que puede generar divisiones sucede algo parecido con
Resumiendo, si sois de los lectores que habéis disfrutado de las entregas anteriores de Kick Ass no os podéis perder su desenlace, creedme está a la altura de las expectativas creadas, si por el contrario no has leído sus trabajos anteriores te recomiendo encarecidamente que inviertas los poco menos de veinte euros que vale este volumen en hacerte con el primero y a partir de ahí te dejes llevar, no te defraudará.
Guión - 8
Dibujo - 8.5
Interés - 8
8.2
Valoración
Mark Millar y John Romita Jr. se vuelven a juntar para contar la ¿última? aventura de Kick-Ass, un final inmenso, a la altura de sus entregas anteriores.
A mi me decepcionó mucho, siendo el octavo el único que me gustó, eso sí, me encantó. JRJR está genial, nada que ver con su etapa en Avengers, y Millar mantiene ese realismo cínico que caracteriz. Kick-Ass. Pero a excepción del octavo número, Kick-Ass me aburrió
Los mejores tomos son los dos primeros. El spin-off de Hit-Girl es totalmente desechable e innecesario. Y esta tercera parte vuelve a subir el nivel, aunque recuerdo que alguna cosilla no me convencía.
Al menos Romita Jr está mejor aquí que en otros trabajos recientes, y Millar da lo que esperas de Millar. En lo suyo, es bueno; y a un restaurante especializado en chuletones tienes que pedirle chuletones, no una dorada a la plancha. Eso es en el sitio de la otra esquina.
Con todo, de aquí a unos años guardaré buen recuerdo de Kick-Ass en general. Me encariñé con sus personajes, sufrí las muertes que se fueron produciendo en los tres tomos y disfruté el final (el cual no digo cómo es. Quizá alguna cosilla cogida con pelos, pero para mi gusto, adecuado).
Aquí uno que disfruta con todo lo que hace Millar, y este Kick-Ass 3 no será una excepción.
Me parece una buena forma de cerrar la trilogía, intentando recuperar parte del realismo perdido en la segunda entrega pero manteniendo la misma mala leche de toda la saga.
A falta de leer este último tomo y el de Hit Girl, debo decir que a mí me están gustando mucho. Es un tebeo al que se ha machacado mucho por ser de Millar, al que por la ley del péndulo se alababa en exceso y ahora se machaca todo lo que hace.
También pienso que parte del machaqueo es por una especie de complejo de inferioridad friki. Me explico: esta es una obra que muestra lo ridículo que puede quedar en realidad unos tíos en mallas pegándose (¡parecen cosplayers! decían algunos como si fuera un defecto, cuando ese es el punto de la obra). Y también parodia a los fans de los comics de superhéroes. Kick-Ass no se hace «superhéroe» tras tener una especie de revelación divina-paja mental tras ver un programa en la TV y una ddecepción amorosa (como el tío de la película Super), sino que se hace «superhéroe» porque es un fan. Y esa ridiculización del fan muchos no la perdonan.
Si a esto le sumas un dibujo de Romita más bien caricaturesco y alejado del canon superheróico, pues más quejas aún.
Vaya tocho que os he metido.
Me ha parecido una crítica demasiado generosa, la de este Kick Ass 3. En mi opinión, volvemos a ver a Millar con el piloto automático puesto, desarrollando una trama muy lineal sin aportar nada que no se hubiera visto en la primera miniserie.
Se dejan caer algún apunte interesante aquí y allá (el personaje de Juicer, la relación entre Dave y Valerie) que luego es desaprovechado en favor de un festival de fuegos artificiales y golpes de efecto de dudoso gusto. Y, ay, ni siquiera Romita Jr. está inspirado esta vez…
Lo peor, el intento apresurado al final del último número de insertar gratuitamente todas las demás miniseries del “Millar-verse” dentro del universo de KickAss (¿?!)
Soltaré spoilers de las obras anteriores y las pelis.
Todas sus secuelas se alejan de la magia del primer volumen de Kick Ass donde los personajes daban pena por ser tan patéticos. Dave era un pardillo con una idea absurda (y ahí estaba la gracia) en las demás entregas se toma demasiado en serio (planea, sabe luchar, tiene una base). Además creo que mezclan al Big Daddy de los comics con el de la peli. El primero era un perdedor fan de los supers cargando con una maleta de comics que vendía para sacar pasta. El de las pelis es un Charles Bronson que parece que nos han encasquetado en Kickass 2 y 3 con un montón de pasta, gadgets, vehículos, armas… no es el Big Daddy del volumen 1.
Aun así es entretenida