El Fin Del Mañana #07

 

Edición original: Future ends núms. 25 a 29 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Brian Azzarello, Dan Jurgens, Jeff Lemire, Keith Giffen
Dibujo: Aaron Lopresti, Andy McDonald, Jesús Merino, Patrick Zircher, Scot Eaton
Entintado: Scott Hana, Patrick Zircher, Dan Green, Drew Geraci, Art Tibert
Color: HIFI
Formato: Rústica, 112 págs. A color.
Precio: 11,50 euros

 

Vivir de eventos.

Esa parece ser la moda editorial en cuanto a las dos grandes del comic en Estados Unidos. Empieza a resultar complicado saber si al final no se trata de un evento continuo que nos venden como serie regular, al que nuevos eventos se enlazan en una espiral de vértigo poseída por el marketing en vez de por la creatividad. ¿Pero acaso esta introducción es para dar pie a decir que el evento El Fin del Mañana ha perdido fuelle? No, tan solo es una reflexión lanzada al aire.

Hacer con ella lo que creáis conveniente.

Superamos el ecuador de esta serie con un número donde la acción empieza a estar más presente. Llegados a este punto las tramas abiertas deben empezar y avanzar a buen ritmo y comenzar a mostrar hacia donde quieren llevarnos. Ya hemos descubierto al villano que está detrás de todo, pero seguimos a ciegas en algunas historias que siguen demasiado estancadas en sí mismas, negándose a avanzar al ritmo de las demás. Es notable el abandono de algunas de ellas de manera abrupta, como la de Superman, de la que solo queda esperar sea retomada más adelante al no haberse definido claramente su aportación al conjunto de tramas.

En un sprint bien orquestado vamos a asistir a un intento de invasión de la Isla de Cadmus por un grupo de héroes de lo más variopinto. Tim Drake deja atrás su nueva identidad con el fin de encontrar a su desaparecida novia. Batman se enfrenta por primera vez a McGinnis. Lois está dispuesta a confiar en Drake a fin de poder encontrar la escondida Isla de Cadmus, mientras en los confines de la Sangría, Atom y compañía libran la que puede ser la batalla más importante de sus vidas… y asistiremos al nacimiento de un nuevo Firestorm.

No está nada mal.

Hay que decir, a favor, que en este número asistimos no solo al habitual frenesí de una historia de estas características, sino que también podemos disfrutar de una clara mejora en el dibujo. Tras el agridulce sabor que nos dejó el número 6 en ese apartado, en número 7 brilla con luz propia. No es que sea un dibujo matador, pero sí regresa cierta uniformidad y los dibujantes se nota que han vuelto a esforzarse por hacer algo más que cumplir. Tal vez las fechas de entrega hayan provocado ese bajón del anterior número, pero sea como sea la mejora del tomo 7 es más que bienvenida.

Ahora toca hablar de un personaje que por secundario se ha vuelto ya recurrente en este evento.

Nos referimos a OMAC.

Si nos remontamos a su origen debemos volver la vista hasta el año 1974 y fijarnos en un Jack Kirby en plena efervescencia creativa y con total libertad creativa por parte de DC. Kirby da rienda suelta a su imaginación y concibe a OMAC (One Man Army Corps) como un agente salvador de una sociedad condenada a la extinción a finales del siglo XXI. Un concepto muy anclado en la ciencia ficción del momento, pero que sabe desarrollar perfectamente al presentarnos a Buddy Blank, receptáculo humano de las habilidades OMAC, que se activa mediante un satélite denominado Hermano Ojo, creado por Myron Forest. El satélite, una poderosa inteligencia artificial, busca a un sujeto sobre el que usar cirugía hormonal y cibernética a fin de potenciarlo, siendo Buddy el elegido para ello. OMAC se dedicará a combatir a los criminales de la, paradójicamente llamada, Agencia Global para la Paz.

Buddy tendrá éxito en su objetivo y termina por poder tener una familia con la que tener un hijo al que llamará Tommy Kamandi Tomorrow (¿Os suena?) que disfrutaría de su propia cabecera, Kamandi, el último chico de la Tierra, al tiempo que, y no os preguntéis como a no ser que hablemos de futuros alternativos, también podía ser visto en la colección Tommy Tomorrow como un aventurero espacial.

Jack Kirby siempre es mucho Jack Kirby, incluso para sí mismo.

La serie fue cancelada en 1975 y el personaje quedó relegado a hacer apariciones en Warlord en los números 37 al 47 o Kamandi, en el número 50. Al llegar Crisis en Tierras Infinitas su línea temporal fue eliminada por completo.

En 1991 el gran John Byrne guionizó y dibujó, como pocas veces se le ha visto dibujar, una novela gráfica del personaje compuesta por cuatro números donde se dedicaba a atar los cabos sueltos de las historias anteriores, mediante el uso de intensos viajes temporales. Si no has leído este trabajo del canadiense, ya tardas en ponerte a ello porque es una obra muy interesante.

La línea temporal de OMAC fue eliminada pero su concepto no. Por ello en 2005, de mano de Greg Rucka y Jesús Saiz, llegó El Proyecto O.M.A.C. En esta miniserie OMAC es similar al que creara Kirby en los años setenta, pero se distancia en que el acrónimo ya no hace referencia a un ejército de un solo hombre, sino a una estructura de observación metahumana. OMAC ya no es un solo hombre, sino cientos de agentes durmientes que hacen sus vida de forma normal hasta que son activados por la organización que los creó, Jaque Mate. Esta organización controlada por Maxwell Lord ha tomado el control del satélite creado por Batman, Hermano Ojo, usándolo para comenzar una cacería indiscriminada de metahumanos por todo el Universo DC. La serie acaba con la muerte de

y un Hermano Ojo autónomo, con un ejército de 200.000 OMAC a sus órdenes, dispuesto a declarar la guerra a todos lo metahumanos conocidos.

Tras la aparente destrucción de Hermano Ojo, en la serie Cuenta Atrás a Crisis Final se narran los acontecimientos de cómo, Ojo, es reconstruido por Buddy Blank, un científico de Industrias Wayne ya jubilado y con un nieto de cabellos rubios en un claro guiño a las creaciones de Kirby. En esta serie la numeración es regresiva y es en su número 1 cuando Buddy es rescatado por Hermano Ojo para convertirlo en un OMAC autónomo tal y como lo concibió originalmente Kirby.

En el Nuevo Universo DC el concepto fue de nuevo rescatado y se lanzó una serie dedicada a OMAC correspondiente a la primera oleada de los Nuevos 52. En esta nueva encarnación tenemos a Kevin Kho como huésped de OMAC (Donde el acrónimo cambia a One Machine Army Corps) en la que Hermano ojo vuelve a estar bajo el mando de Jaque Mate. El satélite ve comprometida su inteligencia artificial lo que lleva a usar a OMAC a luchar a su favor por controlar el mundo. Como es de suponer Kevin busca ayuda y supera la crisis, haciendo que durante un período corto de tiempo sea miembro de la nueva encarnación de la Liga de la Justicia Internacional.

Ahora, en ese futuro cercano que nos muestra la serie del Fin del Mañana, lo tenemos de vuelta como guardia de seguridad de la Isla Cadmus, no como un ente individual, sino como todo un ejército de vigilantes que controlan a la población de metahumanos retenida en la isla por Cadmus.

En resumen seguimos estando ante una serie muy entretenida, con momentos muy interesantes, que no se hace pesada, ni molesta que sus tramas estén excesivamente alargadas, al tiempo que experimenta un notable cambio en dibujo que aporta un punto más de uniformidad que hizo que el anterior número perdiera fuerza.