La Cosa del Pantano #08

 

Edición original: Swamp Thing núms. 33 a 35 USA, Swamp Thing: Futures End núm. 1 USA, Swamp Thing annual núm. 3 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Charles Soule
Dibujo: Carmen Carnero, Dave Bullock, Javier Pina, Jesús Saiz, Ryan Browne, Yanick Paquette
Entintado: Jesús Saiz, Javier Pina
Color: Matthew Wilson
Formato: Rústica, 136 págs. A color.
Precio: 12,95 euros

 

En nuestra imaginación viven monstruos. Da igual si uno se considera más o menos creativo, dentro de nuestras mentes anida un sinfín de imágenes perturbadoras que pugnan por salir con formas tan variopintas como el miedo, la frustración, la pereza, la ira o el mismísimo amor. Son monstruos que pueden cambiarnos la vida para bien o para mal y de los que somos esclavos cada día.

Y eso es lo que Alec Holland debe pensar cuando ve como todo su mundo, maximizado a todo el planeta Tierra, le obliga a dejar salir esos monstruos que serpentean en su mente. Estamos llegando al final de una etapa y una serie, una que arrancó siguiendo la estela de lo establecido y que acaba rompiendo esas normas para crear su propio estilo. Las piezas van colocándose dentro de la trama y asistimos a un número importante donde se cierran caminos y se abren otros.

Lidiando todavía con la nueva condición de haber eliminado al Parlamento, Alec Holland se enfrenta a los planes del Lobo y la Señora de las Malas Hierbas, mientras entre el Rojo, el Verde, el Gris, la Pudrición y los Múltiples surge una nueva amenaza que parece dispuesta a cualquier cosa por alcanzar su objetivos de la manera más clara, rápida y lógica.

Charles Soule sigue haciendo suyo el nuevo enfoque que ha impreso ya al personaje y corta tramas que aparentemente podía parecer iban a desencadenar los acontecimientos futuros, para centrarse en la llegada de la que se define como la amenaza final contra que La Cosa del Pantano va a tener que enfrentarse. Y para cerrar esta historia recurre a un final inesperado, rudo, lleno de sentimiento y alejado de grandes fuegos de artificio. La acción tiene el sentido justo a lo largo de cada página y solo sirve al propósito de contar la historia.

Si bien es cierto que Soule peca en algunos de los números que conforman este tomo de exceso literario, con textos de apoyo extensos donde da rienda suelta a una prosa más trabajada, incluso algo farragosa, con el fin de ralentizar y matizar más a la nueva amenaza. Se toma su tiempo y para ello usa el recurso de obligar a leer más, lo que no es un problema en sí mismo pero que llega a resultar algo molesto porque no termina de estar muy bien construido todo el conjunto.

Por otro lado, no deja escapar la oportunidad de despedir a los personajes con el respeto que merecen. La elegancia con la que se mueve entre los protagonistas, muchos de nuevo cuño, haciendo que como lectores estemos muy interesados en lo que les está pasando, es simplemente una delicia para los sentidos. Todo es tratado de manera natural y sencilla, tan orgánicamente que parece el único camino por el que podían ir las cosas, pero tras esa primera capa de sencillez se esconde más, mucho más. Hay dolor, humor, alegría y tristeza, hay amor, venganza, odio y satisfacción, hay sentimiento en cada viñeta, en cada diálogo y eso se nota cuando terminas de leer el tomo y al cerrarlo sientes algo dentro de ti.

El trabajo que realiza en con tercer anual de la serie, incluido en el tomo, es remarcable por ser un número que aglutina todo lo anteriormente expuesto. Una exquisita lectura que sirve como colofón a esta intensa historia.
Si tuviéramos que buscar otro pero al trabajo desarrollado por Soule, podríamos decir que reincide mucho sobre los diferentes conceptos del Rojo, Verde, Gris… tanto es así que vuelve a la carga desarrollando más este concepto, del que esperemos sepa sacar el potencial de lo que el mismo parece estar creando. Es un pero pequeño, la verdad, porque como esta tan bien construido no llega a hacerse pedante. A fin de cuentas toda su etapa se construye sobre estos cimientos.

¿Y qué podemos decir sobre la labor de Jesús Saiz y Javier Pina? Pues que no hay adjetivos que puedan definir con justicia el trabajo que desarrollan. Su dibujo es tan perfecto y complementa de tal forma a las palabras de Soule, que la simbiosis es perfecta. Línea fina, formas suaves, excelente diseño, narrativa cinematográfica… todo el conjunto aporta al conjunto un valor tal que sin el dibujo de Saiz y Pina toda esta etapa ya no podría valorarse de la misma forma. Saiz disfruta dibujando esta serie y se deleita con los diseños de los villanos, sacando fuera de su mente sus monstruos y apoyando ese pequeño giro, casi una chispa sutil, en la que Soule decide virar unos grados hacía el terror más primario en la historia.

Un cómic recomendable, lleno de originales conceptos, de lectura suave e intensa, cargado de sentimiento que logra meterte dentro de esa mente llena de monstruos que es la de Alec Holland y todo su entorno. Solo queda esperar con ansias el número final de esta saga donde asistiremos al último capítulo, de momento, de nuestro personaje verde favorito.