Tras un breve lapsus de regeneración y recogimiento, retornamos con nuestro recorrido por los Marvel Limited Edition, que continúan su andadura esta vez con unos personajes que se encuentran a la orden del día, en boca de todos debido a su rabiosa actualidad informativa, los Inhumanos. Para todos aquellos que desconozcan a estos peculiares seres, resultado de experimentos extraterrestres en nuestro planeta, toca emplazar a los interesados a las páginas de los 4 Fantásticos donde fueron presentados por Stan Lee y Jack Kirby. Una singular población aislada, con un arcaico funcionar y un interés particular en pasar desapercibida. La razón la hallamos en las preciadas nieblas terrígenas, un activo celosamente guardado por los citados inhumanos y que al someterse a ellas le confiere a cada uno de los que aceptan el envite un poder determinado. Es el proceso conocido como Terrigénesis.
En el prólogo del tomo en cuestión cuenta Mark Evanier, especialista en intrahistoria Marvel y gran amigo del Rey Kirby, que los orígenes de tales prodigios se debieron a “una falsa alarma”. Asuntos referentes a malsanas competencias editoriales propiciados por la vuelta al ruedo de Joe Simon, toda una leyenda de los cómics, provocaron que Martin Goodman, el entonces mandamás editorial, obligara a sus más preciados creadores, Stan y Jack, a una semana maratoniana para idear nuevos personajes que pronto tendrían su lugar en la correspondiente hornada de renovados títulos Marvel. Todo aquello quedó en nada pues Independent News, distribuidora del catálogo marvelita (curiosamente propiedad de DC Comics), negó a Goodman la ampliación de la producción.
Aquel trabajo no caería en saco roto, pues los citados Lee y Kirby habían comenzado la formación y consolidación del Universo Marvel, un entorno de ficción cohesionado donde había espacio para todo tipo de personajes y situaciones. De aquel esfuerzo creativo saldría el germen de Pantera Negra, Wyatt Wingfoot, Rayo Negro o los Inhumanos. Nótese bien que el legendario Rey Inhumano aparece separado de sus congéneres pues en principio iba a ser un caracter único y específico, con sus propias aventuras. El hecho de tener que reajustar los nuevos conceptos hizo que los autores se replantearan determinadas soluciones artísticas. Algunas de ellas fueron que Rayo Negro terminó siendo presentado al gran público como monarca de los extraños Inhumanos o que Medusa fuese asimilada por los mismos, ya que el aficionado la recordaba como parte de los 4 Terribles (Fantastic Four#36). El caso es que debutan en el #45 de la colección de los Imaginautas y su arco de presentación llegará hasta el preludio de la llamada Trilogía de Galactus. El tándem creativo nos descubría una portentosa raza de seres que vivían en nuestro planeta, ocultos al ojo del humano corriente por sus singulares características, todo un prodigio creativo con el característico sello gráfico del Rey Kirby. Gorgón, Karnak, Tritón, Crystal, Mandíbulas, Maximus, Attilan (el Gran Refugio, su hábitat particular) además de los citados Medusa y Rayo Negro, se convertirán en habituales secundarios en la serie de la Primera Familia. Aquellos Inhumanos tenían algo, el lector comenzó a interesarse por ellos, por sus relaciones, su dinámica como familia real, por sus conflictos…
Stan y Jack enseguida notaron el buen recibimiento de sus “pequeños” por lo que, huérfanos de cabecera donde desarrollar sus aventuras, comenzaron una serie de complementos en la serie The Mighty Thor (desde el #146 hasta el #152) donde ampliar aspectos hasta ahora desconocidos y dejar constancia (breve) de algunas aventuras. El invento se quedó corto por lo que, tras un especial dedicado a Medusa en Marvel Super-Heroes#15 (donde se ahondaba en su doble afiliación, consorte de Rayo Negro y antigua integrante de los 4 Terribles), los Inhumanos formaron parte de Amazing Adventures, un serial compartido (en este caso, con la Viuda Negra), donde se puso al mando de la andadura al bueno de Jack Kirby como autor completo. Desgraciadamente para el lector Marvel, aquellos eran tiempos tumultuosos para Kirby, quemado con el tratamiento recibido por parte de la editorial y ya decidido a abandonar el barco en pos de una mejor posición ofrecida por DC Comics. Apenas cuatro ejemplares tenemos con la firma de Jack como creador total, donde de nuevo resalta su habilidad en el dibujo y unos guiones no muy definidos, donde, aparte de tirar de tópicos recurrentes, como apelar a los 4 Fantásticos o la sempiterna locura de Máximus, tendrá como mejor ocurrencia enfrentar a la mítica raza con el Mandarín, ya saben, por la proximidad geográfica de la China comunista con Attilan.
