Abelardo

 

Edición original: Abélard Intégrale Complète, 2013, Dargaud.
Edición nacional / España: Abelardo, junio 2016, Ediciones La Cúpula.
Guión: Régis Hautière.
Dibujo: Renaud Dillies.
Color: Christophe Brouchard.
Formato: 148 páginas a color editadas en rústica con solapas.
Precio: 18,50 €.

 

Vaya por delante que mejor será que los duros de corazón, los rancios y los cínicos deberán abstenerse de leer tanto esta reseña como este tebeo. Hautière y Dillies han parido un artefacto que pueda provocar fuerte alergia a los insensibles –y hasta, quizá, dar lugar a sobredosis de azúcar a quienes no estén acostumbrados-. Avisados quedáis, siempre que seáis de esos que se quedan en la superficie de las cosas. ¿Debéis huir el resto ante lo que a priori parece una fábula con todas las letras? Para nada. Sus autores son lo suficientemente hábiles para vestir el producto con la dulzura del género, pero dotarlo de las alas de la metáfora para no caer en lo blandengue porque sí.
¿De qué va la última obra publicada en España del autor de Betty Blues? Pues aún con guión de alguien ajeno, esta última propuesta puede enmarcarse sin problemas en el mismo universo creativo. Esto es, animales antropomorfos More human than human –como canta Rob Zombie- en busca del sentido de sus vidas. En este caso, la historia de un pajarillo que desea conocer mundo y confirmar si las marismas donde siempre ha vivido son verdaderamente el mejor lugar para tener el nido. Sus vecinos así lo afirman, sin duda alguna, como sin duda también opinan que las mujeres solo traen problemas. Y algo de cierto debe ser eso pues en cuanto un grupo de jóvenes de la gran ciudad aparece por el lugar, la vida de Abelardo nunca más volverá a ser la misma al conocer a Epilie, muchacha que, claro, cautiva su corazón y se convierte en el motor brillante de la aventura que vivirá a continuación, una que le llevará a tratar de embarcarse a América, en busca de ese aparato legendario que aseguran puede volar hasta las estrellas. Y es que precisamente un ramillete de estrellas es lo que Abelardo le ha prometido a su amada. Y a por ellas tendrá que ir, sea como sea. El amor es así, qué cabrón.

Como ven, argumento propio de un libro infantil, pero que, beneficiado por giros más adultos, relata con personalidad el arquetípico periplo del ingenuo a través de las vicisitudes de la realidad. Es decir, el iluso, el pájaro que no puede volar pero que debería hacerlo por naturaleza, padecerá los males de lo que hay ahí fuera, más allá de sus fronteras familiares, como pago por tratar de lograr sus sueños. Esto, base de fábulas convencionales, recuerda más a la mala baba de los cuentos de hada originales, esto es, antes de su disneyficación en el siglo XX, donde, por ejemplo, la Sirenita nunca se casaba con el Príncipe ni Caperucita era rescatada por el leñador. Así, Hautière y Dillies paren una historia afín a semejante negrura, que funciona mejor por contraste al haber creado un primer acto de auténtico empalago sensiblero. La vida es dura, hay que pelear, parecen querer decirnos. Aunque eso no quita para dejar de lado la ilusión como combustible para moverse y la inocencia como bálsamo para la maldad inherente de todas las criaturas vivas.

El trazo dulce y redondo de Dillies va que ni pintado, por tanto, para semejante trama, donde sus animalitos lucen como deben, representado un buen ramillete de virtudes y defectos humanos a través de sus cuerpecillos y sus caritas. Clichés que funcionan, claro, como la rata mala, el cerdo sucio, el toro fuerte o el pajarillo iluso. Esto, junto a una paleta de colores que va ensuciándose a medida que avanza la acción –y a medida que esta se agria-, completa una obra de un dibujante recomendable cuyos álbumes no se han editado mucho en este país. Esperamos que La Cúpula se anime con más. Como todo, de ti depende claro. ¿Veis como me he aprendido la moraleja del tebeo? Algo tendrán que haber hecho bien sus autores entonces.