Recuerdo cuando se comenzaron a publicar estos primeros números del Spiderman Definitivo que se recogen en este nuevo tomo del Coleccionable Ultimate en Estados Unidos, cuando se comenzó a saber que el nuevo Hombre Araña sería un muchacho hijo de un afromericano y una puertorriqueña. Recuerdo las palabras de un buen amigo mío, que aún hoy rechaza la existencia de este personaje, etiquetándolo como el «Spiderman Políticamente Correcto», como si Miles Morales no mereciese ser el heredero de Peter Parker, aquel que continuase su legado. Y no creo que haya que remitirse a la nueva colección que protagonizará, ahora en el Nuevo Universo Marvel, o que tenga un papel central en Secret Wars, tan sólo tenemos que leer sus aventuras desde este primer tomo de tapa dura que publica Panini en su formato del Coleccionable.
Por muchos es sabida la historia alrededor de cómo se decidió quién se encontraría bajo la máscara de este nuevo Spiderman, surgida en la mente de Brian Michael Bendis tras ver al actor Donald Glover vestido del héroe en la serie Community, quien además prestó su voz a Miles Morales en su aparición especial en la serie de televisión animada Ultimate Spiderman: Web Warriors, nacida para celebrar el crossover Spider-Verse. Entre esta aparición, el nombramiento de Barack Obama como el cuadragésimo cuarto Presidente de los Estados Unidos y el hecho de ser el orgulloso padre de una pareja de niñas afroamericanas hizo que el guionista se planteara la necesidad de contar con un personaje como Miles bajo la máscara, finalizando así la creación del verdadero Spiderman Definitivo. Porque seamos sinceros, existen muchos personajes de diferentes etnias en el Universo Marvel, pero las grandes banderas de la editorial son caucásicos, y no por un tema de racismo, simplemente porque sus creadores les idearon así. «Me gustaría que Spiderman se quedara como es, no tengo ningún problema con crear un personaje homosexual, con uno negro, latino o chino. El mundo entero es nuestro patio de juegos. Sólo es que no soy muy feliz cuando se cambia algo que ya está establecido» declaró recientemente Stan Lee cuando se insinuaba que el próximo Peter Parker del cine podría ser gay o de otra etnia diferente, pero aún Peter Parker. Y Bendis se aplicó esta lección al pie de la letra y creó a un nuevo Spiderman, un nuevo joven que debía aprender todo aquello de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
La historia de Miles Morales comienza meses antes de la muerte de Peter Parker, cuando aún es un joven que resulta elegido para entrar en la Brooklyn Visions Academy de Nueva York, elegido gracias a un sorteo en el que apareció el número que le llevaría allí: el 42. Número que aparece también en una araña con la que experimentó Norman Osborn inyectándola el compuesto Oz, que se colaría en la mochila que llevaba el tío de Miles, Aaron, cuando entró en el edificio a robar y que acabaría por picar a Miles cuando fue a visitarle para contarle la buena noticia. 42, el sentido de la vida, el universo y todo lo demás, el homenaje definitivo de Brian Michael Bendis y Sara Pichelli a la Guía del Autoestopista Galáctico.
Miles Morales tiene trece años cuando la araña le pica y obtiene sus poderes, algo que es tan grande para él que debe compartir con su mejor amigo, Ganke. El reparto de la serie continúa creciendo, y se agradece que aparezca este joven en escena, pues es quien aporta el entusiasmo ante la gran revelación, a pesar de la reticencia de Miles de abrazar su legado. Hasta que el joven protagonista decide que lo que quiere es llevar una vida normal, aprovechar la oportunidad que se le presenta y continuar como hasta ahora, sin sobresaltos ni dobles identidades.
Comienza así el curso para Miles, aunque al poco tiempo una alerta hace que los responsables del colegio les traslade a todos al gimnasio, para tenerles vigilados en una crisis: Han disparado a Spiderman. Miles, sintiendo que debe estar allí para ayudarle, acude a Queens para ver con sus propios ojos el enfrentamiento final entre Norman Osborn y Peter Parker, y el fatídico final del héroe que lo dio todo en más de una ocasión para salvar Nueva York y a sus habitantes, que amaban a su amistoso vecino Spiderman. Una conversación con Gwen Stacy en el multitudinario entierro del caído adolescente, Miles toma una decisión: honrar la memoria de Peter Parker, dar a Nueva York un nuevo Spiderman, aunque a muchos les parezca una muestra de mal gusto, incluyendo a Jessica Drew o a Nick Furia y sus Ultimates.
Bendis no sólo se atrevió a matar a Spiderman, también consiguió dar una nueva vuelta de tuerca al mito de este héroe con la inclusión de otro adolescente bajo las mallas. Pero Miles no es un héroe más, porque además cumple con la revolución que se pretendía al utilizar a un nuevo personaje que diera un paso más allá, que cumpliera aún más como renovación de Spiderman en una línea editorial fuera de la continuidad, dado que con Peter Parker como protagonista aún se percibía un eco de las historias que ya viviera su contrapartida tradicional durante las décadas pasadas.
Es curioso poder disponer de los inicios de Peter y Miles en el Universo Definitivo ya disponibles de una manera continuada gracias al Coleccionable Ultimate de Panini, porque gracias a esto podemos coger las dos entregas en las que comienzan ambos héroes sus aventuras y ver cómo el paralelismo entre ambos es perfecto. Ya los primeros compases de ambas etapas de Ultimate Spiderman son prácticamente idénticos, con Norman Osborn teniendo sobre su mano una araña modificada genéticamente gracias al compuesto Oz, mientras le pregunta a su interlocutor si conoce el mito de Aracne, para luego relatárselo de idéntica manera en ambas ocasiones.