Recoge el testigo del Rey un par de autores de contrastada calidad, Roy Thomas y Gerry Conway, a lo que hay que sumar el aporte visual de Neal Adams, uno de los maestros de la viñeta americana. El estilo realista y espectacular del dibujante le viene como añillo al dedo al cambio de registro con respecto a los números ideados por Kirby. Del colorido, superheroico e intrascendente festival del Rey pasamos a la atribulada historia de Rayo Negro en busca en de un lugar para su pueblo en la civilización humana, lo que nos va a acercar situaciones mundanas, casi pegadas al pie de la calle, aunque tengamos como protagonista a un poderoso personaje destinado a tener sus labios sellados ante la tragedia que puede desencadenar su voz. Maximus, desde la distancia, será de nuevo la piedra en el camino para su hermano y el resto de su familia partirá en una afanosa búsqueda mientras que Blackagar Boltagon se da de bruces con el villano por excelencia de la Patrulla X, Magneto (un Amo del Magnetismo de lo más atípico, por no decir otra cosa, dibujado por el sustituto ocasional de Adams, Mike Sekowski, un artista del que no conviene hablar mucho más). La alternancia de Conway-Thomas, más los magníficos lápices de Neal Adams, nos deja unas estimables historias como colofón a esta primera etapa de los habitantes de Attilan como protagonistas de estos seriales (hablamos de finales del año 1971).
Mejor tratamiento y estructura definida localizamos en 1975, cuando la familia real Inhumana obtuvo la primera cabecera con su nombre como atractivo principal. Doug Moench, guionista asentado en la Casa de las Ideas y creador de personajes como Deathlok o el Caballero Luna, será designado como responsable literario mientras que las labores artísticas recaerán en George Pérez, sustituido estratégicamente en varios números por Gil Kane y Keith Pollard. Moench se declara apasionado de determinados elementos pseudocientíficos, como la importancia del factor exógeno en el desarrollo humano. Esa fascinación por las civilizaciones extraterrestres le llevará a convertir a los Kree, ideólogos de la creación inhumana, en los protagonistas de su principal historia. La relación con los autores materiales de la raza será explorada por el guionista a niveles nunca vistos hasta ahora, fijando su mirada allende de las estrellas. Por supuesto, tenemos todos los ingredientes reconocibles en las aventuras inhumanas, con el conflicto Rayo Negro-Máximus como característica más destacada. Como detalle curioso a destacar, en estas páginas vemos el nacimiento de Korath el Perseguidor, personaje que ha sido trasladado a la pantalla grande en el reciente film Guardianes de la Galaxia.
Las doce números que forman el volumen uno de Inhumans, más las ya comentadas historias de Amazing Adventures, forman el grueso principal del voluminoso tomo, repleto de apariciones estelares como co-protagonistas en otras cabeceras, números especiales e incluso alguno satírico. Todo lo que uno necesita saber sobre los inicios de esta excepcional raza lo tenemos aquí, unos personajes del todo sugerentes que llevan siendo parte fundamental del panorama Marvel desde 1965. La gravedad del rey Rayo Negro, obligado a permanecer en silencio de por vida; la locura del malvado Máximus y la particular lucha que mantiene con su hermano; la abnegada Medusa, interprete oficial de los deseos de su marido; la meditabunda y reflexiva personalidad de Karnak; el ímpetu de Gorgón; la alegría y buen corazón de Crystal..… Una verdadera dinastía, con sus adhesiones y conflictos, aderezado con conexiones extraterrestres y un deseo implícito de pasar desapercibidos. Suficientes elementos para generar interés en el aficionado, como bien han demostrado autores posteriores, entre los que podemos citar a Paul Jenkins o la dupla española Rafa Marín-Carlos Pacheco, y como tales han llegado a erigirse en protagonistas editoriales de nuestros días, ya sea en el apartado estrictamente comiquero, con un aspecto de novedosa franquicia, como en el audiovisual, ya que se presumen como leit motiv principal de la nueva temporada de Agentes de S.H.I.E.L.D., y ya tienen fecha en el calendario Marvel para su propia adaptación al séptimo arte.
