#ZNCine – Especial Jurassic Park. La trilogía original que devolvió la vida a los dinosaurios

¡El parque temático Jurassic World ha abierto sus puertas! Y la experiencia ha sido todo un éxito, con millones de espectadores y visitantes satisfechos, con críticas mayormente positivas y rebosantes de nostalgia, y una recaudación que ya ha superando ampliamente la mágica cifra de los 1000 millones que este año por el momento solo han logrado Fast & Furious 7 y Los Vengadores: La Era de Ultrón. Los dinosaurios han vuelto a conquistar el mundo como ya hiciesen hace veintidós años con el estreno en 1993 de Jurassic Park, el filme basado en la novela de Michael Crichton del mismo título dirigido por Steven Spielberg, una paso evolutivo lógico en la carrera de este cineasta como nos contaba hace poco el compañero Samuel Secades a propósito de su homenaje a los 40 años de Tiburón: Aquel verano de 1975. Nada de eso hubiese sido posible sin el trabajo de Stan Winston en los efectos especiales, él otorgó su alma a esras criaturas y las hizo tan reales como puede serlo el mismo cine. Lo mismo se podría decir de la inolvidable partitura de John Williams que se adaptaba perfectamente a los sentimientos y emociones que los espectadores experimentaban en la salas de cine. Luego llegarían las secuelas, Jurassic Park: El Mundo Perdido, en la que Steven Spielberg repetiría detrás de las cámaras, y Jurassic Park III, en la que Joe Johnston tomaba el relevo. Después de eso todos dabamos por segundo vez como extintos a los dinosaurios. ¡Craso error! No podíamos estar más equivocados.

La franquicia ahora en manos de un casi desconocido Colin Trevorrow, y con Steven Spielberg relegado a tareas de producción, ha vuelto con fuerza y rugiendo más alto que nunca, como bien nos contaba Marta Gómez San José en su crítica de Jurassic World hace un par de semanas a tenor del estreno de la película. En cínico y desprendido amaestrador de velociraptors Owen Grady, interpretado por Chris Pratt, y la maniática científica y jefa de operaciones Claire Dearing, encarnada Bryce Dallas Howard, toman el relevo de los personajes clásicos de la primera trilogía: el paleontólogo Alan Grant al que dio vida Sam Neill, la Doctora Ellie Sattler a la que puso rostro Laura Dern y el matemático más carismático de la gran pantalla, el Doctor Ian Malcolm que interpretó el también veterano Jeff Goldblum. Todo está preparado para una segunda trilogía que según Steven Spielberg irá en una dirección «muy emocionante y completamente distinta a todo lo que hemos visto. Comienza con la historia de la primera trilogía, pero que gira en una dirección completamente diferente». Es por ello que este parece ser buen momento para regresar al fenómeno que lo inició todo, volver a 1993, y años posteriores, para recordar la dinomanía de los noventa, hablar de las películas previas a Jurassic World y descubrir algunas curiosidades y datos de estas asombrosos criaturas con nuestras jurásicas dino-fichas. ¡Pasen y vean, damas y caballeros!

El año 1993 fue posiblemente el más importante en la carrera del cineasta estadounidense Steven Spielberg. Durante aquella temporada por fin se confirmó como un verdadero autor gracias a la que supone su obra de madurez (aunque con El Color Púrpura, la adaptación que realizó de la novela homónima de Alice Walker ya apuntó maneras en este sentido) y una de las más logradas de su ya extensa carrera, La Lista de Schindler, traslación a imágenes en blanco y negro del libro El Arca de Schindler del escritor australiano Thomas Keneally que narraba la odisea del empresario alemán Oskar Schindler por salvar un gran número de judíos de manos del ejército nazi de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial con la que ganó siete Óscars de la academia, entre ellos mejor película, dirección y guión adaptado. Pero otra producción salida de su mano ganó también tres estatuillas técnicas aquel 1993 y la misma supuso la confirmación de la dulaidad como cineasta del creador de Tiburón o Encuentros en la Tercera Fase, esas dos personalidades que le permiten hacer cine autoral por un lado y blockbusters ejemplares por otro. Cuando Parque Jurásico se estrenó su éxito a nivel mundial fue totalmente descomunal no sólo como producto cinematográfico revientaquillas o cinta clave para entender a evolución de los efectos digitales en el mundo del celuloide contemporáneo, también como maquina productora de todo tipo de merchandising que los niños de la época devoraron como si de un grupo de ávidos velociraptores se trataran.

