¿Conocen el atractivo de la obra imperfecta? Aquella en que, mientras leemos, corregimos alguna frase, volviéndola más musical o contundente; aquella en que, mientras leemos, fabulamos con otro ángulo de cámara, con que otro personaje robara más escenas… incluso con suprimir alguna página que consideramos redundante y que debiera quedar más sutil, a nuestro parecer. ¿Conocen esa sensasión? Los autores también. Trabajan duro para entregar su mejor propuesta, pero rara vez quedan satisfechos del todo. Claro que hay que seguir adelante. Si se dedicaran a reescribir jamás saldrían obras nuevas. Sin embargo, en ocasiones especiales, unas más justificadas que otras, el autor vuelve sobre sus pasos y se echa al monte de los cambios y al camino de las modificaciones. Con sus peligros, ¿eh? Que se lo pregunten a
Mencionaba el atractivo de la obra imperfecta porque, de no tenerlo, no habría necesidad de volver sobre ella; mejor sería sepultarla y escribir otra que, con más fortuna, la sustituyese en el cariño de los lectores. Pero algunos personajes, algunas situaciones, se niegan a sucumbir, se rebelan ante su pretendido olvido. Es el caso del Curro, de la Sole, del Parco, del Gomina, de Juan el de las novelas, etc. Es el caso de Por Soleá, escrita y dibujada -¡hasta en tres ocasiones!- por
Nacido en Madrid en 1959, Antonio Navarro debutó como profesional en las revistas Rambla y Rampa a principios de los ’80. Su primera gran serie, Simone, por la cual recibe en 1988 el Premio Diario de Avisos al mejor dibujante realista del año y una nominación en 1989 al premio al mejor autor revelación en el Salón del Cómic de Barcelona, se estrena en la revista Cairo para pasar posteriormente a Cimoc. Ha trabajado para la norteamericana Marvel (Kiss of Darkness) o la japonesa Kodansa (Syd Virtualstory) y también en el cine de animación desde que, a principios de los 80, participara en series infantiles de la productora Hanna-Barbera tan conocidas como Lucky Lucke o Los pitufos. Entre 1995 y 2000 estuvo contratado por los estudios Disney y colaboró, por ejemplo, en los largometrajes Hércules, Tarzán o Fantasía 2000 (en el segmento Rhapsody in blue). En el mundo del cómic, además de los trabajos citados, podemos destacar La galería de los horrores (1995) o la estupenda El tiempo arrebatado (2005), donde revisita -en clave metalingüística- el pasado de su heroína
Por Soleá es un tenso relato de género negro en el Madrid de 1948. Inspirada por un tema de
Navarro dota de intensa y dolorida humanidad a sus personajes, sobre todo los masculinos: Curro lleva escrito en la faz su sino maldito, igual que Juan transpira bondad y compasión o Roberto Madrid, el «Gomina», un despiadado policía corrupto, luce el jeto de perfecto malnacido. La ambientación evoca esos años difíciles de la posguerra marcados por el hambre, el cine, los tebeos. Navarro posee el don del equilibrio entre la caricatura y el retrato verosímil del heroísmo cotidiano. Una composición invariable de tres filas, entre seis y nueve viñetas por plancha, le posibilita un férreo control del ritmo, con instinto para las miradas y los silencios.
Por Soleá -cuyo título es un juego de palabras entre el nombre de la protagonista y un palo del flamenco- convencerá a los degustadores del buen policíaco y a los lectores ávidos de historias con alma. Su certero patetismo castizo, unido a los tropos más recios de la serie negra (crimen, falso culpable, la femme fatale), dan como resultado un tebeo imperfecto, donde tal vez pese demasiado cierto efectismo de raíz anglosajona, pero encantador y sugestivo en su apuesta por sacar a la luz las miserias patrias.
Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor,
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.
https://www.youtube.com/watch?v=UI-uY9D9JiQ
Y respecto al cómic, Sr.Agrafojo, a fuerza de ser sincero, decirle que no lo conocía.
Pero después de su estupenda reseña y de esa referencia al Maestro Serrat,
le aseguro que más pronto que tarde caerá en mi manos y en mis estanterías.
Un placer volver a comentar en uno de sus escritos.
Rockeros Saludos.
Justo esas estrofas se reproducen en la contraportada. Al autor le marcó esa canción de Serrat.
Y muy agradecido de volver a tenerle por aquí. El placer es mío, por supuesto.