Absolute Carnage (2019) #1, de Donny Cates y Ryan Stegman

Edición original: Marvel Comics.
Guión: Donny Cates.
Dibujo: Ryan Stegman.
Entintado: JP Mayer.
Color: Frank Martin.
Formato: Grapa, 60 páginas.
Precio: $7.99.

Donny Cates es la actual superestrella de Marvel Comics. El guionista entró en la Casa de las Ideas arrasando con Doctor Strange y Thanos durante Marvel Legacy. Aunque su estancia en ambas series fue relativamente breve, lo cierto es que sus efectos se siguen notando hoy en día, especialmente en el caso del Titán Loco. De allí nació Cosmic Ghost Rider, cuyas aventuras han continuado hasta el presente del universo 616. Y allí encontramos las piedras fundacionales de toda su actual obra en la Marvel cósmica, dirigiendo el destino de los Guardianes de la Galaxia e incluso de Silver Surfer. Apenas han pasado dos años desde su entrada en escena, pero el tablero ya es suyo.

Pero si hablamos de una serie importante para Cates, de una colección donde está dando el máximo, tenemos que mirar a Venom. ¿Cuántas veces ha sido la colección de Eddie Brock una de las lecturas obligatorias de la Casa de las Ideas? Por lo pronto, lo es desde mayo de 2018. Junto a Immortal Hulk hablamos del más que probable Top 2 de series Marvel del año pasado – quizá no del presente 2019. ¿Por qué? ¿Qué ocurre aquí?

A la hora de desgranar los motivos que han llevado a Venom a ser una serie tan querida por crítica y público, es justo señalar primero al dibujo. Ryan Stegman está aquí en el mejor momento de su carrera. Ya todo un veterano de la franquicia arácnida, su estilo se ha ajustado como un guante a la nueva realidad de Eddie Brock. Crudo, duro, áspero, bien definido, expresivo y capaz de manejar todo lo que el guion le pida. No hay límites para Stegman. Cuando se toma un descanso, el descenso en la calidad es patente. Es una pata fundamental que no debemos olvidar nunca.

Continuando con los valores de Venom, lo siguiente que cabe señalar es la capacidad de Donny Cates para darle un mundo y una mitología propios. Eddie y el simbionte ya no dependen de Spider-Man. Son su propio anti-héroe, con sus propios problemas. En los 6 primeros números de la colección, todo lo que creíamos saber sobre esta raza alien salta por la ventana. La introducción de Knull, el Dios Simbionte, permite integrar la historia de esta especie con los mismos inicios del universo Marvel, convirtiéndoles en parte fundamental del tapiz mitológico a la vez que su propio elemento. Hasta la mitología nórdica mira ahora de reojo a esta nueva y flamante esquina Marvel. Hay aquí material para alimentar historias durante muchos años.

A partir de ahí, lo último es el elemento humano. Eddie Brock está creciendo como personaje de una forma no vista anteriormente. Su elenco de secundarios es pequeño, pero propio. se están explorando nuevas capas de su personalidad y su realidad, lo que permite empatizar de forma diferente y descubrir nuevos elementos para disfrutar de sus aventuras. El pequeño Dylan es quizá el mejor ejemplo de esto, pero no diremos más para evitar spoilers.

Esta es la actual realidad de Venom y este es el camino recorrido hasta llegar a Absolute Carnage #1, primer número de un evento centrado en el regreso de Matanza. Hemos visto sus movimientos en la serie regular, y ha llegado el turno de que ejecute su plan a lo grande. Por supuesto, desde la editorial han visto la oportunidad de hacer de esto un evento en toda regla con el que continuar el final de War of the Realms, por lo que es un reto añadido para Donny Cates: es su primer evento de gran magnitud, y encima en solitario. ¿Qué tal ha salido?

Absolute Carnage #1 es un gran número. Donny Cates ofrece su buen hacer habitual, igual que Ryan Stegman al dibujo, JP Mayer en las tintas y Frank Martin en el coloreado. Todos ellos son esenciales a la hora de crear la atmósfera habitual de esta serie, y aquí no hacen sino subir el nivel. Es su mejor trabajo en la serie desde el arco inicial, y se nota el tiempo que llevan trabajando para esta historia. Hablamos de un tebeo de 60 páginas, tres veces más extenso de lo habitual. Y cada página es sensacional: desde esas cartas de presentación de capítulos hasta esa última página que, no está de más decirlo, da auténtico miedo. El cuidado al detalle es patente y el apartado artístico es sin lugar a dudas la gran baza de esta historia.

Eso no significa que el guion sea malo, pero sí hay que tener clara una cosa: esto iba a ser un arco más de Venom, quizá un crossover con Spider-Man. Pero al final creció hasta ser un evento. Es un caso similar al de War of the Realms, y queda por ver que no sufra de lo mismo que aquel. El evento asgardiano se dejó ir con las tramas paralelas en vez de enfocarse en el núcleo de su historia, y aquello afectó en parte a su calidad. Aquí de momento eso no sucede, dado que el invitado de excepción es Peter Parker, a quien se introduce de forma natural en la trama.

El resto es lo que cabría esperar. Todo continúa tal y como se venía planteando en la serie regular de Eddie Brock. Las tramas que se están preparando desde hace un año empiezan a explotar aquí y, si te gusta Venom, te gustará Absolute Carnage. ¿Y si no lees la serie? Lo cierto es que en las primeras páginas se presentan los elementos clave de la historia, por lo que es difícil perderse. Se dedica el tiempo suficiente para que todos estén en el mismo sitio en cuanto arranca la historia. Un pequeño pero agradecido esfuerzo para que Absolute Carnage viva por sí misma.

¿Por lo demás? Todo lo que ya ha sido comentado de la serie regular se aplica palabra por palabra a este inicio de evento. Como decimos, es una pieza más, solo que con otro nombre. ¿Dibujo del máximo nivel? Check. ¿Mitología propia de los simbiontes en continuo desarrollo? Check. ¿Crecimiento de Eddie Brock como personaje? Check. Todas las virtudes se mantienen intactas. Absolute Carnage no se esconde. Queda ver si el resto de números cumplen con las expectativas – o si incluso las superan.