Debo confesar que una de las colecciones que siempre quise tener pero nunca pude es ni más ni menos que Miracleman. La primera vez que se publicó en España fue allá por el mes de marzo de 1990, de la mano de Forum, y por aquellas no estaba demasiado interesado en los cómics de superhéroes… Más bien no estaba interesado en la lectura en absoluto, puesto que con mis dos añitos demasiado tenía con mis problemas propios de la más tierna infancia. Pero más tarde o más temprano, los lectores de cómics nos acabamos encontrando con esta obra que recuperaba al legendario personaje de Mick Anglo que originalmente se llamaba Marvelman, que había escrito primero Alan Moore y en última instancia Neil Gaiman, dejando además su etapa completamente incompleta, haciendo que la leyenda y el misticismo alrededor de esta sublime colección se elevara aún más ante los adolescentes ojos del que escribe, que ansiaba encontrar aunque fuera una destrozada grapa en cualquier mercadillo de tres al cuarto. Pero Miracleman se encontraba completamente desaparecida en combate, sus derechos se repartían entre muchos de sus autores y no había previsión de que se recuperara siquiera la época que muchos lectores españoles pudieron disfrutar cuando la publicó Forum.
La historia la acabé encontrando, y de la misma manera acabé por descubrir todo el lío legal que envolvía a este personaje que Alan Moore redefinió con su peculiar estilo. En su momento, los derechos del personaje se repartían entre el propio Moore, Garry Leach, Dez Skinn y la editorial Quality Communications, aunque la llegada de Alan Davis al apartado gráfico haría que se llevara su parte del pastel, quedando en un 30 % para guionista y dibujantes y un 10 % para Dez Skinn, aunque la posesión de ese porcentaje estaría en entredicho puesto que no está del todo seguro si Mick Anglo, el creador del personaje, se los habría cedido directamente. Tras el cierre de la revista Warrior, que publicaba en el Reino Unido las historias del personaje, la editorial estadounidense Eclipse compraría los derechos de publicación, pero Alan Davis cedería la parte de sus derechos a Garry Leach por varias desavenencias con Alan Moore, quien acabaría por abandonar la serie en el número 16 y sus derechos pasarían a manos de Neil Gaiman, que los repartiría a partes iguales con su compañero Mark Buckingham. En 1994, Eclipse quiebra y es Todd McFarlane quien compra los derechos de Miracleman con la intención de relanzarlo por su cuenta, algo que no gusta a Gaiman, que reclama entonces los derechos de tres personajes que creó para la serie Spawn: Angela, Cagliostro y Medieval Spawn. A cambio de recuperar a los dos últimos, McFarlane cedería los derechos de Miracleman a Gaiman, aunque al final se echaría atrás y comenzaría un litigio legal que acabaría por resolverse definitivamente en 2004 a favor de Neil Gaiman, que cedió los beneficios obtenidos a la Comic Book Legal Defense Fund. Ya en 2009, Joe Quesada conseguiría el movimiento final al conseguir que Miracleman pase a manos de Marvel, que comenzaría a publicar la etapa de Alan Moore en Enero de 2014, pero con el nombre del mismo cambiado a El Guionista Original, por expreso deseo del de Northampton.
En España tenemos esta nueva edición de Miracleman gracias a Panini, que edita en un magnífico formato en tapa dura los recopilatorios aparecidos en Estados Unidos, una edición que además ya hemos disfrutado gracias a el Coleccionable Ultimate o los Clásicos Ilustrados Marvel, por poner dos ejemplos. Sin embargo, no todo son buenas palabras para esta edición, puesto que el nuevo color que viene desde Marvel con estos números desmerece en algunas escenas el labor de Garry Leach y Alan Davis, y un lector que haya tenido la suerte de tener entre sus manos la edición de Forum se dará cuenta de que faltan páginas, aquellas en las que se explica la conexión entre las historias más desenfadadas de Mick Anglo y la nueva y cruda realidad de Alan Moore en Sesión de vídeo de un sábado por la mañana, utilizadas además para la reimpresión de material original de Anglo, algo que tampoco se hizo en la edición de Marvel. Supongo que es quizás el precio que debemos pagar los lectores de la actualidad para poder disfrutar de la mejor obra realizada por Alan Moore.
