Después de un número tan bueno como fue el quinto, irremediablemente toca bajar el nivel de tensión de la historia. Este tomo inicia una serie de capítulos más descafeinados dónde se devuelve el aliento al lector. Si es que se puede respirar entre el olor metálico de las vísceras recién esparcidas.
El tomo empieza con un salto temporal respecto al final del tomo anterior. No sabemos cómo ni porqué Hideo y Araki están solos en el coche. No hay rastro de Hiromi. Recordemos que los tres habían decidido ir al
Uno de los elementos interesantes que se comentan en este tomo es la necesidad de cambiar los valores morales que rigen nuestra sociedad ante una situación de caos. Para empezar, estaría bien distinguir entre moral y ética. El término moral proviene del latín mos moris, que significa costumbre. Por tanto, cuando hablamos de moral nos referimos a aquellas acciones, principios y pensamientos que rigen nuestra vida diaria. La moral no requiere de una reflexión previa, ya que es algo que se nos inculca y aprendemos de nuestros allegados. En cambio, la ética es una rama de la filosofía que reflexiona y analiza los distintos aspectos de la moralidad.
En el diálogo que da pie a este análisis,
Dado que la moral es un elemento cultural, la muerte de una sociedad implica la muerte de una cultura. Esta extinción puede darse por dos grandes razones: una pausada decadencia que acabe con el último de sus miembros o un hecho extraordinario que acabe con ella. Por ejemplo, conflictos armados o desastres naturales. A nivel cultural, en el primer caso, simplemente habría una desaparición de facto. Aunque pudieran existir producciones culturales que perdurasen, como por ejemplo; escritos, pinturas, esculturas, etc. Pero en el segundo caso, que es el que nos ocupa, comenzaría un proceso de adaptación. Esto implicaría abandonar nuestras costumbres hacía otras que nos permitieran sobrevivir en la nueva situación. A su vez, la nueva situación modificaría los principios éticos con los que interpretamos nuestras acciones. De este modo aunque matar era éticamente reprobable, ahora matar seria éticamente necesario. Todas las historias posapocalípticas con fundamento juegan a imaginar cómo de fácil o complicado es hacer la transición de viejos a nuevos principios. En este sentido, Hideo es un ejemplo de transición lenta. No es hasta este tomo cuando empieza a disparar de manera automática a los infectados. Y aún tendremos que esperar algunos tomos más para que deshumanice a los ZQN.
De camino al Gotenba Outlet Mall, Araki y Hideo se encuentran un imprevisto. La carretera está bloqueada por coches y tres ZQN dispuestos a devorarles. En este momento se nos revela lo que ha ocurrido con Hiromi… En la parte trasera del coche, dentro de un saco de dormir, maniatada, está
Otro elemento muy interesantes es la visión que tiene de sus congéneres. Hiromi ve a los ZQN como muñecos de peluche rotos. Este
Finalmente, nuestros protagonistas llegan al Outlet Mall… Tal y como suponíamos, no es oro todo lo que reluce. La comunidad de supervivientes tiene una estructura muy jerarquizada basada en una falsa democracia, dónde se limitan los derechos individuales para favorecer al grupo. Por ejemplo, están prohibidos todos los elementos que permitan la comunicación con el exterior. A su vez, hay una lucha de poder entre dos líderes para imponer su forma de dirigir al grupo… Por suerte, conocerán a Kabu, una chica que les ayudará a sobrevivir a esta situación. Y a salvar a Hiromi: ¿la única esperanza de salvar a la humanidad?