Cuando tenemos tal cantidad y disparidad de autores implicados, además en diferentes líneas cronológicas y distintos enfoques, se hace difícil una apreciación conjunta de la obra. Las historias realizadas por Stan y Jack se antojan como pequeños e interesantes bocados de lo que podían dar de sí los personajes. Roy Thomas y Gerry Conway dan lo mejor de sí en cada episodio, a sabiendas que su trabajo en una cabecera compartida como Amazing Adventures tenía los días contados. Lo mejor es, sin duda, el enfoque de Doug Moench, con la búsqueda de las conexiones entre Inhumanos y Kree. El resto de especiales, con calidad dispar, ayuda a comprender mejor la idiosincrasia la familia real de Attilan, pero para nada podríamos hablar de material imprescindible (si acaso, con la única excepción de los What If? de los años 80, obra de Peter Gillis, que nos muestra la estrecha unión entre los Inhumanos y el Gran Refugio), lo que nos deja cierto regusto a relleno. En cuanto al apartado gráfico se puede decir que el nivel es bastante alto; solo con nombrar a Jack Kirby, Neal Adams, Gil Kane, George Pérez o Keith Pollard podemos intuir que como mínimo será trabajo bien hecho, aunque tienen que compartir espacio con dibujantes que, para nuestra desgracia, no están a la altura. Pero no podemos obviar que aquí tenemos la rotundidad y la energía de las planchas del Rey, el realismo espectacular de Adams o el trazo perfeccionista de Kane; motivos más que de sobra para una valoración harto positiva.
A modo de despedida y cierre, comentar el tema de la edición, que Panini y SD han tenido que retirar del mercado debido a los numerosos errores encontrados en diversos ejemplares, por lo que debemos alertar al confiado comprador de tan determinante dato.Rectificar es de sabios y los implicados nos han prometido una pronta reedición a la altura,lo que alegra el corazón de aquellos que apuestan por esta línea y motivo más que suficiente para que los lectores y lectoras dispuestos a conocer las historias de origen los Inhumanos puedan hacerlo en las mejores condiciones. Adentrarse en las intrigantes entrañas de Attilan se va a convertir en todo una experiencia, pues es bien sabido que bajo las murallas de tan mítico paraje se esconde una raza con mucho por ofrecer. Rayo Negro y su gente están preparados, ¿lo estás tú?
Guión - 6
Dibujo - 7
Interés - 7.5
6.8
Valoración Global
Excelente piedra de toque para conocer las primeras aventuras de los Inhumanos. Un tomo recomendable para saber más acerca de Rayo Negro y su gente
Juntar a Jack Kirby, Neal Adams, Gil Kane, George Pérez y Gene Colan en el mismo tomo y que te den un 7 en dibujo. ¿Tan desastre es lo de Pollard? 😉
Mespinpe, en dos palabras, Mike Sekowsky 😉
En este tipo de tomos antológicos se hace difícil una valoración conjunta. Personalmente, veo que hay cosas de sobresaliente y otras de suspenso, directamente. Efectivamente, hay una historia dibujada por Colan, tres por Kane, y bastante de Kirby, Pérez y Adams. Pero también tenemos al tal Sekowsky, a Al Milgrom, y algún otro más que no llegan a deslumbrar, ni de lejos . De ahí que sea comedido en la nota, aunque haya dejado claro en las reseña que el nivel gráfico «es bastante alto» (comillas, porque me autocito).
Un saludo
Extraños personajes los Inhumanos. Cuando pienso en ellos como grupo me dan un poco de pereza porque me parecen muy deslabazados y muy raros. Sin embargo cuando pienso en cada personaje individualmente sí que me parecen interesantes: Karnak con ese estilo de sabio profesor, Medusa que es una de esas «villanas» (o lo era al principio) a las que cuanto más conoces más comprendes, o la dulce Crystal (me gustaba mucho como novia de Johnny Storm, no sé por qué luego la «arrejuntaron» con Mercurio).
En fin que me has dado ganas de leer este MLE. Un clásico interesante y además sirve para salirse un poco del círculo de Vengadores-4F-PatrullaX que está siempre en el epicentro cuando pensamos en Marvel.
Gran reseña, Arturo. Como siempre.
Otro articulazo, señor Porras. Coincido con Tarambana en que en ocasiones me dan pereza, pero si tienen algo enigmático que llaman la atención. Por supuesto como fan de los 4 fantásticos he leído bastante de ellos, si bien es cierto que fuera de los 4 F solo me leí la miniserie de Pacheco/Marín/Ladronn, que me dejo muy buen sabor de boca. Y con la pena que tuvieran que recortar la historia por mandato editorial.
Respecto a Crystal con Mercurio, cuando di con ellos en la etapa forum ya estaban juntos, con lo que me chirría mas no verle sin el mutante (uy lo que he dicho) que sin la Antorcha.
Muchas gracias señores Tarambana y Dynamo por sus comentarios. Se habla mucho de la imposicion de inhumanos sobre mutantes y se descuida el hecho del potencial que tienen como personajes en sí. La pretendida franquicia actual no me llama la atención mientras que estos marca «kirby» lo hacen sobremanera. Y este tomo contiene un buen puñado de historias que bien merecen la pena. El universo Marvel no solo son Spiderman, Patrulla X o Vengadores; hay vida más allá de los grandes nombres..
Un saludo y de nuevo gracias por sus impresiones