Y es que en Miracleman, el de Northampton se atrevió en 1983 a realizar un ejercicio de introspección del personaje según evolucionaba la trama y los descubrimientos acerca de su verdadero pasado le llevaban a una cruda realidad que servía como análisis de una sociedad como la británica en la ahora lejana década de los 80. Esta forma de abordar a un ser superpoderoso y con un potencial mucho mayor que el del humano corriente fue completamente novedosa, y surgió unos años antes de que se publicase el primer número del ya famoso Watchmen, por lo que suponía una verdadera revolución en los cómics de superhéroes, una revolución que gracias a esta reedición muchos de nosotros podemos volver a sentir después de una época en la que las dos grandes editoriales nos asalta anualmente, como mínimo, con eventos y crossovers cada vez más insustanciales y con argumentos pobres que acaban cansando al lector medio. Quizás esta nueva edición de Miracleman llegue en el mejor momento para aquellos que no pudimos disfrutar de la edición de Forum, para poder hacerlo ahora con unos guiones que aún no han perdido su fuerza.
La historia de este tomo comienza con la presentación del reportero freelance de mediana edad Micky Moran, que se encuentra cubriendo una noticia para el Daily Bugle (no confundir con el periódico homónimo afincado en el Nueva York marvelita) en una central nuclear cuando un grupo terrorista apresa a los asistentes en el interior, con la intención de volarla por los aires y provocar una crisis nuclear. Sin embargo, todo cambiara en una dirección completamente inesperada para los asaltantes y el propio Moran, que lee el reflejo invertido de la palabra «atomic» de una puerta y recuerda una palabra largamente escondida en sus memorias. Al pronunciar la palabra mágica, Kimota, Micky Moran se convierte en Miracleman un ser posthumano con grandes habilidades y poderes que salva la central nuclear y comienza a recordar su pasado. Este hecho marca también el regreso por parte de otro personaje creado por Mick Anglo y que marca una evolución tanto física como psicológica completamente desmarcada de las apariciones clásicas del mismo. Nos referimos, por supuesto, a la gran némesis que acompañará a Alan Moore durante toda su etapa y que pondrá en jaque a Miracleman, llevándole al extremo, aunque no será el único villano de la historia que narró en su día el de Northampton.
Y es que quizá debamos recordar a los lectores de esta reseña que no sólo estaba Miracleman durante la época en la que Mick Anglo creaba las historias de este personaje que venía a sustituir e impedir la expansión del personaje estadounidense Capitán Marvel entre la juventud británica. Se buscaba con la creación de Marvelman, nombre original del personaje, un superhéroe nativo que eclipsara a estos invasores de papel, aunque muchos de los conceptos que se crearon alrededor de la superpoderosa identidad del joven Billy Batson se llevaron a las páginas del alter ego de Micky Moran, incluyendo la familia. Si el Capitán Marvel tenía junto a él a Mary Marvel o al Capitán Marvel Jr., Marvelman tendría junto a él a Young Miracleman y a Kid Miracleman, Richard «Dick» Dauntless y Johnny Bates. Juntos se enfrentarían a varias amenazas, incluyendo a villanos con poderes cercanos a sus grandes habilidades, como Young Nastyman. Pero la némesis a la que se enfrentará Miracleman en esta etapa de Alan Moore no es este último villano, no. En esta ocasión será un adulto Kid Miracleman, ahora un empresario exitoso, quien se enfrentará a su antiguo mentor.
La historia de este tomo no acaba con este enfrentamiento, si no que llega incluso a comenzar a ahondar en el verdadero origen del personaje, dejando varias pistas de lo que veremos después en el próximo tomo. Se comienzan a dar pinceladas del Proyecto Zarathustra, se presenta a un auténtico superhéroe británico como Big Ben y reaparece el científico que pondría en jaque al héroe en varias ocasiones, un remedo del Doctor Silvana del Capitán Marvel: el Doctor Emil Gargunza. Si Alan Moore comenzaba a romper los esquemas y los breves recuerdos que tenía Micky Moran de la época dorada, con esta primera incursión consigue además otorgar un enfoque mucho más adulto y unir de una manera sublime la etapa original del personaje con el reboot de los años ochenta. Lejos queda, por tanto, ese desenfadado tono de las historias de Mick Anglo, sobre todo con la presencia de este ser posthumano que busca desesperadamente su lugar en el mundo, mientras otros agentes externos demuestran estar más que preparados para su presencia. No será hasta más adelante cuando Miracleman comprenda que ha sobrepasado con creces su potencial, y se podrá ver en un futuro cercano cómo esta evolución lo acerca más a una divinidad de una antigua mitología que a un hombre mortal, aunque ahora es pronto para hablar de ello.
