Conocí a
Llamo la atención sobre la obra de Sauer por una razón muy sencilla. Alguna de sus viñetas las tengo en la memoria conceptuadas entre los mejores gags que he leído. Pongamos un ejemplo:
Un chiste delicioso, inmediatamente inolvidable. El humor se deriva del giro absurdo dentro del absurdo general del planteamiento. Al contrario que muchos gags, no parte de una situación aparentemente convencional en la que se juega con el contexto, sino que es una vuelta de tuerca audaz sobre un escenario que no tiene ningún sentido de partida. A mi juicio, Sauer logra así los momentos más descacharrantes, como en este otro, de truco similar:
La realización es tan efectiva que se puede volver una y otra vez sobre la viñeta, sin que decaiga la sonrisa.
Sauer puede ser también descarnado, con muestras de genuino humor negro, como los lemmings -personajes recurrentes que buscan suicidarse en cada aparición-, el robot homicida que aspira a encargarse de una guardería, o insistentes bromas en torno a mutilaciones, como la del payaso que sirve para ilustrar el primer volumen. Hela aquí:
Como en toda antología, el nivel de cada propuesta es dispar. Tomados en su conjunto, la fórmula puede volverse repetitiva; individualmente, algún sketch nos puede resultar indiferente. Pero cuando acierta -y es bastantes veces- las piezas son brillantes, originales y, sobre todo, hilarantes. Se trata de libros más para hojear y reír, en pequeñas dosis que imiten su publicación diaria original, como pudieran ser las recopilaciones de
En 2013, tras los tres tomos publicados por Planeta, ECC prosiguió con la serie en un cuarto volumen, que no he leído. En Alemania ya van por el sexto, amén de calendarios y otros productos especiales. Sauer va construyendo un universo de seres irreverentes y bobalicones, progresivamente conectados entre sí, aunque su fuerte sea -ya se ha dicho- el ramalazo extravagante, con un pizco de genial locura.
Me alegra ver que hay más gente que disfruta de esta obra absolutamente genial y desternillante. Hay algunas viñetas con las que me rio sólo con recordarlas por lo bestias y absurdas que son.
El problema de esta obra es el precio que tanto planeta como ecc le han puesto, totalmente desorbitado y encima ECC decidió cambiar el formato del cuarto tomo pasando del cartoné a la rústica y reduciendo el tamaño