De vez en cuando, me encuentro con obras que da igual las veces que las lea o vea, siempre me aportan algo nuevo y, sobre todo, ya que siempre me alegran el día. Esto es precisamente lo que me pasa con la ópera prima del autor de Blankets. Sin duda, estamos hablando de uno de los grandes historietistas del noveno arte en los últimos tiempos.
Lo que hace grande a
Este tebeo lo escribió a la edad de 24 años, y se publicó en 1999, justo dos años después de que llegara a la ciudad de Portland para comenzar una nueva vida. Al artista le sirvió este cómic tanto como carta de presentación dentro del medio, y que vaticinaba una carrera llega de éxitos y logros profesionales; y también como carta de despedida a aquellos amigos que dejo atrás en su antigua ciudad de residencia.
Con un maravilloso trazo (influenciado enormemente por el Pogo de Walt Kelly), Thompson combina, con toda la naturalidad, personajes compuestos por seres humanos con animales antropomórficos. Desde su primer tebeo, el autor da serias muestras de que es un excelente dibujante, y no solo en el trazo, sino en un dominio total sobre la composición de las viñetas y de las páginas. Así pues, podemos observar a lo largo y ancho de toda la obra una rica variedad compositiva que nos dice que estamos ante un historietista no solo excelente, sino también diferente. Hay que destacar que Thompson también controla a la perfección el tiempo narrativo, y es capaz de llevarnos del presente al pasado y viceversa con sencillez, destacando, sobre todo, unas transiciones magistrales.
La galería de personajes de
El cómic acaba dedicado a aquellas personas que formaron parte de la vida del autor, y también con una lista de artistas que ayudaron a Thompson en la creación de este tebeo entre los que destacan los nombres de Eddie Campbell, Jeff Smith o Alan Moore.
Crecida a la sombra de otras obras del mismo autor de mayor envergadura, calado y reconocimiento,
Pese a tener una escasa bibliografía, Thompson se sitúa en un lugar privilegiado dentro del actual Olimpo comiquero. A partir de su primer tebeo, el que tenemos aquí en cuestión, su carrera fue viento en popa. Su segunda obra fue Blankets que le puso en el punto de mira de todo el mundo; un titánico tebeo que tiene como punto en común con Chunky Rice el elemento autobiográfico. El fulgurante éxito de Blankets sepultó, por así decirlo, a su opera prima, y creo que es algo que no es justo del todo.
Mi mayor recomendación de este cómic que espero que les apasione tanto como a mí. Sinceramente, creo que es ideal para regalar a cualquier persona, más allá de su edad, aunque reconozco que tiene que ser increíble que a un niño le regalen este emotivo tebeo. Espero volverles a hablar de nuevo y pronto sobre Craig Thompson.
Dedicado a aquellas personas que, por circunstancias de la vida, tuvieron que abandonar su ciudad y empreder un nuevo camino. Y recuerden, no existe el adiós.
Guion - 9
Dibujo - 9.5
Interés - 9
9.2
Entrañable
Craig Thompson crea un cómic que es una delicia para todo el mundo. Sincero, honesto, emotivo... Se me acaban los términos para intentar definir una obra de arte como ésta.