Edición original: Marvel Comics – julio 1990
Edición España: Comics Forum- diciembre 1992
Guión: Charles Vess
Dibujo: Charles Vess
Entintado: Charles Vess
Color: Charles Vess
Portada: Charles Vess
Precio: 950 pesetas
Con motivo del trigésimo aniversario de la creación de
No era la primera vez que los caminos de Peter Parker y el ilustrador de Virginia se cruzaban. Así, don Charles fue el responsable de ilustrar la portada del primer número de Web of Spider-Man a mediados de los ochenta. Sin embargo, a la hora de desarrollar trabajos para la casa de las ideas, el señor Vess orientó su labor hacia terrenos donde la presencia de los superhéroes era testimonial. Una aventura en Marvel Fanfare protagonizada por los tres guerreros o la novela gráfica El estandarte del cuervo dan testimonio de las virtudes de un artista especialmente dotado y orientado para la fantasía. Aunque las ilustraciones dedicadas al lanzarredes que había realizado previamente eran ciertamente impresionantes, era innegable que la condición urbanita de Spidey contrastaba poderosamente con las ambientaciones feéricas de don Charles, por lo que la mera conjunción de los nombres de autor y personaje ya llamó la atención.
La excusa para colocar a Spider-Man en las tierras altas es una segunda luna de miel para Peter y Mary Jane. Esta última ha recibido la herencia de una pariente más bien lejana que residía en Escocia, por lo que el joven matrimonio aprovecha la ocasión para dar un escapada y conocer el contenido exacto del legado dejado por la buena mujer. La visita al Reino Unido lleva a los Parker a una población escocesa “arquetópica” con sus parroquianos, su castillo en ruinas y sus leyendas. Una maldición parece aquejar la zona y la población local está barajando seriamente la posibilidad de mandarse a mudar. El jovencísimo heredero de la antigua aristocracia local ha desaparecido; Mairi, una anciana, habla constantemente de la fuerza de la magia y el poder de las hadas. Pese al hecho de que estamos en pleno siglo veinte (la novela gráfica fue publicada en 1990) las gentes del lugar son bastante supersticiosas y consideran que son víctimas de una maldición. Fiel a su política de ser un poco metomentodo, Spider-Man tomará cartas en el asunto e intentará desvelar el misterio.
El autor de la novela juega en todo momento con la sensación de pez fuera del agua que Peter experimenta desde que pone un pie en el viejo continente. El prólogo de la historia presenta una escena habitual en los tebeos del trepamuros, desfaciendo el entuerto perpetrado por un par de cacos. La presencia de esta introducción permite remarcar el contraste entre una urbe como Nueva York (considerada no sin cierta razón la capital del mundo contemporáneo) y la verde campiña de un pueblecito de las tierras altas. El viaje de América a Europa es también hasta cierto punto un viaje en el tiempo, por cuanto las costumbres, la mentalidad y ¿por qué no decirlo? la moral imperante resultan un tanto más antiguas (o anticuadas). La exuberancia de Mary Jane, mujer de su tiempo, contrasta con la tradicional (y un tanto pacata) imagen que de las féminas tiene el principal representante del antiguo clan gobernante. La capacidad de Peter para balancearse cual Tarzán con liana incorporada resulta inútil en la campiña, al tiempo que su mente científica juega en su contra cuando experimenta un par de experiencias “para-anormales” de las que justifican en principio el temor de la población y la intención de un parte de la misma de ahuecar el ala.
Espíritus de la tierra es una novela gráfica deliciosa en la que Charles Vess saca punta a su talento para justificar la presencia de Spidey en un territorio que tradicionalmente le ha sido ajeno. Hay que reconocer que la historia no será del gusto de todas las personas que componen la parroquia arácnida, pero desde mi punto de vista, la condición de pez fuera del agua de Peter y su introducción en una historia y ambiente más próximos a las aventuras de la señorita Marple constituye un agradable paréntesis en las tramas habituales en las que se ve envuelto. Bien podría decirse que, más que una aventura del amigo y vecino Spider-Man estamos ante un relato de Charles Vess en el que Spidey es simplemente la excusa para que el caballero aproveche las experiencias de su visita a Escocia. Releer esta novela después de veintidós años ha sido un grato y nostálgico paseo por los tiempos en los que todo era un poco más nuevo y cada publicación de estas características traía la promesa de una historia única, especial y fascinante. La historia de Peter, un habitante de la gran ciudad, en los evocadores páramos del antiguo reino de las hadas, no deja de ser un reflejo de la fascinación que cualquier viajero puede sentir cuando llega a un destino que geográfica, histórica y culturalmente está alejado de su origen y aporta la promesa de una magia que se creía perdida.
Recuerdo cuando salió esta novela gráfica y quedarme alucinado con el dibujo de Charles Vess. Que bueno que es y que pena que se haya prodigado tan poco en el género de los superheroes
Totalmente de acuerdo Alejandro, a nivel de dibujo probablemente sea una de las historias más espectaculares del trepamuros, se merece una edición acorde a la calidad del trabajo de Vess a ver si antes o después se termina animando Panini y publica estas historias.
Concuerdo con ustedes en cuanto al dibujo. Ojalá Panini se anime a reeditarla para los que como yo, no hemos tenido el placer de leerla en su tiempo. Eso si, el dibujo sí que me gusta, y bastante además.