Alan Moore se atrevió a darle la vuelta por completo a un personaje ya conocido en el Reino Unido como era Miracleman, retorciéndolo para mostrar un análisis no sólo de la sociedad del momento, si no de cómo el Übermensch, el superhombre, podría encajar en un mundo mediocre como el nuestro, con una mente que sobrepasa ampliamente la media humana. Esta nueva etapa nos lleva a ver cómo el Guionista Original llega a los campos filosóficos de Friedrich Nietzsche a lo largo de las historias que se irán publicando en los próximos tomos y que forman la antesala de la creación del personaje con poderes cercanos a la omnipotencia y la omnisciencia como es el Doctor Manhattan, que indudablemente debe a Micky Moran gran parte de su esencia final.
Además de un buen número de páginas con artículos centrados alrededor del personaje de Miracleman y su historia, y de la reproducción de diferentes bocetos e ilustraciones de varias épocas del mismo, se presentan dos historias que servirán para comprender el futuro de la publicación en próximos tomos, como son ¡Somos los Warpsmiths! y El gambito del ayer. Sin embargo, la inclusión de estas historias en este primer número de la colección podrán despistar a los lectores desconocedores de la mitología que rodea a Miracleman.
Miracleman: El Sueño de Volar es el tomo que muchos deseábamos ver hace ya muchos años, ya que se trata de la segunda edición de las aventuras de este héroe que se publican en nuestro país. Un cómic completamente imprescindible no sólo para aquel que desee conocer cómo comenzó a cambiar el concepto de estas publicaciones allá por los años ochenta, si no también para el que quiera disfrutar de una historia que le llevará a unos terrenos raramente visitados por las más tradicionales historias que podemos disfrutar hoy en día. Miracleman es, por tanto, un cómic que ha trascendido su marco histórico y aún hoy se demuestra como una de las mejores obras de este género.
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Que la mitad de los tomos sean ‘extras’ (la mayoría dibujos sueltos) estira la publicación cosa mala (aparte de salir por un pastizal); luego el error del 1º tomo con la página sin texto, cosa que no arreglan y pasan olímpicamente de comentar quien lleve las redes sociales de Panini, pues otra alegría más.
Frustrado con la edición, pero es Miracleman, es lectura obligada y necesaria.
Yo soy partidario de buenas ediciones, por una sencilla razón, tengo comprobado que si tengo el comic en grapa o tpb simple y sale una edición en tapa dura con extras termino cayendo con esta nueva edición si la obra lo merece, cosa que ocurre muchas veces, que de partida tenga ya una edición cojonuda elimina automáticamente cualquier futura edición que se haga de esta obra porque será difícilmente mejorable. Vamos que si, que es gasto pero se hace sólo una vez.
Lo malo es confundir «cara» con «cojonuda». Si por cojonuda se entiende tener una página sin texto o que te inflen el precio añadiendo páginas y páginas de cosas que a casi nadie interesan a la hora de la verdad, estamos apañados.
Una edición cojonuda sería para mí una sin errores y que el número de páginas de extras no supere el número de páginas de tebeo, que es lo que me interesa. Y no, no me estorba que los tebeos tengan algún extra, pero aquí se han pasado tres pueblos con la evidente intención de sacarnos los cuartos.
Pero esa situación que tú comentas, Raúl, es muy personal, y no creo que deba ser el camino a seguir porque no todo el mundo sigue las mismas pautas de compra. Yo estoy cansado de decirlo tanto como las editoriales de proclamarlo y pasarse el tema por el forro: ediciones económicas y accesibles a todos los bolsillos. Esa debería ser la prioridad de cualquier editorial y cuando ya tienes una edición de ese tipo entonces puedes plantear una edición de lujo y con todos los extras que se te pasen por la cabeza.
Pero está claro que Panini no conoce ese concepto, porque cuando lo ha aplicado, y con éxito, como en su colección Marvel Heroes, o en Extrasuperhéroes, le ha faltado tiempo para «prostituir» el concepto y convertir lo económico y accesible en tochos inmanejables y a precios muy alejados de todos los bolsillos (por mucho que la relación precio-página pueda ser rentable). Me extraña que no lo hayan hecho ya con la colección Ultimate.
