The Woods Volumen 1. La Flecha

 

Edición original: The Woods Nº 1-4 USA (BOOM! Studios, 2014)
Edición nacional/ España: Medusa Cómics (2015).
Guión: James Tynion IV.
Dibujo: Michael Dialynas.
Color: Josan Gonzalez.
Formato: Tomo rústica de 112 páginas.
Precio: 13,95€.

 

La realidad. Esa maldita piedra en el zapato de la vida recordándonos constantemente nuestras humanas limitaciones. Nadie escapa de esa malnacida aguafiestas, aunque como reflexionaba Woody Allen en uno de sus cuentos publicados en The New Yorker, la realidad es en el único sitio donde se puede comer un buen filete. Pero hay ocasiones en las que no estamos dispuestos a vendernos tan barato y preferimos combatir. La imaginación suele ser un arma poderosa en esos casos pues tiene la facultad y el poder de permitirnos correr en libertad por mundos y universos vírgenes y desconocidos. De ahí nace la fantasía, un espacio en el que todo es posible y nada está totalmente fuera de nuestro alcance. En ella nos refugiamos a lo largo de la vida pero, especialmente, cuando aún estamos en la crisálida, en la tierna infancia y, si tenemos suerte, y los impulsos sexuales nos lo permiten, la mantendremos fresca gran parte de la adolescencia. Para cuando nos hemos convertido en adultos ya no hablamos de imaginación, solo nos dedicamos a soñar despiertos y evitar todo posible contacto con peligrosos sentimientos como la nostalgia. Hay un niño en nuestro interior y un adulto que hace de carcelero y, con suerte, éste lo entretendrá y alimentará con series de televisión, películas, videojuegos y con materia prima de libros y cómics.

Puede que esto tenga algo que ver con el interés que últimamente hemos visto en estos mismos medios por las historias de ciencia ficción y fantasía en las que un grupo de jóvenes, en edad de lidiar con sus habituales problemas de autoestima y hormonas, deben descifrar, a costa de su vida, un peligroso y escurridizo misterio capaz de desafiar toda lógica. En estos relatos los adultos hacen ese papel de carceleros, se convierten en némesis de los protagonistas, bien sea por su necesidad de explotar y utilizar su juventud en su beneficio, sea por su incomprensión, incredulidad e indiferencia respecto a las capacidades y preparación de estos chicos para afrontar la realidad. En el mundo del cómic muchos autores se han abonado a este esquema, sea en relación al cómic de superhéroes, ahí está Vengadores Arena y su secuela Vengadores Encubiertos, o en historias originales inspiradas por sagas fílmicas de éxito y un sentido del misterio y la intriga que no ha sido el mismo desde el fenómeno Perdidos. En esta línea, y tocando una gran amplitud de géneros, podemos enmarcar cabeceras como Morning Glories de Nick Spencer y Joe Eisma, Locke & Key de Joe Hill y Gabriel Rodriguez, Sheltered de Ed Brisson y Johnnie Christmas y la presente The Woods del guionista James Tynion IV y el dibujante Michael Dialynas.

Lo que viene a ser una muestra más de lo que la editorial BOOM! Studios ha venido a definir como «teen conspiracy comics» narra lo que sucede cuando el Instituto Bay Point de Milwaukee, con todos sus estudiantes y profesores, desaparece de su ubicación habitual y acaba trasladado al que parece ser el corazón de un hermoso, y al mismo tiempo peligroso y letal, planeta alienígena. En su nueva localización los jóvenes se encuentran rodeados por un frondoso y misterioso bosque que un grupo de alumnos, liderados por el enigmático Adrian Roth, pretenden explorar para hallar respuestas; y ello mientras entre las paredes del Instituto Bay Point se cuece a fuego lento el drama cuando el profesorado intenta controlar la nueva situación oponiéndose a las iniciativas de Maria Ramirez, responsable del Consejo Estudiantil, y provocando toda una lucha de poderes. Es fácil reconocer en esta sinopsis los ingredientes de ese tipo de producto de moda en la ciencia ficción que describíamos antes: premisas sencillas y directas, emplazamientos y contextos sorprendentes, protagonistas jóvenes y rebeldes, uno de ellos seguramente con una camiseta negra con una calavera, destinados a entenderse para sobrevivir y, el punto clave, un misterio primigenio encinto de mil y un secretos con los que mantenernos en la onda.

En ese sentido, y al menos en sus primeros números, The Woods no aporta nada demasiado original a lo que ya han hecho otras obras y autores, ninguna vuelta de tuerca al concepto, ninguna idea que nos resulte especialmente rompedora y tampoco una voluntad o clara intención por evitar los clichés y tópicos de este tipo de historias. Por otro lado, no resulta tan sencillo descartar este título, su propuesta no nos pilla por sorpresa, ciertamente, pero lo que ofrece lo hace con buen pulso y criterio, intentando demostrar personalidad y honestidad y manejando con solvencia el ritmo y la narración. El trabajo de James Tynion IV, guionista al que hemos visto asociado en cabeceras recientes de DC Comics como Batman Eterno, Capucha Roja y Los Forajidos o Talon, demuestra sensatez para manejar a sus personajes y para caracterizarlos a través del conflicto y el diálogo. El misterio fluye, la intriga no se quiebra, aunque nos lleve a rastras por senderos oscuros y llenos de maleza y nos haga acampar en sospechosos claros por los que tenemos la sensación de haber pasado ya en otras vidas. El principal obstáculo de The Woods parte de una estructura prototípica en la que sus personajes, más o menos desarrollados, pasan a un segundo plano mientras el lector tantea la durabilidad y consistencia del enigma motor de la historia.

En el apartado gráfico, el griego Michael Dialynas, dibujante con una trayectoria en la industria aún muy corta en la que destacan títulos como Amala´s Blade o Fiction Squad, apunta maneras con un trazo rasgado y erráticamente vivo, unos lápices que ofrecen una visión más realista dentro de la escuela «neo-cartoon» financiada y alentada en los últimos años por BOOM! Studios. El estilo de Michael Dialynas aporta un toque sugerente y exótico al relato aunque no sería justo pasar por alto el trabajo de Josan Gonzalez con el color de la obra, una interesante paleta de tonos pálidos que consigue el objetivo, llamar la atención sobre The Woods, complementando lo narrativo con una textura y dimensión extra a la historia. Para los lectores que estén cansados de fábulas adolescentes nacidas al calor de los tiempos marcados por Los Juegos del Hambre y Perdidos acercarse a The Woods puede ser contraproducente; pero para los que hayan disfrutado, y sigan haciéndolo, de propuestas parecidas, o cercanas como las ya mencionadas Morning Glories o Locke & Key, tienen aquí un cómic que les va a la zaga a estos en cuanto espíritu aunque los caminos de su misterio resultan inescrutables y la satisfacción a largo plazo en un producto de estas características supone un salto de fe al no venir acompañado de ticket de garantía.