Fue en 1990 cuando el escritor y cineasta norteamericano Michael Crichton editó su novela más famosa, Parque Jurásico. La misma narraba cómo por medio de la ingeniería genética John Hammond, un filantropo multimillonario, conseguía resucitar a distintas especies de dinosaurios para que formaran parte de un gigantesco parque temático localizado en Costa Rica. Allí viajaban los paleontólogos Alan Grant y Ellie Sattler y el matemático Ian Malcom para valorar el increible y peligroso logro científico e histórico de Hammond. La novela fue una de las más vendidas de la década de los 90 y en ella no tardó Spielberg en ver material potencialmente trasladable al séptimo arte. Para llevar a buen puerto tan complicada empresa se rodeó de unos equipos técnico y artístico intachables. En el reparto reconocíamos a Sam Neill, Laura Dern, Jeff Goldbulm y Richard Atthenboroug entre otros, al guión al mismo Michal Crichton acompañado de David Koepp y Malia Scotch Marmo, en la fotografía a Dean Cundey (ocupando el puesto del habitual Janusz Kaminski) la banda sonora el indispensable John Williams, en los efectos especiales mecánicos el gran Stan Winston y en los digitales Phil Tippet acompañado de la Industrial Light & Magic de George Lucas, apartado este último en el que Jurassick Park marcó época dentro del cine noventero como comentaremos más adelante. Con esta lista de profesionales en nómina era imposible que el film del director de Loca Evasión fuera un fracaso, pero que su éxito fuera tan descomunal pocos lo supieron predecir.

Adaptando fielmente la novela de Michael Crichton pero atenuando el tomo más oscuro y crudo de el relato para adaptarlo a una cinta para toda la familia Parque Jurásico se reveló como una de las muestras más quintaesenciales a la hora de hacer cine comercial de calidad en Estados Unidos. Steven Spielberg puso sus dotes como narrador al servicio de un espectáculo mastodóntico al que él mismo y sus guionistas supieron dar verdadero corazón. Sirva como ejemplo de esto que comentamos el primer encuentro de los dos paleóntologos protagonistas con el Braquiosaurio, el primer contacto de estos dos expertos en la historia de los dinosaurios con el descomunal animal acaba con el personaje de Sam Neill rompiendo a llorar por la emoción, como si toda a una vida de estudio y dedicación culminara en ese momento, ese síndrome de Stendhal en el que el espectador también ve por primera vez una de esas criaturas prehistóricas con la que Phil Tippet y su equipo dejaron al mundo boquiabierto gracias a unos efectos digitales de los que hablaremos más adelante. Con la confirmación de que Spielberg y sus guionistas eran capaces de dar forma a unos personajes con cierta profundidad, a los que habría que sumar a dos niños repelentes muy del estilo del director de Lincoln, al producto ya sólo le quedaba entregarse al fuego de artificio bien entendido, a los buenos muy buenos que tratan de sobrevivir en un entorno hostil rodeados de criaturas gigantescas y malos muy malos que conspiran en las sombras para hacerse con el ADN de dichos dinosaurios para sacar tajada económica con ello. El tablero y las fichas están sobre la mesa a Spielberg sólo le queda alardear con su apartado técnico para convertir a Parque Jurásico en un verdadero parque de atracciones visual.