Yo también soy partidario de las ediciones de lujo, a 30, 40 y 50 euros: en cuanto Panini saca alguna, la mitad de los que se la compran se deshacen de la original en grapa, y a las pocas semanas encuentras estas de saldo en las librerías, a euro el cómic o menos. Así me he hecho yo con casi todo el Spiderman de Romita senior (que tuve en Vértice y vendí en su día) y el coleccionable de Spiderman de Romita JR (que lo mismo). .
Ahora mismo se pueden encontrar muchos 4F de Byrne en grapa y en coleccionable poco menos que vendidos al peso. Un chollo, vamos. Por mí que publiquen muchos tomazos en cartoné de material archieditado y reserven las ediciones de tapa blanda de 15-18 euros para el material inédito (o casi) en España.
Por lo demás, esta edición de Miracleman fue realmente decepcionante, con mucho más material de relleno de lo admisible. Tampoco me gusta nada el recoloreado. El aspecto original de la edición USA ya era bastante oscuro y sombrío, pero la nueva paleta de colores transmite un mal rollo que roza lo deprimente.
Pues preparáos porque el tercer tomo se va a 35 euros. Yo ya me estoy arrepintiendo de no haberme esperado a una edición integral con menos extras…
http://www.paninicomics.es/web/guest/titulo_detail?viewItem=773616
Amos hombre, no j#das, pues me parece que se lo van a comer con patatas. Ya me parece una exageración el precio que le ponen en relación de las páginas que trae, de cómic digo, no de extras ni entrevistas ni nada de eso que será muy interesante, pero se pasan con ellos y ocupan más de la mitad del tomo. Cuando salga le daré un vistazo, que igual me sorprenden y es un tocho solo de cómic y no trae mucho extra, aunque si es como hasta ahora, pues se quedará en la tienda y cuando tenga tiempo me lo leeré totalmente gratis en la fnac, y tendré que dejar a medias la colección.
P. D:Gran artículo don Miguel, espero volver ha leerle pronto
Con todo respeto, que hagan esto con una colección en su parte final me parece una tomadura de pelo a los compradores. Conmigo que no cuenten.
Yo, cuando vi la cantidad de extras del 2º dejé de comprar la serie, ahora viendo como es el 3º tomo, aunque habrá que ver si tiene extras o no, me alegro e haber hecho eso. Me duele no tener esta obra pero puedo esperar a una edición más modesta y decente. Quien espera 25 años espera 30. Y leerse se puede leer. Como con La Cosa del Pantano, pena de recoloreado.
Pues que la compre otro.
Partiendo que este Miracleman es una obra maestra de lectura obligada, yo compré en su día los tebeos de Forum (y varios números de Gaiman los compré en ingles), por lo estaba esperando con muchas ganas esta nueva edición en tapa dura para tener toda la serie en un formato unificado, hasta que vi esta edición española, que me echó totalmente para atrás y efectivamente me pareció una estafa.
De hecho, creo que compraré los tebeos de Gaiman en inglés y seguiré esperando una edición con una adecuada relación calidad / precio…
A esperar,Panini nos mira y cree que somos tontos,seguro que venden,sobre todo el primer tomo,pero me espero al integral,y si tambien se pasan con el precio me espero a un salon del comic y busco el integral de segunda mano.
Las cosas a cualquier precio no merecen la pena,sobre todo porque nos tomen por ricos.
Voy a blasfemar. Pero no pago a Panini, ni a Ecc o a quién sea por los Tomos caros.
No los valen.
Hablemos del héroe que sea o el artista que se les venga a la cabeza como en esta ocasión es Miracleman de Moore y qué ¿Por eso nos van a asaltar?
Yo espero y espero y puedo seguir esperando hasta encontrar publicaciones a un precio razonable. Por ejemplo los Starman salieron muy caros y espere casi 5 años, pero de a poco y regateando los compré todos y entre suma y resta me habré ahorrado un 50% del precio original.
Lo mismo me pasó con Transmetropilitan de Ellis, los Sandman de Gaiman o los tomos de ABC de Moore que publicó Norma. Hace poco me compré la saga completa de los Exiliados a la tercera parte del precio de tapa.
Hablamos de cómics los que se leen y se guardan para ojear de ves en cuando. Pero no son joyas o obras de artes que luego pueda sacarles un pastón.
