El catálogo de cómic japonés de ECC Ediciones se caracteriza por tener una línea editorial muy reconocible y dedicarse a rescatar mangas con cierto tono underground, a los que el resto de editoriales no parecen prestar mucha atención salvo contadas excepciones, mangas que a veces pasan injustamente desapercibidos entre la vorágine mensual de novedades o la popularidad de los bestsellers, pero que derrochan calidad y una personalidad propia por todos sus costados. Si bien a comienzos de su andadura editorial apostaron decididamente por la corriente demográfica seinen, poco a poco se han abierto a otros tipos de manga, abarcando a un público más amplio.
Una de esas obras que ha recibido menos atención de la que merece es la que hoy nos ocupa, realizada a cuatro manos por dos autores de dilatada experiencia y merecido reconocimiento por parte de crítica, profesionales y lectores. YAMAMOTO Hideo e IKEGAMI Ryôichi combinaron sus talentos para dar a luz esta historia de misterio, acción y violencia, que fue publicada en el año 2015 en las páginas de la revista Big Comic Superior, de la editorial Shogakukan. La yakuza es un grupo criminal de arraigada tradición y constante presencia en la sociedad japonesa desde hace siglos, por lo que no es de extrañar que se encuentre un gran número de mangas en los que tienen una destacada presencia, ya sea sirviendo de antítesis a los protagonistas como siendo las figuras principales de la historia.
Sin embargo, en la actualidad la yakuza se encuentra en un momento delicado, ya que debido a la presión social y gubernamental está teniendo muchas dificultades para llevar a cabo sus actividades, viendo disminuido el número de sus integrantes, sus ingresos económicos y su poder. Este es precisamente el punto de partida de este manga, que comienza con una reunión secreto entre dirigentes de este grupo criminal para tratar de encontrar vías que hagan posible la supervivencia de la yakuza. El encuentro tiene lugar en un club, con la compañía de prostitutas con los ojos vendados, para que no vean la cara de sus clientes y poder conservar sus vidas, y en él se da cita un grupo de criminales entre los que destacan algunos de ellos gracias a ciertas habilidades especiales.
Smell, que sorprende a sus compañeros bebiendo a través de los orificios nasales y que posee un olfato descomunal, es el encargado de llevar la voz cantante y dar a conocer a sus compañeros que hay un delator entre ellos. No tardan en conseguir que una de las prostitutas admita haber contado a su novio detalles de la reunión, pero justo en el momento en que uno de ellos iba a comenzar a torturarla, es atacado con una gran fuerza y violencia, sin que sus compañeros puedan ver a los agresores. Los yakuza no tardan en darse en cuenta de que entre ellos se encuentra un ser invisible, comenzando una medida pelea contra esta entidad, que los atacará con cautela para no darles facilidades y reducirlos uno a uno con gran violencia, lo que desembocará en un baño de sangre.
Si hay un lunar que pueda señalarse en este manga ese es el final, en el que el clímax se ve interrumpido y los autores se enfangan en buscar explicaciones innecesarias y que requieren una suspensión voluntaria de la incredulidad, ya que se adentran en el terreno de lo sobrenatural, intentando abordar de manera científica la existencia de seres etéreos y su comportamiento.
El guion de la obra corre a cargo de YAMAMOTO Hideo, autor al que ya conocemos en nuestro país gracias a la edición de Ponent Mon de Homunculus, que por desgracia quedó incompleta a falta de 6 volúmenes, así como por la publicación de Ichi the Killer, su obra más famosa, gracias a la adaptación cinematográfica dirigida por MIIKE Takashi, que fue editada por la propia ECC Ediciones. El trabajo de Yamamoto es notable, consiguiendo captar el interés de los lectores desde un primer momento, gracias a su intrigante premisa, imprimiendo un ritmo frenético al desarrollo de la historia y manejando de forma coherente un considerable números de personajes en unos pocos capítulos.
A cargo del apartado artístico de esta obra se encuentra el veterano IKEGAMI Ryôichi, dibujante de obras legendarias, como Crying Freeman o Santuario, y del que próximamente Satori Ediciones publicará dos de sus trabajos de esta última década: Yuko y Oen. Como lector, asistente y dibujante, este célebre autor se curtió en los principios del gekiga desde sus inicios, desarrollando un precioso dibujo realista desde que diera sus primeros pasos como mangaka profesional, perfeccionándolo hasta el día de hoy. Su dibujo es precisamente el aspecto más detacado de la obra que hoy nos ocupa, ya que Ikegami puede presumir de una narrativa muy ágil y dota a la obra de un bonito empaque visual, dibujando la habitación en la que transcurre la trama desde múltiples perspectivas, luciéndose también gracias a unas páginas repletas de acción y violencia, que tienen un gran impacto sobre los lectores.
Adam y Eve es un manga realizado con mucho oficio y buen hacer, fruto del amplio bagaje en el medio que tienen sus autores. A pesar de no tratarse de una historia memorable y contar con algunos pequeños errores en su anticlimática resolución, sin duda permite pasar un buen rato, gracias a su interesante planteamiento, su vertiginoso desarrollo y su cuidado apartado artístico.
ECC Ediciones publicó los dos volúmenes de Adam y Eve en julio y septiembre de 2018, siguiendo el formato utilizado de manera estándar para publicaciones procedentes de revistas seinen, destinadas a un público más adulto. Se trata de dos volúmenes con encuadernación rústica y sobrecubierta, de tamaño B6 (130×180 mm), a un precio de 10,95 euros cada uno. Es una edición correcta, sin ningún error destacable, que, por desgracia, no cuenta con las páginas originales a color.
VALORACIÓN GLOBAL
Guión - 6.8
Dibujo - 8.5
Interés - 7
7.4
Notable colaboración
Adam y Eve es una muestra del buen hacer de dos autores veteranos, que combinan sus habilidades a la perfección y transitan por terrenos ya conocidos, para narrar una interesante historia de forma concisa y amena, apoyada en un destacable apartado gráfico.