Parque Jurásico es lo más parecido un episodio alargado de la mítica serie estadounidense La Dimensión Desconocida (The Twilight Zone) en el que se dan la mano la acción, la intriga, el terror, el humor y la ciencia ficción hundiendo sus raíces en la literatura de autores como Robert Louis Stevenson, Arthur Conan Doyle o Julio Verne para dar a luz una aventura en la que los dinosaurios son los protagonistas, porque por muy bien que estén perfilados los personajes humanos que protagonizan la cinta y por mucho que lleguemos a preocuparnos por su integridad física o psicológica son los velociraptors, dilophosaurios, Gallimimus y Tiranosaurius Rex que pueblan el metraje los que captaron la atención de unos espectadores que desde los tiempos de Ray Harryhausen nunca habían visto en pantalla unos reptiles nacidos en el triásico tan realistas y aterradores. Amalgamando el uso de los efectos animatrónicos del mítico Stan Winston que brillan momentos como el del triceratop enfermo, la cabeza del Braquiosaurio junto al Doctor Grant y los niños y sobre todo el ataque del T-Rex a la furgoneta en plena lluvia con unos efectos digitales de Phil Tippet e Industrial Light and Magic que (junto a los de Terminator 2: El Juicio Final, de James Cameron, dos años antes) marcaron época dentro del uso de CGI en el cine de Hollywood Parque Jurásico se convirtió en la experiencia visual más estimulante y fruiciosa vista en décadas. Los ataques de los Velociraptors, las carreras del T-Rex o los Gallimimus, esas manadas a las que se refería el personaje de Sam Neill consiguen hacer totalmente creíbles y epidérmicos el sabio uso del efecto especial tradicional con los generados por ordenador, tradición que la meca del cine del siglo XXI en general y esta saga jurásica en particular ha ido dejando de lado poco a poco haciendo que impere el más económico pero, casi siemepre, frío pixel

Jurassic Park fue un nuevo paso adelante en la carrera de un cineasta como Steven Spiellberg el mismo año que se confirmó su talento para el cine con vocación de autor con su visión del holocausto. Al igual que en años pretéritos hizo con Tiburón, E.T, la saga Indiana Jones o Encuentros en la Tercera Fase el cineasta norteamericano reinventó el concepto de blockbuster que él mismo había ayudado a crear en 1975 con la ya mencionada cinta protagonizada por Roy Scheider, Robert Shaw y Richard Dreyfuss. Su incursión en el peligroso parque temático de John Hammond abrió las puertas a una fiebre por los dinosaurios que duraría años y que tendría repuntes con las posteriores secuelas. La primera de ellas en 1998, de nuevo a manos de Spielberg y basándose en la segunda novela de Michael Crichton , El Mundo Perdido. La siguiente Parque Jurásico III de 2001, ya sin base literaria y cediendo la batuta de director al siempre cumplidor Joe Johnston (Jumanji, Capitán América: El Primer Vengador) y por último esa Jurassic World en la que de nuevo otro realizador, Colin Trevorrow, se pone detrás de la cámara y que está barriendo la taquilla a nivel mundial, dando más millones a un Spielberg que desde hace años no debe llegar a fin de mes con sus exiguas ganancias y despertando de nuevo la siempre adormecida pero no muerta dinomanía. A continuación hablaremos de todas esas secuelas surgidas gracias al hito que esta producción de 1993 marcó a fuego en el cine comercial de Hollywood y en la retina de los que la descubrimos en la infancia o adolescencia.

DINO-FICHAS (I)

En el siguiente apartado encontraréis las fichas de todos los dinosaurios y criaturas aparecidas en la original Jurassic Park. En cada ficha hay una imagen de la especie, unos datos básicos y algunas curiosidades y mitos asociados a estos animales.

La secuela de Jurassic Park, El Mundo Perdido se estrenó en 1997, cuatro años después de la original volviendo a adaptar una novela homónima de Michael Crichton. Nuevamente dirigida por Steven Spielberg, el fenómeno jurásico no batió los récords de taquilla que se esperaban de ella a pesar de ser la primera cinta que se estrenará en más de cuatro mil salas al mismo tiempo. En esta secuela se omitieron nuevamente detalles importantes del libro y se añadieron algunos de los que se habían dejado atrás en la original.