Si no puedo pagarlos espero, siempre existe la posibilidad de adquirirlos más barato.
Entiendo que es un negocio, pero las empresas deben tomar en cuenta que venderían mucho más con productos más accesibles.
Bueno, a ver yo también preferiría menos extras, y el color de la edición de Eclipse. Y lo guay hubiera sido un tomo unitario. Pero no nos engañemos, en los tiempos que corren 18 euros por un tomo de tapa dura no es caro. Por muchas páginas que le quitasen no iba a valer menos de 16 euros.
Donde si que ya se les ha ido la %&$a pinza es con el tercer tomo…¿35 euros????? Vamos hombre. Eso es lo que tendría que haber valido un absolute con la edición completa.
Hola don mespinpe, tu mismo das respuesta a tu pregunta, que el último tomo,no lo se si es el último o no, te doblen el precio ya es para enfadarse, cuando además, yo por mi parte ya me encabrona después de pagar 18€ y te lo leías en un minuto.
Ese es mi enfado, y creo que el de los demás también, que parece que nos tomen por tontos o millonarios y le pongan ese precio así porque si.
Pues sí. Suena a «es Alan Moore y es Miracleman, así que ponemos el precio que nos de la gana, que lo van a pagar. Como excusa metemos un cartoné, un poco de esto y de aquello y ya está. Y la guinda del pastel: el último tomo al doble de precio»
¿Sabéis que es lo que estáis pagando con el precio de Miracleman? No son las páginas de tebeo, ni el recoloreado, ni la tapa dura, ni las mil portadas alternativas, ni los bocetos, ni todo el material extra que quieran meter
Lo que estáis pagando es una década de minutas de los abogados que consiguieron los derechos para Marvel
Creo que has dado en el clavo. Buscando em Amazon.com he visto:
Cosa del Pantano en TPB, 210 pp.: 20$
Miracleman 1 y 2 en TPB, 176 y 224 pp.: 30$ y 35$
Ya se que son editoriales diferentes pero Marvel tiene TPBs por ese precio tambien.
Yo es que soy de los que creen que los cómics son para leerlos (llamadme raro). Vale, si, prefiero una edición en tomo a una en grapa, por comodidad mas que nada.
Ahora bien, si me das a elegir entre Miracleman en un único tomo de tapa dura, sin ningún extra, a 30 euros o los 3 tomos de Panini (unos 70 euros redondeando) con datos que me interesan taaaaaaaaaaaaaanto como la creación de Miracleman por parte de Mike Anglo…
Panini se ha subido a la parra descaradamente. Los extras han dejado de ser un incentivo para una buena edición, convirtiendose directamente en relleno que permita encarecer el producto.
Esta tendencia ya la empezó Planeta en su día con ediciones ridículas en Absolute con mas extra que cómic (Año 1, La Broma Asesina) y Panini la llevado al extremo con Miracleman.
Para mí la deserción de Moore hiere de muerte una edición basada en los contenidos extras.
Todavía no he comprado ni el primer tomo. Pero con todo lo que decís y el sobreprecio del tercero… De momento en la tienda se queda.
El guión es una obra maestra que hasta te hace olvidar los malos que son los dibujos, Lastima que la edición haya sido planeada como un atraco a los lectores, con cientos de presuntos «extras» que en realdiad a nadie interesan (los bocetos a lapiz de Rick Veich son para arrancarse los ojos). Los tres tomos recopilados en uno solo. libre de paja, habría sido lo ideal.
Hola buenas, sólo decir que me pico la curiosidad por este cómic pude hacerme con el barato y solo daros las gracias. No soy de cómics de superhéroes pero he de decir que este es brutal no es el típico cómic de superhéroes es duro, crudo la escena de cream pffffff y la del parto de la Sra moran es brutal. Solo voy por el tomo 2 ya que lo pille ayer, el precio puede ser elevado o no eso ya es cada cual me parece un poco alto pero…que cómic hoy en día es barato!!!. Yo creo que vale mucho la pena gastarse el dinero es brutal en todos los sentidos muchas gracias por haberme hecho interesarme por esta joya espero encontrar muchas más gracias a todos vosotros que os lo curráis y a todos vosotros que comentáis por qué gracias a vosotros he conseguido maravillarme con un montón de cómics que a día de hoy se me escaparían y he podido disfrutarlos.