La familia es también muy importante para ambos personajes, pero mientras Peter tan sólo contaba con sus tíos Ben y May para criarle, Miles pudo ser criado por sus padres Jefferson y Río, aunque también contaría con la especial ayuda de su tío Aaron en algunas ocasiones. Y es en los tíos donde vemos que no podrían ser tan diametralmente opuestos para poder enseñar la máxima lección para Spiderman, que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. En el segundo número de la numeración USA de ambas etapas, tanto Peter como Miles comprobaban cómo sus poderes comenzaban a manifestarse, y la diferencia ahora está en cómo lo enfocan los protagonistas, porque mientras que el de Queens lo recibe con entusiasmo, el de Brooklyn se asusta y cree que sólo podría ponerle en peligro.
Por suerte, Miles no es sólo una copia de Peter, Bendis se atreve a darle nuevos poderes a este nuevo Spiderman, de la misma manera que Miguel O’Hara los tenía cuando se estrenó Spiderman 2099 a manos de Peter David y Rick Leonardi. En esta ocasión, Miles posee dos nuevas habilidades arácnidas, como el camuflaje o la picadura, que le servirán para convertirse en el héroe que quiere ser para honrar a Peter Parker. Para los puristas, aquellos que aún siguen queriendo que Miles no sea Spiderman, estos poderes son una broma, un intento de innovar cuando no hay por qué hacerlo.
Pero Miles es Spiderman, Miles se ha ganado este derecho. Y Marvel no podría haber encontrado un mejor sustituto para el ya legendario Peter Parker que este joven muchacho de Brooklyn.
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Pero esto no quita que este sea el Spiderman mas politicamente correcto,el muchos foros latino americanos se dice que esto es un «efecto Obama» en el cual muchos personajes terminan siendo negros y recordando a Obama con distintas edades.
Imagino que sea todo cuestión de cómo lo ve cada uno. Disculpa la tardanza a la hora de contestar.
Bueno, ahí habría que plantearse que entendemos por «políticamente correcto», Billy, porque últimamente parece que el término esté cobrando vida propia y convirtiéndose en una etiqueta punzante que una expresión que de verdad signifique algo
A mí me parece que cargarte a un personaje (y esto me parece fundamental) para sustituirlo por uno de una minoría étnica huele sino a corrección política sí a maniobra de la que les gusta a los chicos del departamento de marketing. Que luego el cómic estará bien o no, pero una cosa no quita otra.
Bueno, eso quiere decir entonces que nunca podrás introducir en estos cómics a un personaje de otra raza que no sea blanca o caucásica sin que alguien diga que es corrección política, y por lo tanto, nunca llegaremos a ese punto en el que simplemente pensaremos que es un personaje más independientemente de su color de piel. No pasa nada si Bucky sustituye a Steve Rogers, como ya ha pasado antes, pero si lo hace Sam Wilson es corrección política, si al Spider-man Ultimate lo hubiese sustituido un Ben Reilly cualquiera, mientras fuese blanco, nadie apuntaría nada extraño. Me parece que no habría que darle tantas vueltas y valorar si el personaje y sus historias están bien narradas.
A ver, a mí lo que me chirríaes que para meter a Miles se carguen a Peter (aunque luego éste estuviera vivo) o que para que Ben Reilly (personaje indefinido pero que como concepto era interesante) sea Spider-man nieguen veinte años de la historia de Peter Parker.
Con el capi me parece que fueron mucho más hábiles en ambos casos, Sam es el capi sin quitar de en medio a Steve, y aunque a éste sí lo mataron cuando le sucedió Bucky, se hizo de forma más orgánica. Todo el material anterior de Brubaker fluye hacia esa sucesión (y de hecho la resurrección es una chapuza).
No me parece mal que introduzcan personajes de otras religiones, etnias u orientaciones sexuales, lo que me disgusta es que parecen hacerlo para cumplir cupos, porque encima suele ir unido a intentar hacerlos guays a toda costa y entonces lo que tenemos no son personajes, son Poochies.
Hombre Save, eso último que dices, ¿a cuantos de estas creaciones introducidas según el proceso que señalas se puede aplicar? Porque si algo han demostrado todos estos Miles Morales, Kamala Khan y compañía es ser ante todo «personajes» no meros clichés para ir de guays
Creo que Kamala está mejor construida, con un contexto más interesante mientras Carol sigue por ahí habiéndose cambiado de nombre de guerra. Con Miles ya veremos que pasa una vez lo integren en el universo principal y le quiten del contexto en que funciona.
Bueno, no tengo yo demasiado claro que vaya a perder su contexto
La muerte de Peter Parker sirve como catalizador para la creación de este nuevo Spiderman como lo fue en su momento la del tío Ben para que Peter fuera el héroe arácnido original. Cada una tiene su mensaje para el que vestirá las mallas, y ambos quieren honrar la memoria de aquel que murió antes de tomar su papel heroico.
Miles ahora tendrá un nuevo reto en el Universo Marvel, aparte de integrarse y formar parte de unos extraños Vengadores. Me refiero a convencer a los lectores. Pero a mi parecer el contexto seguirá ahí, incluso se mejorará al incluir al Peter Parker tradicional y a los Web Warriors en su mitología.
Pero veremos a ver qué pasa. Disculpa la tardanza en contestar los comentarios.