La trama se desarrolla en la Isla de Sorna, el verdadero lugar de cría de los dinosaurios antes de ser trasladados al Parque. La existencia de Sorna se mantuvo en secreto, pero ahora Ingen amenaza con desvelarlo, ya que esta isla está habitada por dinosaurios que viven libres a pesar de las carencias fisiólogicas con las que nacieron, y es que como bien anunciaba el Dr. Ian Malcon,

La vida, se abre camino…

El fracaso que supuso el Parque envolvió a la empresa en una crisis y los accionistas presionan a Hammond tras enterarse de su existencia por el reciente accidente de una niña en esta isla. Así el sobrino de Hammond, Peter Ludlow pretende reflotar la compañía exhibiendo a los dinosaurios en el zoológico de San Diego pero Hammond tiene otros planes y pretende crear un equipo de investigación que documente a los dinosaurios en su hábitat natural con el objetivo de convencer a la opinión pública de que deben permanecer ajenos al ser humano y así redimirse de los errores del pasado. El Dr. Ian Malcom que rechaza a primeras embarcarse en una aventura que el mismo tacha como un suicidio, acaba uniéndose al equipo tras enterarse de que su novia, Sara Harding, paleontóloga de profesión, ya está en Sorna. Hasta allí viajará junto al fotógrafo Nick Van Owen y Eddi Carr, experto en equipos de investigación, además de una pasajera clandestina: Kelly Malcom, la hija de 13 años de Ian que se esconde para acompañarles.

Al llegar a la isla encuentran a Sara que se encuentra sana y salva y descubren a Kelly. Sin embargo el equipo de investigación presencia atónito la llegada de un pequeño ejercito de mercenarios liderados por el cazador Roland Tembo. Estos mercenarios han sido contratados por Ludlow para capturar a los dinosaurios a cambio de que permita a Tembo cazar al temible Tiranosaurio. El equipo de Malcom presenciará esta especie de safari y cuando la noche se cierne sobre ellos, lograrán liberar a los especímenes cazados causando el caos en el campamento de los mercenarios.

De regreso a las caravanas Sarah y Nick encuentras un cría de tiranosaurio herida y la trasladan para curarla para sorpresa de Malcom que está intentado por todos los medios contactar por radio con el barco que los trajo. Dado el temor de Kelly por el animal, Malcom la lleva al escondite en los alto junto a Eddie quienes observan como dos adultos de T-Rex se acercan a por su cría y las cosas comienza a complicarse a pesar de que la cría es curada y devuelta con vida a sus progenitores. Con los peligros de las isla acechándoles a cada paso y tras unas cuantas bajas, tanto el equipo de Ingen como el de investigación decidirán acudir al centro de la isla para enviar una señal de socorro, donde se tendrán que enfrentar al peligro de los velociraptores mientras los T-Rex les siguen la pista.

Las bajas no dejan de crecer sobre todo en el grupo de Ingen y serán Ian, Sarah, Kelly y Nick los que con éxito lanzarán la señal de rescate. Finalmente la ayuda llega y son rescatados pero para su sorpresa observan como otro grupo de Ingen con Roland y Ludlow apresan al tiranosaurio y su cría para llevárselos a San Diego e iniciar la apertura del Parque Jurásico, tal y como tenían previsto. Pero las cosas nunca salen como se preveen y el barco llega sin tripulación y con el T-Rex encerrado en la bodega que, como no, por un error se abre y le deja libre vagando por las calles de la ciudad, causando el pánico a su paso mientras busca a su cría. Ian y Sarah tratan de llegar al recinto del parque para llevarse a la cría de nuevo al barco y así atraer al T-Rex adulto, a pesar de que Ludlow intenta detenerles. Así llegamos al final en el que vemos como Ian, Sarah y Kelly regresan a casa y mientras duermen, la pequeña ve la emisión de una entrevista protagonizada por Jon Hammond en la que afirma la idea de preservar a los dinosaurios en su hábitat natural sin nuestra interferencia.

El Mundo Perdido no llego a la altura de su antecesora pero en muchos momentos entretiene. Si bien en ocasiones la película funciona y cuenta con una premisas interesantes sobre la eterna lucha entre dejar que la naturaleza se abra camino y la explotación animal en beneficio de empresas, en otras no es más que un continúo suceso de eventos desafortunados que no causan en el espectador la sorpresa que se espera de ellos ni están a la altura de una secuela de estas caracterísiticas a pesar del aumento de presupuesto.

Ni el guión es sólido ni tampoco los personajes que nos presentan más allá de los interpretados por los geniales Jeff Goldblum, Julianne Moore y Richard Attenborough. Estos son los únicos que se salvan de la quema a pesar de que Ian haya perdido la frescura de la primera entrega y la presencia de Hammond sea un cameo. Spielberg copia sin premuras una fórmula que sabe que va a funcionar pero no aporta nada nuevo y acaba rodando un secuela un tanto mediocre que podría haber dado mucho más de sí. Quizá la premura no haya sido una buena compañera y el hecho de presionar a Michael Crichton para escribir el segundo libro así como las prisas por rodarla, hayan causado que se perdiera el mimo con el que se rodó Jurassic Park.

Lo único realmente interesante de la película ocurra en la isla para dar paso a un final que nos muestra la llegada del T-Rex en un intento vano de ofrecer un espectáculo al más puro estilo King Kong. Esta puede ser una de las referencias menos acertadas que haya visto en pantalla ya que acaba aburriendo y si la última parte de metraje en la ciudad fuera borrado, la secuela habría sido más decente. A pesar de esto, la fiebre jurásica creció y creció y nos prometieron una tercera película que pasó con menos gloria que esta.

DINO-FICHAS (II)

En el siguiente apartado encontraréis las fichas de los dinosaurios aparecidos por primera vez en la secuela de la saga Jurassic Park: El Mundo Perdido. En cada ficha hay una imagen de la especie, unos datos básicos y algunas curiosidades y mitos asociados a estos animales.

La secuela de El Mundo Perdido: Jurassic Park se estrenó en 2001 y en esta ocasión no se basa en ningún libro escrito por Michael Crichton ni será dirigida por Steven Spielberg. Crichton sin embargo no abandona la gallina de los huevos de oro y se quedará como productor ejecutivo mientras Joe Johnston sería nombrado director de la cinta.

La trama nos introduce de nuevo en Sorna, la segunda isla en la que viven en libertad los dinosaurios aunque ahora su existencia de es conocimiento público y se la considera una zona restringida. A pesar de todo, los humanos siempre cometemos el error de querer más y nuevamente vemos como como dos personas hacen paracaidismo para tomar imágenes de la isla. Como no podías ser otra manera algo ocurre y se verán envueltos por una niebla misteriosa que acabará con la vida de la tripulación dejándolos a la deriva y teniendo que verse atrapados en la isla.

Este accidente será el punto de partida del regreso a la isla del Dr. Grant, al que encontramos visitando a la Dra. Elli Satlle mientras le informa de los avances en la investigación que está realizando acerca de la inteligencia de los velociraptores, su forma de comunicación y el trabajo en equipo a la hora de cazar. Han pasado 3 años desde el incidente en la Isla Nublar y muchas cosas han cambiado pero Ellie siempre ofrecerá su ayuda a Alan. Durante una conferencia en la que Alan intentará conseguir nuevos fondos para su investigación, le preguntan si volvería a Sorna a lo que el responde que ni con todo el dinero del mundo.

Por otra parte, un grupo de mercenarios contratados por Paul y Amanda Kirby, los padres del niño desaparecido en el paracaídas hace dos meses, se preparan para salir hacia Sorna en una misión de rescate. Mientras tanto el Dr. Grant que se encuentra de regreso a la excavación, es avisado por su ayudante Billy de que se quedarán sin fondos para la investigación en 3 semanas y le entrega una molde con la forma de la laringe del velociraptor en forma de flauta. Paul Kirby aparece en esos momentos para ofrecerlo un trabajo que no podrán rechazar: Paul y su esposa le ofrecerán que les guíe en su viaje de bodas sobrevolando la isla de Sorna a cambio de subvencionarles la excavación. Algo escéptico, Grant acabará aceptando para descubrir más adelante como la pareja le ha engañado poniendo en peligro a todos y a todo en el aterrizaje a la isla.

Tras una serie de avatares en las que algunos miembros del grupo perecen tras la persecución de dos dinosarios, uno de ellos el T-Rex, Grant exige que le cuenten la verdad. Así descubre que la pareja está divorciado y que en realidad esta era una misión de rescate para salvar a su hijo y a Ben que lleva atrapados allí dos meses. Alan revela a Paul que él nunca ha estado en esta isla y juntos deciden regresar al avión para recuperar el equipo y emprender el camino hacia la costa. Pero acabarán topándose con los resto del paracaídas de Eric y Ben, junto a una videocámara que todavía funciona y en la que descubren que Eric está vivo.

Los problemas comienzan cuando se dan cuenta de que se encuentran en zona de velociraptores y aunque intentan llegar a un laboratorio para pedir ayuda por radio, se verán acechados por ellos. Alan se separa sin querer del grupo, pero Eric le salva del ataque de los velociraptores y se ocultan mientras que Paul, Amanda y Billy, quiene también han logrado sobrevivir se hallan en lo alto de los arboles. A partir de ahí se suceden un montón de peligros mientras los dos grupos intentan reunirse y ponerse a salvo, regalándonos por fin algunos momentos de relax y de humor para dar paso al terrible descubrimiento por parte de Alan, de las verdaderas intenciones de Billy, motivo principal de la persecución de los velociraptores. Y a pesar de todos los peligros vividos, la película tiene su propio final feliz.

Parque Jurásico 3 pasa sin pena ni gloria entre los fans de la saga ya que ha perdido la magia de la película original, para ser una película más de acción en la que un grupo trata de sobrevivir a los peligros que se encuentran. Los dinosaurios han perdido el protagonismo original para convertirse en unos simples depredadores del grupo. A pesar de que nos regalan algunas escenas, en las que desde el punto de vista científico, por fin, se aborda el comportamiento de estos temibles cazadores, un punto que por cierto se dejaron atrás en la cinta original aunque sí aparece en el libro de Crichton, estas no se traducen en el impacto que sí lograron en el espectador con la amenaza del Tiranosaurio.

La tercera secuela no aporta ninguna novedad más allá de la vuelta de Grant. El argumento no ha evolucionado, sino que ha empeorado al pasar de ser una película familiar a estar interpretada por una familia en peligro, que no es lo mismo. Además se ha obviado el protagonismo y la majestuosidad con la que nos impresionaron en Parque Jurásico para ser unas bestias más. Lo cierto es que hay terceras partes que bien podrían ser eliminadas del ojo del espectador y esta es un claro ejemplo de como querer seguir estirando un producto hasta convertirlo en lo que no es, lo único que logra es empequeñecer una saga que si hubiera querido seguir otras miras, quizá nos regalaría un broche final aceptable. Parque Jurásico 3 acaba siendo una decepción jurásica que ni gusta ni entretiene.

DINO-FICHAS (III)

En el siguiente apartado encontraréis las fichas de todos los dinosaurios aparecidos por primera vez en la última entrega que cierra la trilogía original de la saga titulada simplemente como Jurassic Park III. En cada ficha hay una imagen de la especie, unos datos básicos y algunas curiosidades y mitos asociados a estos animales.

Para mi la mejor entrega de la saga es...

• Jurassic Park (1993) de Steven Spielberg (91%, 157 Votes)
• Jurassic World (2015) de Colin Trevorrow (4%, 7 Votes)
• Ninguna (3%, 5 Votes)
• Jurassic Park: El Mundo Perdido (1997) de Steven Spielberg (1%, 2 Votes)
• Jurassic Park III (2001) de Joe Johnston (1%, 1 Votes)

Total Voters: 172

 Cargando ...